30 diciembre 1947

Se suma al conjunto de países en la órbita de la Unión Soviética de Stalin

Tras la abdicación del rey de Rumanía, Miguel I, se proclama la dictadura comunista encabezada por Ana Pauker

Hechos

El 30.12.1947 abdicó el Rey de Rumanía, Miguel I y el mismo día el país era proclamado como ‘República Popular de Rumanía’.

Lecturas

En junio de 1947 se había proclamado el comunismo en Hungría. 

ANA PAUKER, DISCÍPULA DE STALIN Y BERIA

AnaPauker Dña. Ana Pauker, la figura más fuerte de la dictadura comunista de Rumanía, es considerada una persona de confianza de Stalin hasta el punto de que tiene hilo directo con él. Importantes políticos rumanos de la oposición como Julio Maniu han sido detenidos por oponerse a Pauker.

En febrero de 1948 se proclamará el comunismo en Checoslovaquia. 

31 Diciembre 1947

Inesperadamente abdicó ayer la corona en Bucarest el Rey Miguel de Rumanía

ABC (Director: Ramón Pastor)

Leer

Miguel I de Rumanía ha sido rey dos veces: de los cinco a los nueve años y de los 19 a los 27. En la primera ocasión precedió a su padre, que había tenido que renunciar a sus derechos a causa de su amistad con Magda Lupescu; en la segunda etapa le sucedió, ya que Carol II había pérdido el Trono a causa de la ocupación de Besarabia y Bucovina por los rusos y del Norte y el Este de Transilvania por los húngaros. Su abuelo; Fernando I, de la rama católica de los Hohenzollerm, fue el creador de la Gran Rumanía, que se extendía desde el Dnyester hasta cerca del río Tisza, ya en la llanura magiar y su padre perdió una parte considerable de los territorios conquistados, a consecuencia de la derrota del Imperio ruso al parque del austro-húngaro. Bajo el segundo reinado de Miguel, Rumanía recuperó la totalidad te Transilvania, pero las provincias ocupadas anteriormente por los rusos quedaron incorporadas a la Unión Soviética.

La destitución y el arresto del mariscal Antonescu en el mismo Palacio Real había servido, sin embargo para salvar la situación, por lo menos hasta cierto punto, y Rumanía no fue tratada por los moscovita con el rigor que se suele aplicar a los países vencidos. Los políticos de Bucarest supieron adaptarse a las nuevas circunstancias y ponerse al servicio de su poderosa vecina.

Los anglosajones tuvieron que transigir, sobre todo después de haberse convencido de que los rusos no tomaban en serio sus numerosas y estériles notas de protesta; la sovietización de Rumanía tomo cada vez mayor extensión y profundidad. El Partido Liberal y el Nacional Campesino fueron eliminados y no sólo Julio Maniu sufrió severa condena, sino que el mismo Tatanescu tuvo que abandonar la cartera de Negocios Extranjeros en beneficio de Ana Pauker, ‘La Pasionaria rumana’, íntima de José Stalin. Desde aquel momento se veía claramente que el régimen republicano y soviético. Ahora, en el Sureste de Europa, sólo Grecia sigue siendo un reino y, lo que es más asombroso aún, un reino orientado hacia los anglosajones. Por consiguiente, los moscovitas han decretado que Grecia ‘delenda esse’.

El Análisis

Rumanía: del Eje al Telón de Acero

JF Lamata

Con la abdicación forzada del joven rey Miguel I en diciembre de 1947 y la proclamación de la República Popular de Rumanía, el país culmina su tránsito definitivo hacia el bloque soviético. Tras haber sido un estrecho aliado de la Alemania nazi durante buena parte de la Segunda Guerra Mundial bajo el mando autoritario del mariscal Ion Antonescu —ejecutado en 1946—, Rumanía queda ahora absorbida por la órbita de Moscú. En apenas dos años, ha pasado de ser un país monárquico en reconstrucción a un Estado comunista de partido único, donde la voluntad del Kremlin prevalece sobre cualquier voluntad nacional.

El nuevo régimen, dirigido oficialmente por Gheorghe Gheorghiu-Dej como secretario general del Partido Comunista Rumano, parece sin embargo tener en la ministra de Exteriores, Anna Pauker, su figura más poderosa y temida. Pauker, considerada una de las más firmes aliadas de Stalin en Europa del Este (se asegura que tiene hilo directo con el mandamás de la URSS), no ha dudado en utilizar todos los mecanismos del poder para imponer el nuevo orden: las detenciones de líderes de la oposición, como Iuliu Maniu, y la purga de cualquier disidencia política, se le atribuyen directamente. Rumanía, como ya ha ocurrido en Hungría, Bulgaria o Polonia, pierde así no sólo a su monarca, sino también la posibilidad de un futuro político autónomo. Lo que se proclama como una república es, en realidad, una delegación de Moscú.

J. F. Lamata