7 julio 1986

Segundo fracaso consecutivo de un diario comunista tras el intento de LIBERACIÓN

Paulino Posada dimite como director de LA TARDE DE MADRID ante el fracaso del periódico de Félix Gil, que se precipita al cierre

Hechos

El 7 de julio de 1986 el periódico LA TARDE DE MADRID anuncia la dimisión de su director.

Lecturas

Con motivo del despido de Paulino Posada como director del periódico de La Tarde por desacuerdos con la empresa que encabeza Félix Gil, el periódico publica una nota editorial en la que lamenta que mientras TVE, RNE, El País y Ya informaron de la ruptura con neutralidad, en el caso de Diario16 y ABC lo hicieron dando únicamente la versión de Posada. En esa misma nota niegan que La Tarde de Madrid tenga dependencia del PCE o de Izquierda Unida, aunque en su Consejo Editorial figuran hasta cinco fundadores de Izquierda Unida (Cristina Almeida Castro, Enrique Curiel Alonso, Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias Bohorques, Alonso José Puerta Gutiérrez y José Luis Balbín Meana).

04 Julio 1986

ADIÓS, PAULINO

LA TARDE DE MADRID

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Paulino Posada ha dirigido LA TARDE DE MADRID desde su aparición, el 21 de marzo de este año hasta el pasado viernes, en que cesó en sus funciones como director, han pasado casi cuatro meses y se han publicado 71 números. Sólo quienes hemos compartido los afanes de poner cada día en la calle el dinero sabemos el enorme esfuerzo y dedicación que, para el director y el resto del equipo, ha significado colocar cada día en la calle un diario modesto, pero digno, que ha encontrado sus lectores, su público.

Algunas diferencias de matiz entre el proyecto original del diario – popular, abierto, pluralista y de centro izquierda – su plasmación práctica cotidiana han llevado al Consejo de Administración, oído el Consejo Editorial, a rescindir el contrato civil de arrendamiento de servicios que unía hasta el viernes a la empresa editora del diario y a Paulino Posada.

El editor del periódico, al informar de esta noticia a los lectores, quiere subrayar la calidad profesional y personal de Paulino Posada, así como su ejemplar dedicación a lo largo de los días, semanas y meses que LA TARDE De MADRID lleva ya en la calle.

4 de julio de 1986.

04 Julio 1986

Paulino Posada, director de «La tarde», en huelga de hambre

ABC

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Paulino Posada, director del vespertino «La tarde», se encuentra en huelga de hambre
debido a que, según manifiesta, quieren expulsarle del periódico. Según el periodista, el Consejo de Administración de Promotora de Prensa y Publicaciones Periódicas y No Periódicas, S. A., empresa editora del diario, «que no han visto nunca un periódico», quiere expulsarle en unas condiciones humillantes, al tiempo que aún le deben, varios meses de sueldo.

05 Julio 1986

El director de «La Tarde» mantiene su huelga de hambre

S. C.

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El director del periódico vespertino «La Tarde de Madrid» se encerró en su despacho el
pasado jueves y mantiene desde entonces una huelga de hambre. Como informó ayer ABC, Paulino Posada protesta así en contra de la empresa editora del rotativo madrileño, Promotora de Prensa y Publicaciones Periódicas y no Periódicas, S. A, que, según ha manifestado, pretende despedirle de su puesto sin dar ninguna explicación y que, a la fecha, le adeuda dos meses de sueldo, como a una buena parte de los redactores. Paulino Posada acusó a la empresa editora de querer resolver los problemas económicos por los que atraviesa el periódico cambiando de director.

Al parecer, la situación económica de «La Tarde de Madrid», que salió por primera vez
a la calle hace dos meses, no es muy boyante y, durante los últimos días, el periódico no
fue distribuido regularmente en los quioscos de la zona Norte de Madrid, lo que dio pábulo a que los vendedores de Prensa especularan con la posibilidad de que hubiera dificultades en la salida del periódico madrileño, según declararon a una agencia de noticias. La empresa, sin embargo, ha manifestado que esas irregularidades se debieron a la puesta en práctica de un nuevo sistema de reparto, una vez que hubo concluido el contrato suscrito con la empresa distribuidora.

Paulino Posada declaró a los medios informativos que la situación económica del rotativo era desastrosa. Añadió después que la empresa pretendía cambiar la línea editorial de la publicación, que había sido hasta el día de hoy de centro-izquierda. «La Tarde de Madrid», según su director, ha seguido una línea abierta y popular. Ahora la empresa busca imponer una línea apolítica con la intención de incrementar el número de sus lectores y paliar su déficit de ventas. «No tienen ni idea de periodismo», se lamentó.

Paulino Posada no depondrá su actitud, y permanecerá encerrado en su despacho y en
huelga de hambre, mientras la empresa no dé plena satisfacción a sus exigencias, que
no son otras que las de permanecer como director del periódico madrileño «pase lo que
pase»

06 Julio 1986

Paulino Posada recibió anoche una citación judicial

ABC

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Paulino Posada, director de «La Tarde», en huelga de hambre, recibió anoche una citación judicial, por la que debía presentarse ante el juez de guardia, en relación a una denuncia de la que desconoce los términos y que supone proviene del Consejo de Administración del vespertino. Posada se encuentra muy débil, debido a la huelga y a problemas cardíacos que padece hace ya tiempo, y no tenía la intención, a la hora de cerrar esta edición, de personarse en el juzgado. Como ya informó ABC, el periodista se encerró en su despacho para protestar por la decisión del Consejo de Administración de rescindir su contrato. Mantuvo una entrevista con Félix Gil, el editor del periódico, en busca de una solución satisfactoria para ambas partes. El periodista reclama que se le abone en metálico la suma de dos millones y medio de pesetas, que corresponden a los honorarios de los últimos dos meses, y que el Consejo de Administración, asimismo, emita un comunicado en el que quede a salvo su honor profesional.

06 Julio 1986

De cómo no se debe informar (6 de julio de 1986).

LA TARDE DE MADRID

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La gallardía actitud adoptada por Paulino Posada en defensa de sus intereses personales ha merecido la atención del conjunto de los medios de comunicación por lo insólito de que le rescindan el contrato y lleve su determinación en el extremo de encerrarse en su despacho – como en los chistes de Forges – y negarse a comer.

La noticia ha sido tratada de modo bien distinto por nuestros compañeros de los medios de comunicación.

Mientras TVE, RNE, EL PAÍS, EFE, YA y EUROPA PRESS han solicitado información a las dos partes en conflicto, el director cesado y la empresa editora, elaborando después la información conforme a sus particulares criterios, DIARIO16, RADIO MADRID [CADENA SER], OTR y ABC se han limitado a dar la versión del indudable protagonista de la noticia, el entrañable compañero Paulino, pero no facilitando a sus lectores y oyentes la versión de la editorial.

El comportamiento informativo de estos medios de comunicación es parcial y tendencioso, malintencionado incluso, en los casos de DIARIO16 y de RADIO MADRID, que llegaron a situar la información en un contexto de dependencia de LA TARDE DE MADRID del PCE e Izquierda Unida, con total desprecio no sólo a la verdad sino también a los medios de acercarse a su conocimiento.

TVE, por su parte, en el telediario de las nueve del pasado sábado, se permitió hablar de crisis económica de LA TARDE, mezclando lo que era una información razonable con una opinión interesada: es evidente que a TVE no le gusta este diario y preferiría vernos desaparecer.

Nuestros lectores deben saber, por último que no atravesamos un momento económico particularmente difícil. No debemos ni una peseta a las empresas suministradoras de papel y mantenemos relaciones comerciales normales con el resto de los proveedores. Y en cuanto a la nómina, en el día de hoy no hemos pagado aún lo correspondiente a junio, lo que significa un retraso de una semana sobre la fecha idónea.

Público y anunciantes serán, en el caso de LA TARDE DE MADRID quienes permitirán que este diario siga su curso o se interrumpa. Ningún grupo financiero, ni político, ni económico, ni social, nos paga las facturas. Eso nos hace independientes y modestos. Es una opción decidida de antemano, forma parte del proyecto y es, en definitiva, un riesgo calculado.

Lectores y anunciantes, repetimos, son quienes tienen la última palabra en este proyecto. Confiamos en seguir contando con su respaldo para seguir adelante.

02 Agosto 1986

"Se me comunicó el cese aduciendo que la línea era demasiado izquierdista"

Paulino Posada

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El periódico LA TARDE fue una auténtica aventura. Aún hoy me pregunto como sin dinero pudo salir a la calle. Sacamos 71 números sin que los redactores y demás personal del periódico cobrara. Yo estuve trabajando gratis porque me parecía una idea muy bonita. En principio iba a ser un periódico de izquierda y el único que iba a salir por la tarde en la capital de España.

Si la idea era tan bonita y ofrecía tantos alicientes ¿por qué fui cesado? El cese se basó en una disculpa. Me explico, cuando fui llamado a dirigir el diario me dijeron que la línea iba a ser de izquierda. Meses más tarde se me comunicó el cese aduciendo que la línea era demasiado izquierdista y el periódico había de ser de centro izquierda. Pero, además se da la circunstancia de que el consejo editorial estaba formado por personas como Enrique Curiel, Nicolás Sartorius o Cristina Almeida. Aún hoy sigo preguntándome: ¿Si la línea del periódico era de izquierdas, cuál era la del consejo? La realidad era uy distinta, ya que este consejo editorial era un mero instrumento decorativo en manos de otra persona que no quiero nombrar [Félix Gil] y que estaba dispuesto a echarme hasta que lo consiguió. Ahora que estoy fuera compruebo con gracia como LA TARDE sigue siendo tan de izquierdas como pudo haber sido conmigo.

Yo quería hacer un periódico popular, en toda la extensión de la palabra. En LA TARDE debía tener cabida todo tipo de opiniones. Deseaba publicar todas las cartas que nos llegaran, fueran de quien fueran y provinieran de donde provinieran. También quería hacer de este periódico una tribuna desde donde pudiera promocionarse gente nueva, jóvenes que tuvieran algo que decir. Era un periódico completamente democrático en él tenía cabida absolutamente todo. Durante la campaña electoral se publicaron cartas de Verstrynge, Isabel Tocino, gente de Suárez y también del Partido Socialista. En conclusión el diario LA TARDE tenía que ser el organicación de expresión de la calle.

Decidimos sacarlo por la tarde porque deseábamos volver a la tradición de los periódicos de la tarde. Pero esto a la larga era un handicap gratuíto porque en Madrid esta costumbre se ha perdido. LA TARDE se propuso unos objetivos muy difíciles, muy altos y todo esto sin tener una fuerza económica solida.

De todos los medios de presión a mi alcance utilicé la huelga de hambre porque me pareció el más eficaz. Quería llamar la atención sobre la injusticia que se estaba cometiendo y por eso adopté esa medida escandalosa.