29 septiembre 1957

El periodista cesado era franquista, pero firme opositor a la Monarquía borbónica por la que apostaba el dictador

Rafael García Serrano destituido como director de ARRIBA, sus funciones serán asumidas por Vicente Cebrián

Hechos

La Delegación Nacional de Prensa resolvió el 28 de septiembre de 1957 la destitución de D. Rafael García Serrano como director del periódico ARRIBA. Sus funciones fueron asumidas por el subdirector, D. Vicente Cebrián.

Lecturas

El Gobierno destituye a Rafael García Serrano como director del diario público Arriba. La destitución se produce poco después del relevo en el ministerio Secretaría General del Movimiento, donde José Solís Ruiz ha sustituido José Luis Arrese Magra, quien nombró a García Serrano. El periodista Vicente Cebrián Carabias asume la dirección de Arriba.

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El 29 de Septiembre de 1957 el diario ARRIBA anunció en su portada la destitución de D. Rafael García Serrano como director del periódico que durante los años 40 y 50 gozó de un nivel máximo de influencia en España. Ya sólo el hecho de que se produjera el anuncio del ‘patadón’ era novedoso. Lo habitual es que el periódico anuncie al nuevo director, pero en el número del 29.09.1957 no hay ninguna mención a ningún sucesor, simplemente se alude a que el Sr. García Serrano dejaba de ser director de ARRIBA, es decir, destitución fulminante, algo sólo comparable con la destitución de D. Juan Ignacio Luca de Tena de la presidencia de Prensa Española, unos años antes.

El cargo de director de ARRIBA sería asumido por D. Vicente Cebrián Carabias, pero que ocuparía el rango con carácter de interinidad (‘director en funciones’), una interinidad que acabaría durando varios años, hasta la llegada de D. Rodrigo Royo en 1960.

El periódico dedica un artículo elogioso al director cesado: «En los nuevos caminos que ahora se abran para Rafael García Serrano, quien ha ido hasta hoy el primer hombre del equipo de ARRIBA, llevará también como patrimonio de tantos días compartidos en esta Casa, de tantas jornadas alegres o penosas, pero siempre fieles como él mismo, parte de la vida de este periódico, que le desea la mejor fortuna en sus nuevos trabajos y servicios«.

El despido del director de ARRIBA no podía ser otra cosa que por decisión del Gobierno franquista, que en aquel momento controlaba todos los periódicos y en particular el diario ARRIBA que era público puesto que formaba parte del a Prensa del Movimiento que, en la práctica, era la Prensa del Estado. El diario de ARRIBA dependía directamente del ministerio Secretaría General del Movimiento que, pocos meses antes, había asumido D. José Solís, reemplazando al Sr. Arrese (que que era quién había nombrado director de ARRIBA al Sr. García Serrano en 1956). Pero es poco probable que el Sr. Solis decapitara a alguien de la talla de D. Rafael García Serrano sin el visto bueno del General Franco.

El hecho de D. Rafael García Serrano estuviera considerado un falangista pura-sangre y 100% leal al dictador Franco habría las dudas sobre los motivos de su despido.

Su hijo, D. Eduardo García Serrano, consultado por LA HEMEROTECA DEL BUITRE aseguró que el motivo del despido era que D. Rafael García Serrano quiso publicar un artículo contra la monarquía borbónica de cuyo posible retorno ya se especulaba entonces y eso fue lo que causó que el Gobierno mandara a un motorista con la carta de despido a D. Rafael García Serrano. A pesar de lo cual, D. Rafael García Serrano se mantendría siempre fiel al dictador Francisco Franco en su destacada actividad periodística en la que continuaría con los siguientes años (sería columnista de la agencia PYRESA, de la Prensa del Movimiento, hasta 1980)

 D. Rafael García Serrano y D. Vicente Cebrián Carabias con el dictador de España, General Francisco Franco.

11 Julio 1977

Rafael García Serrano

Leer
De cualquier insulto a la democracia me hago responsable. No he hecho otra cosa en mi vida que cachondearme de ella.

El Análisis

¿INCOMPATIBLE LEALTAD CON EL CAUDILLO Y CON LOS PRINCIPIOS?

JF Lamata

Todos los falangistas habían subordinado sus ideales a la lealtad al dictador supremo. Pero la intención del dictador de hacer algo tan incompatible a los ideales falangistas como el ser sucedido por un Rey, dejaba a la mayoría de los falangistas ante el dilema entre la lealtad a ‘su caudillo’ y la lealtad a sus ideales. La mayoría se decantaron por lo primero. Incluso el Sr. García Serrano, que intentó sin éxito discrepar, nunca publicaría una sola letra contra ‘su caudillo’ a pesar de que en ese punto era evidente que discrepaba con él.

No obstante su destitución no significaba el fin de su carrera, sería uno de los columnistas más destacados de la ‘extrema derecha’ primero en ARRIBA y PYRESA y luego en EL ALCÁZAR.

J. F. Lamata