30 junio 2025
Santos Cerdán es encarcelado investigado por corrupción a los 8 días de haber sido forzado a renunciar como Secretario de Organización del PSOE

Hechos
El 30 de junio de 2025 se decretó el ingreso en prisión provisional de D. Santos Cerdán León.


01 Julio 2025
Una mafia dentro del PSOE
El discurso ético del PSOE ha quedado reducido a ceniza con el auto de prisión dictado contra Santos Cerdán, su secretario de Organización hasta hace pocas semanas. A los socialistas y al Gobierno les resultará difícil encajar esta decisión judicial en sus ataques habituales contra la Justicia –el famoso ‘lawfare’– porque el encarcelamiento de Cerdán se ha producido a petición de la Fiscalía Anticorrupción, no de una peligrosa asociación ultraderechista. El auto del magistrado Leopoldo Puente es la descripción de una organización criminal incrustada en la cúpula del PSOE y en la mesa del Consejo de Ministros, a través del Ministerio de Transportes. La organización criminal formada –presuntamente– por José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán fue ganando extensión, poder y beneficios gracias a sus puestos de responsabilidad en el Gobierno y en Ferraz. Los indicios que desgrana con detalle y precisión el auto del magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo configuran el dibujo de un grupo mafioso acomodado en el corazón del PSOE y utilizando en su beneficio los resortes que les proporcionaban sus cargos políticos en las más altas instancias del partido y del Ejecutivo. Habría que precisar algo más: en su beneficio y en beneficio, dice el auto, de «más personas, físicas o jurídicas». La tierra que los socialistas quieran ahora poner entre ellos y los tres investigados por el Alto Tribunal se está estrechando, porque la organización criminal que montaron solo fue posible gracias a sus cargos orgánicos, así que, en la lógica de estos delitos que cabalgan a lomos de estructuras corporativas, es probable que el PSOE sea llamado también como persona penalmente investigada.
El auto de prisión provisional dictado contra Santos Cerdán justifica su encarcelamiento en el riesgo de perjuicio a fuentes de prueba que aún no se han hallado; pruebas que Cerdán tendría bajo su control, porque era el líder operativo de la organización criminal de cuya composición son conocidos, por ahora, además del anterior número tres socialista, José Luis Ábalos y Koldo García. Por el momento, lo contundente contra esta trama está siendo la Justicia, no el PSOE ni Sánchez, que hicieron candidato a Ábalos en 2023 y a Cerdán, secretario de Organización en el Congreso Federal del pasado mes de noviembre, cuando las informaciones conocidas en esos momentos sobre uno y otro aconsejaban, al menos, cierta prudencia. Para ordenar el encarcelamiento, el magistrado no se ha limitado a juzgar las conversaciones grabadas por Koldo García, que las da por válidas frente a los intentos de la defensa de Cerdán de cuestionarlas. También ha tenido en cuenta las valoraciones subjetivas en los concursos de contratación que dieron tantas «ilícitas adjudicaciones de obra pública» a Acciona, empresa relacionada con Cerdán a través de la sociedad Servinabar. La decisión judicial afirma la existencia de un «homogéneo y consistente conjunto de indicios (…) verdaderamente extraordinario».
El PSOE ha valorado este auto con cierta indiferencia, como si el hecho de que Cerdán hubiera abandonado sus responsabilidades en el partido le diera inmunidad política y judicial. Pues no deberían los socialistas dar por segura ni una ni otra, porque el navarro no era un cargo más del partido, sino su secretario de Organización, enviado especial a negociar con Puigdemont la investidura y la amnistía o ejecutor de las purgas territoriales para afianzar el sanchismo. El propio Sánchez alardeaba de que era un hombre «de su máxima confianza». No, Cerdán no era un personaje cualquiera en el PSOE y, por esto, arrastra consigo la sombra del partido al que ha servido con tanta eficacia como pocos escrúpulos. Tampoco parece que vaya a funcionar la estrategia del PSOE de dar por zanjado el caso con la cabeza de Cerdán servida en bandeja a la opinión pública. Este sería el escenario ideal para los socialistas, pero la investigación tiene que arrojar aún más luz y las dimensiones de la trama apuntan más allá del trío formado por Cerdán, Ábalos y Koldo.
Resulta poco útil para el PSOE insistir en la corrupción pasada del PP, porque la comparación no beneficia a los socialistas. Los tres hombres de confianza de Sánchez en su reconquista de la Secretaría General de su partido (meses después de que le echaran) están investigados por el Tribunal Supremo por delitos cuya gravedad y extensión no podían pasar desapercibidas a la dirección socialista. Muchas manos quemadas en el PSOE y muchos lamentos de plañidera que no bastan para esquivar la responsabilidad política que apunta directamente a Sánchez. Por ahora, solo política.


01 Julio 2025
El arquitecto del régimen accede a Villa Candado
USTED no se acordará, porque ocurrió siendo España una democracia constitucional donde el adjetivo aseguraba la salud del sustantivo, pero Santos Cerdán fue el hombre que voló el puente entre el PSOE y Cs. O mejor dicho, entre los últimos pudores de la tradición socialdemócrata y el sanchismo desorejado. Aquel puente socioliberal de 180 escaños solo existía en la fértil imaginación de unas pocas almas bellas que hacían olímpica abstracción del único factor determinante en política: el factor humano. A veces demasiado humano. La cruda realidad no huele a paper académico sino al sudor de cuatro machirulos metidos en un Peugeot.
El luminoso puente del PSOE hacia Cs lo soterró violentamente Cerdán –socio de Antxon, compadre de Otegi– porque prefería la confortable oscuridad de un túnel. El de Belate, en concreto. El electricista reciclado en concejal ansioso por desclasarse ama-ñando obra pública convenció a Pedro de que ya era hora de que los socialistas pactaran con los batasunos. Que los remilgos de Zapatero y Blanco se debían al influjo de Rubalcaba, incapaz de superar su propia biografía. Y que hasta los socialistas desnucados con una parabellum celebrarían desde el cementerio la nueva política del reencuentro.
Tampoco tuvo Santos que esforzarse demasiado para vencer los escrúpulos de Pedro. El candidato había jurado en televisión que con Bildu no pactaría, cuántas veces quiere que se lo repita, pero un día se miró despacio en el espejo y concluyó, triun-fal: «La hemeroteca es de pobres». Un prejuicio ran-cio para meapilas de todos los partidos. Aquella re-velación debió de invadir su ¿conciencia? el mismo día en que se puso a guglear con Begoña en Pozuelo el número exacto de piscinas con que el rey Hussein adornó los jardines de La Mareta. Ahí se apagarían del todo los ecos de las detonaciones que ultimaron a Lluch, a Buesa, a Carrasco. La memoria debía ce-der a la mordida. El abrazo entre Redondo Terreros y Mayor Oreja debía ser sustituido por los negocios entre Bildu y PSN. Rivera denunció ese pacto, y cuando en septiembre de 2019 ofreció sus votos a Sánchez a cambio de deshacer el pacto con Bildu en Navarra, Pedro emitió su consabida carcajada.
El nuevo inquilino de Villa Candado se ha declarado «arquitecto» del sanchismo, con razón: hoy sabemos que la mayoría Frankenstein era tan hija de la amnesia como de la codicia. Pero sacar a etarras de la cárcel para acabar ocupando su plaza le añade al derecho penal la guinda de la justicia poética.


01 Julio 2025
El sanchismo era esto
Ni eran bulos ni fango ni era la fachosfera. Era el sanchismo. Santos Cerdán fue el número dos del sanchismo, su hombre de confianza en las conversaciones con Puigdemont. Nadie mejor que Cerdán administraba los deseos de Sánchez en los bajos fondos de la política. Las cloacas de la fontanera Díez, los votos falsos en las primarias amañadas, las idas y venidas a Ginebra para comprar los escaños del independentismo.
Cerdán no está condenado, pero está en la cárcel. Y lo está porque una Justicia independiente, la misma que quiere enterrar Bolaños, no se ha creído su increíble versión de ayer. Negarlo todo no siempre es una buena estrategia. Colaborar con la Fiscalía y el juez, sí. Sabe más de esto el abogado de Aldama que el fichado por Cerdán a última hora.
La teoría de que no se reconoce en las grabaciones es buena como teoría, pero es una gran mentira, que ni el juez ni el fiscal se han creído. Vale, no quiere colaborar, perfecto, le van a hacer colaborar. Al menos podría haber reconocido que Koldo era su amigo. Que Ábalos también. Que los audios no son IA sino reales.
Seguir alimentando la estrategia del fango, que le persiguen por progresista y antifascista, no vale ni para los muy cafeteros del sanchismo. Teatro del malo. Cerdán está en la cárcel porque se lo ha buscado. Y no va a salir hasta que colabore. Es el mensaje que le mandaron ayer al abogado.
Luego está Pedro. Hombre, mejor dejarlo ya. Lo que está por venir va a ser peor. Mientras más se estira el chicle más gente sale pegada. Y Cerdán era su entorno más próximo. Su hombre de confianza. Lo nombró, lo ascendió, lo aupó y le dio cuantos cargos ha tenido a lo largo de su trayectoria política, los mismos que presuntamente ha empleado en sus andanzas.
La investigación apenas ha comenzado, y en la cárcel siempre hace frío. Incluso en julio en Soto hace frío. Nadie te arropa y piensas que te han dejado solo, cuando él no estaba solo, viajaba con Pedro en el Peugeot, montó el partido a imagen del líder, era su mano derecha.
Esto era el sanchismo. Las mordidas atribuidas a Cerdán, las furcias de Ábalos, el trapicheo de Koldo, los enchufes del hermanísimo, el fraude Gallardo, las filtraciones de Alvarone y los negocios inconfesables de Begoña al amparo de su marido. Pumpido borrando todos los delitos del socialismo andaluz y blanqueando a Puigdemont. Bolaños maniobrando para nombrar jueces y fiscales a su antojo.
Lo ha dicho Felipe González, que no es un cualquiera. A esto se le llama corrupción política. La madre de todas las corrupciones. Quien es capaz de amnistiar a delincuentes con tal de ser nombrado presidente, es capaz de casi todo.
Lo que estamos viendo es tan feo, tan tenebroso, que da pavor. Da pena que esté pasando en España. Perdido ya el honor, al descubierto una tras otras las mil y una trampas, sólo queda no seguir dañando al partido, si es que aún le importan sus siglas. Cosa de la que cabe dudar. Lo hubiera dejado ya, si le importara de verdad. Y no está en eso.