6 octubre 1962

El Duque de Kent estuvo en la proclamación en representación de la Reina Isabel II

Uganda se proclama independiente de Gran Bretaña bajo el liderazgo de Apolo Milton Obote

Hechos

El 9.10.1962 Uganda se proclamó un país independiente de Reino Unido.

Lecturas

El Gobierno del primer presidente de Uganda, Sr. Milton Obote, dura hasta el golpe de Estado de enero de 1971 que da paso a la dictadura del Sr. Idi Amin.

El Análisis

Uganda: adiós al té inglés, hola a Obote

JF Lamata

Uganda ya no es un punto rojo en el mapa del Imperio británico. El 9 de octubre de 1962, Londres bajó la Union Jack y la sustituyó por la nueva bandera de un país decidido a caminar con sus propios pies… aunque con un notable gusto por el cricket y el té, legado inevitable de la era colonial. La relación entre Reino Unido y su ahora excolonia ha sido, durante décadas, la clásica historia imperial: administración indirecta, ferrocarriles para mover café y algodón, y un sinfín de discursos paternalistas sobre “preparar” a los africanos para gobernarse a sí mismos. Spoiler: la preparación terminó en cuanto los británicos decidieron que ya no les salía a cuenta quedarse.

En este nuevo capítulo, el protagonista principal es Milton Obote, flamante primer presidente de Uganda, un hombre hábil, con verbo fácil y un instinto político que le ha permitido unir a un país de etnias y reinos diversos… al menos en teoría. Obote no es un radical anticolonial en la línea de otros líderes africanos; más bien, un pragmático que sabe que necesita mantener buenas relaciones con sus antiguos amos para que la economía no se hunda antes del primer aniversario de independencia. Eso sí, también ha dejado claro que quiere modernizar Uganda a su manera, sin que Whitehall le dicte cada párrafo del guion.

La independencia es motivo de fiesta, con tambores, danzas y promesas de un futuro brillante, pero también es el inicio de un examen sin red de seguridad. Ahora que ya no hay gobernador británico al que culpar, todos los ojos están puestos en Obote y su gobierno. Uganda hereda recursos, paisajes de postal y un potencial agrícola enorme… pero también desigualdades, tensiones étnicas y la tentación permanente del caudillismo. La esperanza está en que, esta vez, el guion no termine como tantas historias poscoloniales: con un líder carismático que cambia el traje occidental por el uniforme militar y la urna por la bayoneta.

J. F. Lamata