10 septiembre 1983

La Audiencia Nacional condenará en octubre de 1984 a la periodista a un año de prisión por apología del terrorismo

Querella contra Mertxe Aizpurúa, directora de la revista proetarra PUNTO Y HORA, por hacer apología del la lucha armada

Hechos

En septiembre de 1983 la revista PUNTO Y HORA de Euskalherria, dirigida por Dña. María Mercedes Aizpurúa Arzallus publicó el editorial «Por los gudaris»

Lecturas

EL ARTÍCULO QUE MOTIVÓ EL PLEITO:

El artículo editorial que publicaba la revista PUNTO Y HORA en su número 320 era un llamamiento a los jóvenes vascos a apuntarse a la lucha armada, es decir, a afiliarse a la organización terrorista ETA:

Gaurko Gudariak, PUNTO Y HORA, 23-09-1983

«Por los gudaris de ayer y hoy» es uno de los gritos de los vascos. Este grito se puede ver también escrito por las paredes. Sucede que la causa de los gudaris de ayer, persiste hoy. Por eso son necesarios los gudaris también hoy. Y los hay. EL tiempo arrastra los recuerdos y deja los símbolos. Por eso mismo hoy nadie se atreve a hablar en contra de los gudaris de ayer; el tiempo ha hecho su trabajo.

Hay sin embarog, quienes dicen que están con los gudaris de ayer; no con los de hoy. Allá ellos. Levantar monumento a los gudaris de ayer es una de las formas de no ser un gudari nunca. Pero hay también quienes, sintiendo en su sangre la de aquellos de antes, aportan su sangre a los gudaris de hoy. La sangre y el corazón, que son los elementos que sostienen la guerra. 

Si no hay guerra no hay querreros, no hay gudaris. Mucho menos hay gudaris cuando se siente que no hay guerra. Pero ahí están las guerras por encima de las creencias y conveniencias; en el caso de EUskal Herria, también, ahí está la guerra. ¿O no a hay? ¿Se puede saber cuánto más está dispuesta a dar España a Euskal Herria, comparando con lo da Inglaterra a Irlanda del Norte, o Reagan a Nicaragua, o Israel a Palestina?

Seguramente hay una gran diferencia entre los gudaris de ayer y los de hoy. Los de entonces, los que iba al a guerra al menos, eran forzados a ello. También los hubo voluntarios (cuántos y de qué casta además!) Pero aunque no hubieran querido, para la mayoría no había más remedio que alistarse. Por una u otra causa, había que ir al frente con la vida sobre las espaldas. Los de hoy, todos son voluntarios o por lo menos seleccionados. La guerra está ahí, pero el ser gudari no es obligatorio. Por eso los gudaris de hoy son mucho más gudaris. Cuando menos lo esperan dejan la vida en el cambio, sin dar por perdida la guerra. Mirando a Euskal Herria de dentro hacia fuera, y no desde un exterior extraño hacia adentro. ¿hay muchos menos motivos ahora para arriesgar la vida que en el 36?