28 mayo 1989

La intervención de los guardaespaldas evitó que la tarta diera en la cara de su víctima

Paloma Ruiz Mateos, hija de José María Ruiz Mateos, lanza una tarta contra Isabel Preysler, esposa de Miguel Boyer

Hechos

El 28 de mayo de 1989 se hizo público el intento de agresión de Dña. Paloma Ruiz Mateos a Dña. Isabel Preysler

Lecturas

Dña. Paloma Ruiz Mateos, una de las hijas del Sr. Ruiz Mateos, aseguró que volvería a intentar estampar una tarta en la cara de la esposa del político del PSOE D. Miguel Boyer Salvador.

29 Mayo 1989

¡Ya está bien!

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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EL ESPECTÁCULO de la hija de Ruiz-Mateos lanzando una tarta contra Isabel Preysler forma parte de la tediosa función que vienen escenificando el empresario jerezano y su clan contra el ex ministro Boyer y las otras personas, físicas o jurídicas, elegidas por su paranoica mente para desahogarse. Y ya está bien. Ese hombre, que no ha desperdiciado ocasión de sustraerse a la acción de la justicia, debería estar en la cárcel. No puede resultar tan difícil localizar a un señor que un día sí y otro también disparata sin tasa desde las emisoras de radio y se fotografía desafiante aquí y allá.En toda paranoia hay una implacable lógica interna, y a estas alturas está bastante claro en qué consiste la que guía las astracanadas de R. M.: la de intentar anegar en un mar de conjeturas imprecisas las graves acusaciones que pesan sobre él a fin de seguir interponiendo el máximo de obstáculos entre su persona y los tribunales, cuyos veredictos, en España y en el extranjero, le han sido hasta el presente desfavorables. Su pretensión de resultar elegido parlamentario europeo se inscribe en esa línea, seguramente con la idea de añadir a esos obstáculos el requisito de la concesión de un suplicatorio. El temor de favorecer esa estrategia explica probablemente la pasividad de quienes están encargados de ponerlo a buen recaudo. Pero incluso ese riesgo es preferible a la impunidad con que tan chusco personaje y los descerebrados y pillos que le ríen las gracias se ponen a las instituciones por montera en una inacabable escalada de la provocación. Que lo detengan de una vez.