17 junio 1985

Jiménez Losantos está alineado con el partido PRD (liberal) y 'La Operación Roca', y asegura que no votará 'jamás' a AP mientras defienda la familia cristiana en lugar de a fomentar la equiparación de las relaciones tradicionales a las relaciones homosexuales

Federico Jiménez Losantos (DIARIO16) reprocha a la derecha (Alianza Popular) que se oponga a la homosexualidad y al aborto

Hechos

El 17.06.1985 D. Federico Jiménez Losantos, jefe de opinión de DIARIO16, publicó un artículo en defensa de los homosexuales.

Lecturas

 Una intervención del diputado de Alianza Popular, D. José María Ruiz Gallardón, contra regular el matrimonio homosexual en España, desató la indignación del Sr. Jiménez Losantos, que respalda periodísticamente la candidatura a la presidencia del gobierno del catalanista D. Miquel Roca.

HOMOSEXUALES

Federico Jiménez Losantos, DIARIO16, 17-6-1985

A la oposición fraguista es que no la entiendo. El otro día se debatió en el Parlamento una ley por la cual se proscribe cualquier tipo de discriminación contra los homosexuales, tal y como prevé la Comunidad Europea para todos sus países miembros, entre los que ya nos contamos. Bueno, pues el señor Ruiz Gallardón se opuso a esa ley porque no respetaba suficiente los derechos de la familia, o de los menores, o qué se yo. La ley, correctamente defendida por la mayoría socialista, pasó, claro está. Pero la minoría homosexual española, bastante importante en los sectores de comunicación, cultura y espectáculos habrá tomado buena nota.

Si yo fuera homosexual, desde luego que no votaba a Ruiz Gallardón jamás. Y no siéndolo, tampoco. Porque no me parece presentable que, terminando el siglo XX, haya todavía gentes defendiendo la discriminación social en virtud de una preferencia sexual determinada. Como sucedió en el caso de la ley del Aborto, el avestrucismo carca se niega a asumir los costes humanos de sus manías – llamarlas ideas sería demasiado –. Y lo mismo que miran hacia otro lado ante el drama de la joven que tiene que abortar clandestinamente, lo hacen ante casos como el de una joven lesbiana, cuyo caso leí el otro día, que a los diecisiete años fue ingresada por sus padres en un psiquiátrico, consiguiendo efectivamente volverla loca. Y todo porque prefería acostarse con otra chica de la que estaba enamorada. ¡Que gran delito social! ¿Y cuántas tragedias humanas no se esconderán tras esta intolerancia sexual española?

Una alternativa liberal – conservadora o no – debe siempre defender los derechos individuales como principio esencial, y esos derechos incluyen el de una sexualidad libre. Cualquier otra cosa es humanamente inaceptable, y quienes la defienden están muy bien lejos, bien lejos, del poder.

Federico Jiménez Losantos

El Análisis

VALORES Y MICRÓFONOS

JF Lamata

El Sr. Jiménez Losantos siempre fue un transgresor. Cuando los políticamente correctos, tanto desde el sector religioso tradicionalista, como desde el sector intelectual progresista, se escandalizaban por el sexo y las publicaciones eróticas, él las defendía en los setenta, entrando ahí su contacto con el mundo de la libertad sexual y eso incluía el mundo homosexual al que siempre ha defendido.

No obstante, se daría la paradoja de que, entre 1992 y 2009 Federico Jiménez Losantos sería la principal voz de la radio generalista de la Iglesia Católica en España. Él no era cristiano, ni católico, pero si era alguien que sabía medir bien a su audiencia y lo que por tanto podía o no podía hacer ante los micrófonos de COPE. Y a pesar de sus notorias discrepancias con el planteamiento cristiano en ese tema, Losantos evitaría difundir su opinión sobre el aborto o la homosexualidad en ese periodo. Igual que en el periodo de COPE centraría sus ataques editoriales únicamente en el izquierdismo y el separatismo, pero evitaría atacar al franquismo, en el sentido de ser consciente de que una parte de los oyentes no digeriría bien ataques a ese periodo de la historia.

A su salida de la COPE y la fundación de su propio grupo mediático, LIBERTAD DIGITAL, Jiménez Losantos se ha permitido volver a hacer amplias defensas del colectivo homosexual. Ya no estaba en nómina de la Iglesia y no hay mayor libertad para un locutor que cuando su jefe es él mismo.

J. F. Lamata