19 julio 1990

Blas Piñar protesta por las memorias de Leopoldo Calvo-Sotelo en las que el ex presidente le reprocha supuesto maltrato a José Calvo-Sotelo

Hechos

El 19.07.1990 D. Blas Piñar publicó una carta sobre las memorias de D. Leopoldo Calvo-Sotelo.

Lecturas

CARTA DE BLAS PIÑAR.

19-07-1990

Señor director: En la página 40 de ‘Memoria viva de la transición’, don Leopoldo Calvo-Sotelo alude a la réplica brevísima que dio al discurso que pronuncié en el Congreso de los Diputados y que recoge con exactitud el ‘Diario de Sesiones’ de dicha Cámara, correspondiente al día 19 de febrero de 1991.
La brevedad evidente de su contestación no lo fue porque el Sr. Calvo-Sotelo abordase en pocas palabras cada uno de los temas de que hube de ocuparme en mi intervención, tales como el arte de gobernar, la continuidad política, el bien común, los derechos fundamentales, la energía nuclear, la agricultura y la pesca, la inversión de capitales, las relaciones exteriores, el conflicto con Guatemala, la OTAN, Gibraltar, la actitud de Francia ante nuestra solicitud de ingreso en el Mercado Común, el difícil equilibrio del binomio nación-nacionalidades, el terrorismo de ETA, el divorcio, la autonomía universitaria y la revisión del texto constitucional.

El Sr. Calvo-Sotelo quiso centrar su atención – y de ahí la brevedad – sobre el párrafo con que inicié mi discurso: «Señor Calvo-Sotelo, no vea en mis palabras, en absoluto, ninguna actitud de hostilidad. Tengo para su ilustre apellido, tan entrañablemente vinculado a la Historia última y dolorosa de España, respeto, simpatía y admiración. Pero respeto, admiración y simpatía que no me impiden votar que no a su investidura como presidente del Gobierno».

La respuesta, según el «Diario de Sesiones» de la Cámara, fue la siguiente: «Señor presidente, señor diputado, con toda cortesía, pero con toda firmeza, tengo que hacer una puntualización (rumores). El señor diputado ha empezado diciendo que tiene respeto y admiración por mi apellido. Yo he entendido que se ha referido a José Calvo-Sotelo. Quiero recordarle que en los primeros años cuarenta se publicó un libro titulado ‘Biografía apasionada de José Antonio», que dedica un capítulo entero a hablar ofensivamente de José Calvo-Sotelo. Ese libro estaba agotado y hace unos años la Editorial Fuerza Nueva, con prólogo del señor diputado, la reeditó. Por lo menos, en ese momento, hubo un paréntesis en su admiración y en su respeto (Rumores y aplausos).»

1) La séptima edición del libro ‘José Antonio (biografía apasionada)’, de Felipe Ximénez de Sandóval, fue publica no por mi partido, como se dice en ‘Memoria viva de la transición’, si no por Fuerza Nueva Editorial, como señalara Calvo-Sotelo en su réplica.

2) El libro estaba ‘agotado’, lo que revela el interés que el mismo despertó, pero no se trataba de un libro ‘viejo’, pues por una parte, se databa su primera edición en 1941, y, por otra, su actualidad era y sigue siendo permanente.

3) Dicho libro no es, según mi punto de vista ‘gravemente ofensivo para José Calvo-Sotelo’. De sus 570 páginas y bajo el epígrafe ‘Inciso sobre Calvo-Sotelo’, no llegan a seis y media (374 a 390= las que su autor dedica a ‘La oposición de José Antonio a la entrada de Calvo-Sotelo en la Falange’ indicando que ‘es un tema que merece tratarse despacio y delicadamente, ya que ambos han caído gloriosamente por España, entrando en una inmortalidad idéntica.

4) El tratamiento de las ‘razones políticas y motivos personales’ que dieron origen a una discrepancia de matices temperamentales, e incluso a una antipatía franca que se manifestó en frases concretas de José Antonio, que Felipe Ximénez de Sandoval recoge, no fueron obstáculo para que el autor, objetivamente, escriba: «Calvo-Sotelo era un político de nacimiento, dotado por la naturaleza de ese arte completo»: «José Antonio reconocía en Calvo-Sotelo muchas cualidades… y admiró los discursos de su última etapa parlamentaria; «José Antonio agradeció en lo profundo de su sentimiento fraternal una frase en defensa (de su hermana) Pilar, amenazada en plenas Cortes por La Pasionaria; «a José Antonio le emocionó profundamente el asesinato (de don José Calvo Sotelo) y escribió a su hermano Joaquín, desde la prisión, una carta emocionante»; «La Falange Madrileña acudió en masa al entierro (de don José Calvo-Sotelo) adivinando el deseo de su jefe».

5) En cualquier caso, no estimo correcto afirmar que las palabras ‘respeto, simpatía y admiración’ puedan calificarse como quema de ‘incienso’, ni tampoco que el prólogo de un libro me haga responsable de cuanto su autor diga. Don Gregorio Marañón fue el prologuista de ‘Almas ariendo’, de León Degrelle, y nadie puede asegurar que el primero abandonara por ese motivo sus posturas liberales. De aquí que sea incongruente entender, como lo entiende don Leopoldo Calvo-Sotelo, que por la circunstancia de prologar la séptima edición de ‘José Antonio (biografía apasionada)» hubiera «un paréntesis en (mí) admiración y… respeto» por su tío.

6) En el mismo número 144 (año 1981) del ‘Diario de Sesiones’ del Congreso de los Diputados consta mi respuesta a la dura admunición de don Leopoldo Calvo-Sotelo: «Sus palabras tendrían que ser dirigidas al autor del libro y, por otra parte, creo que he dado en mi escasa vida política muestras bien públicas de esa adiración y de ese respeto a la figura del señor Calvo-Sotelo (don José), incuso habiendo sido multado últimamente con 250.000 pesetas por oclocar una corona en el monumento que aún tiene en Madrid».

Blas Piñar