16 septiembre 2005

El Ministerio de Industria se opone a la creación de LA OTRA.

TELEMADRID decide crear un segundo canal, LA OTRA, utilizando un canal que hasta ese momento explotaban ilegalmente empresas privadas como TELE K o CANAL 33

Hechos

Fue noticia el 16 de septiembre de 2006.

16 Septiembre 2005

Televisión 'okupa'

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre, ha decidido ocupar un canal que venía utilizando ilegalmente un operador particular para emitir desde él, también de manera ilegal, como segundo canal autonómico en pruebas. El Partido Popular imita así aquello que más critica: la tendencia de determinados partidos y Gobiernos de signo nacionalista a saltarse la ley a su conveniencia.

Se trata de un desafío explícito al Ministerio de Industria, del que dependen las concesiones de los canales autonómicos de televisión, y que rechazó en debida forma la petición de Telemadrid para emitir en analógico como segundo canal público generalista. El director general de Telemadrid adujo ayer que contaba con dictámenes de juristas que respaldaban su posición. En tal caso, debió presentar un recurso, no saltarse la ley con el argumento de que otras comunidades se la saltaron en su momento. El deseo de no ser menos que nadie no autoriza a hacer aquello que se critica cuando lo hacen los demás. El portavoz del PP en la Comisión de Control de Telemadrid rozó el esperpento al considerar inadmisible que «venga un señor de Cataluña» a negar a los madrileños el segundo canal cuando Cataluña tiene tres. Se refería al ministro de Industria, José Montilla, que se habrá sorprendido al verse tratado como un forastero.

La Comunidad de Madrid se ha convertido, tras la derrota del PP en las generales de 2004, en escaparate, refugio y fortaleza de ese partido. Ello no exime a Esperanza Aguirre de atenerse a las normas generales. El mes pasado, su Gobierno adjudicó con gran puntería 30 canales de televisión local: todas las licencias fueron a parar a entidades o empresas caracterizadas por su proximidad ideológica al partido de Aguirre. El argumento subterráneo fue que los otros ya tenían sus antenas en otros ámbitos. Es decir, que había que trazar fronteras ideológicas en los medios privados de comunicación según el signo del Gobierno de cada comunidad. Es un pésimo modelo para ponerlo en el escaparate.

El asunto revela dos problemas más de fondo: primero, el intervencionismo de los Gobiernos, que se consideran con derecho a dibujar mapas comunicacionales a su gusto. Urge crear los tantas veces invocados organismos profesionales independientes con capacidad decisoria; y segundo, el hecho de que el agravio comparativo y el afán por emular, especialmente lo peor, se haya convertido en principal argumento de la política nacional.

20 Septiembre 2005

Precisión

Manuel Soriano

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En relación con el editorial del pasado día 17 sobre el segundo canal de Telemadrid, se sostiene que el director general no interpuso recurso ante el Ministerio de Industria y se saltó la ley.

Ninguna de las dos cosas son ciertas y se puede demostrar documentalmente. Ante la primera negativa del Ministerio, de 25 de febrero de 2005, condicionada exclusivamente al Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre, que se estaba elaborando en ese momento, la Dirección de Telemadrid claro que envió al Ministerio un recurso de reposición de fecha 31 de marzo de 2005, pero éste todavía no ha sido contestado.

El Ministerio de Industria no sólo ha incumplido su propia e ineludible obligación de determinar si la solicitud de Telemadrid obstaculiza el desarrollo del Plan Técnico Nacional de Televisión Digital, aprobado mediante Real Decreto 944/2005 de fecha 29 de julio, única condición para determinar la estimación o denegación de la solicitud, sino que, en un excéntrico escrito de imposible encaje jurídico dentro del procedimiento exigible a la Administración, notifica la imposibilidad legal de que Telemadrid pueda obtener un segundo canal fundamentando esta denegación en una nueva ley, concretamente la Ley 10/2005, de 14 de junio, que en ningún caso puede ser de aplicación para una solicitud formulada por Telemadrid siete meses antes de su entrada en vigor.

Ante la incertidumbre jurídica y la inseguridad procesal que viene sufriendo Telemadrid en los últimos 10 meses, se ha decidido la emisión de La Otra también en una tecnología al alcance de todos los madrileños porque el haber escogido el cauce de la solicitud reclamando el derecho vigente ha tenido la respuesta arbitraria y discriminatoria del Ministerio respecto a otras televisiones autonómicas que se implantaron sin pedir autorización.