31 octubre 1991

Se suprime el cargo de editor ejecutivo (Pedro de Vega) y se despide a los socialistas César Alonso de los Ríos y Pedro Altares

Sánchez Ruipérez despide al director y toda la cúpula de EL SOL pero asegura que mantendrá abierto el periódico

Hechos

  • El 31.10.1991 el Presidente de EL SOL, D. Germán Sánchez Ruipérez despidió a D. Pedro Altares como editor de EL SOL, a D. Ignacio Alonso como Director de EL SOL y a D. César Alonso de los Ríos y D. Pedro Altares como directores adjuntos. El nuevo director de EL SOL sería D. Manuel Colomina.

Lecturas

¿VUELCO EDITORIAL?

pedro_de_vegaAlonso_de_los_Rios Los despedidos, el hasta ahora director D. Ignacio Alonso y sobretodo D. Pedro de Vega (editor ejecutivo) o D. César Alonso de los Ríos y D. Pedro Altares (subdirectores) eran los principales vínculos del PSOE en EL SOL y, concretamente con el sector ‘guerrista’ (D. Pedro de Vega y el Sr. Alonso de los Ríos eran destacados colaboradores del vicesecretario general del PSOE).

zap_cierreElSol02 D. Manuel Colomina, nombrado director de EL SOL por el Sr. Sánchez Ruipérez en octubre de 1991.

22 Noviembre 1991

El compromiso con los lectores

Germán Sánchez Ruipérez

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El compromiso diario que el periódico tiene con sus lectores y anunciantes se ha seguido manteniendo, a pesar de las agoreras interpretaciones sobre su continuidad, y así seguirá siendo. En muchos comentarios ha primado más el deseo de silenciarlos que la realidad del creciente peso específico de EL SOL en el mercado de la prensa diaria.

Nos encontramos en un tiempo de cambios constantes, vertiginosos algunos de ellos. Pero el concepto de cambio debe entenderse desde una percepción generalista, no vinculado exclusivamente a las alteraciones políticas ni fronterizas que tan interesantes como intensas y preñadas de consecuencias para el futuro se han producido en este último año.

Las propias estructuras convivenciales de que se dotan los seres humanos en los más diversos ámbitos están sujeta a crisis, y más en este final de siglo. Aprender a convivir con esta conciencia crítica obliga incluso a buscar nuevas respuestas a preguntas que ya son clásicas.. Ir, si fuera posible, por delante de los acontecimientos se ha convertido asimismo en una obligación para cualquier empresa, que no deja de ser una estructura compleja enfrentada a retos crecientes.

Las empresas periodísticas, como no podía ser de otra forma, también están sujetas a esta dinámica. Algunas son más conocidas; otras, quizá por la dimensión que ocupan dichas empresas dentro del mercado español de la comunicación (tanto por volumen de ventas como por ubicación geográfica), no lo son tanto. Determinadas empresas del sector se empeñan en que algunos de esos cambios se realicen en provecho propio al difundir rumores o propagar interpretaciones sesgadas de los mismos.

Es evidente que EL SOL ha experimentado el relevo de directores en año y medio de existencia del periódico, pero el concepto de crisis no es compartido, no tiene la misma lectura interesada que realizan algunas personas o grupos ajenos a la que realiza la empresa que edita este periódico.

El compromiso diario que el periódico tiene con sus lectores y anunciantes se ha seguido manteniendo, a pesar de las agoreras interpretaciones sobre su continuidad, y así seguirá siendo. En muchos comentarios ha primado más el deseo de silenciarlos que la realidad del creciente peso específico de EL SOL en el mercado de la prensa diaria.

Si las estructuras cambian, es lógico que en determinados casos cambien las funciones de una jerarquía organizativa e incluso las personas que desempeñan tales responsabilidades. Fundamentalmente cuando se modifica el diseño organizativo – eliminado áreas, bien porque la persona no sea la adecuada o bien porque la función que realiza no se ajusta a las nuevas directrices empresariales – es cuando el cambio tiene más sonoros, más espectaculares.

Éste es el caso más reciente ocurrido en EL SOL. Se ha desestimado la colaboración profesional con algunas de las personas que ejercían funciones directivas en el periódico y se ha eliminado la figura del editor al considerarla no ajustada a la nueva dimensión del periódico. Buscar otras interpretaciones es buscar la nada.

EL SOL cuenta con una excelente plantilla de profesionales. Ellos son el activo más importante del periódico, sobre todo en la redacción. Su trabajo ha sido vilipendiando y malinterpretado, en ocasiones, con la única intención de crear resquemor y malestar en una de las redacciones mejor preparadas del panorama periodístico español.

Y a pesar de las maledicencias impulsadas desde algunas empresas periodísticas, EL SOL continuará alumbrando cada mañana en los quioscos. Hay quienes no desperdician la ocasión para erigirse en salvadores de una profesión atacando a EL SOL. Pero su interés es más crematístico o ideológico que profesional. Su único interés consiste en hace desaparecer este periódico, aunque luego llorarían como plañideras ‘ante la desaparición de otro medio de comunicación’

¿Se está perdiendo la ética en el mundo de los medios de comunicación? ¡Vale todo, a cualquier precio con tal de permanecer en el mercado? ¿incluso el infundio y la maledicencia en sectores empresariales, como el publicitario, que son una parte importante de los medios de comunicación? Más de uno debería reflexionar sobre sus sólidas convicciones morales, ideológicas o profesionales.

Frente a todo ello EL SOL tiene intención de mantener su consolidación, a pesar de que en muchos sectores no haya gustado al espectacular incremento que han experimentado sus ventas durante los últimos meses. Y nos les ha gustado porque no admiten otras voces que no sean las suyas, y, además, porque les hacen menguar sus propios proyectos empresariales.

Evidentemente, el mercado periodístico está sufriendo grandes convuliones en los últimos tiempos y ha sufrido la pérdida de dos publicaciones en cuatro meses [diarios CLARO y EL INDEPENDIENTE]. De las publicaciones que permanecen, algunas están asentadas desde hace años, mientras que otras se encuentran con graves dificultades financieras. Por ello resulta llamativo que lo llevado a cabo por alguna empresa, como es la entrada de capital para dar nuevo impulso al periódico, sea cuestionado cuando lo hacen los demás.

Cuando EL SOL ha realizado contactos para estudiar la posible incorporación de unos socios españoles o extranjeros al proyecto se ha intentado revestir estas negociaciones como una mutación del periódico, como si de algo diabólico se tratara. La búsqueda de lo óptimo es, a veces, mal interpretada.

No se puede olvidar que EL SOL tiene una característica que lo diferencia de otras empresas periodísticas: la composición y transparencia de su capital social. No es nada frecuente en este país que una sola persona impulse económicamente la creación y mantenimiento de un periódico. Para ello, basta con leer o conocer la composición de determinados consejos de administración, los datos más velados por algunos medios para darse cuenta de la toma de posición de grupos de presión económico-ideológicos.

EL SOL, en mi caso, es la consecuencia lógica de una dilatada carrera profesional como editor de libros que me ha permitido además, llevar la cultura española a buena parte de los cinco continentes. Y en todo ese tiempo ha existido una profunda preocupación por difundir el conocimiento, por la transmisión del saber, pilar básico de cualquier sociedad moderna y democrática.

El ejemplo evidente de este interés por la cultura y su acercamiento a sectores de población que, desgraciadamente, no cuentan con medios económicos para acceder a ella con facilidad lo representa la aportación singular de entregar un libro con cada ejemplar del periódico. Ésta es una de las características de EL SOL y lo seguirá siendo, como lo son también la independencia frente a los partidos y grupos económicos o el compromiso con la defensa del sistema democrático del que los españoles nos hemos dotado.

El ideario de este periódico y los compromisos adquiridos con los lectores desde el primer día que salimos a la calle siguen plenamente vigentes. Vamos a seguir actuando con la máxima independencia para ofrecer a la sociedad una voz veraz, sin mordazas. Un periódico serio, riguroso en sus informaciones y plural en su opinión, capaz de renovar cada día la confianza de nuestros lectores.

Germán Sánchez Ruipérez

02 Noviembre 1991

Caídas y desamores

EL MUNDO

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A enésima crisis de El Sol, resuelta esta semana con la destitución de la cúpula de su Redacción, era una crisis anunciada. Fuentes cercanas a Cecisa, editora de este rotativo, afirman que el cese de parte del plantel considerado «guerrista» -que no de todo-, decidido por el presidente, Germán Sánchez Ruipérez, supone la ruptura de la espina dorsal sobre la que se montó el periódico, fundada en la relación estrecha entre Sánchez Ruipérez y su paisano y amigo el editor Pedro de Vega, próximo al entorno «guerrista». La ruptura se produce, además, en un momento de búsqueda de capital fresco -posiblemente británico- para el periódico: Este ha perdido todo el beneficio de su promoción -una primicia mundial en su día-, la del regalo (por 20 pesetas más en el precio del diario) de un libro con cada ejemplar de El Sol, iniciada el 20 de abril y continuada hasta ahora. Según controles del sector de la distribución y venta, en las dos últimas semanas la cuota de mercado de El Sol en Madrid cayó al 5,18% y luego al 4,88%, superando con ello tan sólo a la del diario El Independiente, desaparecido esta misma semana, y más de medio punto por detrás del Ya. Tras un fuerte crecimiento (150.000 ejemplares en mayo, según la Oficina de Justificación de la Difusión), el estudio del IMA y los controles de la venta y distribución coinciden en esa caída constante hasta que, ahora, la cuota de mercado del diario sea menos de un 1% superior a lo que era antes de la promoción (esa cuota era entonces de un 4% en Madrid). Los datos oficiales de la OJD indican que en aquellos momentos anteriores a ese lanzamiento -enero, febrero y marzo de 1991-, la difusión total de El Sol en España sobrepasaba por poco los 30.000 ejemplares diarios. Además, el director de la OJD, Jacinto Jiménez Eguizábal, ha hecho saber que se exigirá a El Sol que, como prevén los estatutos de la Oficina, publique los datos totales del control anual que se le ha hecho y no sólo los de los meses de mayo y junio, inmediatamente después de ser lanzado el regalo del libro, cuando fue mayor su difusión. En una reciente entrevista concedida a Javier Bardají en la revista Tiempo por Sánchez Ruipérez, éste realizaba unas declaraciones que denotan las serias contradicciones que ya en ese momento experimentaba el editor. En el mes de mayo, Sánchez Ruipérez declaraba :«No hago la competencia a nadie. Todas las empresas que creé existen porque existe un mercado para ellas». En la entrevista, Sánchez Ruipérez comentaba también: «Yo monto las empresas para ser feliz y disfrutar con ellas, no para amargarme la existencia. No voy a los consejos de administración donde las cuchilladas y navajazos andan por debajo de la mesa», y añadía: «Sólo deseo trabajar con serenidad». Este rotativo ha tenido en el plazo de un año y medio seis directores: José Antonio Martínez Soler, Miguel Angel Aguilar, Eduardo San Martín, José Angel Hernández, Ignacio Alonso y, en la actualidad, Manuel Colomina. Asimismo, esta semana han sido destituidos Pedro Altares, César Alonso de los Ríos y el catedrático de Derecho político y miembro de la junta electoral central, con el apoyo del PSOE, Pedro de Vega. A pesar de las fuertes críticas del sector y de varios de los directores despedidos por mantener a De Vega como vicepresidente-editor, Germán Sánchez Ruipérez defendía la presencia de su fiel colaborador -con una nómina cercana a 30 millones de pesetas, según ha manifestado alguno de los directores cesantes-, afirmando en la citada entrevista: «Pedro de Vega es un hombre muy inteligente. Somos del mismo pueblo y le conozco desde pequeño. Esa y no otra ha sido la razón de que le llamase para ocupar el cargo. Cualquier otra interpretación me parece capciosa». Según el editor, la presencia de Pedro de Vega era «incuestionable» en el periódico: «Entiendo que la simbiosis entre una buena redacción y una persona del mundo intelectual es el mejor respaldo para hacer un buen periódico. Esta es la novedad que El Sol pretende introducir y que, de hecho, lo está consiguiendo», aun considerando que «la figura del editor anglosajón no está introducida en España».

02 Noviembre 1991

"Germán ha traicionado mi confianza"

César Alonsos de los Ríos

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La empresa sabe que ha hecho el ridículo más espantoso. El responsable ha sido el adjunto a la presidencia, José Ángel Hernández. Su inexperiencia empresarial explica el cúmulo de tonterías que han sucedido. El ha impedido el desarrollo normal de las relaciones entre nosotros y Germán, manipulando todo lo que ha querido.

Los motivos argumentados para despedirnos aparecidos los últimos días en prensa son ridículos. Las negociaciones con Villanueva venían manteniéndose desde el mes de septiembre, por tanto si hubiésemos querido difundirlo lo hubiéramos hecho mucho antes. Las cosas sucedieron de la siguiente manera: la víspera de nuestros despidos nos llegó el rumor de la posible compra de acciones por parte de Villanueva, pero decidimos, en contra del a voluntad del actual director en funciones, Manuel Colomina, no comunicárselo a la redacción para no intranquilizarla. Nuestro paso siguiente fue intentar hablar con Germán Sánchez Ruipérez, pero no estuvo localizable en todo el día. Elúnico que difundió el rumor por la redacción fue Colomina y, esto l sabe Germán porque yo se lo conté el pasado martes a uno de los adjuntos a la presidencia.

No voy a hacer nada por volver a ese periódico. Germán no es más que yo, ni tampoco menos, pero ha traicionado mi confianza.

Sobre nuestra vinculación con el PSOE, esto lo sabía Germán Sánchez Ruipérez desde siempre. Pedro de Vega ha sido amigo suyo de toda la vida; a Lázaro Carreter le debe muchísimo en su vida; de Pedro Altares no puede decir ahora que no sabía que era un señor del PSOE y, también sabía que yo tengo una vinculación afectiva e ideológica con este partido, porque a lo largo del tiempo hemos hablado de lo divino y de lo humano, pero sabe que siempre hemos actuado con absoluta independencia y que cuando hemos tenido que dar palos al Gobierno se los hemos dado.