2 enero 2011

Ruptura total en la derecha asturiana: Álvarez Cascos rompe con el PP y crea su propio partido: Foro Asturias

Hechos

El 2.01.2011 el ex Secretario General del PP, D. Francisco Álvarez Cascos anunció que abandonaba la formación política tras 34 años de militancia.

Lecturas

El 2 de enero de 2011, en rueda de prensa, D. Francisco Álvarez Cascos anunció que abandonaba el Partido Popular, partido del que fue secretario general entre 1989 y 1999 y por el que fue miembro del consejo de ministros durante ocho años (1996-2004), cuatro de ellos como vicepresidente.

La marcha del Sr. Álvarez Cascos como militante del Partido Popular se produce después de que el Comité Electoral del partido designara a la concejal Dña. Isabel Pérez-Espinosa González-Lobón candidata del Partido Popular de Asturias a la presidencia del Principado en las elecciones autonómicas de ese año descartando así las aspiraciones del Sr. Álvarez Cascos, que contaba con grandes apoyos en sectores del a militancia.

Dña. Isabel Pérez-Espinosa González-Lobón es la candidata propuesta por el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo Ferrera, enemigo del Sr. Álvarez Cascos, motivo por el cuál este ha considerado que la elección de su candidato es un desaire hacia él.

El 6 de enero de 2011 D. Francisco Álvarez Cascos concederá una entrevista al programa ‘El Gato al Agua’ de Intereconomía TV para defender su punto de vista y asegurar que ha sido víctima de un linchamiento por parte de Gabino de Lorenzo Ferrera y sus partidarios. Ese mismo día el alcalde de Oviedo acusa a Álvarez Cascos de haber pretendido dar un ‘pucherazo’ en el PP asturiano.

El 24 de enero de 2011 D. Francisco Álvarez Cascos asistirá a la presentación del nuevo partido político Foro Asturias (FAC) del que el 7 de marzo será designado ‘presidente’ y ‘candidato a la presidencia de Asturias’.

500 militantes del Partido Popular de Asturias reunidos el fin de semana previo al 24 de enero de 2011, todos ellos del sector afín a D. Francisco Álvarez Cascos, anunciaron que ponían en marcha un nuevo partido político denominado ‘Foro Asturias’, que llevará las siglas ‘FAC’, es decir, las iniciales de ‘Francisco Álvarez Cascos’. Es el resultado de la negativa de la dirección nacional de designar como candidato del PP a la presidencia de Asturias al Sr. Álvarez Cascos y designar en su lugar a Dña. Isabel Pérez-Espinosa, candidata propuesta por el alcalde de Oviedo, D. Gabino de Lorenzo (enemigo del Sr. Álvarez Cascos).

El 7 de marzo de 2011 se celebra el congreso constituyente de Foro Asturias, a dos meses de las elecciones autonómicas. Como se esperaba D. Francisco Álvarez Cascos asume el cargo de presidente del FAC y el de candidato del FAC a la presidencia de Asturias en lo que supone su retorno formal a la política. El discurso del FAC consiste en acusar a PSOE y a PP de estar ninguneando a Asturias.

LA DESIGNACIÓN DE ISABEL PÉREZ ESPINOSA ENFURECIÓ A CASCOS

perez_espinosa Que la dirección nacional del PP designara a Dña. Isabel Pérez Espinosa, concejal del ayuntamiento de Oviedo y, por tanto, ficha de D. Gabino de Lorenzo, como candidato del PP a la presidencia de Asturias, terminó de enfurecer al ex Vicepresidente, que entendió que aquello suponía que la dirección del PP respaldaba los ataques de D. Gabino de Lorenzo a su persona.

 

 

02 Enero 2011

Carta a Mariano Rajoy, presidente del PP

Francisco Álvarez Cascos

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Señor Presidente:

A través de esta carta te comunico mi baja como afiliado del Partido Popular, al no recibir el amparo solicitado reiteradamente al órgano competente ante los menosprecios, descalificaciones e insultos que me dirigieron otros militantes, cobijados en el membrete oficial del Partido Popular de Asturias, impunemente, sin otro pretexto que el de haber manifestado mi disponibilidad para encabezar la candidatura a las próximas elecciones autonómicas.

Puntualmente he ido remitiendo al Comité Nacional de Derechos y Garantías, con copia personal a ti como Presidente, mis cartas de denuncia (Documentos 3, 4, 5 y 6) sobre el contenido de las Notas y las Circulares del PP de Asturias, así como sobre las declaraciones públicas realizadas por ciertas personas con cargo institucional de diputado, eurodiputado o alcalde. No solo no obtuve amparo alguno por parte de esa dirección nacional o del citado Comité, como he solicitado formalmente y he reclamado públicamente, sino que los autores de los comportamientos denunciados acaban de ser legitimados por ti y recompensados con el nombramiento que reclamaban, lo que no tiene precedentes -que yo recuerde- en la historia del partido.

Dejo el Partido Popular después de treinta y cuatro años de militancia ininterrumpida, por razones de dignidad personal. La decisión es firme y las circunstancias que la justifican las conoces sobradamente. En mi última nota manuscrita del 27 de octubre te indiqué que, en mi opinión, la política requiere dosis muy elevadas de paciencia y de flexibilidad, pero el respeto a las normas de educación y de civismo en cualquier organización no son negociables, especialmente dentro de un partido que tiene en el respeto a las personas una de sus señas de identidad más característica, tal y como expresan los artículos 2 y 7 de los Estatutos.

La degradación de la convivencia dentro del Partido Popular de Asturias, al igual que la de otras facetas de la actividad interna y externa del partido, viene de lejos. Por eso hace seis años que me «exilié» voluntariamente en la organización del Partido Popular de Madrid, como muestra de rechazo a las inadmisibles acusaciones sin sanción (Documento 1) que sufrió públicamente la que fuera Delegada del Gobierno en Asturias, procedentes de la Junta Local de Gijón. Aquellas calumnias no fueron sancionadas y la veda quedó levantada, como hace años se volvió a demostrar (Documento 2) con el Presidente Regional, públicamente menospreciado por el alcalde de Oviedo, también sin sanción, en vísperas de unas elecciones generales cuya lista encabezó, de cuyo resultado en Asturias te hago gracia.

Este es el escenario en el que se desarrolló entre los meses de julio y octubre pasados la campaña de descalificaciones, menosprecios e insultos personales -tales como «galáctico», «sexagenario», o «terrorista callejero»- que recibí como respuesta por solicitar un cambio profundo en la organización del Partido Popular de Asturias, y por haber ofrecido mi disponibilidad a aceptar la candidatura en las próximas elecciones autonómicas.

Todo ello no hubiera sido posible sin el consentimiento expreso, cuando no la complicidad, de la dirección nacional del partido que presides, a quien correspondía de oficio atajar estas conductas y velar por el cumplimiento de los Estatutos en todos los ámbitos de la organización. Las cartas enviadas por mí al Comité Nacional de Garantías y Derechos, que te vuelvo a adjuntar, confirman que tampoco a instancia de parte habéis cumplido y hecho cumplir los Estatutos, como eran deber y obligación ineludibles de la dirección nacional, y tuyas especialmente como Presidente, generándome una indefensión incompatible con una militancia digna del partido.

Más allá de las amarguras inherentes a una decisión tan difícil como dolorosa, siento que mi deber me obliga a dar este paso para hacer las paces con mi propia dignidad personal.

Con todo respeto,

Francisco Álvarez-Cascos Fernández

PD. Adjunto copia de esta carta, a los efectos pertinentes de tramitar la baja, a la Presidenta del PP de Madrid, y al Presidente del Distritito de Chamberí al que estoy adscrito.

03 Enero 2011

Grave error de cálculo

Isabel San Sebastián

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Tengo un amigo que sostiene la siguiente tesis sobre algunas de las más incomprensibles designaciones de Rajoy: está tan seguro de la victoria que le regalará la inconmensurable incompetencia de Zapatero que no necesita arriesgarse a que nadie le haga sombra. ¿Para qué, si cualquier candidato arropado por las siglas del PP es capaz de vencer, aunque sólo sea por aquello que decía Montanelli sobre taparse la nariz y votar el mal menor?

Paco Cascos no es mi amigo. Recuerdo haberle criticado duramente en el pasado cuando pretendió (en vano) que Carlos Iturgaiz se disculpara ante Arzallus por haber salido en defensa de Jaime Mayor. Ni es mi amigo ni me resulta especialmente simpático pero era, sin lugar a dudas, el mejor candidato que podían presentar los populares en Asturias. El hombre que habría garantizado el gobierno del Principado al centroderecha, después de largos años de oposición. La persona por la que claman los asturianos hartos de socialismo, que son la mayoría. Un auténtico profeta en su tierra, que tiene en la mayor estima su capacidad de gestión. Ésa es la verdad que se palpa en las calles y se oye en los corrillos. Es lo que se comenta en los chigres, entre vaso y vaso de sidra o de tinto. La realidad de los despachos en los que se reparten cargos y prebendas es otra bien distinta y es, como ocurre casi siempre, la que ha prevalecido.

Tengo para mí, no obstante, que con Cascos han pinchado en hueso, porque no es de los que tiran la toalla fácilmente. Sabe que tiene posibilidades de hacerse un hueco al sol de su comunidad natal, y o mucho me equivoco o va a intentarlo con todas sus fuerzas, pues a poco bien que se le de la cosa es capaz de arrancar una decena de diputados que le otorguen el control del futuro Parlamento autonómico. Se considera víctima de una injusticia y lo es, aunque lo peor no es eso. Lo más grave, lo más absurdo es que el PP se ha pegado un tiro en el pie, prescindiendo de la democracia interna, para dar satisfacción a unos cuantos burócratas que no querían ser desplazados de las poltronas a las que tanto les costó trepar. Más de un socialista de los que se daban por muertos debe estar frotándose las manos…

04 Enero 2011

Ruido de Cascos

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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El todopoderoso secretario general de los populares bajo la presidencia de José María Aznar, Francisco Álvarez-Cascos, ha desencadenado en su partido una tormenta en un vaso de agua. Amparándose en una retórica de servicio a Asturias que apenas alcanza a disimular la frustración de sus ambiciones personales, Álvarez-Cascos ha anunciado su baja en el partido de Mariano Rajoy y ha insinuado la creación de una nueva fuerza política para concurrir como candidato a la presidencia de Asturias en las elecciones autonómicas de mayo. Nada tiene de extraño que quien fuera uno de los máximos adalides del «todo vale» desde la oposición y también desde el Gobierno, aplique ahora esta máxima a su propio partido.

Álvarez-Cascos, durante sus años de protagonismo, tensó la vida política española hasta bordear los límites de la estabilidad institucional, arremetiendo contra sus adversarios con instrumentos que despreciaban normas elementales del juego democrático. Su intento de regresar a la política activa, rechazado por la dirección nacional de su partido, no responde al deseo de ofrecer un programa diferente a los asturianos, sino al de saciar su sed de poder tras años de obligada abstinencia. En la comparecencia para explicar las razones de su marcha dejó entrever ajustes de cuentas y venganzas, pero ni una sola idea sobre la que articular el proyecto político que defiende.

Es cierto que la democracia interna que Álvarez-Cascos reclama ahora en el PP fue abolida mientras fue él quien tuvo las riendas. Pero no porque sea Álvarez-Cascos su repentino y paradójico abanderado deja de ser una reclamación justa: el PP ha recurrido a la cooptación para decidir la candidatura a la presidencia de Asturias, reafirmándose en un método que aplica a todos los niveles, tanto municipal como autonómico. E, incluso, nacional, como lo atestigua la presidencia de Mariano Rajoy por una decisión personal de su antecesor en el cargo.

La aventura de Álvarez-Cascos no solo tendrá dificultades para prosperar por las mezquinas razones que la impulsan, sino por el momento elegido para emprenderla. Un partido que se ve en la antesala del poder cierra filas con su dirección y no destruye sus expectativas desangrándose en luchas internas. Si el PP se encuentra en esta tesitura es por la forma de entender la política de Álvarez-Cascos, pero también por la fragilidad del liderazgo de Rajoy. Dirigentes regionales como la presidenta de la Comunidad de Madrid no dudan en aprovechar cualquier circunstancia para desafiarlo.

Álvarez-Cascos ha conseguido mostrar con un único movimiento cuál es la realidad interna de un partido que se considera en vísperas de alcanzar el Gobierno. El vaso de agua donde se desarrolla la ruidosa tormenta que ha desencadenado tiene el valor de un síntoma. Estas son las fuerzas que conviven en el PP y estas son las formas con las que los populares dirimen sus diferencias.

02 Enero 2011

Rajoy prefiere la imposición a la democracia interna

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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EL SONORO portazo dado por la dirección del PP a Francisco Álvarez-Cascos, al rechazar su candidatura para Asturias, es una decisión demasiado importante como para despacharla la víspera de Nochevieja, con el objetivo de poner sordina al debate interno. La decisión de Rajoy ha tenido una primera consecuencia. El ex secretario general ha puesto fin a 34 años de militancia con una carta en la que critica duramente a Rajoy. Cascos justifica su baja porque el líder del PP no sólo no le ha defendido de las críticas de sus adversarios, sino que las ha «legitimado» y «recompensado» al designar a Isabel Pérez-Espinosa como candidata. Álvarez-Cascos es un hombre temperamental y quizá por eso ha puesto el foco en el lugar equivocado. Lo importante no son las críticas contra su persona, sino el desdén mostrado por Rajoy y su equipo hacia la democracia interna que, según la Constitución, deben respetar todos los partidos.

El ex ministro y sus partidarios vienen reclamando un proceso democrático de elección del candidato de Asturias. Proponían la celebración de un Congreso extraordinario en el que tuvieran voto los afiliados, semejante al que eligió a Bauzá presidente del PP balear. El mismo explica hoy en EL MUNDO que su formación no tenía futuro si no daba la palabra a la militancia. ¿Por qué en Baleares sí y en Asturias no?

Es probable que el perfil moderado de Pérez-Espinosa se ajuste más a la estrategia actual de Rajoy que el de Cascos. Si había otras razones que aconsejaran su exclusión, deberían haber aflorado. En todo caso, la democracia interna es un principio que no debe supeditarse a conveniencias políticas ni personales. Los asturianos tienen derecho a que el PP presente al mejor candidato y habiendo varios aspirantes, ese sólo puede ser el que elijan las bases. Tal vez Rajoy considere que la democracia interna es irrelevante dada la magnitud del triunfo que le pronostican los sondeos. Se equivoca. Zapatero, aun con su mala gestión de la crisis, se comportó de forma ejemplarmente más democrática al permitir las primarias en el PSM. ¿Qué pasará el día en que haya un presidente al que se le pueda achacar a la vez una muy mala gestión y un grave déficit democrático en sus decisiones?

03 Enero 2011

Nota del Centro Democrático y Social

Francisco Cabra Torrijos

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Ante las numerosas llamadas que estamos recibiendo de diferentes compañeros de medios de comunicación sobre el rumor de la existencia de conversaciones entre el Centro Democrático y Social (CDS) y D. Francisco Álvarez Cascos queremos realizar las siguientes aclaraciones:

Primero.- Es cierto que a lo largo del fin de semana (1 y 2 de enero de 2010), el CDS ha recibido tres llamadas telefónicas de dos personas del Partido Popular asturiano que en todo momento se identificaron como miembros del entorno de D. Francisco Álvarez Cascos, y que pretendían sondear la posibilidad de que el Sr. Cascos encabezara la lista del CDS en Asturias en las próximas elecciones autonómicas. Esa información es la misma que conocen diferentes compañeros de medios de comunicación que se han puesto en contacto con nosotros, sin que el origen de dicha información esté en el CDS.

Segundo.- Aparte de esas llamadas telefónicas, a estas horas el CDS no ha mantenido ningún contacto oficial o informal con D. Francisco Álvarez Cascos, si bien no descartamos que dicho contacto pueda producirse en las próximas horas o días.

Tercero.- En el CDS no sorprendió la cita a Adolfo Suárez en la comparecencia en rueda de prensa de ayer de D. Francisco Álvarez Cascos, dado que conocemos desde hace tiempo el respeto que el ex Secretario General del Partido Popular profesa hacia el ex Presidente del Gobierno y fundador del CDS, respeto que es extensivo a una amplia mayoría de la ciudadanía asturiana.

Cuarto.- De confirmarse la predisposición de D. Francisco Álvarez Cascos a encabezar el proyecto del Centro Democrático y Social en el Principado de Asturias, la Presidencia Nacional del CDS aclara que una posible negociación se realizaría en base a proyectos y programas para que Asturias contase con una alternativa real al bipartidismo, de centro y de progreso, que tendría que contar con el aval de los afiliados asturianos del CDS”.