Pedro Ortiz Simarro es nombrado nuevo director del diario LAS PROVINCIAS en sustitución de Francisco Pérez Puche

El Consejo de Administración de Federico Domenech S. A. me ha concedido el honor de nombrarme director de LAS PROVINCIAS y creo que es el mayor sueño que pueda alcanzar un periodista que, como el que esto suscribe, lleva trabajando en este diario desde 1980, allá en la vieja redacción de la Alameda.

Federico Domenech S. A. es hoy un grupo multimedia en el que se juntan numerosos medios y actividades, desde la imprenta a internet, pasando por LP Radio, la cadena de televisión Valencia TeVa o la editorial. De todos ellos estamos orgullosos. Pero permítanme que de entre toda esta magnífica flota destaque al que para mí es el buque insignia: el periódico LAS PROVINCIAS.

LAS PROVINCIAS es uno de los pocos periódicos españoles que ya abarca en su existencia tres siglos distintos: 136 años lleva este rotativo sin dejar de salir a la calle ni un solo día, 136 años lleva este rotativo sin dejar de salir a la calle ni un solo día; 136 años de papel en los que han dejado huella excepcionales directores, desde aquel primero, Teodoro Llorente, hasta el último, Francisco Pérez Puche, de los que tanto he aprendido y a los que ahora tengo el grandísimo honor de suceder en la mancheta. Jalá reciba de la fortuna y de mis compañeros la ayuda necesaria para estar a la altura de las circunstancias, que ya sé que será difícil estar al nivel de mis predecesores. Tres siglos de magníficos directores, pero también de excelentes periodistas, de lujosos colaboradores, de excelsos literatos y pensadores, de dibujantes y fotógrafos ya clásicos en el mundo artístico, de inmejorables impresores.

Pero sobre todo 136 años de maravillosos lectores desde aquellos del siglo XIX hasta de actuales del siglo XXI. A ellos, a los lectores, se debe LAS PROVINCIAS; los lectores valencianos son el objeto de la existencia de este periódico. Tan clara es la razón de la existencia del diario que se entenderá fácilmente por qué este periódico nunca ha dado saltos bruscos ni en el vacío; por qué en cada innovación, al igual que sucede ahora, se ha perseguido mantener una línea de continuidad.

El secreto de LAS PROVINCIAS es sencillo: contar a los lectores lo que pasa en la Comunidad Valenciana, en España y en el mundo y que interesa a los valencianos, contado desde la perspectiva que interesa a los valencianos. Además de referencia imprescindible para la sociedad valenciana, también debe servir de referencia prevalente sobre la realidad y los problemas valencianos a los interesados en estas cuestiones que se encuentren alejados de la Comunidad Valenciana. De otro modo: transmitir día a día el pulso de esta dinámica y virbante sociedad.

Ben Bradlee muchos años director de THE WASHINGTON POST, decía que no era difícil ser un buen director de periódico si tras él hay buen propietario. Suscribo la frase. Ser buen director no será difícil si se tiene un buen editor. Y todavía será más fácil si se dispone, como ocurre ahora en LAS PROVINCIAS, de un magnífico equipo de persnas en cada una de las secciones del periódico, y de un excepcional elenco de periodistas en la redacción, con madurez suficiente y fuerzas y pasión sobradas para contar historias y contarlas con honradez e independencia. Es LAS PROVINCIAS uno de los periódicos más antiguos de España, pero une a su madruez serena un ímpetu juvenil: el del mejor equipo de profesionales capaces de ser los primeros en dar la noticia y en darla con el lenguaje siempre cuidado y con una clara vocación de estilo, con el diseño más adecuado y con la profundidad y ordenación que el lector moderno exige; profesionales que dejan su piel al servicio de la noticia – es decir, de los lectores – y que lo hacen con la necesaria ética que les lleva a ser libres en sus relatos y deontológicos honrados en su profesión. Con ellos será sencillo continuar defendiendo una idea clara: estar al servicio de la sociedad civil, al servicio de la Comunidad Valenciana.

Anclado en su legitimidad histórica y en su defensa a ultranza de los intereses valencianos, LAS PROVINCIAS tiene como última meta ser el periódico de toda la sociedad valenciana, el medio de comunicación que enlaza a las instituciones valencianas entre sí y a éstas con la sociedad. Queda diáfano nuestro propósito desde la dirección: hacer un periódico al servicio de todos los valencianos.

Pedro Ortiz

El éxito de convocatoria que registró LAS PROVINCIAS en su fiesta fue espectacular. Los 136 años de vida de un periódico se ha de notar en algo. Toda la alta sociedad valenciana se dio cita en el Hemisférico al toque de pito de un diario que lo ha sido todo. Pero bajo esa operación triunfo se esconde el más estrepitoso fracaso de gestión. Desde que la familia Zarranz se hizo cargo de las riendas de la empresa, las ventas del diario han caído en picado desde los 60.000 a los 45.000 ejemplares. Y sigue bajando. Los beneficios que hace unos años superaban los mil millones de pesetas anuales se han quedado en menos de 200. Y los despidos ya son la canción del verano entre todos los empleados. Empezando por el director. Puche va a ser cesado de forma inmediata.

Será sustituido por el director adjunto Pedro Ortiz. El director general de TESA, Miguel Larrea, se pasó toda la fiesta mofándose de Puche y haciendo comentarios con los periodistas sobre su corta vida de director. LAS PROVINCIAS dedicó ayer a la fiesta una edición especial de 12 páginas, 16 reportajes periodísticos y 77 fotografías. Ni una sola línea, ni una mención, ni una foto para el director del periódico Francisco Pérez Puche. Ha sido la despedida más humillante que he visto en mi vida. Es un pobre hombre. Pero su empresa no tiene derecho a pagar así a quien tan buenos servicios ha prestado. Una persona que vendió a los periodistas ante su empresa, y a la directora que lo nombró subdirector, no merece este trasto. Puche merece un homenaje. Un ascenso.

Jesús S. Carrascosa

Cuando María Consuelo Reyna era la directora y Enrique Reyna el gerente, LAS PROVINCIAS tenían más influencia política y social que ningún otro diario editado en la Comunidad Valenciana. Vendía 60.000 ejemplares y se embolsaba cada año unos beneficios que superaban los 1.000 millones de pesetas. Un buen día, la familia Zarranz, cegados por la envidia lograron el concurso de dos traidores: José Reyna y Francisco P. Puche. Pensaron que si ellos controlaban el diario serían más altos, más guapos y más ricos. Pensat y fet. Los Zarranz tiraron a la calle a Mª Consuelo y a Enrique para apropiarse y disfrutar del prestigio de más de 130 años de esfuerzo e inversiones familiares. Todo era perfecto. Se hicieron grandes gastos y derroches para celebrar el acontecimiento.

Todo era perfecto. O casi todo. Porque no contaron con que los tres genios de la operación, don Guillermo Zarranz, José Reyna y Paco Puche eran unos inútiles. Los datos lo confirman. A fecha de hoy, LAS PROVINCIAS vende algo más de 40.000 ejemplares. Y bajando. Los beneficios no llegan a 200 millones. Y la influencia política y social del diario se ha esfumado como los lectores y el dinero. Pero la cosa no queda ahí. LAS PROVINCIAS hace agua. Se hunde. Los actuales dueños van a tapar su ineptitud con el pan de las familias que dieron su vida por la empresa. Más de cien trabajadores tienen la carta de despido a punto de ser firmada. Todos los esfuerzos de las familias para que los Zarranz puedan salir sonriendo felices en las fotos.