21 enero 2014

Había alcanzado mucha popularidad por su tono vehemente en tertulias y programas de televisión en Catalunya

Dimite el portavoz de Ciudadanos, Jordi Cañas Pérez, tras conocerse su investigación por defraudar a Hacienda

Hechos

El 21.01.2014 D. Jordi Cañas Pérez anunció su dimisión como portavoz del partido político Ciudadanos-Ciutadans.

Lecturas

El 21 de enero de 2014 D. Jordi Cañas Pérez anuncia su dimisión como portavoz del grupo parlamentario de Ciutadans [Ciudadanos] en el parlamento catalán tras hacerse público que pesaba sobre él una imputación por presunto fraude fiscal de una labor ocurrida antes de su entrada en política. Dña. Carina Mejías será la nueva portavoz parlamentaria de Ciudadanos.

D. Jordi Cañas Pérez, que defiende su inocencia, ha sido el ‘número 2’ de D. Albert Rivera Díaz en Ciudadanos durante la última legislatura catalana en un momento en que el partido ha ido multiplicando su presencia por su capacidad de arrebatar votos al PP catalán y, especialmente, al PSC. Ciudadanos se presenta como un partido regeneracionista que no permita la presencia de imputados en sus filas. El 29 de abril de 2014 D. Jordi Cañas Pérez también renunciará a su acta de diputado en el parlamento catalán en lo que suponía su retirada temporal de la política, aunque seguiría asesorando a eurodiputados de Ciudadanos.

En febrero de 2018 D. Jordi Cañas Pérez quedaría libre de toda acusación de delito de fraude fiscal, momento en que volvería a Ciudadanos, en un momento en que el partido ya ha tomado otro rumbo, con un D. Albert Rivera Díaz apostando por covnertir a Ciudadanos en un partido de derechas que reemplace al PP en esta posición, frente a la idea del Sr. Cañas de un partido de centro-izquierda que pudiese captar votos tanto del PP como del PSOE.

23 Enero 2014

El gallo desplumado

Silvia Hinojosa

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El cambio se intuía porque el gallo más bravo del gallinero estaba quieto y callado como un pajarito. Desplumado. El pleno del Parlament avanzaba y ni rastro del repertorio habitual de muecas, gestos con la cabeza y comentarios con los que Jordi Cañas suele quejarse y exhibir su desacuerdo con quien quiera que esté interviniendo. Cañas ejerce una oposición marca Ciutadans, sin paliativos y repartiendo a diestro y siniestro lecciones de integridad política, pero ayer estaba al otro lado de todas esas diatribas. Absorto en su móvil y su tableta, quizás pensaba que es injusto pagar un preico político sin estar acusado de nada. Algo que probablemente ni se le había ocurrido. O quizás bajó el tono para que nadie le sacara los colores. Ya se verá lo que dura la moderación, pero puede ser contagiosa. Albert Rivera sorprendió al propio president Mas, cuando ofreció su apoyo para reclamar el IVA sanitario a Rajoy.  ¿Son otros Ciutadans? A mediodía, en el debate de presupuestos, a Cañas le tocó defender el voto en contra de su grupo: habló de maldad de estupidez, de ectoplasmas… Verbo suelto y afilado, sonrisa burllona, sin papeles.. Ese estilo que delita a sus segidores. De vuelta a su escaño, en la penúltima fila, gallinero del hemicilo, arrió velas. Dos metros más allá, los tres diputados rebeldes del PSC, recortados los cargos y los sueldos cumplían penitencia. Era su estreno en el club parlamentario de los egos doloridos; en toda la mañana no se les vio una sonrisa.

Jordi Cañas

23 Enero 2014

La podredumbre del sistema

Salvador Sostres

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AL DIPUTADO de Ciutadans, Jordi Cañas, le han interpuesto una querella por fraude fiscal. Un fraude que presuntamente cometió cuando todavía no se dedicaba a la política y que, en caso de ser cierto, consistió en algunas maniobras para esquivar la voracidad de Hacienda.

Cañas niega cualquier participación en tales hechos pero ha anunciado que dejará su escaño si es formalmente acusado o el proceso tarda mucho en resolverse. De momento ha renunciado a la portavocía de su grupo parlamentario. Sus rivales políticos, especialmente los convergentes, han acompañado su llamamiento a que se le respete la presunción de inocencia de una velada lección moral al diputado, recordándole lo duro que él ha sido con los casos de corrupción de los demás partidos.

Suponiendo –que es mucho suponer– que la querella tuviera fundamento, los hechos se produjeron mucho antes de que Cañas fuera diputado; de modo que ni se valió ni pudo valerse de su influencia política para beneficiarse de ella. Aunque hábilmente los convergentes quieran meterlo todo en el mismo saco, no es lo mismo que Artur Mas tuviera firma en la cuenta suiza de su padre mientras era consejero de Economía, o que Oriol Pujol se lucrara prometiendo favores para cuando CiU volviera a la Generalitat, que un ciudadano normal y corriente tratando de pagar los mínimos impuestos, cosa que, de un modo más o memos rocambolesco, todos o casi todos hemos intentado y lo continuaremos intentando siempre.

Tampoco es lo mismo la celeridad con que Cañas ha reaccionado, dejando al instante de ser portavoz parlamentario de su partido y anunciando que dimitiría en caso de ser acusado, que la infinita arrogancia de Artur Mas y Oriol Pujol, que pretendieron hacer pasar una actuación policial y judicial perfectamente pertinente por un ataque a la libertad de Cataluña.

Es cierto que Ciutadans ha hecho de la regeneración de la política su trademark, y que concretamente Cañas ha sido muy severo con cualquier mácula de sus adversarios. Que utilicen esta querella para carroñearle no es nada que no pudiera esperar. Pero más allá de la filiación política de cada cual es justo y necesario recordar que la podredumbre del sistema no es él sino los que van a despedazarle sin piedad.