12 mayo 2004

Javier Sardá: "Si he dicho que Bush era un hijo de puta, hoy digo que tú Aída, eres una hija de puta"

Aída Nizar despedida de ‘Crónicas Marcianas’ (Gestmusic) por meterse con un minusválido: «Dios dá lo que se merece»

Hechos

  • Dña. Aída Nizar fue despedida como tertuliana de ‘Crónicas Marcianas’ (Gestmusic) de TELECINCO después de que en el programa emitido el 12.05.2004 le dijera a un minusválido que ‘Dios dá a cada uno lo que se merece’.

Lecturas

MARTA LÓPEZ A AÍDA NIZAR: «RETIRA LO QUE HAS DICHO O NO TE VUELVO A HABLAR»

nizar_minusvalido2

 

JAVIER SARDÁ A AÍDA NIZAR: «ERES UNA HIJA DE PUTA»

nizar_minusvalido3

La frase del presentador y director de ‘Crónicas Marcianas’, D. Javier Sardá fue contundente: «Perdona, Aída, pero si en público he dicho que Bush era un hijo de puta, hoy digo que tú, Aída, eres una hija de puta».

 

15 Mayo 2004

Sardà expulsada a Aída

Ferrán Monegal

Leer

Tremendo trance: Sardà se ha visto obligado a despacha, desalojar, expulsar de ‘Crónicas Marcianas’ (TELECINCO) a Aída Nizar, su criatura más mordedora. Reina en Marte un gran desconcierto. La cosa comenzó la madrugada del jueves, cuando a la estrella, para celebrar su aniversario (29 años, según sus enemigos más directos) se le ocurrió levantarse de la mesa y fundirse entre el público para repartir besos. Quería demostrar que el pueblo la quiere. Pero un joven se negó a besarla. Aunque todo el mundo sabe que esta mujer habla con Dios, el muchacho no quiso prestarse a la pamena de besuquearse con la vamp que surió de la ratomaquia anterior. Se negó en redondo. Entonces ella, miranda al joven con desprecio, le espetó: «Buenos, ¿sabes? Dios da a cada uno lo que se merece». Una frase sin mayor trascendencia si no fuera porque el joven en cuestión iba en silla de ruedas. La pitada fue antológica. Y Sardà, al advertir la magnitud de la oferta contra el inválido, le dijo a su estrella: «Aída, eres una hija de puta» y pasaron a publicidad inmediatamente. El colofón tan superlativo evento ocurrió la madrugada siguiente, es decir, la madrugada de ayer. Sardà comenzó el programa diciendo «Aída cometió un error. Está muy mal. Pidió perdón. Yo la insulté y pido también disculpas a ella, y a su madre. Pero como director del programa he decidido que finalice su contrato. No estará con nosotros de nuevo». Y, en efecto, Aída ya no apareció. ¡Ah! que tragedia. Qué sinrazón. Siendo Marte el gran planeta forjador de fieros monstruos, se espanta de las propias criaturas que genera. Volatilizado Coto, y defenestrada Aída, sólo queda Kiko para triturar la carne de las hambruguesas. Y lo más horroroso: sí Aída ha sido despedida por insultar y faltar. ¿qué hará consigo mismo Sardà, que la insultó gravemente a ella y a su señora madre, que estaba en Valladolid, viendo la tele tranquilamente?

15 Mayo 2004

Aída versus Aída

Lajario Piedra

Leer

Es absolutamente reprochable que alguien haga chistes sobre las minusvalías que soportan y padecen a diario un buen número de personas en esta sociedad, que aún no se ha concienciado sobre  los derechos de los ciudadanos que tienen algún tipo de discapacidad (física, psíquica o sensorial). No tiene maldita gracia que se hagan chistes. Y eso abarca a todos.

Pero aún menos sentido o justificación posee que aquellas personas que, por casualidades de la vida, o por haber participado en un concurso, desprecien a otra por el mero hecho de estar en una silla de rueda. Tal es el caso de Aída Nizar (fugaz exconcursante de ‘Gran Hermano’), cuyo único mérito es comportarse como si el resto de la humanidad le debiera algo y cuya prepotencia le impide el sano ejercicio de la humildad.

En el programa del miércoles de ‘Crónicas Marcianas’ ante la negativa de un hombre que estaba en silla de ruedas a darle un beso, la impresentable lo dejó a su suerte comentando mientras bajaba por las escaleras que ‘Dios da a cada uno lo que se merece’. Además del revuelo que provocó, y que originó que Javier Sardà la llamara ‘hija de puta’ (según comentó, la segunda persona a la que calificaba en público así, después de George W. Bush), lo cierto es que la sociedad debiera tomar partido.

¿Todo vale por la audiencia? ¿Se puede mantener en liza a una individua que, además de ser grosera y prepotente, sin ningún otro mérito que se le conozca, lo único que hace es insultar a la inteligencia? ¿Qué cadenas tiene Sardà que nos cuenta para mantenerla en su programa? ¿No es necesaria una reacción de los telespectadores para que dejen de aparecer, da igual que sea en una cadena pública o privada, personajillos de este tipo, capaces de insultar gravemente a personas sólo por su condición física?

Esta mujer, por llamarla de alguna manera, no se merece, al igual que los terroristas, disponer de un foro en el que lanzar sus soflamas xenófobas y que rayan el nazismo. Pero lo alarmante es que continúe y que haya alguien al que le hagan gracia sus continuos insultados. El respeto a los demás debiera ser una de las reglas democráticas de obligado cumplimiento en los medios. ¿O la democracia es tragar con esta clase de inhumanos?

 

 

El Análisis

AIDA, LA MALA

JF Lamata

No acabo de ver el escándalo de aquel incidente.

La ex concursante de ‘Gran Hermano’, Dña. Aída Nizar, había conseguido seguir en la televisión haciendo el papel de mala y de desagradable, quizá por eso, es bastante coherente que al pasearse ante un público de ‘Crónicas Marcianas’ que la abucheaba y ver que uno de los abucheadores era minusválido, le soltarla aquello de ‘Dios da a cada uno lo que se merece’, frase de villana genuína. D. Javier Sardá reacciona haciendo el papel de justiciero: insultando a la villana – la comparó con Bush, el peor insulto que podía lanzar el Sr. Sardá en aquel momento – y logró que abandonara el espacio. ¿Algún problema? Unos hacen el papel de ‘malos’ otros de ‘buenos’, igual que en los guiñoles del retiro para que lo vean los niños, y se rían viendo como el guiñol del príncipe pega con una cachiporra al guiñol de la bruja. Es la televisión, es el espectáculo.

J. F. Lamata