17 abril 1990

'El Loco de la Colina' revienta la primicia que esperaba conseguir Milá en TVE

Pugna entre Jesús Quintero y Mercedes Milà por conseguir la primera entrevista a Juan Guerra, el presunto hermano corrupto de Alfonso Guerra

Hechos

  • El 16.04.1990 Canal Sur y Telemadrid emiten la entrevista de D. Jesús Quintero a D. Juan Guerra.
  • El 17.04.1990 TVE emite la entrevista de Dña. Mercedes Milà a D. Juan Guerra en ‘El Martes Que viene’.

Lecturas

TVE había anunciado la primera entrevista a D. Juan Guerra en directo para el martes 17 de abril de 1990 en el espacio ‘El Martes Que Viene’ de Dña. Mercedes Milà. Sabían que D. Juan Guerra ya había grabado una entrevista con D. Jesús Quintero para Canal Sur, pero esta no se iba a emitir hasta el estreno del programa previsto para la semana siguiente. Sin embargo, al conocer el anuncio de TVE, el Sr. Quintero decidió adelantar la emisión de su programa al 16 de abril de 1990, y además, emitirlo no sólo por Canal Sur, sino también por Telemadrid, destrozando los deseos de TVE y la Sra. Milà de que la suya fuera ‘la primera entrevista en televisión’ al empresario investigado.

17 Abril 1990

Juan Guerra, el burlador burlado

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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En tantas ocasiones ha sido protagonista Juan Guerra de las noticias de los medios de comunicación, en contra de su voluntad, que no ha podido resistir la tentación de aparecer voluntariamente para dar su versión del escándalo que lo envuelve. Y cuando lo ha hecho, -ratificando lo que ya se sabía- ha pretendido imponer su ley, condicionando a su capricho la emisión de un programa. Ayer apareció entrevistado por Jesús Quintero, -quien por cierto, no le puso en aprietos, dejando pasar sus notorias falsedades, con quien ahora afirma haber llegado a un «pacto de caballeros» para que el programa se emitiera el jueves. La razón estaba en que este burlador sevillano prometió a Mercedes Milá que su primera comparecencia sería para su programa en TVE. Avispado negociante, no ha previsto, sin embargo, que otro andaluz, «el Loco de la Colina», haya sido más listo que él y a su habilidad para el trapicheo haya respondido con un figurado y astuto «tonto el último»

18 Abril 1990

Juan con Tierra

Carlos Boyero

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HAY que agradecer a Quintero su sentido del oportunismo, su permanente vocación de abogado de los pequeños diablos, la adecuada puesta en escena que les ofrece para sicoanalizarse en público y su capacidad para alternar lo trágico con lo bufo. Juan con Tierra, hermano villano de Alfonso Corazón de León, no consiguió sorprenderme o alterar la caricatura que yo imaginaba con razonada precisión. Borges, evidentemente, no le elegiría para figurar en la Historia universal de la infamia. Su personalidad, aunque grisácea, solo merecería interés en el universo miserabilista del inteligente Rafael Azcona. Lo preocupante, estriba en que el esperpento que se montaron Quintero y Guerra, y la pragmática filosofía vital del segundo pueda convencer, seducir, o identificar al ciudadano medio. La secuencia inicial de la película revelaba huellas cutres de la segunda parte de El Padrino, obra maestra de Coppola sobre la metodología del gangsterismo moderno, que ha comprendido a tiempo que su supervivencia va asociada al grado de entendimiento que consiga con los políticos. Juan Guerra no es Michael Corleone ni abandona temporalmente Coney Island para declarar ante el Gran Jurado, después de despedirse de su familia, pero no puedo evitarle a mi imaginación el aroma de paralelismos delirantes. El principal secundario de esta historia sórdida y parabólica (los protagonistas, al igual que Welles en El tercer hombre, se hacen sentir pero no se dejan ver) es previsible en su discurso y en sus reacciones emocionales. Su oratoria es limitada, cazurra, humanísima, hasta que se le desprende la careta con un par de argumentos demoledores y maquiavélicamente populistas. Juan Guerra, chivo expiatorio y víctima acorralada, padre respetuoso que evita la agresión hacia su pérfida exmujer, se queja de esa falacia moral que condena a la gente de izquierdas por pretender enriquecerse honradamente en el mercado capitalista que ellos han creado. No he podido evitar un escalofrío ante esta declaración de principios. Dentro de unos minutos el actor interpretará su papel en un nuevo escenario diseñado por Mercedes Milá. Mi curiosidad no se ha agotado.

18 Abril 1990

Campaña de propaganda en favor de Juan Guerra

ABC (Director: Luis María Anson)

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Dentro de la campaña publicitaria ordenada por Alfonso Guerra en favor del hermanísimo se dedicó ayer el mejor día y la mehor hora de TVE a una entrevista con Juan Guerra. A Mercedes Milá se le pasó factura política de su presencia en  TVE y la gentil periodista y presentadora ofreció la plataforma de su programa para que Juan Guerra ‘acosado’ a preguntas blandas en las que se marcaba el golpe pero no se lllegaba al fondo, trataba de lavar su imagen ante la opinión pública, cercanas ya las elecciones andaluzas. El blanqueo del hermanísimo, tras colocar el ventilador ante la basura en el caso Naseiro para emporcarlo todo y difuminar las corrupciones socialistas, está originando considerable polémica. La entrevista de ayer en TVE, según los partidos de la oposición forma parte de la campaña de propaganda electorado de las elecciones autonómicas andaluzas.

20 Abril 1990

MIireuzté

Carlos Boyero

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NO recuerdo un espectáculo televisivo tan intenso y vivo, desde aquella memorable entrevista de Jesús Quintero a los protagonistas del caso Urquijo, como el desigual combate de boxeo entre una Milá rabiosa, dispuesta a recuperar su credibilidad y su «feeling», y un Juan Guerra en estado de hipnosis, siguiendo con fe ciega los consejos de un invisible y excepcional abogado que ha grabado en su cerebro de Rinconete una consigna férrea: «No pueden probar nada. Limítate a negar todo. No pierdas los nervios aunque te introduzca los dedos en los ojos. Resiste y sonríe. La labor de un encajador no es vistosa pero lo único que importa es no besar definitivamente la lona. La bolsa que hemos acumulado merece la pena. El público es voluble y cuando se ha saciado de sangre desea el sueño y el olvido». La actitud machacona, conscientemente agresiva, racionalmente despiadada de la fiscal pública intentando provocar la catarsis del presunto aunque transparente acusado, acompañada de expresiones violentas («No me cuente rollos, no se quede conmigo, va a acabar usted dándome pena, ¿ Cómo se gana tanto dinero trabajando tan poco? i. Ya ha recibido permiso para hablar?, sus argumentos son ridículos y típicamente franquistas») no consiguieron despejar los efectos de algo más sedante que el Valium en su peligroso sparring, pero la estética y el formato del ataque colmaron las expectativas. de los mirones con paladar. Guerra añadió alguna perla insólita a las respuestas que le han programado, pero su capacidad de improvisación es atufantemente grotesca. Su convicción de que el partido socialista sigue fiel al lema de «Cien años de honradez», su arenga bíblica asegurando: «Soy el camino para llegar a El», o su cómica afirmación: «De política no me pregunte usted porque no entiendo, ya que no es mi actividad», provocarían la carcajada en una buena comedia, pero en la vida real inspiran grima. La imagen de este simbólico hombrecito descansando en Panamá con la barba afeitada es graciosa pero tambien literaria. Hay demasiados intereses en juego para consentir que los choricillos involuntariamente trascendendentes sean castigados con rigor.