11 enero 1968

Prensa Castellana ofreció la dirección a Emilio Romero y, tras rechazarlo este, se decantaron por su mano derecha

Una coalición de bancos encabezada por el Banco Santander compra el diario INFORMACIONES y nombra a Jesús de la Serna director

Hechos

  • El 11 de enero de 1968 D. Jesús de la Serna fue nombrado nuevo director de INFORMACIONES por la editorial Prensa Castellana, poco después de que la editora fuera adquirida por una sociedad formada por el Banco Santander, el Banco Central, el banco Banesto y la Banca March.

Lecturas

La empresa Prensa Castellana, editora del Informaciones, es adquirida por una coalición de bancos encabezada por el Banco Santander de Emilio Botín-Sanz de Sautuola García de los Ríos y del que también forman parte el Banco Central de Alfonso Escámez López, el Banco Español de Crédito y la Banca March, a través de sociedades filiales como Inversora del Duero S. A.. Los nuevos propietarios nombran a D. Jesús de la Serna Gutiérrez Repide como nuevo Director de Informaciones y a D. Víctor de la Serna Gutiérrez Repide presidente de Prensa Castellana, los hijos de Víctor de la Serna Espina.

Cesa, así como director D. Miguel Ángel Gozalo, que abandona el Informaciones al aceptar el puesto de Subdirector del Diario Madrid. 

Tras su nombramiento el dictador de España, General Francisco Franco, mantiene un encuentro D. Jesús de la Serna (nuevo Director del diario INFORMACIONES) y con D. Víctor de la Serna (nuevo Consejero Delegado de Prensa Castellana, editora del periódico).

El consejo de administración de Prensa Castellana queda formado de la siguiente manera:

  • Consejero Delegado: D. Víctor de la Serna Gutiérrez Repide.
  • Secretario: D. José Mangas Miguel.
  • Consejeros: D. Bernabé Peris Gimeno, D. Manuel SIlvela Jiménez Arenas, D. José Noguez Suñol, D. Enrique Saiz de Orhueta y D. Fernando Losa Trotendia.

 

11 Enero 1968

JESÚS DE LA SERNA, NUEVO DIRECTOR DE INFORMACIONES

INFORMACIONES

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A partir de este número vuelve a la primera página un apellido que nos es entrañable. D. Jesús de la Serna dirige desde hoy este periódico, de cuya historia escribió sus páginas más brillantes su padre, D. Víctor de la Serna.

Prensa Castellana S. A., editora de INFORMACIONES, decano de la tarde, ha designado director a D. Jesús de la Serna, cuya joven veteranía profesional conocemos sobradamente todos los periodistas y muy especialmente quienes trabajamos en esta casa. Porque fue precisamente aquí donde Jesús de la Serna, al lado de su padre, veló sus primeras armas profesionales. Era entonces apenas un muchacho y remotos ataviamos de su tierra natal – la Santander montañesa y marinera – le trajeron vocaciones navegantes. Así, cursó la carrera de náutica que nunca ejercería, porque pronto decidió enrolarse en la nave periodística. LA TARDE, el periódico que fundara D. Víctor de la Serna, fue su segunda singladura profesional. Estudia por entonces Jesús de la Serna en la escuela de Periodismo, al tiempo que escribe en EL ESPAÑOL y en varias otras publicaciones. Junto a su padre – incomparable maestro del periodismo – aprende en LA TARDE lo más duro y desconocido de la profesión periodística: la servidumbre paciente de la mesa, la técnica anónima de la platina.

Más tarde fue D. Jesús de la Serna, redactor jefe de ‘Teresa, de donde pasó como redactor-jefe a PUEBLO, que iniciaba entonces, desde humildes cotas de circulación, la escalada que le llevaría a colocarse en los primeros puestos entre las tiradas nacionales. Durante diez años, Jesús de la Serna ha sido el hombre de confianza de otro gran maestro de periodistas: el magisterio de D. Emilio Romero tuvo en Jesús un discípulo aprovechado al tiempo que un inapreciable colaborador. Cuando fue requerido para dirigir INFORMACIONES, D. Jesús de la Serna era director adjunto de PUEBLO.

D. Jesús de la Serna ha pertenecido de siempre a la ‘familia’ INFORMACIONES. Muchos de quienes hacemos ahora este periódico hemos trabajado ya con Jesús y conocemos de sobra su laboriosidad y sus cualidades humanas. Por eso, que D. Jesús de la Serna venga a dirigirnos es, sobre una garantía de brillante navegación periodística, una alegría íntima y personal. Así, nuestra bienvenida al jefe y nuestro abrazo al amigo por fuerza, un poco alegremente apasionado.

Viene D. Jesús de la Serna a sustituir en la dirección de este periódico a D. Miguel Ángel Gozalo, de cuya juvenil inquietud profesional es buen testimonio la transformación notoria registrada en INFORMACIONES durante los meses de su mandato. D. Miguel Ángel Gozalo no ha cumplido aún treinta años y ya tiene en su brillante expediente profesional el haber sido redactor de EL ALCÁZAR y EUROPA PRESS, redactor de la revista SP, director de la edición de INFORMACIONES. Quienes continuamos aquí le despedimos con emoción y con gratitud al tiempo que le deseamos muchos más éxitos personales y profesionales.

Memorias

Rafael Pérez Escolar

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Mis servicios a la prensa, mis prestaciones personales y económicas a relevantes medios de comunicación, no se han visto correspondidos por sus beneficiarios como se merecen. Empecemos por vespertino INFORMACIONES, cuando a mediados de los años sesenta cinco grandes grupos bancarios, Banesto, el Central, el Vizcaya, el Santander y el Grupo March, se pusieron de acuerdo para que el viejo periódico renaciera de sus cenizas, a cuyo fin constituyeron una sociedad anónima, Prensa Castellana, S. A., cuyo capital social bastante reducido por cierto, fue suscrito y desembolsado a partes iguales por tan poderosos fundadores. Banesto me designó como representante suyo en el consejo de administración de la sociedad, del que se nombró presidente a Víctor de la Serna Gutiérrez Repide, hijo del escritor que había tratado con tanta brillantez la gesta de los foramontanos y nieto de Concha Espina, la excelente novelista. EL nombramiento de director del periódico recayó en Jesús de la Serna, que con diligencia, consiguió en muy poco tiempo reclutar a varios periodistas que compusieron una competentísima redacción. ¿Qué pretendían los banqueros al disponer la resurrección del diario de la tarde? EN una reunión celebrada en casa de Alejandro Bérgamo dejaron constancia de su propósito: la defensa de la banca y la economía de mercado. Yo me permití sostener entonces que esos dos puntos resultaban indiscutibles para la orientación editorial del periódico, pero era necesario sobre todo hacerlo como los grandes periódicos liberales que se editaban en Europa.

Sin embargo, nada más producirse la reaparición del vespertino, lo que debía ser su esplendoroso renacimiento, empezaron las dificultades. Los banqueros, con un desconocimiento absoluto de la realidad periodística, pretendían más o menos que la empresa fuese rentable desde el principio. La verdad es que se hacían auténticos milagros en la administración de la casa pesar de que sus instalaciones en el viejo edificio de la calla San Roque dejaba mucho que desear, mientras que los accionistas suministraban los recursos con cuentagotas, hasta el punto de crear serias dificultades que amenzaban con enturbiar las relaciones con el equipo que dirigía la publicación. Además, encuanto al contenido del periódico, los recelos se multiplicaban hasta el infinito bajo los pretextos más inverosímiles. Este o aquel comentario o cualquier noticia que afectase, aunque fuera de lejos, a laguno de los socios, o así se llegara a creerlo, por lo general sin el menor fundamento, era objeto de la crítica más severa. Una mañana José María Aguirre me llamó a su despacho para decirme que el ministro de Obras Públicas, entonces Gonzalo Fernández de la Mora, se había quejado amargamente porque en la primera página se daba cuenta de un accidente ferroviario en Venta de Baños, en el que habían muerto seis personas. Yo le pregunté si el disgusto ministerial obedecía a que lo publicado no era cierto, pero el presidente, con vehemencia se apresuró a contestar: “Sí, claro que es cierto, pero destacar ese accidente en primera página redunda en desprestigio del Gobierno, sobre todo del ministro de Obras Públicas”. Aguirre, claro está, era muy sensible a cualquier cosa que guardase relación con aquel departamento, porque no en balde era el dueño de Agromán. Lo comenté con Víctor de la Serna entre la coña y la indignación y le dije: “La próxima vez que se produzca un accidente parecido, dile a tu hermano que lo publique con titulares aún más gruesos”. Si se deslizaba en el periódico alguna opinión o alguna noticia que afectase a la caza o  a la propiedad rústica, en seguida saltaba Pablo Garnica como un basilisco, amenazando incluso con retirar la subvención. Y si la cosa se refería al País Vasco, allí estaba el conde de Cadagua para decir esta boca es mía, auqnue por lo general formulase las reclamaciones en tono comedido a través de Julio Arce, un director del Vizcaya al que nombraron también consejero de Prensa castellana. Lo mismo que hacía Emilio Botín en conexión constante con Víctor de la Serna, para cualquier cosa concerniente a Santander, o Alejandro Bérgamo, en nombre de los March, si se refería a las Baleares. Si se trataba de cualquier minucia financiera, Alfonso Escámez, presidente del Central, se despachaba con la ordinariez y los malos modos que en él eran habituales.

Como puede verse, resultaba difícil el empeño, no obstante lo cual el periódico salió a la calle con dignidad. He de decir que había una notoria excepción y me complace ponerla de relieve: se trataba de Manuel Gortázar, conde de Supreunda, consejero delegado del Banco de Vizcaya, que me llamaba con frecuencia para comentar alguno de mis artículos o editoriales en que creía adivinar mi mano.

Ya he dicho que cuando me fui de Banesto cesé también en el consejo de la sociedad editora de INFORMACIONES: Poco después me confesó Víctor de la Serna que aquello iba de mal en peor. José María Sáinz de Vicuña, el consejero director general de Banesto, le llamaba todas las mañanas para comentar multitud de noticias insignificantes publicadas en el periódico que aparecían subrayadas en rojo a juicio del censor. Un ode los puntos que mereció la diatriba consistía en un elogio a Antonio Machado no sé a cuento de qué. Víctor de la Serna dijo que aquello se había escrito en honor al gran poeta, lo que enfureció a Sáinz de Vicuña hasta el punto de exclamar: “A ese hijo de puta no se le puede citar en el periódico, es el autor de un soneto a la pistola de Líster”.

El Análisis

LOS BANCOS QUIEREN LA DEMOCRACIA

JF Lamata

Las entidades bancarias pilotadas por el Banco Santander convirtieron el diario INFORMACIONES en un difusor de la democracia, algo que puede chocar con la visión de maldad que se quiera dar siempre a la banca privada como meros defensores de sus negocios. Aunque en este caso los dos criterios podían ser compatibles.

Un banco como negocio privado es un sector interesado en que triunfe el liberalismo que les deje hacer frente al Estado, por lo que una democracia liberal era la mejor forma de borrar del mapa al temido espectro falangista y su defensa del Estado intervencionista. Por otro lado los bancos se habrían hecho la pregunta del ‘¿Después de Franco qué?‘ por lo que nada peor que una oposición comunista que pudiera tomar el poder y aplicar igualmente un Estado intervencionista. Esto hace comprender que el grupo de D. Emilio Botín tuviera interés en que la gente asociara como reemplazo al franquismo un sistema de ‘monarquía parlamentaria’ o ‘democracia parlamentaria’ y no un reemplazo revolucionario. Esa línea fue, a fin de cuentas, lo que se defendió desde el diario INFORMACIONES del Sr. De la Serna Jr.

J. F. Lamata