Caso Letelier: Los ex mandos de la DINA pinochetista, el General Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza por orquestar el asesinato del ex ministro de Salvador Allende en Estados Unidos

El general chileno Manuel Contreras, exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), la policía secreta del dictador Augusto Pinochet, fue condenado ayer a siete años de cárcel por el asesinato en un atentado en Washington, en 1976, de Orlando Letelier, ex ministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de Salvador Allende.El juez Adolfo Bañados, designado especialmente para el caso, condena también a seis años de prisión al brigadier Pedro Espinoza, ayudante directo de Contreras. La sentencia contra los dos máximos jerarcas de la temida Dina, el mayor aparato represivo de la dictadura, responsable de cientos de crímenes y torturas a opositores entre 1973 y 1978, es la primera condena dictada en democracia contra militares implicados en las violaciones a los derechos humanos.

El fallo, un documento de 400 páginas reunidas a lo largo de dos años y medio de investigación, que fue remitido ayer a la Corte Suprema, considera a Contreras como autor del homicidio y a Espinoza como de coautor. Las penas han sido rebajadas porque ha transcurrido más de la mitad del plazo legal de prescripción del crimen. El abogado de Contreras ya ha anunciado que recurrirá a la Corte Suprema.

La abogada Fabiola Letelier, hermana del ex ministro socialista, que ha dedicado su carrera a la búsqueda de justicia en este caso, sostuvo que la sentencia, pese a ser reducida, «demuestra que la justicia en este país es posible cuando existe la voluntad de un juez honesto y probo de buscar la verdad y aplicar la ley».

Letelier, que mantenía en el exilio una intensa actividad contra la dictadura de Pinochet, murió al estallar su vehículo en una calle de Washington. En el atentado también perdió la vida su secretaria, la estadounidense Ronnie Moffit. El crimen se convirtió en el símbolo de la lucha por la justicia en Chile. Durante la dictadura, la justicia militar sobreseyó el proceso y negó la extradición de ambos militares a Estados Unidos. El caso fue reabierto en 1991.