22 abril 1979

El Grupo Zeta asegura que mantiene su interés en tener un diario en Madrid que sea de ámbito nacional

Antonio Asensio cierra EL PERIÓDICO de Madrid por sus escasas ventas, pero mantiene EL PERIÓDICO de Catalunya

Hechos

El 29.04.1979 la editora Ediciones Primera Plana, SA (Grupo Zeta) decidió el cierre de EL PERIÓDICO de Madrid.

Lecturas

D. Antonio Asensio que ha logrado que su revista INTERVIÚ sea el semanario más leído de España y que su EL PERIÓDICO de Catalunya se acerque con fuerza a LA VANGUARDIA en Barcelona, no ha logrado que EL PERIÓDICO de Madrid ‘cale’ entre los lectores madrileños en el mercado de la prensa nacional con cabeceras fuertes como EL PAÍS, DIARIO16, ABC, YA o PUEBLO.

EL ÚLTIMO EDITORIAL DE EL PERIÓDICO DE MADRID:

El diario EL PERIÓDICO de Madrid estuvo dirigido inicialmente por D. Antonio Franco Estadella que era director simultáneo de EL PERIÓDICO de Catalunya y del de Madrid. Ante el éxito del catalán y el fracaso del madrileño, el Sr. Franco pasó a dirigir sólo EL PERIÓDICO de Catalunya dejando el timón de EL PERIÓDICO de Madrid a D. Miguel Ángel Bastenier. Su último editorial se tituló ‘Y van 158’.

 

29 Abril 1979

…Y van 158

El Periódico de Madrid

Leer

Al decirles un adiós que en cierto modo nunca es definitivo, con el número 158 de EL PERIÓDICO de Madrid, sólo albergamos una gran esperanza. La de que de ahora en adelante todas las posibilidades, todos los esfuerzos, todas las inquietudes, se centran en hacer que aparezcan nuevas publicaciones, nuevos diarios y nunca ver como menguan su número.

La mejor señal de que una democracia goza de buena salud es la del índice de venta de la Prensa diaria, de la Prensa en libertad. Es evidente que en España estamos todavía muy lejos de ese índice mínimo de subsistencia.

EL PERIÓDICO de Madrid pretendió, contra viento y marea, persuadir a los lectores, lectores que tenía que ganarse partiendo de la nada, de que vale la pena pasar por los quioscos con el mismo grado de interés y urgencia con que el ciudadano se provee de toda una serie de bienes de primera necesidad en el supermercado o en la zapateria. Muchos miles de madrileños cayeron en nuestra ‘trampa’, y a ellos agradecemos con los últimos tecleos de una máquina que enmudece el interés demostrado por lo que aquí les hemos ido contando, relatando, descubriendo, citando, buscando, encontrando, analizando, entrevistando, mostrando, ridiculizando, elogiando, criticando, realzando, machacando.

¡Que más quisiéramos que el tecleo de nuestras máquinas no hubiera tenido que detenerse! Para eso somos, ante todo, periodistas, y ése es nuestro deber. Ocurrió, sin embargo, que las cosas nunca fueron fáciles, una variedad de problemas técnicos, una cuestión de costos superiores a lo previsto nos bloquearon el camino hasta que el punto final llegó como el telón al término de una tragicomedia.

Pero de algo estamos sinceramente orgullosos: de haber sido siempre honestamente veraces en nuestras informaciones, por más que no haya dejado de molestar en algunos momentos. Cuando hemos cometido errores no ha sido nunca sin habernos esforzado al máximo en verificar nuestras fuentes. Por todo ello, no han faltado querellas y hasta una detención. Poco importaba, puesto que estábamos hechos a ello.

Confiamos en que de manera creciente y segura los modos democráticos se irán afianzando en el ánimo y en la conducta de las nuevas generaciones de españoles y con ello, es nuestra gran esperanza, la Prensa germinará de iniciativas, sabrá guiar y responder a ese reto de los tiempos. Una prensa para la que el servicio a la información y al lector no sea un deber de partido, ni de grupo, pero sí que se mueva insobornablemente dentro de las coordenadas de un pensamiento y de una actitud democrática. Ese ha sido nuestra afán. Durante 158 números.

EL PERIÓDICO

El imperio del zorro

Santiago Miró

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A finales de mayo del 78 Antonio Asensio cena con Antonio Franco y le propone la creación de un periódico. Franco había comenzado como redactor deportivo en EL DIARIO DE BARCELONA y en MUNDO DIARIO. Asensio le llamó para hacer un diario independiente de la mañana sin que tuviera nada que ver con INTERVIÚ, aunque al principio pensaban llamarlo Diario-Zeta. En la calle Potosí se monta la redacción de EL PERIÓDICO de Madrid.

Cuatro meses después de su salida comienzan los problemas serios para EL PERIÓDICO de Madrid y Julián Lago no puede hacer nada para evitar su desmoronamiento. El último día de marzo del 79, Antonio Asensio dentro del más estricto orden, lo sentencia definitivamente. Aquella mañana, salió de Barcelona decidido a pasar una página. Una vez en la capital del reino, se dirigió a EL ALCÁZAR en donde se imprimía, desde hace cinco meses, EL PERIÓDICO de Madrid, dispuesto a cerrarlo. Asensio aseguraba que cada día que salía a la calle perdía un millón de pesetas. Mandó a su gerente que indemnizara a los trabajadores y que no discutiera con ellos, pagándoles lo que pidieran. “No quiero caja de resistencia – dijo – ni pancartas, ni pegatinas como hicieron con NUEVO DIARIO”. De esta manera, se perdía un diario en Madrid, pero todos, incluso el que traía la crónica de la carrera de caballos del domingo, cobraron lo que les correspondía.