2 marzo 2005

El director de 'A Vivir' de la Cadena SER ganaría una demanda por injurias al columnista de LA RAZÓN

Una falsedad en el libro de Alfredo Urdaci desata un pleito entre Fernando G. Delgado y Alfonso Ussía: «Eres un mierda»

Hechos

En enero de 2005 se publicó el libro de D. Alfredo Urdaci, ‘Días de Ruido y Furia’ en el que se aludía a D. Fernando G. Delgado. D. Alfonso Ussía escribiría sobre esa alusión en LA RAZÓN el 3.03.2005, motivando una demanda del Sr. Delgado contra él.

Lecturas

D. Fernando González Delgado (periodista del Grupo PRISA) demanda a D. Alfonso Ussía Muñoz Seca (columnista de LA RAZÓN) después de que este en su artículo del 2 de marzo de 2005 en La Razón le calificara de ‘miserable’ y ‘mierda’ y a la Cadena SER de poner en marcha ‘un golpe de Estado’. El Sr. Ussía hizo esas afirmaciones por creerse la información de D. Alfredo Urdaci Iriarte en su libro (aireada por La Razón el 16 de enero de 2005.

FRAGMENTO DEL LIBRO DE ‘DÍAS DE RUIDO Y FURIA’

Alfredo Urdaci

A primeras horas de la tarde (del 13 de marzo) me contaron que por los móviles de Madrid circulaba un mensaje con este texto: Jornada de reflexión y Urdaci trabajando. Todos a Génova. Pásalo.’ A esa hora estaban trabajando muchos otros periodistas, mucho más cerca de Génova en un trabajo que sí era incompatible con el clima de serenidad y calma previo a una jornada de voto. A esas horas, por ejemplo, Fernando G. Delgado, responsable de uno de los programas más plurales y equilibrados de la radio española, repetía un gesto que ya había practicado en las elecciones de 2000. En aquel año, el mismo día del voto, djo que votar a la derecha suponía elegir a los hijos de quienes habían fusilado en el 36 a Federico García Lorca. Esta vez fue más preciso, y en plena jornada de reflexión lapadiaria: ‘Mañana tenemos, tienen ustedes, la oportunidad de terminar con gente como Federico Jiménez Losantos, Carlos Dávila, Alfonso Ussía y Alfredo Urdaci, herederos directos de los que asesinaron a Lorca’. Como no ha terminado conmigo y tampoco, creo, con los otros, entiendo que nadie ha seguido la consigna criminal del locutor. La altura densidad del odio con el que estaban cargadas aquellas palabras de plomo llevó a una oyente a pedir al locutor que retirara lo que había dicho. Delgado se negó.

D. Fernando G. Delgado mandó cartas de réplica tanto a LA RAZÓN donde escribe el Sr. Ussía como a PUNTO RADIO, dado que en el programa ‘Protagonistas’ de D. Luis del Olmo también se dio credibilidad al bulo del Sr. Urdaci.

02 Marzo 2005

UN MIERDA

Alfonso Ussía

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Los miserables juegan con la cómoda cobardía de sus calumniados. Me lo habían contado, pero no creía que un individuo con el que he mantenido siempre una relación correcta pudiera alcanzar tal grado de perversión. Le conocí cuando ganó un Premio Planeta por su popularidad como presentador de un «Telediario » en los tiempos socialistas de Calviño. Es canario y me lo presentó otro canario, Juancho Armas Marcelo, que sí es un escritor como la copa de un pino. No me causó ninguna impresión, ni grata ni ingrata. Un tipo gris, blando y aparentemente desviado del tornatrás. Las pocas veces que nos hemos encontrado hemos intercambiado saludos y cortesías con la distancia que establece la falta mutua de interés.

El miserable se llama Fernando G. Delgado –ignoro si la «G» responde al Gómez, al González, al Gutiérrez o al García–, pero en alguno de ellos tocará la flauta. Repito que me lo habían contado pero no lo creí hasta que lo he leído en el libro de Alfredo Urdaci «Días de ruido y de furia». Sucede que al ser los calumniados cuatro personas no pertenecientes a la mafia de la retroprogresía, nadie ha reaccionado en nuestra defensa. La cómoda cobardía. Yo no pienso caer en ella.

Víspera de las elecciones del 14 de marzo. La cadena SER, en la que colabora el miserable, está en el apogeo de sus manipulaciones. Se ha puesto en marcha el golpecillo de Estado. En las calles, abundan las manifestaciones agresivas contra quienes son considerados afines al Partido Popular. El miserable alecciona a sus oyentes y dice textualmente: «Mañana tenemos, tienen ustedes, la oportunidad de terminar con gente como Federico Jiménez Losantos, Carlos Dávila, Alfonso Ussía y Alfredo Urdaci, herederos directos de los que asesinaron a Lorca». Hay que ser muy hijoputa, es decir, muy mala persona según la acepción recogida en el Diccionario de Real Academia Española, hay que ser muy hijoputa –insisto– para soltar semejante calumnia e intentar irse de rositas. Donde quiera el miserable nos encontramos. En la calle o en el juzgado. Más aún, cuando mi única vinculación con la Guerra Civil española es sanguínea, es decir, de la sangre derramada de mi abuelo, el dramaturgo Pedro Muñoz-Seca, que fue asesinado por el Frente Popular –socialistas y comunistas– en Paracuellos del Jarama junto a otros cinco mil inocentes más. Jamás se me habría pasado por la cabeza acusar a Fernando G. Delgado de ser un heredero directo de los asesinos de mi abuelo. Y menos aún en un momento peligroso de excitación social. A eso se le llama, además de calumnia e injuria, inducción al asesinato. Cuenta Urdaci que una oyente le exigió que retirara sus palabras y se disculpara, y que el miserable se negó. No soy agresivo y odio la violencia. El día que me lo encuentre, no tema una reacción por mi parte irascible y violenta. Me voy a limitar a exigirle una rectificación pública y a decirle en la cara lo que ahora le escribo. Eres un mierda.

Alfonso Ussía

04 Marzo 2005

Réplica de F. Delgado

Fernando G. Delgado

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Estimado director:
En la página 7 del diario que dirige, en su edición del día 2 de Marzo de 2005, se publicó un artículo, bajo el título “Un mierda”, firmado por el periodista Alfonso Ussía, que se refiere a mi atribuyéndome unos hechos totalmente falsos y en términos absolutamente inaceptables, por lo que ruego la publicación de esta carta:
El artículo de Alfonso Ussía  tiene como base y referencia el libro de Alfredo Urdaci “Días de ruido y furia”, en el que se me atribuye una frase textual que jamás he pronunciado, aunque aparezca entrecomillada en el mencionado libro. La supuesta frase es la siguiente: “Mañana tenemos, tienen ustedes, la oportunidad de terminar con gente como Federico Jiménez Losantos, Carlos Dávila, Alfonso Ussía y Alfredo Urdaci, herederos directos de los que mataron a Lorca”. Voy a poner a disposición del Juzgado competente la grabación íntegra del programa “A vivir que son dos días”, correspondiente al día 13 de Marzo de 2004, en el que se puede comprobar que ni yo ni nadie del programa dijo esa frase entrecomillada (ni ninguna parecida) y que no me referí a las personas supuestamente aludidas, falsedad de la que tendrá que responder ante los tribunales el Sr. Urdaci. Asimismo, una copia de esta grabación obra en poder de la Junta Electoral Central.
Respecto del resto de los insultos, injurias e insidias vertidas en el mencionado artículo, he dado las instrucciones pertinentes para iniciar las acciones judiciales que sean procedentes contra el Sr. Ussía.
Atentamente,
Fernando Delgado 

05 Marzo 2005

Calumnia

Manuel Rivas

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Hay momentos en que una literatura alcanza su máximo esplendor y hay momentos en que evacua su mínima expresión. En LA RAZÓN, Alfonso Ussía llama a Fernando Delgado «mierda» e «hijo de puta». Un esteta. Al igual que en francés teníamos el momento histórico de «le mot de Cambronne», ahora ya tenemos en el ruedo ibérico «la palabra de Ussía». Habría que registrar ese momento, esa iluminación, esa epifanía de toilette. Imagino al gran vate desnudo ante el espejo, mas con chacó de pluma de gala en la cabeza, o tal vez sentado en la ocurrencia de Marcel Duchamp, concentrado en lo que George Bataille llamaba «desgarramientos viscerales volantes», muy pensativo en la gran cuestión. No la de quién soy, sino contra quién soy. Y ahí le tocó a Fernando Delgado, escritor, periodista, buen tipo, de la madera noble de la raíz del drago canario. Parece que el vejaminista se inspiró en el manual de bajos fondos de Alfredo Urdaci, a quien nunca nadie le compraría una máquina de escribir usada, excepto Ussía, claro. Y así le salió una calumnia en vez de una columna. Una calumnia histórica. Un desgarramiento visceral volante. Estos textos hay que leerlos como hacía Leopoldo Bloom en el Ulises de Joyce. Hay que leerlos en el mismo lugar del crimen. En el retrete.

Dominique Laporte escribió en 1978 una Historia de la mierda, pero era una versión muy afrancesada. Le faltaba un toque español. En la magna obra se cuenta la antigua costumbre de lanzar las heces a la calle, antes de observarlas como un autorretrato, pues en ellas estaba escrito el genio, el estilo del autor. Ahora ya tenemos a nuestro príncipe del arte. El marqués del minimalismo sucio. Yo creía que el rapsoda era adepto al ultraísmo, que algunos cultivaron como una vanguardia reaccionaria, pero simpática, es decir, la repanocha. De esa escuela era el gran Adriano del Valle, autor de un inolvidable poema: «Como soy un poeta muy modernista y nuevo, / ahora me agacho y pongo un huevo». Hoy en día, el huevo de Adriano sería considerado una sublime deposición minimalista. Desde que Mies van der Rohe lanzó su «menos es más», el minimalismo ha ido ocupando todos los campos, para gloria de la arquitectura y desgracia de la política, la gastronomía y el periodismo. Se agachó Ussía y le salió la nada. Lo que tenía dentro.

20 Febrero 2005

Un hombre empapado de gasolina

Martín Prieto

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Miguel Angel Sacaluga, consejero socialista de RTVE le espetó amablemente a Alfredo Urdaci: «Estás lleno de gasolina y nosotros tenemos la cerilla. La podemos arrojar cuando nos dé la gana».No conozco al que fuera subdirector de Informativos de TVE con María Antonia Iglesias, pero debe ser un jaque, un matachín.Antes había advertido a nuestro autor: «Si quieres vivir tranquilo, si quieres evitar el acoso y las batallas, si no quieres que hagamos sangre contigo, nos tienes que dejar colocar los mensajes que nos interesa difundir». Sacaluga elevó su apuesta y en el hotel Wellington de Madrid transmitió a Urdaci un recado miserable: «Quiero que sepas que en la Ejecutiva de mi partido hay gente que piensa que hay que llevarte a los tribunales; otros creen que es mejor no hacer nada y hay también quien dice que lo mejor es llamar a tu casa para decir que sabemos en qué colegio estudian tus hijos». Era el talante, la sonrisa y el cambio tranquilo de las terminales de Rodríguez Zapatero. Ya lo dijo un diputado del PP: «Yo creía que ZP era tonto, pero es un hombre con mucho peligro».

Alfredo Urdaci (Días de ruido y furia. La televisión que me tocó vivir) subdirigió y dirigió los informativos de TVE durante seis años después de una buena carrera en RNE; es indiscutible que bajo su gestión los informativos de la televisión pública superaron en audiencia a las televisiones privadas mientras que bajo esta etapa socialista toda la programación ha caído a un tercer puesto tras haber puesto del revés toda la plantilla de Urdaci. Las cúpulas partidarias están convencidas de que las elecciones se ganan o se pierden en la televisión pública, asunto discutible, y luchan a muerte por su control llegando a la amenaza y prefiriendo los sicarios a los profesionales. El Comité de Sabios no precisa estrujarse las meninges para colegiar que RTVE muda, físicamente, con cada cambio político y que eso es una insensatez a la que tampoco es ajeno el PP. Así, cuando ZP sólo era un diputado y correveidile de Pérez Rubalcaba, antes de encontrar su talante y las dulzuras del diálogo, se reunió con la dirección de TVE bajo la consigna «no nos fiamos de vosotros» y con la pretensión de que la información socialista la elaborarán ellos, limitándose la televisión a recibir los vídeos y emitirlos religiosamente.Señalando a Javier González Ferrari, remachó el del talante: «Nuestro objetivo es este señor; nosotros vamos a por Ferrari».Estaba presente Rosa Conde, otra que tal. ZP le escupió a Martín Velasco, jefe de Nacional, un inquietante : «No te preocupes, que tu cara y tu nombre no se me van a olvidar». A quien no olvidó fue al hombre empapado en gasolina y, ya en la campaña que le llevó al poder, acababa muchos de sus mítines preguntando: «¿Os imagináis a Urdaci dando el triunfo socialista en el telediario de las nueve?». Cosa que el aludido hizo sin despeinarse, siendo un misterio la dualidad amor-odio de los socialistas hacia la televisión pública, con fijación hipnótica en la bestia negra del autor, pararrayos de todas las frustraciones. Urdaci no es maniqueo, aunque la suya es la crónica de un linchamiento y reconoce que el PP también presiona, suplica, chantajea, intenta imponer su criterio, pero nada que ver con las puñaladas arrabaleras de los socialistas, su matonismo, sus amenazas, su o estáis con nosotros o contra nosotros. Cuestión de talante.

El autor es culto (varios cursos de filosofía pura) y se le nota en una escritura límpida, llena de claves irónicas y de alusiones a Paul Auster, un autor estadounidense de culto. Y es valiente.A quien tiene que citar lo hace con nombres y apellidos y no perifrásticamente. Así zahiere a la Cadena Ser por su contumacia en la falsedad, al diario El País por su fariseísmo o a Tele 5 por su programación de letrina y sus zorrerías pinchando en provecho propio la señal de TVE.

De Fernando G. Delgado, viejo comisario socialista de Prado del Rey, recoge su monomanía lorquiana y guerracivilística en un magazine de fin de semana en la radio de Polanco en el día de reflexión: «Mañana tenemos, tienen ustedes, la oportunidad de terminar con gente como Federico Jiménez Losantos, Carlos Dávila, Alfonso Ussía y Alfredo Urdaci, herederos directos de los que asesinaron a Lorca». Escribo de valor (es un libro honrado) porque Urdaci es joven, está en el mercado laboral y muchas puertas se le cerrarán con odio, aunque bien es cierto que más allá del error y del mal también existe la vida.

Aporta un dato inquietante sobre la alborotada jornada de reflexión.«Algunos diputados de la izquierda han reconocido que aquel sábado enviaron mensajes de móviles con el pásalo. De la sede del Partido Socialista, de su maquinaria para enviar mensajes de móvil, instalada desde hacía tiempo, salieron entre el viernes y el domingo 300.000 mensajes. Nadie ha explicado todavía su contenido, sus destinatarios y la curva de emisión de aquel río de propaganda. ¿Con qué listado trabaja ese sistema? (…) ¿Habría tenido algo que ver en esa convocatoria la persona que 15 días antes había amenazado a José Antonio Sánchez con reunir ante la puerta de Torrespaña y en plena campaña electoral a personas?». Un desaforado Pepiño Blanco, trocado en energúmeno, que prometió la concentración «para abrir los telediarios de la BBC», adobando el suceso con su persona y una pancarta encadenados a una ventana de TVE. Pero ¿de dónde saca el PSOE estos dirigentes de majada?

Urdaci aporta una visión pesimista de la televisión pública porque las presiones externas se sobreponen a las internas donde impera Comisiones Obreras con mando en plazo. Mientras el autor recorría los pasillos alfombrados con su cara y un Se busca acompañando a José María Fidalgo, éste le aconsejaba: «Tenéis que llegar a un acuerdo porque si no, éstos, que son muy brutos, te van a matar». Un comité antimanipulación sigue (o seguía) los informativos haciendo de tribunal de Kafka en El proceso y sin tener defensa alguna. El aire que envenena las redacciones. Urdaci, en cambio admite la dureza pero reconoce la caballerosidad de UGT e Izquierda Unida. Libro imprescindible para quien quiera saber qué hay al fondo de los telediarios, ruido y furia, que vemos mansuetamente.

22 Abril 2005

Alejandro Vara (Director de La Razón): «Ningún colaborador de La Razón injuria o calumnia a nadie»

Periodista Digital

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El director de La Razón estaba en pleno cierre de la edición del viernes, pero Alejandro Vara se tomó unos minutos para dar su opinión sobre la demanda de Fernando G. Delgado contra el periódico que dirige. Lo hizo con la prudencia que exige hablar de un documento cuyos detalles no conoce por no haberlo recibido aún.

Pregunta: Ya sabe que Fernando Delgado ha demandado a La Razón por una columna de Alfonso Ussía…

 

Respuesta: Acabo de recibir la nota de la Cadena SER. La he visto hace diez minutos.

 

P: ¿Cómo se ha tomado la demanda?

 

R: No la he recibido. Sólo he visto la nota de prensa. Hasta que no tenga la demanda y la estudien nuestros abogados no me pronuncio. No tengo ni idea de sus términos.

 

 Ussía hizo un comentario sobre una obra que está en la calle desde hace bastante tiempo y lleva unas cuantas ediciones, eso es todo 

P: Sin entrar en detalles puesto que no se conocen, ¿ustedes esperaban esta acción por parte de Delgado?

 

R: La verdad es que el artículo de Ussía está basado en un párrafo de un libro de Urdaci en el que estaba contenida esa expresión. Y el libro está, tengo entendido, en la calle desde hace bastantes meses.

No sé si en su momento hubo intentos por parte de Fernando Delgado de rectificar o no el libro, no lo sé. La verdad es que soy ajeno a todo esto porque acabo de recibir la noticia.

Entonces, lo que hizo Ussía es un comentario sobre una obra que está en la calle desde hace bastante tiempo y lleva unas cuantas ediciones. Escribió lo referido a un párrafo que le aludía, y ya está, pues tranquilamente.

Y sobre la reacción de Delgado…, pues está en su derecho. Es lo único que le puedo decir.

 

P: ¿Fernando Delgado se ha puesto en contacto con usted durante este tiempo para…

 

R: No. Yo con Fernando Delgado no he hablado.

 

P: La reacción de Delgado, aparte de que esté en su derecho, ¿le parece…

 

R: No la voy a valorar porque prefiero preferir la demanda antes.

 

P: ¿Ustedes controlan de algún modo que las columnas que publican no contengan insultos o términos injuriosos?

 

R: No tenemos ningún colaborador que incluya en sus columnas términos injuriosos o insultos.

 

P: Me refiero al artículo de Ussía…

 

R: Qué no. No creo que nuestros colaboradores incurran en adjetivos insultantes ni nada parecido.