Dimite toda la cúpula de ERC con Joan Puigcercos a la cabeza tras su hundimiento electoral en las elecciones municipales

LA DEBACLE ELECTORAL de Esquerra en estos últimos comicios ha puesto al borde del precipicio a la formación republicana y ha puesto de manifiesto una gran paradoja: cuando el debate sobre la identidad y el soberanismo se ha instaurado en la sociedad catalana, el partido independentista por antonomasia cae en votos. Los casi 80.000 votos que han perdido los republicanos en toda Cataluña son elocuentes, pero más aún si se valora la sangría continua de sufragios que ha padecido la formación desde que alcanzó la máxima meta de un partido, el gobierno. Efectivamente, para una formación de bases y asamblearia como es la que lidera Joan Puigcercós, la factura que ha generado el desgaste de los dos tripartitos no tiene parangón. Si Barcelona era el último feudo del PSC, también se convirtió en el bastión más preciado de los republicanos. La misma suerte corrieron las expectativas de socialistas en independentistas en Girona: Si los primeros perdieron el gobierno municipal, los segundos desaparecieron del Consistorio.

En estas circunstancias, la decisión de Puigcercós y la Ejecutiva del partido en bloque de dimitir y mantenerse en funciones hasta la celebración de un congreso avanzado también en el tiempo se presenta como la mejor solución para remontar la situación cuanto antes. Sólo desde la autocrítica podrán reorientar su estrategia, y otros partidos harían bien en imitarles.

Lejos de rehuir la autocrítica, la dirección de Esquerra calificó ayer como de «muy negativos» los resultados obtenidos en las elecciones municipales y, actuando en consecuencia, dimitió en bloque y adelantó la fecha del congreso extraordinario en el que se elegirá una nueva cúpula del partido.

La actual Ejecutiva de los republicanos, con Joan Puigcercós a la cabeza, se mantendrá en situación de «interinidad» hasta el próximo 17 de septiembre, fecha señalada para escoger a los nuevos líderes de la formación. El proceso congresual finalizará el 1 de octubre, cuando se decidirá «una nueva propuesta estratégica y política para encarar las generales».

Los independentistas ya habían acordado convocar un congreso extraordinario el pasado noviembre, tras la derrota en las elecciones autonómicas, que les llevó a perder 11 diputados en el Parlament. El encuentro se había señalado para otoño, pero ayer se decidió adelantarlo lo máximo posible después de perder casi 80.000 votos en las elecciones locales del pasado domingo.

Los escenarios que se abren para el relevo son muy variados. Puigcercós, que no repetirá como presidente, intentará que se presente una candidatura única de consenso para tratar de evitar que en el seno del partido se diriman nuevas luchas internas como las que llevaron a la excisión de Reagrupament en el último congreso extraordinario del partido celebrado en verano de 2009.

Los cambios en Esquerra podrían ir más allá de los líderes. En el congreso se podría dar el visto bueno a una reforma organizativa. Actualmente, Esquerra, que es un partido asambleario en el que todos los afiliados tienen voto, cuenta con un presidente ejecutivo, que lidera el partido, y un secretario general, plaza que ocupa desde 2009 Joan Ridao. Una reforma de los estatutos podría cambiar este organigrama y crear, como ocurre en otras formaciones, una presidencia más bien de tipo honorífico, dejando las riendas del partido en manos de la secretaría general.

Además, en el congreso se podría plantear la posibilidad de que el líder del partido no tenga necesariamente que ser el candidato a las elecciones autonómicas, creando así una especie de bicefalia. Esta fórmula permitiría que Puigcercós, que ya ha renunciado a liderar la formación, mantuviera sin embargo la opción de encabezar la lista de los independentistas al Parlament en los comicios de 2014.

Ya son varios los nombres que suenan con fuerza para sustituir a Puigcercós al frente de Esquerra. Joan Ridao, actual secretario general y diputado en el Congreso, es uno de los posibles candidatos. También Anna Simó, la portavoz parlamentaria de los republicanos, podría aspirar al cargo, lo mismo que Oriol Junqueras, historiador y eurodiputado, que el domingo se convirtió también en alcalde de Sant Vicenç dels Horts.

También se había hablado de la posibilidad de que Jordi Portabella, el candidato de la formación a la Alcaldía de Barcelona, aspirase a la plaza. Pero, para ello, Portabella necesitaba haber superado o, al menos revalidado, los cuatro concejales de los que disponía Esquerra en el Consistorio barcelonés. No lo logró.

Portabella, pese a haberse presentado en coalición con otras fuerzas independentistas para evitar la fuga de votos hacia propuestas similares a la suya, sólo obtuvo dos asientos en el Ayuntamiento el pasado domingo: el suyo y el de Joan Laporta, que pertenece a otro partido, Democràcia Catalana. Portabella analizará hoy el resultado de los comicios, desvelará si sigue o no como concejal y explicará cuáles son sus intenciones respecto al partido.