22 mayo 1981

La organización terrorista Terra Lliure que atentó contra Losantos con un tiro en la pierna ha amenazado de muerte a Alberto Cardín y a otros intelectuales pro-castellano si estos no abandonaban las tierras catalanas

Alberto Cardín y Jiménez Losantos anuncian que abandonan Catalunya ante los ataques por defender el castellano

Hechos

El 22.05.1981 D. Alberto Cardín anunció que abandonaba Catalunya con su artículo «Un largo adiós» publicado en DIARIO16.

Lecturas

EL ARTÍCULO DE DESPEDIDA DE ALBERTO CARDÍN

Un largo adiós (DIARIO16)

Entre las ‘quintas plumas’ de Anson y las ‘sextas plumas’ de Senillosa, unos cuantos van quedándose fritos. De la interpretación paranoica no se salva nadie, y Clara Serling, a este respecto, no delira mucho más de lo que por el lado opuesto delira González Mata. Lo importante, sin embargo, no es quien mueve los hilos de las tramas internacionales, negras o rojas sino que haya individuos dispuestos a apretar el gatillo contra otros por simples diferencias de opinión.

El problema es que un mundo tan intricado, la razón como toma en consideración de múltiples variables, aboca generalmente al escepticismo a la perplejidad, y no resulta nada fácil moverse por este mundo sin firmes seguridades: la facilidad del gatillo, la evidencia del cuerpo masacrado del contrincante, ofrecen una prueba palpable que el razonar ya no aporta.

Y esto, que parecía cosa de turcos subdesarrollados y de vascos antirrazonantes, a fuer de matriarcales ha venido a hacer su aparición en la apolínea eso decía Madariaga – pactista y llena de seny Cataluña de estos días. ¿Se trataba tal vez de un mito? ¿Era más cierta tal vez aquella otra Cataluña de las matanzas medievales, la de ‘la venganza catalana’?

Tampoco me interesa averiguarlo. Vine a Barcelona en el 73, desde el extranjero, pensando y amando a la última ciudad cosmopolita que parecía quedar aún en Europa, y veo surgir los primeros coletazos del terrorismo nacionalista ‘apolíneo’ sin duda, nada de tiros en la nuca – en una Barcelona cada vez más provinciana.

No se preocupen los señores de Terra Lliure, no necesitan asustarme para que me vaya, como no sea que quieran dejarme un recuerdo imborrable. Lo decía ya en un artículo anterior: les dejo, toda para ellos, su dulce y tónica Cataluña. Sólo unos pocos meses para dejar a punto mis asuntos y se verán libres de este ‘ocupante’ que ha querido a Barcelona y ha gozado de ella como nunca seguramente lo harán ellos.

Alberto Cardín