8 mayo 1935

Cierra el periódico LA TIERRA, el diario ‘mamporrero’ de Cánovas Cervantes, el editor que evolucionó del derechismo al izquierdismo

Hechos

El 8 de mayo de 1935 se interrumpe la publicación del periódico La Tierra tras producirse la dimisión de D. Salvador Cánovas Cervantes.

Lecturas

El 8 de mayo de 1935 se interrumpe la publicación del periódico La Tierra tras producirse la dimisión de D. Salvador Cánovas Cervantes. Debía ser sustituido en la dirección por D. Eduardo de Guzmán Espinosa, pero el periódico nunca volvió a aparecer.

La Tierra mantuvo una línea editorial izquierdista radical, con tintes próximos al anarquismo, defendiendo la necesidad de ‘periódicos sin empresario’, algo llamativo al provenir D. Salvador Cánovas Cervantes de la derecha maurista cuando era editor del periódico La Tribuna.

Historiadores como D. Antonio Elorza han sostenido que La Tierra estaba financiada, en realidad, por la derecha, a la que le interesaba que proliferara un discurso de izquierda radical para desestabilizarla, basándose en testimonios como el de D. Pedro Sainz Rodríguez.

21 Febrero 2007

Guerra de palabras

Antonio Elorza

Leer

Uno de los reportajes más famosos en la historia del periodismo durante la Segunda República fue el realizado por Ramón J. Sender sobre la matanza de anarquistas en Casas Viejas para el diario La Libertad. El valor de la serie de artículos no se ve alterado, pero su significación política sí, al tener en cuenta que el periódico republicano era a la sazón propiedad de Juan March, y que por consiguiente resultaba de la máxima utilidad servirse del suceso para atizar un fuego en el cual ardiese el Gobierno presidido por Manuel Azaña. Otro tanto sucedía con el diario izquierdista La Tierra, en cuyas páginas colaboraban anarcosindicalistas y comunistas cargando un día tras otro contra el régimen, debidamente subvencionados por la derecha monárquica para tan santa labor

25 Febrero 2007

Sobre el periódico republicano 'La Tierra'

Viuda de Eduardo de Guzmán

Leer

En el artículo Guerra de palabras firmado por Antonio Elorza, edición de su periódico del 21 de febrero, se afirma respecto al diario republicano La Tierra que los «anarcosindicalistas y comunistas» que colaboraban en él estaban «debidamente subvencionados por la derecha monárquica»

Al respecto desearía aclarar:

1. En La Tierra trabajaban y colaboraban republicanos federales e intelectuales radicales como E. Barriobero, A. Samblancat, Mauro Bajatierra, Ricardo Baroja, Hildegart, Pi i Arsuaga, J. A. Balbontín hasta su alianza con el PCE, … así como dirigentes de CNT: Federica Montseny, Melchor Rodríguez, J. García Pradas… No colaboró ningún comunista.

2. La Tierra, con su director y propietario Santiago Cánovas Cervantes, Sánchez Roca, subdirector y quien fuera mi marido, Eduardo de Guzmán, como redactor-jefe trabajaron por traer la II República y adoptaron una actitud crítica hacia sus primeros gobiernos, lo que les produjo no pocos problemas hasta que los radical-cedistas del derechista «bienio negro» cerraron el periódico a finales de 1935.

3. Las acusaciones contra La Tierra surgieron de manera particularmente calumniosa en 1937 y en el periódico Pravda, de Moscú, edición del 22 de marzo, con un ataque al órgano de la CNT catalana «Solidaridad Obrera» diciendo que «el verdadero redactor del periódico es Cánovas Cervantes, ex-redactor del periódico fascista La Tierra». La afirmación hacía daño a los oídos. La calumnia fue más o menos mantenida por el PCE-PSUC y los que siguieron o incluso siguen hoy, al parecer, su estela intelectual.

4. Los franquistas apreciaban La Tierra de muy diferente manera. El periodista franquista e historiador de la prensa, Pedro Gómez Aparicio en La Gaceta de la Prensa del 15 de agosto de 1963 se refiere al periódico en cuestión así: «… La Tierra, propiedad ya en exclusiva de Cánovas Cervantes» fue «uno de los diarios más infames y que más contribuyeron al advenimiento de la II República». No parece, pues, que sus colaboradores estuvieran pagados con el dinero monárquico.

5. Terminada la guerra, estos «subvencionados por la derecha monárquica» acabaron así: Bajatierra, asesinado por las tropas franquistas a su entrada en Madrid; Barriobero, fusilado por los mismos a su entrada en Barcelona; mi marido Eduardo de Guzmán condenado a muerte; Cánovas Cervantes exiliado en Venezuela donde murió en la más profunda pobreza; Melchor Rodríguez con muchos años de cárcel; y el resto en diversos paredones y exilios de todos conocidos. Además de Ángel de Guzmán, hermano de Eduardo, prisionero del fascismo en el frente de Madrid y «desaparecido».

6. Creo que la afirmación de A. Elorza, a quien no conozco, entra en el terreno de la calumnia contra los que como mi marido trabajaron en La Tierra y cuyos familiares sobreviven hoy.

27 Febrero 2007

En torno a 'La Tierra'

Antonio Elorza

Leer

En una carta firmada por la viuda de Eduardo de Guzmán, se me acusa de calumniar a quienes hicieron ese periódico. Por medio de Eduardo Haro llegué a conocer a Eduardo de Guzmán y a su compañera en su piso de Atocha, por los años 70. Era un hombre entrañable que nos dejó testimonios estremecedores sobre la represión en el fin de la guerra.

Pero 1933 no era 1939. Ser víctima de la represión de Franco en el 39 no implica haber sido antes republicano. El desprestigio del propietario de La Tierra, Cánovas Cervantes, periodista conservador pasado al anarquismo «racial», era total entre quienes vivieron el período republicano. Le apodaban «Ni lo uno ni lo otro». Entre otros testimonios orales que recibí al respecto, está el del político derechista Pedro Sainz Rodríguez, quien me contó, en entrevista facilitada por la prof. López Kéller, que la derecha monárquica subvencionaba en un sentido y en otro, a José Antonio y a La Tierra «con tal de fastidiar a la República». Lo precisa en su autobiografía Testimonio y recuerdos (Planeta, 1978, p. 246), partiendo de la campaña sobre Casas Viejas: «Esta campaña -se sabe ahora porque yo creo conveniente revelarlo- fue impulsada por las derechas. (…) El señor Cánovas Cervantes, director y propietario del periódico, se citaba conmigo precisamente en la rinconada que hace el callejón de Arenal ya mencionado, enfrente de la librería de los Bibliófilos (…). Allí recibía Cánovas Cervantes un sobre en el que iban las directrices de la campaña, textos redactados por nosotros y una muestra de nuestro agradecimiento por esta colaboración política».

Antonio Elorza

09 Marzo 2007

Sin fundamento

Rafael Cid

Leer

Como amigo de Eduardo de Guzmán y prologuista de la última edición de su libro La muerte de la esperanza, me permito señalar que la réplica de Antonio Elorza a la viuda del desaparecido periodista anarquista estaba falta de un necesario contexto. Dando por válida sin matices la grave denuncia que Pedro Sainz Rodríguez realiza en uno de sus varios libros de memorias Testimonio y recuerdos (página 246, líneas 32 a 49, Planeta, 1978) al ufanarse de tener en nómina al propietario del diario republicano La Tierra Salvador Cánovas Cervantes, se hurta a los lectores una chocante confesión que al respecto hace el político monárquico a renglón seguido. «Cánovas», asegura Sainz, «era un personaje pintoresco, buen periodista, pero al que no he llegado a conocer a fondo, de manera que lo que digo de él es un poco privado y sin fundamento» (página 246, líneas 50 a 54). A punto y aparte, una cosa y la contraria. Con lo que parece que, a falta de fuentes más fiables, la acusación «privadamente» lanzada contra La Tierra por quien se calificaba como «conspirador contestatario» debería ser puesta piadosamente en cuarentena.