5 diciembre 2014

El entrevistador le preguntó al político si "estaba de enhorabuena" por la salida de etarras de la cárcel

Linchamiento a Sergio Martín (TVE) por considerarse que fue demasiado duro en una entrevista a Pablo Iglesias (Podemos): «¿Está usted de enhorabuena por la salida de etarras a la calle?»

Hechos

  • El viernes 5 de diciembre de 2014 D. Pablo Iglesias fue entrevistado en el Canal 24 Horas de TVE por D. Sergio Martín, D. Alfonso Rojo, D. Graciano Palomo, D. Antonio Papell, D. Julio César Herrero y D. José Hervás.

Lecturas

Pablo Iglesias fue el tertuliano revelación del año 2013 gracias a que el director de La Sexta, Antonio García Ferreras, lo convirtió en un tertuliano fijo y también habitual en los sábados en La Sexta Noche, así como a la ayuda de Jesús Cintora, que lo hizo participante fijo de Las mañanas de Cuatro. Su dominio de la palabra y su espíritu juvenil y rebelde crearon un batallón de internautas que tecleaban entusiasma- dos a su favor y de manera mucho más eficaz que cualquier agencia de comunicación del PP o PSOE. Sergio Martín decidió probarlo en su tertulia el 16 de octubre de 2013, y ambos quedaron satisfechos con su participación en esa emisión. El último día del año, en el programa de Cintora en Mediaset, Iglesias mandó un mensaje de fin de año que acabó con un «¡Podemos!». Sus aspiraciones iban más allá de las tertulias. En las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014 se estrenó como político y la lista encabezada por Iglesias denominada Podemos sacó un millón doscientos mil votos, lo que lo convirtió en el político revelación con más popularidad que ningún otro. Su entrada en política no supuso ningún problema para que siguiera apareciendo asiduamente en Mediaset y Atresmedia, que lo identificaban como líder de la «nueva política». En TVE no querían verlo ni en pintura.

El 13 noviembre de 2014 el Consejo de Informativos de Xabier Fortes y Alejandro Caballero denunció como un veto intolerable que TVE no hubiera realizado una entrevista aún a Iglesias, cuando no pa- raba de tener entrevistas en Atresmedia y Mediaset. Bastaba con repasar la agenda mediática del político el mes anterior para ver al duopolio volcado con el líder de Podemos: el 24 de septiembre de 2014 estuvo con Jesús Cintora en Mediaset; el 28 de septiembre, con Risto Mejide en Mediaset; el 20 de octubre con Cintora en Mediaset; el 22 de octubre, con Jordi Évole en Sálvados de Atresmedia; el 7 de noviembre en La Sexta Columna; el 12 de nuevo con Cintora en Mediaset y el 16 de nuevo en Atresmedia con Ana Pastor. En cambio, no había pisado TVE desde la tertulia de octubre de 2013.

La dirección de Los desayunos propuso que María Casado lo entrevistara el 28 de noviembre. Iglesias rechazó ese día porque tenía una grabación de su programa por internet La Tuerka y un reportaje para Mediaset. El director de Los desayunos, García Mostazo, tomó aquello como un desaire y anuló entonces la entrevista, pasándole la bola a Ser- gio Martín que, a fin de cuentas, ya lo conocía. Este propuso a Iglesias acudir a La noche en 24 horas el 5 de diciembre de 2014. «Un honor», respondió este a su mensaje, aunque unos minutos después tuiteó: «El viernes me entrevistan en el 24 horas, lo apropiado sería Los desayunos, pero por supuesto iremos». Esto provocó la primera escalada de ataques del batallón de internautas pablistas contra TVE por «esconder» la entrevista a Iglesias en el Canal 24 horas. Los viernes en La noche en 24 horas había cuatro tertulianos. Dos progresistas, Antonio Papell y Julio César Herrero, y dos derechistas, Graciano Palomo y Alfonso Rojo. Fue este último quien concentró parte de la polémica, porque ya había tenido grescas con Iglesias en La Sexta (Iglesias lo demandó por llamarlo en ese programa «chorizo y mangante»). Su presencia en ese espacio hizo que desde el batallón de internautas se advirtiera que aquel programa iba a ser una encerrona.

Ese viernes 5 de diciembre los tertulianos ya estaban en la mesa y Sergio Martín advirtió a su tertuliano más polémico: «Buen rollo. La clave esta noche es que no pueda decir que es una encerrona, como lleva diciendo toda la semana». Rojo no tenía ninguna gana de contenerse contra el político que le había demandado: «¡Ni agua, ni agua, al enemigo ni agua…!». «¡Joder, Alfonso, que te hablo en serio!». Pero no fue Rojo quien causó la parte que más se comentó de la entrevista. La primera sorpresa que se llevaron los tertulianos fue ver que Iglesias entró en el plató escoltado por diez personas, un número muy superior a los acompañantes que acostumbraban a traer los invitados. Llevaba un enorme lazo naranja. La tensión era patente desde que comenzó la emisión:

  • — ¿Qué tal? ¿Cómo está? —preguntó Sergio Martín.
  • —Muy contento de estar aquí (…). Ha costado, ¿eh? Ha costado que venga aquí. Si no es por los trabajadores de esta casa no estoy aquí
  • —contestó Pablo Iglesias.
  • —No es cierto eso.
  • —Sabes que sí. Por eso es un honor para mí llevar este lazo naranja y ver que también lo llevan los cámaras.
  • —Que sí, que estás aquí por los trabajadores de TVE, porque yo soy trabajador de TVE.

El comienzo no podía ser más tenso. No mejoró cuando Rojo e Iglesias se zurraron mutuamente por los reproches que ya se habían hecho en La Sexta, mientras el batallón de seguidores del político tuiteaba a favor del entrevistado y en contra del entrevistador. Con ellos desde la red social también estaba tuiteando Xabier Fortes, vicepresidente del Consejo de Informativos y predecesor de Sergio Martín, que seguía siendo periodista de TVE y escribía contra su compañero Martín: «Ya me gustarían estas preguntas a un ministro».

Martín echó un bidón de gasolina sobre aquella emisión al recordar las palabras que Iglesias había dicho en su programa de internet La Tuerka en enero de 2013: «Cualquier demócrata debería preguntarse si no sería razonable que los presos de ETA y aquellos ligados al independentismo vasco no deberían ir saliendo de las cárceles». Sacar ese tema no era nada novedoso. Ese corte a Iglesias ya se lo había reprochado Ana Pastor en una entrevista en La Sexta el 16 de noviembre. Martín usó una fórmula diferente para plantear el tema, dado que el 2 de diciembre el exjefe de comandos de ETA que ordenó masacres como las de Plaza de la República Dominicana o Hipercor, Santiago Arróspide, «Santi Potros», había quedado en libertad:

  • —Hay un video en Internet, en el que hemos visto a Pablo Iglesias defender la salida de presos de ETA de las cárceles. Esta semana está usted de enhorabuena, entonces —apuntó Sergio Martín.
  • —No es un problema de enhorabuena y que nadie juegue con el dolor de las víctimas para hablar de un tema… —respondió Iglesias.
  • —No, no, no… no es mi intención ¿eh?
  • —Pues nada de enhorabuena. Nadie tiene por qué…
  • —Esta semana hemos visto a muchos etarras con muchos crímenes a sus espaldas salir de la cárcel, por eso se lo he preguntado.
  • — Pero no es un problema de enhorabuena.

Martín acababa de plantear uno de los temas más incómodos contra quien representaba la nueva política. El batallón de internautas pablistas estaba furioso. La entrevista no había terminado de emitirse y Xabier Fortes volvió a tuitear: «Lo de dar la enhorabuena a Pablo Iglesias por la salida de etarras a la calle es… mejor me lo callo. ¡¡Indignado!!». Lo de Fortes fue una caricia comparada con el tuit de Juan Carlos Monedero en el que llamó «basura» al presentador de La noche en 24 horas. A la salida de Torrespaña Iglesias se aproximó a un grupo de periodistas y calificó de «vergonzoso» lo ocurrido. Se comprometió a cambiar TVE si Podemos ganaba las elecciones. Al día siguiente, en La Sexta Noche emitieron esa secuencia, tras la cual el portavoz de Podemos, Rafael Mayoral, calificó de «impresentable» la pregunta del periodista y añadió: «Deja mucho que desear como profesional». Horas después el Consejo de Informativos, del que Fortes era vicepresidente, pidió formalmente el despido de Martín. El duopolio también cargó contra el presentador de 24 horas. En Atresmedia, Antonio García Ferreras incluyó el asunto entre los temas de Al Rojo Vivo y de La Sexta Noticias, donde Íñigo Errejón reprobó al entrevistador. En Mediaset subieron más el tono y pidieron que Martín fuera puesto en cuarentena, porque había usado la sangre y eso le equi- paraba a los tiempos franquistas, como aseguró Cristina Fallarás. Ignacio Escolar, antiguo tertuliano del Canal 24 horas, afirmó que la pregunta no merecía ser llamada pregunta en un canal que no veía nadie, y Esther López Palomera dijo que lo que hizo no era periodismo, sino algo que solo produjo vergüenza ajena. Elisa Beni calificó la labor de Martín como «absolutamente deleznable».

Los periodistas pedían cuentas a otro periodista por las preguntas que había hecho a un político. El 16 de diciembre de 2014 el sector mayoritario de Torrespaña filtró a infoLibre unos fragmentos editados del diálogo de Martín con Rojo antes de la entrevista, en los que este dijo: «Buen rollo, que no parezca una encerrona». El vídeo reforzó la interpretación en el batallón de internautas pablista de que Martín buscaba, en realidad, una encerrona contra Iglesias desde el principio, aunque de su literalidad se desprendía justo lo contrario.

Uno de los pocos medios que defendió a Martín fue Periodista Digital, cuyo director, Alfonso Rojo López, era tertuliano del Canal 24 horas y cuya defensa consistió en tratar de desprestigiar a Fortes acuñando el apodo de «el lechero» contra Fortes.

ESTHER PALOMERA ARREMETE CONTRA SERGIO MARTÍN: «ME DIO VERGÜENZA AJENA, ESO NO ES PERIODISMO»

EstherPalomeraMediaset  La tertuliana de Mediaset y colaboradora de un digital del Grupo PRISA cargó contra D. Sergio Martín y los otros periodistas de la entrevista (D. Alfonso Rojo, D. Antonio Papell y D. Graciano Palomo) asegurando que, a juzgar por las preguntas que le habían hecho a D. Pablo Iglesias,  ‘no podía llamarse periodistas’ y agregó que ella había sentido ‘vergüenza ajena’ viendo la entrevista.

Apezarena_lmdc   El tertuliano D. José Apezarena, director de EL CONFIDENCIAL DIGITAL, fue menos rotundo en su visión de aquella entrevista, pero si comentó que a su juicio D. Pablo Iglesias «se había merendado» a D. Sergio Martín, D. Alfonso Rojo y D. Graciano Palomo en aquella entrevista.

08 Diciembre 2014

La manipulada entrevista a Pablo Iglesias en el canal 24 Horas

Marcello (Pablo Sebastián)

Leer
La encerrona del Canal 24 Horas a Iglesias y la infame actitud de Sergio Martín, les ha salido a los confabulados bastante mal porque, a su pesar, han acabado ayudando a Podemos al ofrecer semejante espectáculo de manipulación.

El deterioro democrático, moral e institucional del país no parece tener límites. Alcanza a todos los estamentos y llega a niveles de repugnancia nunca vistos. Así se ha apreciado durante la entrevista que el presunto periodista y publicista del PP Sergio Martín le hizo el pasado viernes al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en el programa ‘La noche en 24 horas’ del canal 24 Horas de TVE.

Una encerrona, de seis del PP [por D. Sergio Martín, D. Graciano Palomo, D. Alfonso Rojo, D. Antonio Papell, D. José Hervás y D. Julio César Herrero] contra uno, sin la presencia de periodistas independientes ni progresistas, en la que Sergio Martín llegó a la infamia de decir a Pablo Iglesias que estaba de “enhorabuena” por la excarcelación de etarras como consecuencia de la reciente resolución de la Sala Segunda de la Audiencia Nacional.

Semejante acusación del entrevistador Martín, que suponía que Iglesias disfrutaba con la excarcelación de los terroristas de ETA, fue contestada con dureza y eficacia por el líder de Podemos, quien rechazó de plano la actitud del presentador, reiterándole ‘nada de enhorabuenas’, para luego recordar las medidas de gracia penitenciarias y las negociaciones que mantuvieron con ETA los gobiernos de Felipe González y José María Aznar.

La entrevista en cuestión se produjo como consecuencia de la presión de los trabajadores de RTVE porque, desde el indiscutible éxito de Podemos en las elecciones europeas de 2013, la cadena estatal se había negado a entrevistar a Iglesias. De la misma manera que los telediarios y servicios informativos de RTVE, los excluyen o minimizan en sus programas de forma ostensible con el argumento de que no tienen representación en el Parlamento español.

Y todo ello al margen de la actualidad política general en la que Podemos, les guste o no, ocupa un destacado lugar como se desprende de los sondeos electorales donde la formación que lidera Pablo Iglesias se sitúa entre los tres primeros partidos nacionales. En la última de Demoscopia en el diario EL PAÍS en segundo lugar, con el 25% de los votos y dos puntos por detrás del PSOE y cinco puntos por delante del PP.

En la entrevista se planteó, con razón, el cambio de programa de Podemos desde las elecciones europeas hasta el momento actual, a lo que Iglesias respondió diciendo que en su partido estaban en plena evolución a la vista de la responsabilidad política que les anuncian las encuestas, y defendió su programa económico como viable para afrontar los problemas de España.

El resto de preguntas versaron sobre el llamado caso Errejón y el presunto impago del IVA de una factura de una tv digital de Podemos, amén de otra cuestión sobre si Iglesias era un comunista o un bolivariano disfrazado. Preguntas reiteradas hasta la saciedad por otros medios del PP frente a la oportunidad de interrogar al líder de Podemos sobre cuestiones de mayor actualidad como la reforma de la Constitución, la gran coalición, política Exterior o la corrupción, el segundo gran problema del país, el que desde luego no interesaba sacar en la entrevista a los agentes del PP.

El tema catalán solo pasó de puntillas sin aclarar si Iglesias está a favor de la Consulta catalana del 9N a pesar de su ilegalidad. Y no se habló nada de Sanidad ni de Educación, donde hubo una alusión de Papell para preguntar a Iglesias por qué no han hecho la revolución (sic) contra la corrupción de la Universidad, en alusión a un reciente artículo de Félix de Azúa (UPyD) en EL PAÍS en el que, en lugar de exigir a los gobiernos del PSOE y del PP la responsabilidad directa que tienen sobre la corrupción en la Universidad española, culpaba a Podemos de no llevar en su programa medidas contra esa situación.

La encerrona del Canal 24 Horas a Iglesias y la infame actitud de Sergio Martín, les ha salido a los confabulados bastante mal porque, a su pesar, han acabado ayudando a Podemos al ofrecer semejante espectáculo de manipulación. A la vez que le han quitado la careta al programa y a su entrevistador. Lo del pasado viernes en ‘La noche…’ ha sido una golfería más, de las que dan alas a Podemos y algo que debería tener consecuencias en RTVE.

Marcello (Pablo Sebastián)

05 Diciembre 2014

Pablo Iglesias en 24H

Joaquín Abad

MuyConfidencial

Leer
Al conductor del programa, Sergio Martín, se le veía serio, tenso. A los periodistas Graciano Palomo y Alfonso Rojo se les notaba demasiado su aversión por el personaje que tenían enfrente, que les respondió adecuadamente con argumentos

Desde los comienzos democráticos he seguido, como profesional, las ruedas de prensa y entrevistas a los que han sido líderes políticos de la nación. He visto como los periodistas entrevistaban a los líderes de la UCD. Como algunos trataban, con sus preguntas, de pillar a Adolfo Suárez. En general con buen talante y camaradería incluso cómplice. Estuve en la presentación de Alianza Popular, en el Hotel Mindanao, con los siete magníficos, observando, también sacando de quicio, a un Fraga arrasador que se atropellaba echando en cara a los numerosos periodistas presentes que gracias a él existía el carné de prensa… Paralelamente asistí a un sin fin de entrevistas al entonces portavoz del grupo de la oposición, Felipe González. Siempre se limitaban a tomar nota de las críticas de ‘Isidoro’ a la política de Suárez, y apenas alguna pregunta incómoda al que se vislumbraba como futuro presidente del gobierno, ya que se conocían las maniobras del Borbón para que Adolfo dejara el cargo. Cuando el pesoe llegó al poder, lo he publicado mil veces, los periodistas babeaban. Como volvieron a babear con la llegada de Rodríguez Zapatero.  La entrevista que le hicieron a Pablo Iglesias, si, ese Iglesias que puede dar la sorpresa de sentarse en La Moncloa muy pronto, esta noche, en el Canal 24H, víspera del puente de diciembre, será de antología. Al conductor del programa, Sergio Martín, se le veía serio, tenso. Dijo haber estado toda la semana estudiando el programa económico de Podemos. Hizo lo que pudo, parece que aleccionado, para sacar las contradicciones o puntos dudosos del programa. Se dio de bruces con un Pablo seguro, que respondió con argumentos muy lógicos y que calaban en una población maltratada por el paro y la pobreza. Recalcó varias veces que no era de recibo que el gasto lo soportaran los asalariados mientras que los ricos apenas contribuían con sus privilegios fiscales…

A los periodistas Graciano Palomo y Alfonso Rojo se les notaba demasiado su aversión por el personaje que tenían enfrente y trataron de magnificar la ideología del entrevistado, que les respondió adecuadamente con argumentos que dejaban claro que su partido haría lo posible sin ceñirse a ideologías bolivarianas ya que no tenía sentido aplicarlas en un país de la órbita europea. Trataron de llevar a lo personal algunos episodios que al final resultaron bochornosos para los propios tertulianos. La conclusión era muy evidente. Había instrucciones de atacar, machacar a Pablo Iglesias. Y se notaban los nervios y talante tanto del director del programa como de algunos de los tertulianos, empeñados en menoscabar la credibilidad de este joven político que la corrupción, que anega a pepé y pesoe, le regala miles y miles de votos a diario. La entrevista se realizó en un ambiente seco, tenso, con caras largas de los tertulianos a los que habitualmente vemos sonreír todos los viernes… Vamos, como si todos hubieran sido advertidos previamente… Una pena. Se les ha visto el plumero. Esta vez ha sido muy evidente.

Joaquín Abad

07 Diciembre 2014

Ahora atacan al mensajero

Fernando Jáuregui

Diario Crítico

Leer

Sí, quiero salir en defensa de Sergio Martín, director del Canal 24 Horas, atacado en estos momentos con dureza sin igual por uno de los sindicatos que operan en RTVE. Sí, soy uno de los ocasionales tertulianos -dos veces al mes voy por allí-del canal, no colocado por Sergio, ni por su estupenda antecesora, Ana Ibáñez, ni por el antecesor de la antecesora, mi amigo Xavi Fortes, ni por el antecesor del antecesor…Supongo que ahí estoy, ahora con menos frecuencia que antes, y que otras veces no he estado, porque las cosas son así: no me hablen de enchufes, ni de peloteo: creo llevar suficiente tiempo en esta profesión como para situarme por encima de alfilerazos y bajezas. Por mi parte, me siento cómodo en ese programa, prestigioso y prestigiado por noches de intenso debate, de entrevistas sin maquillaje. He dicho siempre allí lo-que-me-ha-dado-la-gana y con Sergio Martín las cosas no han sido diferentes.

Sabía, desde tiempo atrás, del deseo del director del Canal 24 Horas por llevar a Pablo Iglesias al programa. No ha sido, contra lo que dijo el propio Iglesias, una especie de imposición de los trabajadores de la ‘casa’ frente a los deseos de la ‘casta’. Estuvo allí el entrevistado mucho más tiempo de lo que suelen estar los representantes de otras formaciones políticas. Y los tertulianos que le hicieron preguntas no eran, contra lo que sugieren algunas hojas sindicales, unos especialmente elegidos por su afinidad con la dirección de la ‘casa’, sino los habituales de los viernes. Quizá unas preguntas fueron más afortunadas que otras, quizá algún tono más desabrido que otro, pero eso, señores, está en los papeles de la libertad de expresión: yo le pregunto a usted lo que me parece bien, aunque me equivoque, y usted me contesta lo que quiere, aunque yerre.

Me contaron luego dos participantes los entresijos del programa, dominado por una tensión que jamás provocaron, hasta ahora, los entrevistados (ni los entrevistadores): el clima siempre había sido bueno, preguntase lo que preguntase Sergio, preguntásemos lo que preguntásemos los tertulianos. No es posible, simplemente no es posible, desarrollar una tarea periodística bajo la presión que algunos quieren ejercer sobre quienes hacen los programas informativos, tengan la tendencia que tengan. Y no quiero referirme ya a las campañas que se montan, perfectamente organizadas, en las redes sociales.

Prefiero un programa bajo la sonrisa inteligente que con gestos hoscos y enfrentamientos desabridos: eso ni mejora la calidad del programa, ni la de la entrevista en cuestión, ni la de la libertad de expresión.

Siento el mayor de los respetos profesionales hacia Sergio Martín, y sospecho que esta defensa me traerá más problemas -que no busco-que ventajas -que tampoco busco–. Simplemente, reivindico mi derecho a ejercer el periodismo en libertad, y también el suyo, aunque sea en una casa en la que, entre unas razones y otras, el clima puede llegar a ser asfixiante. Y no es eso lo que los periodistas que trabajan allí, o los que esporádicamente colaboramos allí, quieren, queremos, o necesitan, necesitamos.

Véase que no entro aún en el fondo de la cuestión, por qué allí Pablo Iglesias y no en otros programas -él quiso aplazar su presencia en los desayunos, y estaba en su perfecto derecho–, o la, a mi modo de ver, discutible postura del líder de Podemos frente a los medios de comunicación, públicos y privados. Siento respeto por Podemos, una formación con un millón trescientos mil votos constatados en las urnas -otra cosa es lo que luego mejoren las encuestas las perspectivas-y, por eso mismo, espero que no se equivoquen más de lo que lo están haciendo, contribuyendo, de paso, a crear un marco revanchista en el seno de mi propia, ya bastante zarandeada, profesión, y en el conjunto de la sociedad. Es obvio que yo no les votaré, en principio y a menos que cambien mucho las cosas, y ya sé que yo tampoco les gusto a ellos (no me han dado ni una oportunidad informativa); pero creo que Podemos es un revulsivo necesario, un factor para acelerar que otras fuerzas promuevan cambios. Hasta ahí: no les quiero gobernando, porque me parece, la verdad, que serían un desastre.

Pero ahora no es esa la materia a tratar. Claro que me hubiera encantado ser uno de los entrevistadores de la noche del viernes. Pero temo que, hubiera hecho lo que hubiera hecho, me hubiera caído encima el mismo tiroteo que les ha caído a mis compañeros, hayan preguntado mejor o peor, me caigan a mí mejor o peor. En determinados medios, ya no se sabe si la presión viene de los despachos o de los pasillos. O de los propios protagonistas políticos, a los que el victimismo les resulta bastante rentable. Iglesias cree que puede ser entrevistado, líder político y tertuliano en régimen de igualdad con quienes le preguntan. Y eso, señor Iglesias, usted ya no puede hacerlo. Son, como usted mismo dice, otros tiempos. Y, claro, ya no puede uno refugiarse exclusivamente en medios amigos, donde, por cierto, una entrevistadora también le ganó a usted la partida: ¿se pueden hacer cosas en las privadas que no se pueden en las públicas?.

Hoy he visto en una encuesta que Podemos retrocede algo en expectativa de voto. No me extraña, y me parece hasta lógico: no por lo que hayan hecho o dejado de hacer los Errejón -hemos exagerado no poco este episodio-de turno. Ni porque nos hayamos inventado no pocas maldades para echárselas encima a esta formación-milagro, capaz de colocarse a la cabeza del cartel electoral sin programa, con ideas cambiantes y con líderes no consolidados. Es que yo pienso que Podemos tiene que ocupar el sitio que le corresponde en el abanico partidario, y que acaso ya ha cumplido su papel de patada en las espinillas carcomidas de -está bien, lo acepto-‘la casta’. Ahora, sin duda va a redimensionarse, a pasar por el aro normativo que les toca a los demás, a tener que aceptar preguntas incómodas, molestas o, si usted quiere, hasta inconvenientes o desafortunadas. Pero así es la cosa, y no va a ser fácil, ni es deseable, hacer tabla  rasa con todo lo existente, ni con el ‘corsé del 78’ que a muchos nos gustaría reformar, pero no derribar: costó mucho llegar hasta donde llegamos.

Por lo demás, Sergio, si me estás leyendo, adelante. El papel es difícil, pero como decía Goethe, a las estrellas se llega a través del camino áspero. Que es el que trazan los que observan pero nunca hacen, los que atacan pero jamás empujan el carro, los críticos que jamás escribieron obra alguna, los censores sin remedio.  Puede que todos ellos sean precisos para mantener un equilibrio social y hasta moral, pero no por ello hay que apresurarse a tirar toallas.

16 Diciembre 2014

Escucha el audio de Sergio Martín antes de entrevistar a Iglesias: “Buen rollo. Que no parezca una encerrona”

Jaime Olmo

Leer

Sergio Martín: “Buen rollo, buen rollo. Que no diga luego que es una encerrona”. Faltan pocos minutos para las diez y media de la noche del viernes 5 de diciembre. En el plató de La Noche en 24 horas, su director, Sergio Martín, tiene a su derecha a Julio Cesar Herrero, profesor universitario, y al periodista Alfonso Rojo; enfrente están los también periodistas Antonio Papell Graciano Palomo; más a la izquierda, la silla vacía donde se sentará Pablo Iglesias.

Charla previa a la entrada del invitado; el presentador alecciona a los contertulios: ”Hay que estar tranquilos; no hay que darles motivos”. Rojo afirma categórico: “Al enemigo no hay que darle ni agua”. Y repite entre risas del resto: “¡Ni agua!” Martín insiste en la tranquilidad y termina con una instrucción general: ”Buen rollo, buen rollo. Que no diga luego que es una encerrona”.

Pero el primero en olvidarse del buen rollo fue el propio Martín. «Estará usted de enhorabuena», le espetó el director y presentador a Pablo Iglesias, en referencia a la excarcelación de etarras. El comentario provocó una inmediata respuesta de Iglesias, que le pidió a Martín que no «jugara con el dolor» de las víctimas.

La entrevista realizada en TVE, donde Iglesias acudió –tal y como se encargó de recordar– por primera vez desde el año 2013, estuvo caracterizada por la agresividad que mostraron algunos de los tertulianos que, junto a Martín, preguntaron al líder de Podemos. El más belicoso fue Alfonso Rojo, a quien Iglesias le recordó que su diario digital ha sido condenado «por mentir» y que la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) le acusó de violar su código deontológico por calificar de «pardilla» a una mujer víctima de la violencia de género.

El Consejo de Informativos pidió el cese de Sergio Martín como responsable del canal 24 Horas, al entender que el periodista «habría vulnerado la Ley, el Estatuto de RTVE, y el Manual de Estilo de TVE»; es decir, los principios básicos en los que se debe fundamentar el trabajo de los periodistas de la corporación pública. Lejos de destituir al periodista, el presidente de RTVE le felicitó.

La entrevista fue seguida por medio millón de personas, récord absoluto del programa.

18 Diciembre 2014

Sergio

Salvador Sostres

Leer
Sergio, yo también sufrí el asedio de muchos de mis compañeros de redacción y lo que hoy es angustia e incomprensión, cuando el tiempo pasa se vuelve bagaje y compasión. Saber encajar los golpes es un aprendizaje modesto pero muy liberador.

La clave es no dimitir, le dijo el presidente Rajoy al periodista Sergio Martín. El director del Canal 24 horas de Televisión Española, y presentador de la tertulia política de las noches, ha sido sometido al habitual linchamiento de la izquierda por su entrevista a Pablo Iglesias.

Sergio Martín es uno de los periodistas más brillantes y simpáticos que ha dado la televisión de los últimos tiempos. Y sabe con una sonrisa conducir sus buenos programas y obtener lo más interesante de cada uno de sus invitados. Muchas noches tengo ganas de interrumpir el programa e invitarle a un gintónic.

La precisión de sus análisis se basa en la audacia y no esa falsa profundidad de anuncio de compresas de Ana Pastor o de aquel decorador de sofás. Si ellos sirven –junto con Jordi Évole– para que las chachas se vayan a dormir pensando que son inteligentes, Sergio Martín se queda para que cuando las chachas ya duermen nosotros podamos mirar en paz la tele.

La entrevista que le hizo a Pablo Iglesias fue pulcrísima y ajustada al género. Si su invitado es un héroe para los etarras no es porque Sergio lo dijera sino por lo que había manifestado con anterioridad, y en no pocas ocasiones, el invitado, partidario también de la violencia callejera, y de dar caza al burgués, como en alguno de sus vídeos vocifera.

Para la izquierda cualquier crítica es el fascismo. Podríamos construir ciudades con todas las lecciones que han querido darnos, ciudades fantasmagóricas desmoronándose porque todas sus ideas condujeron al desastre. Hay un tenebroso museo de miseria y muerte en la memoria de cualquier república socialista. ¿Cuántas lecciones más, camaradas?

No pierdas nunca tu aire de genio despistado ni tu sonrisa encantadora. La clave es no dimitir, Sergio, porque somos el dique de contención contra la barbarie y porque la libertad no es un derecho sino un deber que heredamos y somos deudores de la luz que nos trajo hasta aquí.

Yo también sufrí el asedio de muchos de mis compañeros de redacción y lo que hoy es angustia e incomprensión, cuando el tiempo pasa se vuelve bagaje y compasión. Saber encajar los golpes es un aprendizaje modesto pero muy liberador.

Crecemos en el abismo y en la tensión. Odiar es estéril y si no me crees mira a la izquierda. Nos merecemos un gintónic; y quizá dos.

Sergio Martín

21 Diciembre 2014

La verdadera historia de la emboscada que Rojo, Graciano, Papell, Herrero y Martín montaron a Pablo Iglesias en 24Horas de TVE

Alfonso Rojo

Leer
Sindicato USO: "Eso es lo que hacían los 'soviets' en los tiempos de Lenin y ya sabemos cómo acabó el experimento comunista"

Algunos, como los despistados de Infolibre y varios de los que confunden el periodismo con el masaje, han presentado la grabación como la gran exclusiva, como la prueba palpable de que a su amigo Pablo Iglesias, líder de Podemos, lo ‘emboscaron‘ unos periodistas perversos el pasado 5 de diciembre de 2014, cuando acudió acompañado por una ‘troupe‘ de 15 colegas al Pirulí de TVE para ser entrevistado en el Canal 24 horas.

El asunto tiene coña, pero ha copado páginas y titulares hasta en los grandes diarios nacionales -incluidos ‘El País’ y ‘La Vanguardia’– por lo que creemos en Periodista Digital que merece que le dediquemos unos párrafos.

Hay varias e interesantes preguntas en el aire. ¿Qué dijeron y urdieron los supuestos conspiradores? ¿Quién grabó y cómo su conversación antes del programa? ¿Cómo se difundió el audio y quién lo hizo? ¿Qué fue realmente lo que comentó Sergio Martín, cuya cabeza han pedido histéricos desde su predecedor Xabier Fortes a CCOO o UGT, pasando por Podemos y un sinfin de supuestos colegas aparcados en las tertulias radiotelevisivas?

Los hechos, sucintamente, se desarrollaron así: Minutos antes de que comenzara la entrevista, con Pablo Iglesias sentado ya en el plató -insistió en que no quería estar en momento alguno con los periodistas que iban a asistir al programa-, Sergio Martín salió del estudio y consciente de que todas las miradas iban a estar puestas en él, pidió tranquilidad a los tertulianos.

«Buen rollo, buen rollo. La clave esta noche es que no puedan decir que es una encerrona».

Alfonso Rojo, director de Periodista Digital, le contestó entre risas: «¡Ni agua, ni agua! Al enemigo, ni agua».

En el trozo de pasillo que hace las veces de sala de espera y en el que hay un pequeño sofá y cuatro sillas, aguardaban también el profesor universitario Julio César Herrero y los periodistas Antonio Papell y Graciano Palomo.

En el audio de esos instantes, que ha sido colgado en Internet con cortes bastante intencionados, se puede escuchar como Sergio Martín añade: «Hay que estar tranquilos; no hay que darles motivos».

Todo, mientras se oyen carcajadas y cierto barullo. Incluso hay un momento en que Graciano Palomo pide a Alfonso Rojo: «Escucha un poco, deja hablar…»

Rojo, inasequible a los consejos, seguía bromeando y repite: «Ni agua, al enemigo ni agua.»

Pese a los esfuerzos de Martín para lograr que el director de Periodista Digital se callase («¿Pero que dices tú?»), Rojo parece no prestarle atención y trata de contar algo al resto de tertulianos: «Traigo una cosa aquí que…»

El audio acaba con una broma de Alfonso Rojo quien -en interpretación de ‘La Vanguardia’– parece alentar a sus compañeros a «hacerse cargo» de la nutrida y fornida troupe que acompañaba a Pablo Iglesias y que a esas horas, tras haber ocupado la zona de maquillaje, comenzaba a inundar el plató y sus aledaños: «Graciano, a ti te toca darle al alto, tú al de seguridad y tú al de comunicación.»

A falta de algún detalle cómo que en la mesa había una botella de agua y seis copas, es lo que ocurrió antes de entrar a plató, posar para unas fotos todos juntos e iniciar una entrevista en la que los únicos momentos de tensión fueron los protagonizados por Rojo, al preguntar por el IVA no pagado en la productora de Iglesias, a lo que replicó el líder de Podemos con la supuesta ficha ‘policial‘ del periodista y cuando Sergio Martín, al hilo de la reciente liberación de terroristas etarras, incluida la del asesino múltiple Santi Potros, comenta:

«Si uno pone Pablo Iglesias en Internet aparecen miles de vídeos del pasado, presente, del pasado lejano… Y hay uno en el que hemos visto a Pablo Iglesias defender la salida de los presos de ETA de las cárceles. Esta semana está usted de enhorabuena entonces».

Al margen de eso y teniendo en cuenta que a los tertulianos sólo se les permitió hacer una pregunta, sin posibilidad de repreguntar, y a Pablo Iglesias se le dejó soltar todo tipo de discursos, poco más.

Respecto a la grabación, hay que explicar algunas cosas. El Canal 24 horas empieza a grabar automáticamente todas las noches desde las 22:00 horas, un cuarto de hora largo antes de iniciarse la tertulia.

El hecho de que el 5 de diciembre, cuando Rojo, Graciano, Herrero y Papell tenían ya puestos los micrófonos, se estuviera grabando es tecnicamente normal.

Lo que se graba pasa al sistema informático compartido por todos los trabajadores de Torrespaña. Incluso alguno más que trabaja en Prado del Rey tiene acceso.

De forma natural, como muchas noches anteriores, ese viernes,  quedaron grabadas las conversaciones privadas de los tertulianos, a través de la salida de video del estudio B4, que es el del Canal 24 horas.

Cualquier empleado de TVE con interés en hacerlo pudo acceder a la grabación desde su ordenador, aunque el sentido común sugiere que lo más probable es que lo que se ha difundido, en concreto, fuera copiado por un miembro del equipo de 24Horas o por uno de los circunspectos dirigentes sindicales, que pululaban esa noche por la zona. Le bastó poner su teléfono movil junto al altavoz del ordenador y darle al play.

Quien fuera, en todo caso, se ha cubierto las espaldas filtrando a Infolibre o Vertele, que estábamos dentro del plató aguardando a Pablo Iglesias, cosa que no es cierta. Se puede comprobar en la grabación, que los tertulianos estaban fuera, en el pasillo.

Otra matiz interesante es que la grabación filtrada sea de tan mala calidad. Da la sensación de que lo han grabado con un teléfono, acercándolo a los altavoces de un ordenador.

Cae por su peso que el aprendiz o aprendices de espía, ante la muy improbable eventualidad de que la dirección de TVE tomase medidas contra ellos por ‘deslealtad‘, camuflaron su jugada para hacer creer al personal que fue una grabación directa, no a través del sistema informático del ente público.

Llegados a este punto, para que los lectores puedan hacerse una idea más cabal de todo el embrollo y entender por que el director de Periodista Digital, choteándose de los periodistas-masajistas y de los aprendices de agente secreto, ha comentado que sólo va al baño en casa, reproducimos lo que escrito al respecto el sindicato USO («La gente entenderá nunca voy al cuarto de baño en TVE».

Lleva como título «se autoproclaman demócratas y utilizan métodos fascistas«:

«Ilegal, inmoral y delictiva. Esa es la deriva que ha tomado el sindicato CCOO en su política propagandística para convertir CRTVE en un ‘Vietnam’, como pidieron en su reciente comunicado. Y no lo decimos nosotros, sino la Ley y el Estatuto de la Información».

«El juez Garzón fue expulsado de la carrera judicial por prevaricar, o sea por utilizar grabaciones ilegales con los detenidos de un proceso. Un delito que ahora ha repetido CCOO utilizando de forma sesgada, parcial e interesada el contenido de las conversaciones previas de los protagonistas de un programa, mientras se probaban los micrófonos en la sala de espera».

Eso es lo que hacían los ‘soviets’ en los tiempos de Lenin y ya sabemos cómo acabó el experimento comunista.

Nos preocupa el perfil personal y profesional de quienes han realizado y filtrado la grabación ilegal. Y sobre todo, de quienes las han utilizado de forma egoísta e irresponsable sin medir el descrédito que se deriva hacia los trabajadores de esta casa y la imagen de la CRTVE entre los ciudadanos.

La grabación es un ‘off the record’ que cualquier profesional de la información, debidamente formado e instruido en la universidad, sabe que no tiene ninguna validez y no puede ser utilizada sin saltarse las históricamente consensuadas normas deontológicas que limitan el desempeño de la profesión.

Pero además, y para ahondar en su reprobable actitud, nuestros ‘compañeros‘ han manipulado el contenido de esas frases para acomodarlas a su violenta política sindical.

USO han tenido acceso a esa grabación original de los momentos previos a la entrevista a Pablo Iglesias en el Canal 24 Horas y tenemos la transcripción completa.

Sergio Martín, director del Canal y del programa La Noche en 24 Horas, coordina el desarrollo del guión con los tertulianos. No son consignas, sino constatación de que dirige el programa que presenta. Por cierto, los mismos tertulianos de cada viernes ya que no se hizo un ‘especial‘ por la presencia de Pablo Iglesias.

Y por eso dice eso del «buen rollo» instando a unas preguntas no agresivas, o impropias de un medio público, que puedan ser utilizadas por los sectores afines a Podemos como una coartada en su propaganda sobre la hostilidad de CRTVE contra sus programas políticos. Postulados que, por lo visto, parecen coincidir con los de CC.OO. ya que obvian el latiguillo con el que Martín acaba la frase: «ya sabéis… y tal y cual…»

Una manipulación en que vuelven a repetir cuando el director del programa afea la frase del tertuliano Alfonso Rojo cuando dice eso de: «al enemigo, ni agua».

El director del programa le reprocha: «¿pero qué dices?».

Como eso tira por tierra los intereses propagandístico-político-ideológicos de CC.OO, sencillamente lo eliminan convirtiendo la frase en un evidente e innegable ‘fuera de contexto’.

Vamos, todo un manual de lo que no se debe, ni se puede hacer con la información y que recuerda los utilizados por los regímenes fascistas de la Alemania nazi o del KGB de Stalin.

Una metodología impropia e inadecuada en unos «compañeros profesionales» de un medio de comunicación, cuyas bocas siempre están llenas de la palabra «manipulación«.

No se puede criticar a los demás de manipulación, mientras se manipula o se incumplen las normas éticas sobre información y comunicación. ¿O si…?

Y si pudiera quedar alguna sombra de duda, CCOO no dice cómo en esa grabación Sergio Martín pacta con Iglesias, igual que se hace con cualquier otro invitado, el tono y el contenido de las preguntas.

Le adelanta que no hay ningún ánimo de animadversión y le comenta los temas que expondrá y hasta le dice cuál será la primera de las preguntas.

Esto, por lo visto, tampoco favorece sus intenciones propagandísticas, aunque sea una prueba evidente de la declaración de buenas intenciones que se produjo en los momentos previos al encuentro en directo.

Ya dijimos «por sus actos les conoceréis». Si esa es su visión del sindicalismo, que no cuenten con nosotros. Y, por supuesto, que no metan en el saco de forma unilateral «a todos» los trabajadores de CRTVE. Eso es lo que hacían los ‘soviets’ en los tiempos de Lenin y ya sabemos cómo acabó el experimento comunista.