Acusan a Torcuato Luca de Tena y Brunet, ex director de ABC, de pedir la intervención del Ejército durante un mitin de Alianza Popular

Alianza Popular pedirá que la misión constitucional del Ejército se mantenga para impedir que se ponga en marcha un proceso constituyente. Ello de acuerdo con las previsiones de la Ley Orgánica del Estado que confieren a las Fuerzas Armadas la salvaguarda del orden institucional. Eso lo hará desde el Gobierno o desde la Oposición, afirmó anoche Torcuato Luca de Tena, en un mitin organizado por AP en El Escorial y en el que intervino junto a Carlos Arias.

En el polideportivo Príncipe Felipe, unas 1.200 personas siguieron enfervorizadamente las intervenciones de Carlos Arias, ex presidente del Gobierno, y Torcuato Luca de Tena, ambos Candidatos a senadores por AP en Madrid. El señor Arias ocupó el estrado en primer lugar y habló poco más de quince minutos para rememorar permanentemente la figura de Franco y de su obra de gobierno y atacar duramente al presidente Adolfo Suárez, en ocasiones citándolo expresamente. Frente a lo que se esperaba, el orador más agresivo de la noche resultó ser el señor Luca de Tena, que invirtió casi una hora en un parlamento retórico, cargado de incitaciones hacia el auditorio y secundado en todo momento por el entusiasmo de los asistentes.

Comenzó por trazar un panorama dantesco de la situación española: la economía, la autoridad, el Gobierno, la familia, todo, absolutamente todo se hunde -según el orador- y es necesario acudir a salvarlo.

Arremetió contra el Gobierno, contra su presidente y prácticamente contra la generalidad de los hombres públicos que detentan alguna responsabilidad de poder en este momento, en los términos más duros. Tuvo alusiones veladas, especialmente enconadas para los señores Suárez y Martín Villa, así como para Ruiz-Giménez, Fernández Ordóñez, Monreal Luque y otros.

Explicó después lo que es Alianza Popular, y aseguró, que sobre ella se han vertido toda clase de calumnias y deformaciones.

Al comienzo del mitin, Carlos Arias dedicó un larguísimo elogio a Torcuato Luca de Tena, preludio de su breve intervención y de que el auténtico peso político del acto recaería en el señor Luca de Tena. Lo más destacable del parlamento del señor Arias, junto a su constante remembranza de la figura y obra de Franco, fueron los ataques al actual presidente del Gobierno.Así, para justificar su inclusión en Alianza Popular, dijo que no se trataba de una «vinculación personal nueva. Cuando don Adolfo Suárez dijo, al mismo tiempo se escucharon gritos de traidor y perjuro en el salón- fundador de Unión del Pueblo Español me presentó en la presidencia del Gobierno a sus compañeros de directiva expresé mi adhesión a los puntos ideológicos que la asociación pretendía defender y que no eran otros que la unidad de España, la conservación y mejora del legado que cuarenta años de paz y trabajo habían logrado para el país y la fidelidad a unos principios durante tanto tiempo mantenidos. Yo -afirmó- sigo creyendo en esos principios y en la necesidad de mejorar la herencia de estos último años.»

Refirió también como en la comisión mixta Gobierno-Consejo Nacional, para la reforma política del señor Suárez, entonces ministro secretario general del Movimiento, se oponía a quienes entendían que los principios del Movimiento eran modificables.

Más tarde atacó «la excepción privilegiada, en favor del presidente» para presentarse a las elecciones «con la insuperable ventaja que le dan los organismos del Estado y los fabulosos medios de comunicación».

Torcuato Luca de Tena dijo al comienzo de su discurso que un 38% de los españoles -según los últimos sondeos de opinion- no sabían qué opción política votar. No sería extraño -aseguró- que el pueblo español se equivocase otra vez, y recordó la frase de Ortega «No es esto, no es esto.»

Describió después un panorama que, según el orador, se caracteriza por la degradación de la autoridad, el hundimiento económico, la ínflación, los brotes de separatismo y la inseguridad. Afirmó que todo esto era impensable hace año y medio, pero, puesto que había sucedido, todo lo que ahora parece impensable puede ocurrir mañana y concretamente a partir del 15 de junio.

Más tarde se refirió al programa de Alianza Popular y dijo que difiere poco del que les ha copiado la Unión del Centro Democrático, para lanzarse a una alabanza personal de Carlos Arias, Federico Silva y Manuel Fraga -«huracán de energía de patriotismo y de bondad»- y a fustigar a varias personalidades del Centro Democrático.

En otro momento criticó a Enrique Tierno, presidente del Partido Socialista Popular, y puso especial énfasis en reseñar que no podía olvidarse la guerra civil.

El mitin programado de San Lonrezo de El Escorial transcurrió sin incidentes. Unicamente debe anotarse que no se permitió la entrada a un joven que vestía una camiseta con las siglas y el símbolo del PSOE.

Pocos minutos antes de dar comienzo el acto, varios jóvenes que se encontraban a la puerta del polideportivo Príncipe Felipe impidieron el paso a un asistente que llevaba una camiseta del PSOE. Ante su presencia, un hombre de edad madura intervino para decir: «Aquí, menos comunistas, todos», a lo que se opuso enérgicamente un muchacho joven que vestía cazadora de cuero, afirmando: «Y marxistas tampoco. »

Es rigurosamente falso lo que nuestro colega EL PAIS insertaba en primera plana de su número del pasado domingo -recogido luego parcialmente por otros medios-, en el sentido de que «Alianza Popular», a través de sendas intervenciones de Torcuato Luca de Tena y de Carlos Arias Navarro, en El Escorial, manifestara el pasado sábado su disposición de pedir al Ejército que se opusiera a un cambio constitucional. Ninguna de las agencias difundió en sus informaciones sobre tal acto político, versión o interpretación tan deformadora de lo manifestado por ambos oradores como la difundida por EL PAIS.

Lo cierto y verdadero, en cuanto a la palabra y en cuanto al espíritu de lo expresado en su intervención por Torcuato Luca de Tena, ha sido lo recogido en las informaciones de las agencias y en la propia noticia del mitin escurialense aparecida en nuestras páginas.

A mayor abundamiento, y en gracia a las precisiones que siempre merecen nuestros lectores. hemos de decir que en todos los artículos publicados en ABC por Torcuato Luca de Tena. cuando de tal cuestión del papel institucional de las Fuerzas Armadas se ha tratado, y en la misma línea editorial de esta casa -cuya Junta de Fundadores estuvo presidida hasta recíente fecha por el mismo escritor que la abandonó temporalmente por motivos electorales-, se sostuvo y se sostendrá siempre que una de las misiones de las Fuerzas Armadas es la defensa del orden institucional, juicio que en ningún caso lleva implícito el considerar preceptiva militancia de las Fuerzas Armadas, contra la hipótesis de un cambio constitucional, y todo ello, en el claro entendimiento de que el orden institucional puede, lógicamente, integrar la propia opción constituyente; es decir, la posibilidad de cambiar la Constitución conforme a Derecho.

Esta nota de nuestro colega ABC requiere una breve puntualización: Lo que EL PAIS afirmó el pasado domingo fue que el señor Luca de Tena, en su discurso de El Escorial, declaró que Alianza Popular «pedirá que la misión constitucional del Ejército se mantenga para impedir que se ponga en marcha un proceso constituyente». (Frase textual de la información, no entrecomillada, por lo que no se atribuía textualmente al discúrso del señor Luca de Tena.) En ningún momento se afirmaba que el candidato a senador por Madrid de Alianza Popular -señor Luca de Tena, no señor Arias Navarro- pidiera al Ejército que se opusiera al cambio constitucional, como afirma ABC. Otros órganos informativos se han hecho eco de la misma información, en el mismo sentido, sin haber sido desmentidos por ABC. Por otra parte, en la mañana de ayer, en su discurso de apertura del I Congreso Provincial de Madrid, de Alianza Popular, don Torcuato Luca de Tena volvió a manifestarse en términos similares, según pudo constatar uno de nuestros redactores. Por otra parte, hasta el momento, en la dirección de EL PAIS no se ha recibido reclamación ni mentís alguno del señor Luca de Tena, que, como bien se sabe, dimitió de su puesto de presidente de la Junta de Fundadores de ABC recientemente, para presentarse a las elecciones sin afectar a la línea del periódico de su familia. ¿Por qué publica, entonces, ABC esta nota? ¿Es acaso ese diario el portavoz del candidato de Alianza Popular, don Torcuato Luca de Tena? ¿Lo es de sus compañeros de candidatura?

Como por la boca muere el pez, a Torcuato Luca de Tena se le ha escapado en el mitin de El Escorial el verdadero objetivo que persigue Alianza Popular. Se trata de saltarse al a torera la voluntad popular ye vitar que se consolide aquí la democracia echando mano, si fuera posible, de las Fuerzas Armadas con el pretexto de un cierto orden institucional que no lo es si no se basa en la tradición golpista de la derecha que como en 1932 y 1936  acude a la conspiración en cuanto el país no va según sus deseos.

Torcuatito, típico espécimen del señoritismo parasitario que durante siglos ha considerado a España como finca propia, no se resigna a ver que la democracia se acerca y en plena alucinación – estado al que parece proclive, pues ya en tiempos aseguró que Beria había aterrizado en la Mancha – sueña con pronunciamientos o con golpes de Estado. Y no habla de echarse al monte porque eso le obligaría a una severa cura de adelgazamiento como cuando se dedicó al menester de actor. Durante mucho tiempo Torcuatito hizo creer que su aspiración era la Monarquía, pero está visto que o único que le preocupa son sus particulares intereses.

En las últimas horas se han producido en el país inoportunas, intemperantes, improcedentes apelaciones al Ejército. Mal síntoma. Eso ya no es jugar con fuego. En jugar con pólvora.

Un artículo de EL ALCÁZAR, que ni siquiera vino firmado con nombre y apelllidos, descargó sobre los ciudadanos una andanada de advertencias amenazantes, y más que un homenaje a las Fuerzas Armadas parecía una invitación conminatoria al golpe de Estado militar. La Junta de Jefes de Estado Mayor ha hecho pública su repulsa por los conceptos vertidos en aquel artículo. No se deben mezclar los argumentos políticos con la marcha de los tanques. Si es cierto que tras el seudónimo que figuraba al pie del artículo pudieran esconderse, junto a nombres civiles, apellidos militares, peor que peor.

Don Torcuato Luca de Tena, candidato de Alianza Popular, anunció que su partido solicitaría del Ejército su intervención para impedir un proceso constituyente aunque esta mañana en ABC desmiente esta información. Don Felipe González, jefe de uno de los partidos socialistas, definió – desde su punto de vista – la misión del Ejército conminándole a que permaneciera dentro de los límites que él mismo señalaba. Don Santiago Carrillo, en Zaragoza, mantuvo el tono de la moderación verbal que se ha impuesto en la campaña de estas elecciones y concedió que el Partido Comunista no es enemigo del Ejército y que éste debe ser de España y de todos los españoles. Pero en unas anteriores declaraciones había apoyado la predicción del señor Tierno Galván, en el sentido de que un triunfo de Alianza Popular significaría la guerra. Es decir, un sector del pueblo forzaría la intervención de las bayonetas.

Los miembros de las Fuerzas Armadas han recibido órdenes severas respecto de su Intervención en la política e incluso de la manifestación pública de sus opiniones. Lo único que no se les ha prohibido en su derecho al voto como ciudadanos. Y se han tomado medidas igualmente severas para que la toma de posición de mandos militares no impida ni retrase el proceso político de democratización. Nadie puede ahora pedir al Ejérciot que detenga una reforma constitucional por el procedimiento previsto en la Constitución misma. Ni nadie debe definir su misión de otra manera que como está definida en nuestras leyes constitucionales, que siguen siendo Constitución del Rey abajo, para todos. Dedico hoy estas Letras a pedir respeto para las Armas.

«La ley Orgánica del Estado, que está vigente, confiere al Ejército la misión constitucional de velar por la defensa de las instituciones y cumplimiento de las Leyes Fundamentales. Alianza Popular, que hace suyas las palabras del inolvidable José Calvo-Sotelo, al considerar al Ejército columna, vertebral de la Patria, llegado el momento de realizar la dificilísima, la arriesgadísima misión de dotar al país de una nueva Constitución política, combatirá desde el Senado y desde el Congreso para que esta misión constitucional del Ejército sea mantenida como garantía de la seguridad de los ciudadanos y freno de vanas tentaciones siempre posibles. Porque así como hay hombres cuya profesión es la del comercio o agricultura, o que cultivan las ciencias o las artes, o cuya especialización es una rama determinada de la física o la medicina, el militar tiene como profesión exclusiva servir a su patria, su cultivo es el del honor y su especialización la seguridad de sus conciudadanos.

Y no olvidemos que su brazo derecho, su nervio y muchas veces su musculatura, la constituyen esas admirables, no en balde llamadas beneméritas fuerzas de la Guardia Civil, que junto con la Policía Armada y la Policía gubernativa son, a nivel rural, y a nivel urbano, los verdaderos héroes de nuestra triste sociedad moderna. Ellos representan el descanso de los hombres pacíficos, que desean desarrollar sus lícitas actividades en orden y con seguridad, y por ser estas fuerzas las primeras defensoras de la paz, son también las primeras en quienes se ceban, con saña infinita, los verdaderos enemigos de la paz. Y que merecen, por tanto, junto con el Ejército, nuestra gratitud y nuestro homenaje.»

Perdóneme el paciente lector tan larga cita. Estas palabras fueron dichas por mí el pasado sábado en el memorable acto de presentación de Alianza Popular en El Escorial, y que fue también la primera aparición pública de don Carlos Arias Navarro, tras su salida de la jefatura del Gobierno, que con tanto acierto, moderación y prudencia desempeñó.

La referencia a mis palabras fue inmediatamente tergiversada. EL PAIS tituló la información de aquel acto diciendo: «Alianza Popular pedirá al Ejército que se oponga a una nueva Constitución.» INFORMACIONES tituló la suya, diciendo: «Alianza pedirá al Ejército que impida el proceso constituyente.» Y como esto es falso de toda falsedad; como es contrario a mi pensamiento; como no dije tal cosa, como yo «no soy» Alianza Popular, aunque pertenezca a ella, como ninguno de sus dirigentes ha expresado jamás de tal manera, es lícito preguntarse: ¿A qué viene este afán de confundir, tergiversar, deformar la verdad y, lo que es aún más grave, insistir en la mentira después de haber sido rectificada la información de marras y denunciada como falsa? Jaime Campmany insiste ayer en INFORMACIONES: «Don Torcuato Luca de Tena, candidato de Alianza Popular, anunció que su partido solicitaría del Ejército su intervención para impedir un proceso constituyente, aunque esta mañana, en ABC, desmiente esta información.»

¿De modo, amigo Campmany, que, a pesar de conocer el desmentido, insistes en afirmar que dije lo que no dije? ¿Es esto juego limpio?..

Como estoy seguro de que los directores de EL PAÍS y de INFORMACIONES, así como el señor Campmany han sido sorprendidos en su buena fe; como conozco su talante y disposición a no deformar voluntariamente la verdad, y como la verdad ha sido, de hecho gravemente deformada, voy a permitirme facilitarles un dato, seguido de un ruego.

El dato: Mi discurso íntegro de EL Escorial ha sido grabado en cinta magnetofónica. Esta cinta ha sido depositada ayer ante el notario del ilustre Colegio de Madrid, don Alejandro Bérgamo. De este depósito voluntario ha sido levantada acta. En este acta se dice entre otras cosas: «y con el fin de que resplandezca la verdad, el señor compareciente me requiere para que yo, el notario proceda a dar conocimiento de lo grabado en la referida cinta magnetofónica a las personas que se presenten en mi estudio, a tal fin, a las horas de oficina. Al mismo tiempo, invita a las personas que se presenten en mi estudio con la finalidad expresada a que comprueben, requiriendo al efecto a personas peritas en estas grabaciones, que la cinta no ha sido manipulada».

El ruego: Que acepten esta invitación, que tomen nota taquigráfica de cuanto les interese y que reconozcan lealmente como hombres de honor y como profesionales veraces que jamás dije lo que hoy vuelve a reiterar EL PAÍS, poniendo en mis labios que mi deseo del mantenimiento de la misión constitucional del Ejército sea ‘para impedir que se ponga en marcha un proceso constituyente’. Lo entrecomillado es lo falso. Pero no sólo es falso, sino que es, además, un colosal despropósito, puesto que el tal añadido (Introducido de ‘extranjis’ y por su cuenta y riesgo por el deofrmador de mis palabras) olvida que estoy hablando del momento de dotar al país de una nueva Constitución política. ¿Cómo puede entonces atribuírme la solicitud de tales ayudas para impedir el ‘proceso constituyente’ cuando, en el supuesto histórico al que me reitero, el proceso constituyente estaría abierto ya?

Nos enfrentamos pues ante una informacón que une a su condición de falaz la de incongruente.

Aunque algunas consideraciones me quedan entre pecho y espalda, las guardo por hoy en su sólito rincón. El caso es que tengo prisa. Salvo de viaje a pronunciar unas conferencias por mi Andalucía, y antes he de comprarme un magnetófono, por lo que pudiera venir, ya que el mío ha quedado en la Notaría del señor Bérgamo a disposición de todos ustedes. ¡A mandar!

Torcuato Luca de Tena

La reseña que el pasado domingo publicó EL PAÍS sobre el discurso escurialense de Torcuato Luca de Tena, era eso: una reseña o narración sucinta. EL PAÍS no publicó párrafos textuales del parlamento del señor Luca de Tena ni el titular de dicha reseña se correspondía con una frase textual.

El párrafo oratorio del señor Luca de Tena sobre la misión constitucional del Ejército fue, empero, lo suficientemente ambiguo como para admitir la interpretación de diferentes matices. Algunos asistentes al mitin, al menos, entendieron enfervorizados todo lo contrario de lo que el Sr. Luca de Tena afirma haber querido decir.

Torcuato Luca de Tena ha depositado en notaría una grabación de su discurso que ha sido consultada por esta redacción. Por el respeto que nos merece el señor Luca de Tena y nosotros mismos, EL PAÍS dimite de entrar en polémica sobre lo dicho, lo grabado, lo reproducido, lo entendido o lo sobreentendido. Por lo demás, un profesional como Torcuato Luca de Tena bien sabe que EL PAÍS no se significa por su capacidad de tergiversación.

Pero si el Sr. Luca de Tena tiene por bien servido su mejor derecho por medio de una rectificación nuestra, hela aquí: Torcuato Luca de Tena nunca dijo que Alianza Popular pedirá al Ejército que se oponga a una nueva Constitución.

Querido y admirado Torcuato Luca de Tena: Llegan hasta mí tus tristes – y justas – quejas desde la ‘Tercera Página’ del ABC de ayer y me apresuro a enviarte estas letras de explicación y satisfacción. Tienes razón sobrada y empiezo por reconocerlo así, sin reserva ni reticencia alguna. Me citas como hombre de honor y como profesional honesto, y no seré yo quién falte jamás a esa cita. Es cierto cuanto dice voace, seor marqués. Nadie debía y mucho menos yo que te conozco bien de antiguo por su trato y por tus obras seguir atribuyéndote una frase después de haberla desmentido en forma tan rotunda y explícita.

El caso es que nunca fue esa mi intención. Te ofrezco la sencilla explicación con la esperanza de que te satisfaga plenamente. Para el buen orden del periódico, debo entregar el original para esta columna a primeras horas de la mañana, antes de la hora en que llegan a mis manos los diarios de la mañana. Escribí, pues, mi comentario ‘El Ejército’ sin conocer tu aclaración. A las nueve de la madrugada, que diría Edgar Naville, me despertó el teléfono. Salía yo de mi primer sueño, porque agoto, con papeles en las manos, las horas de la noche hasta que dan las del alba. El redactor jefe de INFORMACIONES me informó de tu desmentido y yo dicté inmediatamente una rectificación del párrafo en que te aludía. Creo que esto muestra la buena fe tanto del periódico como la mía propia. Tras la corrección, el párrafo debía quedar así: «Leo que don Torcuato Luca de Tena, candidato de Alianza Popular, anunció que su partido solicitaría del Ejército su intervención para impedir un proceso constituyente, aunque esta mañana en ABC, desmiente esta información». O al dictar o al copiar, las palabras ‘leo que’ se cayeron y de ahí el equívoco.

No necesito yo acudir a ningún notario para comprobar tu palabra, que para mi vale, por lo menos, tanto como la fe notarial. Y por lo que haya de negligencia mía en el asunto, te pido cordialmente perdón. Aprovecho el incidente para pedir a todos nuestros compañeros de profesión que extremen su objetividad y veracidad en estos días, pues son cosas siempre necesarias en este oficio, pero mucho más en vísperas de elecciones, en que todos deben conocer la verdad de lo que cada un afirma. Se debe y se puede discrepar de las opiniones, pero no es lícito tergiversar los asertos. Y otra cosa: celebro coincidir contigo en que al Ejército no corresponde la misión de estorbar ni impedir la reforma constitucional, que era la tesis vertebral de mi comentario. Un abrazo y suerte en tu lance electoral.