24 enero 2024

Canal Red suprime el programa de Juan Carlos Monedero después que hubiera criticado públicamente la deriva de la plataforma: «Tiene que despodemizarse»

Hechos

El 24 de enero de 2024 D. Juan Carlos Monedero hizo público que le retiraban su programa en la plataforma de contenidos Canal Red.

Lecturas

En una entrevista concedida al periódico EL MUNDO D. Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y presentador de la sección ‘En la Frontera’ en la plataforma de contenidos Canal Red, del 14 de enero de 2024, se mostraba crítico con la relación existente entre Podemos y Canal Red.

El Canal Red está dirigido por el fundador del partido D. Pablo Iglesias, y está acusado de pretender tutelar el partido, como ya denunció en su momento D. Roberto Sotomayor.

El Sr. Monedero manifiesta lo siguiente:

«Yo creo que Canal Red necesita una reflexión profunda. Necesita una asamblea. Sobre todo porque sabemos desde finales del siglo XX que los órganos de partido no funcionan». 

«Canal Red es un órgano muy podemita y eso no es bueno ni para Canal Red ni para Podemos. No es bueno para Canal Red porque circunscribe mucho su influencia y no es bueno para Podemos porque no termina de liberarse de esa contundente opinión de convencidos que expresa siempre Canal Red. Cuando tú tienes que crecer. Y entonces si el medio de comunicación no te permite entrar porque o compartes 100% lo que ahí se expresa o te conviertes en sospechoso. Como táctica política es errónea y al final corres el riesgo de hablar sólo para convencidos y eso no vale».

«Yo creo que Canal Red tiene que despodemizarse. Y Podemos tiene que descanalizarse».

Estas palabras fueron reproducidas en su cuenta de X (Twitter) por D. Sergio Gregori Marugán, presentador de ‘El Tablero’ en Canal Red, tras lo cuál fue relevado de estas funciones.

10 días después, el cesado ha sido D. Juan Carlos Monedero, por no compartir la estrategia de Canal Red.

14 Enero 2024

Juan Carlos Monedero: "Si Podemos y Sumar no hablan, la pregunta es si no sobra esa gente incapaz de dialogar"

Juan Carlos Monedero

Entrevista a Álvaro Carvajal

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Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense, recibe a EL MUNDO unos días antes de cumplirse 10 años del nacimiento del partido ‘morado’. Este aniversario viene sacudido por el enfrentamiento entre su formación y Sumar, en una semana especialmente convulsa porque los de Ione Belarra tumbaron un real decreto impulsado por Yolanda Díaz. El ex dirigente lamenta el nivel de confrontación e insultos y exige a ambas partes mucho más diálogo y entendimiento. Si no, se pregunta, «qué pintan en el Parlamento y el Gobierno». «Lo que pide el cuerpo es despedir a todos los que no han sido capaces de evitar el desencuentro», asegura.

Son 10 años del nacimiento de Podemos. ¿Qué balance hace?

En la mirada personal, le recibo en la misma casa que tenía hace 10 años. Tengo la misma Vespa, menos dinero en el banco, más libros y mucha experiencia. Y pese a las querellas, me ha merecido la pena, estoy convencido de estar en el lado correcto de la historia. En la mirada política, Podemos fue capaz de sintetizar parte del 15-M, presionando para que abdicara el Rey Juan Carlos, para que Rajoy perdiera la moción de censura o para construir una España plurinacional. Rompió el tabú de que entrara otro partido de izquierdas en el Gobierno y acercó a España al siglo XXI.

¿Y hoy puede ser algo más que el socio pequeño del PSOE?

Soy un simple militante sin responsabilidades ni cargos. Podemos tuvo cinco millones de votos y ahora está en el Grupo Mixto y, por tanto, hay una decadencia electoral muy clara. Ahora bien, hay un espacio a la izquierda del PSOE que el único que lo ha representado es Podemos, porque habló de tú a tú al PSOE. Eso ya no existe. La relación que tiene Sumar es de otra índole. El bipartidismo es incapaz de solventar los retos y la socialdemocracia española se salvó porque el PSOE castigó a Sánchez y Sánchez imitó los modos de Podemos, y eso le permitió sobrevivir. Si el pueblo necesita una fuerza como Podemos o algo que se le parezca, tendrá sentido. Lo que no vale es una fuerza que sólo sea subalterna a pequeñas necesidades electorales del PSOE. Hará falta recuperar el espíritu que tenía Podemos y eso dependerá de las decisiones de la dirección.

¿Y ve a esa dirección lista para recuperar ese espíritu?

Iglesias se marcha y deja a Ione Belarra el regalo envenenado de Yolanda Díaz, que no es de Podemos y a la que no le liga ningún compromiso con el partido. Muy pronto pesaron más las desavenencias, me temo que muchas veces personales, antes que el compromiso de suturar todo el espacio. Así, Belarra no lo ha tenido fácil: un partido sin consolidar en el territorio, amenazas como el lawfare y unos medios hostiles. Es probable que, como ocurre si te acosan, termines encastillándote. Que vayas construyendo una dirección muy autorreferenciada. Eso te impide escuchar qué ocurre fuera y te puede llevar al callejón sin salida de tener la razón, pero que no te voten. El principal desafío es entender que enfatizando la identidad no basta para recuperar los millones de votos.

¿Por qué tanta gente dejó de votar?

Si uno ve los ataques a Podemos es difícil no preguntarse cómo ha llegado hasta aquí. Ese ataque sistemático ha llevado a Podemos a cometer errores. Podemos se ha encastillado, algunas veces se ha vuelto paranoico. Ha empezado a ver enemigos dentro que no tenía que haberlos visto como tales. Y ha sido incapaz de solventar eso de manera diferente que la salida. La dirección no ha tenido la sabiduría de convencer a la gente que discrepaba para quedarse. Porque un problema que ha arrastrado Podemos siempre ha sido la soberbia. Que también la expresa Errejón o Díaz. Una soberbia que se ha traducido en posiciones muy personalistas, poco dialogantes y ajenas a construir un partido-movimiento.
Jesús Santos, uno de los últimos en irse, sentenció: «Lo que en 2016 cabía dentro de Podemos, hoy ya no cabe».
Los que se han marchado han colaborado en las profecías autocumplidas. Te vas y entonces empobreces el espacio. Yo no he visto nunca una discusión a gritos en ningún órgano de Podemos. Y eso es un error. Porque en política hay que gritarse. Hirschman establece que ante cualquier problema político hay tres posiciones: la voz, es decir, protestar; la lealtad, que pase lo que pase te quedas; y la salida. En Podemos no ha habido voz. Ha habido lealtad y salida, y así no construyes una organización, porque con la lealtad al final te vas anquilosando, oxidando, y creo que es lo que le ha ido pasando poco a poco a Podemos. Fíjese, muchos de los dirigentes se han ido a montar su propio proyecto personal. Eso indica que de partida Podemos tenía también muchos lastres. Mire, una de las grandes discusiones que yo tenía con Errejón e Iglesias era que el modelo populista de Laclau funciona en el momento destituyente, cuando la gente está enfadada y todos bajan su demanda para confrontar con el que tienes enfrente. Pero después, en el momento constituyente, hay que articular y ahí ya no vale que haya una vanguardia que te solvente todo.

Ahí Podemos pegó un volantazo a la izquierda y cayó en el identitarismo.

Cuando Pablo sale apresuradamente del Gobierno para presentarse en Madrid hace un giro a la izquierda con un discurso del antifascismo, que es una mala lectura de lo que estaba pasando. Gente de izquierdas se podía sentir cómoda, pero en términos prácticos era un error. Podemos se quedó anclado en ese discurso y ahí perdió lo que inicialmente se planteó en 2014 de la transversalidad, donde hacíamos política y no solamente identidad.

¿No cree que eso se perdió antes?

No, porque cuando Podemos estuvo en el Gobierno se tragó sus sapos para hacer política, y no pocos. Si Iglesias estuvo dispuesto a eso era porque entendía que estábamos haciendo política. Es cuando sale cuando se da cuenta de que primar la identidad es rebajar la posibilidad de hacer política. Yo muchas veces les planteaba que estábamos repitiendo el error del último Anguita, que tenía mucha razón en lo que decía, pero se estaba quedando solo. Podemos ahora mismo lo que dice es coherente. Es verdad que Sumar lo ha maltratado y vetado. Es verdad que Yolanda se acercó a las posiciones de Sánchez o que había un recorte en la pensión de los mayores de 52 años. ¿Pero de qué sirve todo eso si luego no te votan? Hay algo que yo no entiendo y es cómo es posible que un decreto con muchas cosas positivas para los trabajadores no se haya podido solventar porque Sumar y Podemos no se hablan. Si en ese espacio que es el Parlamento, donde parlamentan incluso enemigos como el capital y el trabajo, la propia izquierda no puede parlamentar, igual hay que preguntarse si no sobra esa gente incapaz de hablar en el Parlamento.

¿Fue acertado que Podemos tumbara el decreto impulsado por Díaz?

Para interpretarlo hay que entender todo lo anterior. Claro, si uno empieza a mirar el cúmulo de despropósitos, lo que pide el cuerpo es despedir a todos los que no han sido capaces de evitar el desencuentro. ¿Cómo es posible que Díaz no fuera capaz de sentarse con Podemos? ¿O que nadie en Podemos haya exigido públicamente una reunión con el PSOE o Trabajo? ¿Cómo hemos llegado a una situación donde Yolanda insulta a Podemos, Iglesias insulta a Yolanda, Aina Vidal insulta a Podemos, Podemos insulta a Sumar? Mientras que el PSOE, que es el que tenía interés en ese recorte, se ha puesto de lado. Es intolerable. Es incomprensible que gente inteligente no haya sido capaz de hablar. El funcionamiento de un Parlamento que tiene que construir mayorías se basa en la capacidad de diálogo y eso no existe. Yo me pregunto qué pinta toda esa gente en el Parlamento y en el Gobierno.

¿Hizo bien en votar en contra?

Dar una respuesta simple no sirve. Creo que a Podemos no le hace bien quedarse sola en una decisión donde no está ERC, Bildu o CCOO o una parte del propio partido, pero de la misma manera hay un intento de demonización de Podemos. La lectura correcta que hay que sacar es que Sánchez se ha equivocado al entregarle a Yolanda Díaz la representación de todo el espacio a su izquierda, porque no ha sido capaz de controlarlo. Hay un error en Sumar en su constante desprecio a Podemos y también hay responsabilidad de Podemos, que parece que ha dedicado más energías a sus discrepancias con Sumar que a buscar canales de entendimiento. Al final hemos llegado a este nivel de confrontación absoluta que a quien beneficia sólo es al PSOE y que dudo mucho que sirva a lo que soñamos en las plazas en el 15-M.

¿Hay un problema político o son inquinas y venganzas personales?

La antesala del fracaso de todos los gobiernos de izquierda en América Latina siempre fueron las divisiones dentro de la izquierda. Y por eso esa insistencia en que hacía falta la unidad. Lo que pasa es que los frentes amplios solamente existen cuando los partidos entienden su necesidad.

¿Cree que ellos son conscientes?

Ninguna de las fuerzas políticas que tendrían que configurar ese Frente Amplio en España entiende la necesidad y todos están en su pequeñita identidad. Todos prefieren ser cabecita de ratón a cola de león. Y todos están haciendo el ridículo. Yo ahora mismo no veo en el horizonte muchas salidas hasta que las diferentes formaciones políticas se den cuenta de que solas no van a ningún lado. Una de dos, porque tienen un rapto de inteligencia y por fin lo entienden o porque las militancias los mandan a todos al basurero de la historia.

¿El futuro electoral pasa por buscar un nuevo liderazgo?

Me gustaría poder decir que Irene Montero, Belarra, Díaz, Urtasun, Vendrell, Baldoví, Mónica García, todos de repente van a darse cuenta de que este desencuentro lo que hace es acercar más un gobierno de la derecha con la extrema derecha. Pero solamente soy optimista los lunes, miércoles y viernes. Los martes, jueves y sábados soy profundamente pesimista. Y los domingos, como somos un país católico, me los doy de descanso. Está todo tan enredado que solamente si intervienen otros actores creo que puede haber diálogo y a lo mejor una de las tareas que hay que hacer es ésa, empezar a articular espacios donde gente que responde a diferentes espacios que ahora mismo han roto el diálogo empiecen a dialogar. Porque en teoría es más lo que compartimos que lo que nos separa. Habrá que pensarlo.

Fue de los primeros en abrir el debate sobre un duelo Podemos-Sumar en las elecciones europeas ¿En qué puede servir para recomponer la unidad?

En las reuniones entre Sumar y Podemos, Sumar le decía que estaba muerto. Y Podemos decía que tenía la misma fuerza de siempre. Ese debate no se puede solventar en términos teóricos. La única solución es en las europeas, que son unas elecciones donde el voto vale igual para todos porque la circunscripción es única. Que se presenten y ahí habrá un retrato de lo que vale cada uno. Y sobre la base de eso, pues espero que, si queda un atisbo de inteligencia, la gente vuelva a hablar.
Y volver a negociar con esas cartas.
Claro, con las cartas boca arriba se dirá ‘pues yo tengo tanto y tú tanto’. Aunque como dice Carlo Maria Cipolla en Teoría de la estupidez, ésta está muy democráticamente repartida. Entonces puede haber un resultado en las elecciones europeas donde cada uno saque su pequeño espacio y sigan insistiendo en ser cabecita de ratón. Entonces seguirán insistiendo en la insignificancia. O que haya una reflexión donde se replantee que así no se puede seguir. Es muy difícil que Sumar y Podemos no tengan sus asambleas después de las europeas. Mientras tanto creo que vamos a ver una esperpéntica batalla campal entre la izquierda.
En esa batalla Podemos está solo en un lado y todos los demás partidos de izquierdas en otro, dentro de Sumar.
Pero no es real. IU-Madrid ya ha dicho que hay que replantearse estar en Sumar. Y a ver qué dice Compromís y Más Madrid si Sumar se presenta en sus comunidades. Está todo abierto.

¿Qué tiene que hacer Sumar para poder ser de verdad la casa común?

Debiera hacer lo que hizo Podemos cuando fue capaz de configurar un grupo parlamentario donde todo el mundo se sentía representado. Sumar tiene que darse cuenta de que solo no sirve para nada. Ni tampoco Podemos, ni Compromís, ni Más Madrid… Pero si todos están pensando en cómo le quitan los votos unos a otros, que es un poco la hipótesis que tenían con la muerte de Podemos, pues no vamos a ningún lado. Entonces tengo la intuición de que ahora mismo hay muy poco que hacer, porque Sumar quiere los votos de Podemos y Podemos sobrevive como gato panza arriba, dando zarpazos, intentando sobrevivir, como es también su obligación. Hasta que no se aclare cuál es la fuerza real que tiene cada uno, creo que vamos a ver estos meses con una confrontación triste en el seno de la izquierda.
El resultado de esas europeas, tanto si es muy bueno como muy malo para unos y otros, puede alimentar las pulsiones de someter a la otra parte.
Pero como todos los partidos de esas diferentes izquierdas tienen que confrontar procesos internos asamblearios, me resulta difícil pensar que en la discusión política no haya una reflexión más profunda. Que todo puede ocurrir, ¿eh? Que en España hemos visto autofagocitarse a la UCD o a Cs. Estoy convencido de que cuando se abra un debate va a salir luz. Mientras que ahora el debate está en Twitter, que es un vertedero. Donde hay imbéciles que me reclaman a mí porque no soy más podemita cuando llevo 10 años imputado por ser podemita. ¿Quién eres tú para poner esas medallas?

¿Cree que sigue habiendo una excesiva dependencia de Pablo Iglesias en Podemos?

Con las mismas ideas, el mismo marco teórico y el mismo momento social que había, sin una figura como Pablo Iglesias no hubiéramos articulado lo que articulamos entonces. Las figuras políticas, como ocurre con los grandes liderazgos, son la condición de posibilidad de sumar a millones de personas porque tienen un liderazgo natural que ahí está. Claro, el problema es cómo lo gestionas. Yo le digo muchas veces a Pablo: ‘Pablo, que tú no eres Pablo Iglesias, que Pablo Iglesias es el depósito de un imaginario de la izquierda que hemos construido entre todos y, por tanto, aunque te moleste, no eres un particular que puede hacer y decir lo que le dé la gana’. Mientras que su lectura dice: ‘Yo soy yo, yo no tengo ningún cargo y tengo derecho a hacer lo que me dé la gana’. Entonces ahí tenemos una desavenencia, obviamente. Yo creo que era complicado que Belarra se hiciera con contundencia con los mandos de Podemos en tanto en cuanto todos los lunes por la mañana, antes de que se reuniese la Ejecutiva, ya había declaraciones de Pablo Iglesias en los medios de comunicación. Claro que Pablo tiene derecho a opinar. Habría que haber encontrado a lo mejor que sus intervenciones fueran los martes en vez de lunes. Hubiera venido bien a Podemos, pero ya todo el mundo es mayor, ¿no? Pablo Iglesias podía haber hecho otra cosa y Podemos le podría haber pedido que hiciera otra cosa. Entonces, si ninguna de esas dos cosas ha ocurrido, pues nos encontramos con que Ione Belarra ha tenido dificultades para hacer valer su voz porque, además, los medios de comunicación han hecho todo lo posible para ocultar la voz de Ione Belarra y presentar a Pablo Iglesias como el portavoz de Podemos, que no lo es. Porque a mí me consta que Ione Belarra muchísimas veces no piensa igual que Pablo Iglesias. Pero claro, lo que diga él se convierte en noticia. En cambio, lo que diga Ione Belarra, pues no, y eso es una dificultad para armar su liderazgo.

Entonces no ayuda en nada Canal Red en ese sentido, porque lejos de aminorar ese foco, lo está multiplicando.

Yo creo que Canal Red necesita una reflexión profunda. Necesita una asamblea. Sobre todo porque sabemos desde finales del siglo XX que los órganos de partido no funcionan. Cerró ‘El Socialista’ y ‘Mundo Obrero’ no pinta nada. Y ni siquiera en sitios de mayor tradición como Italia o Francia. Los órganos de expresión de la izquierda no funcionan. Funcionan más ámbitos que pueden venir de espacios políticos como Mediapart en Francia, que vienen del trotskismo, pero que han hecho un esfuerzo de representar algo mucho más grande. O, por ejemplo, en México, dirigido por dos periodistas de izquierdas, pero que si hace falta critican a Morena o al partido de López Obrador. Creo que esa es la tarea que tendría que hacer Canal Red, pero que a día de hoy no la está haciendo porque es un órgano muy podemita y eso no es bueno ni para Canal Red ni para Podemos. No es bueno para Canal Red porque circunscribe mucho su influencia y no es bueno para Podemos porque no termina de liberarse de esa contundente opinión de convencidos que expresa siempre Canal Red. Cuando tú tienes que crecer. Y entonces si el medio de comunicación no te permite entrar porque o compartes 100% lo que ahí se expresa o te conviertes en sospechoso. Como táctica política es errónea y al final corres el riesgo de hablar sólo para convencidos y eso no vale. Porque fíjate, y también esto es importante, porque es una reflexión que Iglesias siempre hacía. Un tipo como Jiménez Losantos habla a la derecha, no habla al PP, habla a la derecha. Claro, tu alcance es mayor. Y yo creo que Canal Red tiene que despodemizarse. Y Podemos tiene que descanalizarse.

24 Enero 2024

Queridos y queridas desobedientes:

Juan Carlos Monedero

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Queridos y queridas desobedientes:

esta semana dejó de emitirse En la frontera en Canal Red. Los responsables del Canal quieren reforzar su línea ideológica y es evidente que mis desobedientes gafas de Lennon desenfocan en ese objetivo. Pablo y yo hemos hablado de logros, amistad, desencuentros. Y listo. No es fácil pelear desde la izquierda que molesta. Nadie puede negar el asedio a Podemos y es evidente la voluntad de Canal Red de cerrar filas ante el cerco. No creo que sea lo más eficaz, pero lo entiendo. El campo de la lucha es vasto, sigo convencido de la unidad -sin ingenuidades- y nos encontraremos, como los rebeldes, en alguno de los caminos. Los enemigos están en otros sitios.

Siempre he pensado que la máxima expresión de la inteligencia es la bondad y me han producido lástima quienes confunden la generosidad con la debilidad o la falta de luces. La pelea por un mundo más decente debe estar marcada, precisamente, por la generosidad. Los que hemos luchado, además de en Europa en América Latina, lo tenemos claro. Apenas unos días fui candidato a alcalde en Madrid, pero entendí que mi espacio más adecuado era la reflexión. Mis señalamientos -lejos de ambiciones que tanto me han molestado de algunos con los que empezamos esta pelea-, han tenido que ver con la táctica o con la estrategia, no con planes personales. No sacar provecho regala este privilegio. Y quien no se atreva a disentir, que se dedique a otra cosa. Pobre del cantor de nuestros días/ que no arriesgue su cuerda/ por no arriesgar su vida, cantaba Pablo Milanés.

Hoy, y más allá de desencuentros, quiero darle prioridad a la amistad con alguien a quien conozco desde sus tiempos de estudiante, a quien admiro y a quien quiero. La amistad, como la amabilidad y la generosidad, tienen estas cosas. Que tinguem sort, que cantaba Lluis Llach.

Le deseo a Pablo y al Canal Red, con el que he colaborado con todo lo que estaba en mi mano desde mucho antes de que arrancara, el mejor de los vientos. Igual que a toda la entregada gente que trabaja ahí y me han obsequiado con su amistad, a los suscriptores y a quienes lo siguen fielmente, en un panorama mediático español donde, aunque sea burdo van con ello, donde se jactan de matarnos, donde los periodistas corruptos y las cloacas policiales hozan en la misma pocilga -a veces sentados al lado de periodistas honestos-, donde los sinvergüenzas premian a los canallas y donde mienten con cara de póquer sin que se les mueva un músculo de la cara ni tampoco los despidan. Por mi parte, y con un bagaje de En la frontera desde 2017, toca continuar. Vienen tiempos duros por todo el planeta y hay que seguir remando. Sin miedo y con memoria. Así que gracias sinceras y nos vemos pronto, desobedientes