19 febrero 1991

En una entrevista en INTERVIÚ Encarna reprocha la 'ingratitud' de Pedro J. Ramírez, acusando a su periódico, EL MUNDO, de haber emprendido una campaña contra ella

Finaliza el programa ‘Y ahora Encarna’ de ANTENA 3 TV tras sus pobres datos de audiencia y Encarna Sánchez anuncia que deja la televisión ‘me voy harta de carroñeros’

Hechos

  • El 19.02.1991 se emite por última vez en Antena 3 TV el programa ‘Y Ahora, Encarna’.

28 Enero 1991

De la retirada de Encarna

Jesús Mariñas

Leer

En las tertulias no todo era vivir o penar la trascendencia del momento de la dimisión de Alfonso Guerra. También frivolizábamos. Llegábamos a la conclusión de que cada palo, aguante su vela.

  • Oye, ¿Pero Encarna y tú no sois tan amigos? – me preguntó una de las contertulias entreveradas.
  • Sí, amigos y residentes en Madrid

Guerra, la ética. Nati Abascal, la estética. Encarna Sánchez, ni ética ni estética. Pobre, hay que ver como la han puesto. Aunque más le duele la falta de audiencia, esos bajo mínimos reflejados/denunciados por los encuestadores. De buena me libré no yendo a su convocatoria. Una cita indefinida donde nadie sabía a qué iba, el patético Hernández Mancha aún debe de preguntarse para qué. Claro que esta vez no pasó por taquilla, cuando su enfrentamiento con Fraga pagó 600.000 pesetas por ser entrevistado. Roca Junyet llegó hasta el millón.

Porque Encarna predica pero no da ejemplo. Tras lo último le han llamado de todo: desde predicador a Barbie pasada por La Moraleja. Incluso señor Sánchez, es mucha la sagacidad de Michi Panero. Con Encarna no hay dudas, ni ella se lo cuestiona en vacilaciones hamletianas. Bien lo mostró/demostró en lo último, bueno es. Pero lo cierto es que la sñeora/señor Sánchez es como Guerra: no tiene corazón, pero tiene alma, en su caso no sé si llegará a Almita. Y cuando se le enamora como ahora – la Pantoja finalista a los Gramy, el mundo está loco-loco – pierde el sentío. Y hasta la proporción. Por La Moraleja dicen que entre su casa y su casa la vereita verde no cría yerba, no cría yerba.

A ella le pasa eso y a mí lo otro, soy rebelde porque el mundo me hizo así. No puedo mantener mis buenas intenciones. Acaban conmigo y hasta con ellas. De buena me salvé. Encarna Sánchez nos había preparado una encerrona, el pobre Octavio Aceves no dejaba de reconocerlo:

  • A mí me avisaron para que leyese mis predicciones astrológicas para el 91. Luego me encontré que era un coloquio.

En mi caso concreto, la señora/señor Sánchez me convocó ‘para algo muy divertido’. Luego, María Navarro, una mano derecha que no ve ni se entera de lo que hace la izquierda, amplió el tema:

  • Encarna proyecta hacerte varias preguntas sobre sociología de la ‘jet’.

Me salvé de milagro, la Providencia me ampara. No concretaron el día y hora de grabación y me llamaron cuando ya estaban en el plató y yo camino de un almuerzo informal, revestido de negro hasta las orejas. Me consideré impresentable para estar a la altura – o bajura, viendo los índices ya no se´donde ponerla, la ambigüedad hasta en eso – de Canna. Cuando Karmele Marchante llegó al plató, pregunto por mí. Y por Rosa Villacastín, otra de las ausentes:

  • Los están maquillando en la sala de al lado.

Pasó el tiempo, minutos, hasta horas, Karmele venga a buscarnos: “Pero, ¿dónde están dónde se han metido?” Llegaría a malpensar que aprovechábamos para una estética general donde Isabel Pantoja perdió cuanto le sobraba. Menos el pelo de la dehesa. Aunque yo puedo contar, revelar o desvelar que la repentina delgadez de Isabel es cosa de los cirujanos. Siete horas estuvo en el quirófano para que le pusieran a punto pecho, cintura y muslos. Para mantener la operación en secreto, Isabel Pantoja llegó al extremo de sacarse los puntos ella misma sin que le pusiera las manos encima el cirujano Monereo. Finalmente, Karmele Marchante topó con la cruda, triste, para ella tremenda realidad: incomparecencíamos al debate. Tomó un tranquilizante, y así salvó el mal trago. Mientras Sánchez no dejaba de aludirme. Todos mis comentarios le servían de referencia y base. Punto de apoyo o ataque:

  • Esos que se meten con el pelo de la Pantoja – una pilosidad inexistente para ella, tiene oportunidad de comprobarlo en cada una de sus incesantes salidas y entradas.
  • Me contaron que fue fino el día de Reyes ver a Isabel aparcada ante el chalé de Encarna, Paquirrín de la mano, metiendo en su coche los paquetes que le daba la presentadora. Era de noche, pero la Moraleja se iluminó como a mediodía – no-me-lo-pue-do-creer – repetían del Golfo al Soto. Encarna sabe como ninguna otra que Isabel no se afeita. Es omnipotente, casi tan mesiánica como Saddam. El verbo se hizo Encanra, Dios qué cosas cuentan de ella. De la última aún se están riendo por los despachos de la COPE. Encarna salé de su cubículo y les suelta:
  • La leche, Fidel no se me pone. Tendré que llamar a la Thatcher.

Claro que no cambia y rectifica aunque eso sea cosa de sabios. Conocerla es amarla, dije de María Jesús Llorente. Y lo mantengo. Juzgaba por desconocimiento mío y huidas de ella. Nos encontramos y el flechazo fue mutuo con permiso de don Alfonso. Lo mismo le pasa a la Sánchez – insisto, lo de señor Sánchez es un invento de Michi, a cada uno lo suyo – tras pasarse la vida – ¿veinte, treinta años? – diciendo que no había nadie como Raphael y Rocío Jurado. Pero ahora los pone a parir – incluso humanamente, a Raphael llegó a llamarle lo que nadie le había dicho – porque ya no los representa su intimo amigo Paco Gordillo. Mujer de criterio.

Cierto que vivimos de comentar sobre los famosos. También lo hacen en la ‘Mesa camilla’ de Encarna Sánchez/señor Sánchez sin más conocimiento que la relación personal. ¿O eso no lo criticas? Es posible que la Sánchez ignore tanto a sus contertulias como cuando las llevó a televisión y hasta silenció el nombre de Mary Carmen Yepes, Paca Rico subía por los tejados al verse de comparsa. Claro que ellas pasan como yo paso de Encarna.

  • Oye, que te ha lanzado tantas indirectas porque le dijeron que la pusiste a parir el día que entrevistó a Portabales. Que estabas en casa de José María García con Fraile, Monste, María Eugenia, Cari y Carlos. Eso le soplaron antes de empezar el programa.

Llamada al canto. Me gusta precisar, bastante tengo con lo propio para que encima me echen culpas ajenas. De haber estado, mantendría la postura del momento:

  • Oye, Encarna, que esa noche yo estaba en Buenos Aires. Y hasta allí todavía no llegas. Pero no desesperes, cosas más difíciles se han visto.
  • ¿Pero qué me dices, papi? A mí nadie me ha contado nada. Lo que pasa es que este es un país de mierda donde no me entienden. ¿Has visto la que se ha organizado conmigo? Era mi intención. A nadie más le dedican las páginas que a mí. Ni al aburrido de Iñaki, ni a José Luis Coll, ni a Tere Campos… En América yo sería una diosa. Quise organizarla y lo estoy consiguiendo. Porque es mi último año. ¿Lo oyes papi? Este año me retiro. Voy a llevármelo. Lo tengo decidido desde hace mucho tiempo.
  • ¿Es cierto que Jaime Ostos arremetió contra uno de tus invitados? ¿Qué le llamó de todo?
  • Sí, contra María Eugenia Yagüe. Le dijo de todo: hija de tal, frustrada, amargada y travesti… Como mujer yo no podía soportarlo. María Eugenia, llorando pidió que lo eliminásemos de la grabación. Tuvimos que cortar 10 minutos. Como mujer yo no podía soportarlo, me hizo pensar en su niña.

A Encarna podrían cuestionársele muchas cosas. Problemas de ética y estética, ¿cómo tener allí a Lola Flores el día que la condenan y no preguntarle sobre el tema? A Lolita la hubieran podido callar recordándole que su marido lo vende todo: lo que es íntimo y hasta privado. Desde recuerdos de Paquirri al cumpleaños con la Pantoja.

  • Pero yo me voy este año, papi.

Pero ella resuelve cuando no responde a las expectativas previstas. La pantalla no es un púlpito para adoctrinarnos, todo se le pega a la señora / señor Sánchez.

Razón tiene Encarna: vivimos un país goyesco lleno de monstruos de la sinrazón. Encarna y el peliculón son la mejor evidencia. Porque aunque Encarna se vista de seda – o en Chanel y Miguel Rueda – Encarna se queda. Igualito que la del cuento. Quizá por eso se llaman Copito de nieve. Sí, sí, tiene el mismo gesto que el albino. ¿O será porque siempre va, delante o detrás, de la mona Chita?

Bingo, al que lo descubra.

Jesús Mariñas

19 Febrero 1991

En la Picota Encarna Sánchez

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer

Termina hoy en Antena 3-TV después de haber disgustado a casi todos y haber complacido a muy pocos. La hábil introductora de anuncios se ha hecho acreedora al Premio Tarugo, otorgado por sus propios colegas de la COPE, después de que, en un pecado de soberbia, se desmarcara de la profesión periodística, tal vez por no compartir con ella el azúcar de sus elogios y la demagogia de sus críticas.

20 Febrero 1991

Y ahora Encarna se va

Adolfo Prego

Leer

Encarna salió del anonimato en Radio España. Un día alguien me habló de ella y de un programa que se titulaba “Encarna de Noche”. Fue un acierto. Encarna hablaba con los noctívagos pero también con gentes que no conciliaban el sueño o tenían problemas de soledad. Y entró en la televisión. El salto era un salto de proporciones olímpicas. Si hubiera estado entrenada seguramente habría dirigido mejor el nuevo éxito.

Los campeones de salto con pértiga fallan a veces en la altura máxima que un día alcanzaron y que no consiguen repetir. Es un problema de conocer cuáles son los propios límites físicos. Encana no midió bien sus posibilidades. Quienes trabajan en ese medio deberían tener en cuenta que un 75% de su imagen elevada por encima de los demás mortales se debe al propio invento de ese medio mágico más que a sus propios talentos o aciertos profesionales. Es un error que alguien debería haberle señalado a tiempo.

Esta noche se despidió y los televidentes fuimos recompensados con Juan Pardo y Junior, que no habían vuelto a cantar juntos, lo que nos rejuveneció a muchos.

Adolfo Prego.

04 Marzo 1991

Encarna Sánchez: "Me voy harta de carroñeros, mediocres y vendidos"

Francisco Mora

Leer

Francisco Mora: ¿Ha tenido que cortar la serie de programas en ANTENA 3 TV o ha hecho lo que quería hacer?

Encarna Sánchez: He hecho los que quería; doce más uno. Cuando el canal me pidió que fuera pensando en una segunda parte yo dije que ésa era mi tarjeta de visita y que ni uno más.

Francisco Mora: ¿Pero ha hecho lo que quería en esos programas?

Encarna Sánchez: No, por culpa de los pequeños impeidmentos que surgen siempre, tales como los medios para llegar a mi nivel de imaginación. Y no me refiero a los medios técnicos, que ésos sí que los he tenido. (…)

Francisco Mora: ¿Algún personaje o tema de los que ha sacado en sus programas, vistas las consecuencias, quisiera no haberlo sacado?

Encarna Sánchez: Todos volvería a hacer.

Francisco Mora: ¿Incluso Portabales?

Encarna Sánchez: Incluso Portabales; lo volvería a repetir cinco veces porque el de la droga es un tema en el que todos estamos comprome. Cada día van a verme a la emisora muchas madres de hijos que han muerto la madrugada anterior en una esquina. Reconozco que me ha costado caro ir de independiente y de valiente y sobre todo demostrar que cuando en los temas serios los profesionales serios nos la jugamos no hay ni amistades ni lealtades; hay veracidad.

Francisco Mora: ¿Se ha dejado en el camino de sus trece programas de televisión muchos amigos?

Encarna Sánchez: Seguramente sí, pero no debían ser amigos. Me he dejado compañeros de oficio.

Francisco Mora: ¿Es cierto que un compañero de oficio intentó convencerla de que no llevara a Portabales a ‘Y ahora Encarna’?

Encarna Sánchez: No me gustaría utilizar una tribuna públia para eso. Digamos que la noche anterior alguien me habló para que yo reflexionara sobre el personaje que iba a entrevistar, puesto que desde su criterio no era el personaje idóneo para ser entrevistado por mí desde su criterio y su óptica, porque era un delincuente y un sinvergüenza. Yo le contesté que ese delincuente sinvergüenza tenía cosas que decir y que no estaba él sólo metido hasta el cuello en esa historia; que había muchos otros nombres que tenían que salir a la luz.

(…)

Francisco Mora: Pero es que usted, en uno de sus programas, se dedicó a atacar a nuestra profesión y eso es imperdonable…

Encarna Sánchez: Yo no ataque jamás a nadie de la profesión. Yo lo que dije es que ese día iba a dedicar mi programa a combatir algo que repudio: el chisme. El que se crea chismoso que se dé por aludido. (…)

Francisco Mora: ¿Es cierto que se ha visto obligada a pagar para que no se metan con usted?

Encarna Sánchez: Para que no se metan conmigo, no; para que me dejen en paz, para que no hablen de mí, sí, es verdad he pagado.

Francisco Mora: Dígame nombres…

Encarna Sánchez: No puedo porque es indemostrable. Era dinero sin recibo. Cuando dejé de pagar ya se vio lo que apareció es un semanario de información general: una calumnia contra Encarna Sánchez.

Francisco Mora: Sin embargo no se ha querellado nunca ¿verdad?

Encarna Sánchez: Sí, sí; he puesto una demanda, recientemente, a Jesús Mariña.

Francisco Mora: ¿Por qué?

Encarna Sánchez: Por difamación y calumnias al semanario ÉPOCA.

Francisco Mora: ¿Qué decía Mariñas de usted?

Encarna Sánchez: No lo he leído. Simpelmente mis abogados, que son los mismos que llevan el caso de Alberto Cortina y Marta Chávarri y lo han ganado, me aconsejaron que no debía leerlo por higiene mental, y es lo que he hecho. He depositado mi confianza en mis abogados, que ellos actuarán.

Francisco Mora: ¿Jesús ha hecho algún intento de acercamiento a usted para solucionar el problema que les enfrenta?

Encarna Sánchez: Más vale que no lo haga, porque la suciedad contagia. Y yo no quiero, huelo muy bien. (…)

Francisco Mora: Lo que ocurre es que hay quienes dicen que su enfado viene, realmente, de que su programa de televisión disfrutó de un índice de audiencia muy bajo (…)  ¿No se siente odiada por muchos profesionales?

Encarna Sánchez: Yo no he hecho daño a nadie. Despierto odio en algunos medios de comunicación por mi independencia, porque jamás he doblado la cabeza ante nadie, porque no intento contemporizar con nadie, porque no sonrío a nadie si no me apetece, porque dejo en la puerta de mi despacho a quien me parece, si no me gusta. Eso, como es inusual, a lo mejor crea una especie  de repulsa hacia mí, pero yo no creo haber sembrado nunca ni enemistad ni odio. Tuve por norma no hablar mal jamás de ningún compañero y cuando se inició un periódico yo era la primera que me abanderaba para que tuviera éxito.

Así, cuando Pedro J. Ramírez tuvo que abandonar DIARIO16, la primera entrevista de calor, reconocimiento y apoyo se la hizo Encarna Sánchez, diciendo que era una tremenda injusticia que, por defender la independencia, le echaran de un diario. Y, cuando inauguró el periódico EL MUNDO, laprimera que le dio su apoyo entrevistándole también, fui yo, como yoo también he estado meses haciendo comentarios sobre su diario para potenciarlo desinteresadamente. Por eso me sorprende que sea precisamente EL MUNDO, que al menos me debe reconocimiento y gratitud, el que desde mi óptica, no sé si estoy en la verdad, inicie una especie de campaña orquestada contra mí. No es normal que de un programa de televisión se hable todos los días mal, cuando hay tantos temas importantes que tocar.