13 marzo 1997
La hija de Julio Iglesias increpó al presentador, Ximo Rovira: "¡Me da vergüenza tu programa, esta gente son gentuza!"
CANAL NOU crea el programa ‘Tómbola’ que se inaugura con Chabeli Iglesias huyendo del plató ante los ataques de los tertulianos
Hechos
El 13.03.1997 la cadena pública valenciana, CANAL 9, estrenó el programa ‘Tómbola’ cuya primera invitada, la Sra. ‘Chabeli’ Iglesias, abandonó el programa antes de que concluyera su entrevista.
Lecturas
Momento en el que la Sra. Iglesias se levanta de su asiento a increpar al presentador, Sr. Ximo Rovira ‘¡Me da vergüenza tu programa, esta gente son gentuza!»
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PRINCIPALES TERTULIANOS DE TÓMBOLA:
D. Jesús Mariñas
Dña. Karmele Marchante
D. Ángel Antonio Herrera
Dña. Lydia Lozano
Dña. Bienvenida Pérez.
31 Marzo 1997
Chabeli montó un escándalo en la tele valenciana
Fue de traca, Chábeli no mereció el indulto, es un ninot mal terminado. En Valencia sólo faltó incorporar a la cremá. Deformante y deformada muñecona. Qué carota, menudo pandero, lo suyo sí son cartucheras. Protagonizó lo que parecía una selección nacional. Concentración y competición de bellezones rutilantes, destacantes, descollantes. Como un congreso internacional de arrepentías, algunas sólo en vías. Carmen Martínez Bordiú, Carmen Ordoñez, Antonia Dell´Atte, Sofía Mazagatos, Marlene Mourreau o el descarado afán de protagonismo del oscurecido Jorge Juste. Juste se empeñaba en sobresalir, como también puso empeño . fue nulo – en intentar emparejarse a Chábeli Iglesias Preysler. La historia de siempre, el ya maduro galán – va para 38 – no parece levantar cabeza publicitaria desde que dejó – o desde que no le renovaron el contrato – de las mañanas de María Teresa Campos. Quedaron escocios, Terelu aún toco madera. ¡Horreur!
Y lo mismo estarán haciendo los valencianos – Valencia fue y será, lo sigue siendo – tras la maltrecha aparición de Chábeli para ser entrevistada en un nuevo programa de CANAL NOU. Una Tómbola semanal donde cada siete día, la noche del jueves en que aparecen las reivstas del corazón, pretenden analizar contenidos, continentes, aledaños y hasta alrededores. El corazón en boca de sus protagonistas. Chábeli fue convocada – siempre pasando por taquilla, of course, no parece hija de su padre, que puñetera pesetera tras sus recientes fotos.
- Hasta ocho dieciocho novios te ha contabilizado nuestro servicio de documentación – reconoció abiertamente Chimo Rovira, presentador del programa recién nacido. Ni los más disparatods pudieron imaginar bautismo más sonado, acabó en traca. Puro despropósito con nombre de mujer. Porque Chábeli, creyéndose la reencarnación culona de mamá Isabel, aterrizó cargada de exigencias alimentadas por su agente española. Asombrados los dejó, ninguna con mayores pretensione,s dime de qué presumes: nada de compartir hotel con el resto. Y que olvidaran someterla al maquillaje colectivo de los estudios, ella era una estrella. En vez de compartir el NH Center donde durmieron todas – Carmen Ordoñez, la Martínez Bordiú, Antonia, Sofía, Marlene y el arrimadizo Juste, ¡su reino por una foto! – Chábeli se distanció más alojándose en el clasicismo del Astoria. Y el maquillador-jefe del a cadena autonómica debió maquillarla en el hotel, nada de mezclarse no fueran a contaminarla. Ni un roce. Ni el más ligero saludo. Los tres millones a percibir no daban derecho a más. Total pleitesía a Chábeli, el Canal a sus pies conminaron. Subrayó la exigencia de ser interrogada ‘sólo por el presentador’ sin posibles intervenciones animadoras – más bien demoledoras – reconozcamos sin falso pudor – de los cinco profesionales del periodismo nacional llamadaos / contratados para salpimentar el supuesto debate. Chábeli va de deportera casi tan intrépida como lo fue mamá para el ¡HOLA! Hizo entrevistas históricas.
Chábeli ya desconcertó levantando primero murmullos, supongo que reprobatorios. Quedaron cortos:
“Bueno Chábeli, ya te tenemos en Valencia; ahora que andamos en vísperas de Fallas”, fue el saludo del conductor de Tómbola. Mientras Chábeli permanecía impasible. Una actitud irritante. Su despejada frialdad hería el comprensivo espíritu fallero, Chábeli llegaba al prólogo fallero con su indiferencia.
“Sí, mujer. Las fallas, ya sabes…” intentó situarla Chimo. Esfuerzo inútil.
“Las fallas, mujer, Chábeli…! Las fallas ¿sabes de qué van?
“Bueno, algo me han dicho”.
Igualito que un jarro de agua fría, oiga. Menuda ofensa al calendario autonómico. Vaya desprecio a las virtudes locales. Que patada en el trasero de tanta creación artesanal.
Chábeli prodigaba el laconismo. Respuesta sin copadas, encarnaba la falta de expresión era un monosílabo físico cabezón y culón, persiste su trasero en forma de pera tirando a peral. Aumentó con los años.
- ¿Qué piensas de cómo especulan sobre lo que decís los hermanos sobre la herencia de Julio Iglesias? Procuraba ahondar el presentador.
- No hablamos de eso.
- ¿Cómo te sentó el supuesto romance de tu madre con Jorge Valdano?
- ¿Valdano? ¿Qué es Valdano? No sé que es…
- El entrenador del Valencia, Chabeli, hija – Faltó añadirle un “que te enteres”, digno de Crispín o Pepe Navarro.
La que fue niña y ya es mujerona no entraba al trapo, tampoco es que tenga caletre para exigirle mucho. Tres millones ya cobrados permitían suponerle mayor elocuencia, a Chumo le caían goterones de sudor. ¡Vaya debut, qué noche la de ese día! Ahí ya no pude callarme como hasta entonces lo habíamos hecho por respeto al programa, las demás invitadas, el público y Valencia entera. La despectiva descompostura de Chábeli encendió mi ardor guerrero, enervó el amor patrio, a punto estuve de entonar ‘para ofrendar nuevas glorias a España, nuestra región supo luchar’ del maestro Serrano. Con su indiferente displicencia hacía un insulto colectivo. Me alcé portavoz del quinteto periodístico, apoyado por Karmele Marchante, compañera de TIEMPO, Paloma Barrientos, amiga de TRIBUNA y Lydia Lozano de la Agencia Queen. Javier de Montini se mostró benévolo. Optó por una hierática y distanciada comprensión, la vió nacer, crecer y desarrollarse. Chábeli se había hinchado de glosar el qué bien se vive en América ahuecando la voz, nasalizando / atontando el soniquete: “Nada como Estados Unidos y Miamii, oye. Aquello sí que es guay, ¿sabes?”. No pudimos más, nos cansó tanta estupidez reincidente. Cansados, hartos, aburridos los unos y las otras: Marlene hojeaba un ¡HOLA!, Antonia puso los pies sobre una mesa, Carmen Ordóñez alucinaba – “no me lo puedo creer” – enfundada en un pijama blanco estampado con hibiscus rojos y naranja contrastado con su bronceado marroquí y siempre se vuelve al primer amor, pudo entonar. Mientras Carmen Martínez Bordiú seguía todo con expresión entre sorprendida y divertida. Inolvidable media sonrisa, ni una arruga en su traje negro de cruce bajo, perfectamente colocadas sus espléndidas y largas piernas.
Karmele la increpó ante su postura de no admitir intromisiones en la entrevista. Quería salir indemne. No lo consiguió, la Marchante se lanzó: “Es increíble tal comportamiento. ‘Claro que para lo que pueda decirnos quien apenas sabe leer o escribir…!” Yo fui más lejos, todo un pase. Maté.
– “Mira, mona. Déjate de decir ‘que bien se vive en América’, esto es España. Te llamas Isabel Iglesias, has nacido en Madrid y parece insultante tu postura de ignorarlo todo…
– “Quien insulta vergonozsamente es usted, bueno tú. Eres una vergüenza nacional, todos nos avergonzamos de ti” – casi un patio de vecindad. Un debate cien por ciento televisivo. Cual falla anticipada, algún fallo tuvimos, los nervios y la pasión nacionalista – ardía CANAL NOU mientras su audiencia subía hasta batir record nacional con un 60 por ciento. Me pregunto si pasaremos al Guinness. Buen prólogo fallero. Menuda traca. Abundancia de cohetes, fuegos de artificio y petardeo. Una mascletá.
-“ Así que clamas contra mí, prueba de que me conoces o reconoces y pudo contarte/recordarte todas las novias de tu padre o los novios de tu madre. O evocar el tortazo que te dio papi, allá en Indian Creek, cuando pediste aumento del ‘cheque Chábeli’. Pero ignoras quien es Jorge Valdano, entrenador del Valencia. Pues estamos buenos” – argüí en pleno ardor guerrero. También me sentía ninot. Como muñeco de falla me quemaba – me quemaba, ay Maredueta. Probre Chimo, venga a intentarlo, manteniendo control y sonrisa. Una actitud ejemplar, quien pudiera…
– Bueno Chábeli, sigamos con lo de tus noviazcos. ¿Tantos han sido?
– ¡Qué va hombre! Invnetos de la prensa. Los periodistas no saben qué hacer con tal de vender.
Gritos reivindicativos. Defensa de la probidad profesional, algún ‘fuera, fuera’ no coreado. La gota que rebasó el vaso. Chábeli se levantó del canapé daliniano – una boca en terciopelo sobre la que posteriormente no querría retratarse Carmen Martínez Bordiú, se olió pie o cachondeo – retomó la altivez, nos miro de arriba abajo, de izquierda a derecha, de escorzo y hasta de perfil. Dramatizó el gesto, ahuecó la voz más que Doroteo Martí, papitengueando como clama Nuria Espert. Se estiró la fladita remarcadora de sus nada infantiles redondeces glúteas y dijo algo defintiivo casi con un hálito heróico.
– “Me voy. Estos no son gente. Son gentuza” – desafió como un guante.
Y se marchó por el foro. Iba airosa cual flor de la canela. No le faltaba lisura. Digna y orgullosa para el portazo supuestamente afrentador que no supo rematar aleccionadoramente como Buero Vallejo l oharía en sus dramas. A tamaña altivez le faltó una guina. Un detalle que pudo abochornarnos, ni se le cruzó por la cabeza. Chábeli no tuvo ni intención de hacer amago para devolver el cheque cobrado antes del incidente retransmitido en directo, la audiencia crujía. Ni devolución, ni siquiera ligera rebajita. Marchó insultando y profiriendo amenazas:
Igual demando al Canal por incumplimiento de contrato. ¡No era lo acordado! Amenazaba su representante, mientras le público se dividía. Exaltaban o crucificaban.
Fue un buen aperitivo josesino. Algo digno de caricatura, ironía y subrayador desmadre falleros.
COMIENZA LA FUNCIÓN:
El de la Sra. Iglesias fue sólo la primera polémica de ‘Tómbola’, después se producirían otras como la del Sr. Ricardito Bofill o la del Sr. Pocholo Martínez Bordiú.
Aunque sería el escándalo del programa sobre la muerte de Dña. Lady Di, la que causaría que una de las tres cadenas autonómicas que emitía ‘Tómbola’ dejara de hacerlo.
El Análisis
‘Tómbola’ fue planeado como un programa de media hora para leer las revistas del corazón y opinar sobre ellas con periodistas y famosos. Siendo la Sra. Chabeli Iglesias la invitada especial. La cosa fue tan bien en audiencia que ese primer programa que debía durar media hora, acabó siendo hora y media.
Los periodistas contratados por ‘Tómbola’ en vez de hacer las habituales entrevistas elegantes, se lanzaron al cuello de los famosos (particularmente de la Sra. Iglesias) ante un público entusiasmado con ver como por primera vez los niños ricos podían ser humillados en la tele. La Sra. Iglesias, acostumbrada a que la pelotearan, ante el vapuleo se levantó y se fue y le hizo el mayor favor a un programa de la cadena pública valenciana CANAL 9, que hasta ese momento nunca había llamado la atención de la prensa nacional.
Tras la espantada de la Sra. Iglesias, el programa ‘Tómbola’ convertido en una programa semanal de entrevistas despiadadas se emitiría no sólo en CANAL 9, sino también en TELEMADRID y CANAL SUR. Gracias a la Sra. Iglesias, un programa autonómico lograba tener repercusión nacional. CANAL 9 supo agradecérselo: 7 millones de pesetas de la época por aceptar ir a que te ridiculicen no es una cantidad despreciable.
J. F. Lamata