16 febrero 2010

Por primera vez en España una entidad pública se identifica como 'derecha' sin poner el prefijo 'centro-derecha' a riesgo de que eso equivalga a ser catalogado por la izquierda como 'ultra', 'franquista' o 'neonazi'

El diario LA GACETA de Intereconomía lanza la campaña ‘Orgullosos de ser de derechas’ en las que se compara con Merkel y Sarkozy

Hechos

En febrero de 2010 INTERECONOMÍA TV comenzó a emitir la cuña publicitaria del diario LA GACETA ‘Orgullosos de ser de derechas’.

Lecturas

La campaña ‘Orgullosos de Ser de Derechas’ era obra del Sr. Paco Segarra con el visto bueno del director del periódico D. Carlos Dávila.

23 Febrero 2010

La prensa y la mujer del César

Víctor de la Serna Arenillas

Leer

Nos llama bastante la atención, en plan francamente disonante, este spot radiofónico: «Nicolas Sarkozy es la derecha en Francia. Angela Merkel es la derecha en Alemania. David Cameron es la derecha en el Reino Unido. Y la derecha en España es LA GACETA».

La GACETA, antaño conocida como LA GACETA DE LOS NEGOCIOS, es un periódico empeñado hoy en ser reconocido como de información general, y, a la vista está, de derechas. Pero su elección publicitaria nos parece de lo más desafortunada. Para él mismo, probablemente; para el concepto mismo de una prensa independiente, desde luego.

Para entendernos, a este cronista le habría gustado mucho más oír un spot como éste:

«Le Figaro es la prensa conservadora en Francia. Die Welt es la prensa conservadora en Alemania. The Times es la prensa conservadora en el Reino Unido. Y la prensa conservadora en España es LA GACETA».

Claro que es mucho pedir que a la audiencia le suenen los nombres de periódicos extranjeros, y que lo de Sarkozy y Merkel es mucho más impactante. Pero más impactante todavía es que un periódico se identifique, no con otro con las mismas ideas, ni siquiera con un periódico de partido, sino directamente con un líder partidista; es decir, con un partido político.

Seguro que los colegas de LA GACETA no se ven a sí mismos como meros portavoces de la derecha, sino como un periódico con una línea editorial clara pero que no deja de ser eso, un periódico que considera que su primera responsabilidad es servir a sus lectores, con opinión, sí, pero ante todo con información. Y si esa información es a veces poco halagüeña para las fuerzas políticas más próximas a esa línea editorial, qué se le va a hacer. Es nuestro oficio: periodistas. Eso es lo que nos distingue de los pasquines callejeros, de los blogs y de las notas de prensa del Ministerio del Interior o del PP.

Es fácil y frecuente colocar calificativos para definir la línea de un periódico. El magistral Victor Mallet, corresponsal del único diario financiero/socialdemócrata, el Financial Times (donde las dan, las toman), ha refinado mucho los suyos: EL MUNDO es «el diario derechista», ABC «un diario de oposición», mientras que EL PAÍS «respalda al Gobierno». Pero lo que ni al excelso Mallet se le ha ocurrido decir (todavía) es que alguno de los tres no es un periódico, sino otra cosa. Si un diario se equipara con un partido político, en plan puro y duro, está olvidando el principio de la mujer del César y dando municiones a quienes consideran a la prensa como mero conducto de intereses, políticos u otros, sin relación con la información ni con el servicio a sus lectores.