10 agosto 2006

Coulson pasará a trabajar para el Partido Conservador británico de David Cameron

Dimite el director de la influyente revista NEWS OF THE WORLD, Andy Coulson, después de que su periodista, Clive Goodman, haya sido acusado formalmente de espionaje

Hechos

Fue noticia en agosto de 2006.

Lecturas

El periodista Clive Goodman, de la revista News of the World es acusado por la policía de haber publicado informaciones a través de pinchazos telefónicos y escuchas ilegales. La revista News of the World es propiedad del grupo News Corp de Rupert Murdoch y James Murdoch. El escándalo llevará a Andy Coulson a dimitir como director de News of the Worl El periodista pasará a trabajar en el Partido Conservador fichado por David Cameron como director de comunicación como gesto para asumir la responsabilidad

07 Septiembre 2010

Sexo, mentiras y pinchazos

Ana Romero

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Ocurre en el Reino Unido y en Estados Unidos por igual: las historias se repiten de tal forma que los corresponsales, al cabo de cierto tiempo, empiezan a tener sensación de déja vu. Son esos escándalos tan propios de la cultura puritana anglosajona. Lo habitual: un poco de sexo, algo de mentiras y mucho de política.

Cuatro meses exactos ha durado la tranquilidad de la coalición entre liberales y conservadores. Los británicos no pueden evitarlo: adoran los escándalos casi tanto o más que sus primos los estadounidenses. Vuelve apenas David Cameron de su baja por paternidad y se encuentra con una sesión de emergencia en el Parlamento. El motivo: el pasado persigue a Andy Coulson, su gurú comunicional (una especie de Pedro Arriola con sueldo aún más jugoso que el del superasesor de Mariano Rajoy).

Coulson -el reportero-estrella que captó la atención de Rupert Murdoch y a los 35 años se convirtió en director del News of the World- fue el navegante que guió a Cameron por las procelosas aguas del periodismo británico directo hasta la victoria. Ahora reina en Downing Street, donde comanda las tropas mediáticas del primer ministro como en su día lo hizo Alastair Campbell para Tony Blair. Conoce a los medios de maravilla y tiene lo que los británicos llaman «instintos conservadores de toda la vida». Esto es, sabe lo que el pueblo siente en la boca del estómago: curiosidad por lo que hacen los demás, sobre todo sus políticos y sus royals. En sus cuatro años como director, el diario sensacionalista dio numerosas exclusivas. El problema es que se le pudo haber ido la mano en la búsqueda del scoop permitiendo -e instigando- a sus reporteros a pinchar teléfonos.

Debido a lo publicado en el New York Times, la policía británica va a reabrir la investigación de los pinchazos ilegales. ¿Se demostrará que no fue aislado el caso del periodista Sean Hoare (cuatro meses en la cárcel por hackear los móviles de los jefes de prensa de los príncipes Guillermo y Harry)? Si es así, como mantiene The Guardian, rodará la cabeza de Coulson.

Pero en la rentrée de Cameron hay más. Todavía colea el embarazoso asunto del ministro de Asuntos Exteriores. No dan crédito en el Foreign Office al inaudito comunicado que hizo público William Hague tras ser acusado de homosexual. Habiendo ya dimitido el asesor de 25 años que había disparado los rumores, ¿cómo se metió el ministro en el desafortunado jardín de hacer públicas cosas tan privadas como la infertilidad de su mujer?

Las maledicencias sobre la orientación sexual de Hague vienen de antiguo. En el Reino Unido, from all places, ¿a quién se le ocurre compartir habitación -que no cama- con un atractivo chico 20 años más joven?

Se quejó ayer el diputado laborista Tom Watson de que la democracia británica está en entredicho hasta que no se investigue a fondo el affaire de los pinchazos telefónicos. Que no sufra el honorable Watson: ya se encargarán esos mismos tabloides de dar la siguiente exclusiva.

14 Septiembre 2010

¿Periodismo de investigación?

Nuria Ribó

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NO SORPRENDE, pero indigna. Al menos a los que creemos que la información es un derecho de los ciudadanos. Pero no el cotilleo o las intimidades de las personas, sean o no políticos. Indigna porqué no todos los medios de investigación, son válidos.

El tabloide The News of the world, número uno en ventas en Inglaterra, cuyas exclusivas de escándalos, muchos a través de pinchazos telefónicos, incluído el mismo Príncipe Guillermo, ha puesto en el ojo del huracán a Andy Coulson, exdirector del diario y actual director de comunicación del primer ministro David Cameron. El caso de los pinchazos descubierto en 2007 y cerrado con la condena del responsable de información de la familia real, lo ha reabierto hace unos días The New York Times (enfrentado al grupo Murdoch propietario del periódico británico) al publicar las declaraciones de un periodista de The News of the World que señala que Coulson estaba al corriente de esas manipulaciones, insinuando que los pinchazos son una práctica generalizada en el mismo. Resultado: los Comunes han abierto una investigación. Coulson está en la cuerda floja y David Cameron, salpicado. Y el lector sabe cómo las gasta su tabloide preferido.

Otra práctica generalizada, la del disfraz, la ha utilizado un reportero del The Sunday Mirror al hacerse pasar por un cliente de prostitutas para destapar algo tan trascendental para Gran Bretaña como descubrir que la esposa del diputado conservador Mike Weatherley ejerce la prostitución a escondidas de éste.

El gran trabajo de investigación llevado a cabo por el periodista del Mirror, deleita a sus lectores con el historial de Carla Adriana Weatherley, una brasileña que dice ejercía la prostitución en su país antes de casarse y que cuenta, tranquilamente, al falso cliente, las tarifas de cada una de sus diferentes actuaciones sexuales. El periódico añade que «nada hace pensar que Mike lo supiera». Y si fuera así, ¿qué pretendía el flamante investigador con una noticia sobre las intimidades de la esposa de un político en las que además él no interviene? Y recalco que no interviene porque los escándalos sexuales son el talón de Aquiles de los conservadores cuando se ven envueltos en ellos después de defender lo contrario.

El escándalo del tory Weatherley ha dado carnaza a los medios de comunicación. Mientras, sus correligionarios conservadores callan y un portavoz se ha limitado a decir que es un asunto personal que no incumbe al partido.

Por si fuera poco al espabilado periodista del Mirror se le escapó un detalle que el diputado ha confesado tras el escándalo: que estaba separado desde febrero.