6 agosto 1936

El nuevo ministro que deberá poner orden en el bando de izquierda frente al bando nacional será el General Juan Hernández Sarabia

Cambio en el Gobierno del Frente Popular: El general Luis Castelló es cesado incapaz de frenar la deriva revolucionaria de los republicanos

Hechos

El 6.08.1936 D. Juan Hernández Sarabia asumió el cargo de ministro de la Guerra.

Lecturas

En una España partida por la guerra civil española, D. José Giral, es Jefe de Gobierno del bando republicano del Frente Popular desde el 19 de julio de 1936 haciendo frente a las divisiones internas causadas principalmente por las presiones de los partidos marxistas (PSOE y PCE, excluidos del Gobierno) en que aumente el poder de sus milicias, incluyendo el manejo de armas.

LA DIMISIÓN DEL MINISTRO DE LA GUERRA.

Desde su llegada al cargo existía la duda de quien ejercía el poder real para la Guerra en la retaguardia, si el ministro General Luis Castelló o el comité que lideraba el coronel Hernánez Saravia.

Castelló hizo lo posible para frenar el caos revolucionario de la retaguardia republicana y organizar los esfuerzos militares; así, el 20 de julio destituye al general García Antúnez poniendo la I División Orgánica en manos del general Riquelme. En Consejo de Ministros se opuso a la invasión de Mallorca proyectada por el capitán Alberto Bayo (que se realizaría el 16 de agosto de 1936 y resultaría un rotundo fracaso) argumentando la necesidad de emplear las fuerzas tanto en la defensa de Madrid como también en los asedios de Zaragoza y Huesca, en el casi desguarnecido Frente de Aragón.

EL GOBIERNO DEL BANDO REPUBLICANO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

  • Presidente de la República: D. Manuel Azaña (Izquierda Republicana)
  • Presidente del Gobierno y ministro de Marina: D. José Giral (Izquierda Republicana)
  • Estado: D. Augusto Barcia (Izquierda Republicana)
  • Justicia: D. Manuel Blasco Garzón (Unión Republicana)
  • Guerra: General Juan Hernández Sarbia
  • Hacienda: D. Enrique Ramos (Izquierda Republicana)
  • Gobernación: General Sebastián Pozas
  • Obras Públicas: D. Antonio Velao (Izquierda Republicana)
  • Agricultura: D. Mariano Ruiz-Funes (Izquierda Republicana)
  • Instrucción Pública: D. Francisco Barnés (Izquierda Republicana)
  • Trabajo: D. Joan Lluhí (ERC)
  • Comunicaciones: D. Bernardo Giner de los Ríos (Unión Republicana)
  • Industria y Comercio: D. Plácido Álvarez-Buylla (Unión Republicana)

Tras su cese como ministro de la Guerra, el General Luis Castelló se hace cargo del Gobierno militar de Madrid, donde cada vez se encuentra más depresivo. Fuertemente impresionado por el fusilamiento de su hermano por las milicias anarquistas del Frente Popular y por el hecho de que su esposa e hijos estén presos del bando de los nacionales, hará que termine de hundirse y deba ser internado en el psiquiátrico de Leganés.

El Gobierno finaliza el 5 de septiembre de 1936 con la caída del Gobierno Giral y la formación de un nuevo gobierno del Frente Popular, esta vez sí, con marxistas.

El Análisis

SÍMBOLO DE LOS HORRORES

JF Lamata

La dimisión del General Luis Castelló como ministro de la Guerra en el gobierno republicano encabezado por José Giral refleja las profundas divisiones y la complejidad del conflicto interno dentro del Frente Popular. Castelló, que intentó mantener un control militar y frenar el caos revolucionario en la retaguardia, se enfrentó a las presiones de los comités y las milicias, que complicaron la cohesión y efectividad de la defensa republicana. Su oposición a la invasión de Mallorca, que priorizaba la defensa de Madrid y otros frentes estratégicos, muestra su enfoque militar pragmático, que fue desautorizado con consecuencias desastrosas.

El relevo de Castelló por Juan Hernández Saravia pone de manifiesto las luchas de poder dentro del bando republicano y el desafío de mantener una estrategia unificada en medio de la guerra civil. La situación personal de Castelló, afectado por la tragedia familiar y el fusilamiento de su hermano, agrava su estado emocional, llevando a su internamiento en un psiquiátrico. Este episodio subraya no solo la intensidad del conflicto bélico, sino también el impacto humano y psicológico en aquellos que intentaron sostener la estructura militar republicana frente a la tormenta de la guerra y la revolución.

J. F. Lamata