Patricia López rompe con Cake Minuesa para fichar por el digital de Jaume Roures e iniciar una investigación sobre el ‘Pequeño Nicolás’

Ocurrió el 28 de octubre, sólo 15 días después de que Francisco Nicolás Gómez Iglesias fuese detenido por Asuntos Internos de la Policía Nacional y de que todos sus amigos, ya fueran empresarios o políticos, renegasen de él.

Un mensaje en el Facebook del pequeño Nicolás anunciaba la venganza hasta quien hasta el momento había sido su valedor, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, después de que éste afirmase que tan solo le conocía de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) y de una tarde en una discoteca.

Horas después, a través de esta periodista, el pequeño Nicolás intentó que García-Legaz hiciera un comunicado en el que defendiera la presunción de inocencia y reconociera que el presunto estafador había estado en muchas ocasiones en su despacho hablando de negocios.

Francisco Nicolás le facilita el número de móvil a la persona que quiere que haga de intermediaria y le solicita que le diga al secretario de Estado de Comercio que «quieres hablar directamente con él».

El mensaje a trasladar es claro, escribe Pequeño Nicolás: «Que hay una grabación de vídeo en su despacho en la que yo le doy órdenes y le doy un sobre con dinero… Y hablamos de temas de ópticos y de inmofiban. OK!! Y así acojonamos».

La receptora del mensaje pregunta: «Imofiban?», a lo que Francisco Nicolás responde «Di eso a Jaime jeje. Una grabación en la que le doy un sobre con dinero y hablamos de algo de ópticos inmofiban. Y que después él llama a Belén Romana de la Sareb», el banco malo público creado para gestionar los activos bancarios tóxicos.

De ser cierto, estos mensajes desmentirían las declaraciones del pequeño Nicolás del pasado sábado en Telecinco, en las que afirmó que él nunca le había dado dinero a García-Legaz y que los sobres «eran cosa de Bárcenas».

Inmofiban es una compañía inmersa en concurso de acreedores nacida hace más de veinte años en el mundo inmobiliario y que ahora explora nuevas vías de negocio, como es el asesoramiento a inversiones nacionales e internacionales en operaciones de este sector.

Al límite de la extorsión

Aunque la extorsión no se produjo, ya que la periodista no llegó a escribir ni llamar al secretario de Estado de Comercio, ni trasladó textualmente el contenido de la amenaza de Pequeño Nicolás, sí que se avisó al jefe de prensa de García-Legaz de las intenciones de éste de hacer público determinado material.

Desde Prensa de la Secretaria de Estado de Comercio contestaron que no se iba a hacer ningún comunicado y que ni siquiera se iba a poner en conocimiento de García Legaz.

Sin embargo el mismo día que se publicaba en El Mundo la entrevista del secretario de Estado de Comercio en la que reconocía que se había reunido con empresarios a petición de Francisco Nicolas, según comunicó el presunto estafador a la persona que pretendió usar para la extorsión, entre ellos dos había vuelto a fluir la comunicación.

Francisco Nicolás no se valió solamente de los favores de determinados policías municipales para ejecutar, presuntamente, las diferentes estafas de las que en estos momentos se le acusan. Según los documentos a los que ha tenido acceso Público, al menos un funcionario adscrito a la comisaría de Ventas-Ciudad Lineal ayudó a Francisco Nicolás en dos ocasiones a lo largo de unos tres años a falsificar su DNI y el de uno de sus amigos del colegio.

La primera vez fue para superar una prueba vital en la vida de cualquier estudiante: la selectividad. El presunto estafador renovó su DNI en la comisaría de la Policía Nacional e instantes después fue emitido otro a su mismo nombre, domicilio, número y fecha, etc, con las únicas diferencias de la fotografía y la firma, según se aprecia a simple vista.

Según denunció el padre de un amigo del colegio, Nicolás no había hecho la selectividad. Fue un amigo suyo quien se presentó por él. Las fuentes consultadas por Público aseguran que estos son los DNI empleados para hacer la estafa de la selectividad, por lo que ambos adolescentes podrían enfrentarse a los delitos de falsedad en documento público y usurpación de personalidad.

La segunda ocasión fue en 2013, después de que la empresa ACO alquilara el chalé de El Viso a Kyril de Bulgaria. La intención fue que en su DNI apareciese una dirección más selecta que la que aparecía en su DNI anterior, en el barrio de Prosperidad.

Según fuentes de ACO, «el contrato de alquiler estaba a nuestro nombre y también los recibos. Nunca le dimos ningún certificado a Francisco Nicolás para que pudiera empadronarse en la vivienda, así que no entendemos cómo puede aparecer esa dirección en su DNI».

Entre lo más destacable de los tres DNI es que el número de equipo que aparece en el reverso a la derecha, en este caso el 28391Y6D1, que corresponde con la comisaría y con el terminal desde el que se emitió es el mismo a pesar de la diferencia de años.

Las garantías del DNI

La Dirección General de Policía explicó ayer a Público que «es muy difícil encontrar un DNI electrónico falsificado por las medidas de seguridad que llevan. Es más común en los pasaportes, pero no recuerdo ninguna operación en la que hayan aparecido DNI».

Aseguran también que «cada funcionario tiene que introducir su acreditación para poder efectuar el DNI. Allí se hace una verificación de la huella dactilar y la imagen, también se observa la firma aunque esta puede cambiar. En el sistema queda registrado la hora de emisión y el día, además del funcionario».

Para Serafín Giraldo, de la Unión Federal de Policía (UFP), en la falsificación de los DNI de Francisco Nicolás «hay dos premisas: que la falsificación sea tan buena que haga falta abrir una investigación para averiguar su procedencia ilícita o que realmente se haya hecho desde un terminal de una comisaría de Policía por lo que inmediatamente debería abrirse una investigación dentro del cuerpo porque se podría haber cometido prevaricación y otro delito».

Desde la Dirección General de la Policía también aseguran a Público que «en caso de detectarse dos DNI no lícitos desde el mismo terminal, sería muy rápido averiguar qué funcionario ha sido y se enfrentaría a los mismos delitos de falsificación de documento público, pero debería ser castigado si cabe con más dureza».