14 septiembre 1981
Sartorius se convierte oficialmente en el 'número 2' del PCE apareciendo como el posible heredero político del Secretario General
Carrillo nombra ‘delfines: Nicolás Sartorius y Jaime Ballesteros elegidos Vicesecretario General Primero y Segundo del PCE
Hechos
El 14 de septiembre de 1981 el Comité Central del PCE, a propuesta de su Secretario General, D. Santiago Carrillo nombró a D. Nicolás Sartorius Primer Vicesecretario y D. Jaime Balleteros Segundo Vicesecretario.
Lecturas
Desde el X Congreso del Partido Comunista de España los críticos presionaban a la dirección para que introdujera elementos de renovación.
En la reunión del Comité Central del Partido Comunista de España (PCE) del 14 de septiembre de 1981 a propuesta de su secretario general D. Santiago Carrillo Solares, se crea el cargo de ‘vicesecretario general primero’ y ‘vicesecretario general segundo’. El cargo de ‘vicesecretario general primero’ lo ocupará D. Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias, lo que le convierte en el ‘número 2’ orgánico del partido y el presumible sucesor del Sr. Carrillo Solares si este optara por retirarse.
El secretariado del PCE queda compuesto de la siguiente manera:
- Presidenta del PCE – Dña. Dolores Ibarruri Gómez.
- Secretario general – D. Santiago Carrillo Solares.
- Vicesecretario 1º – D. Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias.
- Vicesecretario 2º – D. Jaime Ballesteros Pulido.
- Formación – D. Simón Sánchez Montero.
- Finanzas – D. Francisco Romero Marín.
- Municipal – D. Juan Francisco Pla.
- Propaganda – D. Ignacio Latierro.
- Director de Mundo Obrero – José María González Jerez.
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El Análisis
Santiago Carrillo, siempre maestro en el arte del equilibrio, ha sacado de la chistera el cargo de vicesecretario general primero y lo ha colocado, con guante de seda, en manos de Nicolás Sartorius. Con este gesto, el eterno aspirante al trono comunista pasa de promesa a príncipe heredero… o, al menos, eso parece en el papel. Porque en el PCE, ser el ‘número 2’ es como llevar un cartel de “espera sentado”. Carrillo calma así a los renovadores con un caramelo envenenado mientras sigue marcando el ritmo desde la batuta. Sartorius podrá ensayar discursos y practicar poses de liderazgo, pero por ahora, el trono sigue ocupado, y el viejo león no parece tener prisa por abdicar.