10 marzo 1992
Un centenar de actores de doblaje del sindicato APADECA se concentraron ante la sede UGT para protestar al grito de "¡Albert Díaz, esquirol!"
El actor de doblaje Albert Díaz Vilella denuncia con UGT que su profesión está controlada por una mafia a través de sus sindicatos
Hechos
- El 10.03.1992 los diarios EL PERIÓDICO de Catalunya, LA VANGUARDIA y la agencia EFE recogieron las declaraciones del actor de doblaje D. Albert Díaz, secretario de la agrupación sindical de trabajadores de doblaje de Catalunya (ASTDOC).
Lecturas
LAS ACUSACIONES DE ALBERT DÍAZ CONTRA EL SINDICATO APADECA:
El actor de doblaje D. Albert Díaz Vilella, secretario de la Agrupación Sindical de Trabajadores de Doblaje de Catalunya (ASTDOC, adscrita a la Unión General de Trabajadores) y que protagonizó el doblaje de la serie de TV ‘Magnum’ (poniendo voz a Larry Manetti, Rick, saltó a la palestra el 10 de marzo de 1992 al denunciar a través de la agencia EFE y usando el sello de UGT de que la profesión del doblaje en Barcelona estaba controlada por el sindicato APADECA (Asociación Profesional de Actores de Doblaje de Catalunya) que recurre a ‘métodos mafiosos’.
«APADECA elige a los actores de doblaje con un criterio personal y con un nepotismo tan escandaloso que los únicos que trabajan son los familiares y amigos de la Junta Directiva» (…) «realizan los castings a partir de criterios puramente profesionales y con un nepotismo tan escandaloso que los únicos que trabajan son sus familiares y amigos» (…) «Los elegidos son 150 profesionales de un total de 350 que forman el colectivo en Barcelona».
«APADECA ha confeccionado una lista negra de trabajadores y directores de doblaje que se han mostrado críticos con los procedimientos de la asociación y ha desaconsejado a los empresarios del sector que contraten a profesionales adscritos a UGT».
«Si APADECA defiende una posición de privilegio es porque se trata de una industria que mueve un volumen importante de dinero, concretamente unos 5.000 millones anuales, y el trabajo se reparte entre 350 personas».
«El monopolio del doblaje está perjudicando a la profesión porque TV3 prefiere reponer un 50% de filmes antes que pagar los precios abusivos exigidos. APADECA está chantajeando a TV3 y el resto de cadenas de TV optan por encargar el doblaje a empresas de Madrid y Valencia. Doblar en Madrid es un 17% más barato que en Barcelona y en el resto de España la diferencia puede ser del 60%».
«Es vital crear una escuela oficial de doblaje, pero eso a APADECA tampoco le interesa. La apertura de puertas a todo profesional que de lo desee disminuiría esa carga en los actores que ahora integran el grupo de ‘los elegidos'».
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EL ACTOR SALVADOR VIVES (APADECA) REPLICA: «LA MAFIA DEL DOBLAJE ES ALBERT DÍAZ»
El 11 de marzo de 1992 el actor de doblaje D. Salvador Vives en nombre del sindicato APADECA replicó cargando contra ASTDOC, el sindicato que estaba intentando montar D. Albert Díaz con el apoyo de UGT:
«Es Albert Díaz como secretario de la Agrupación Sindical de Trabajadores de Doblaje de Catalunya, dependiente de UGT, quien utiliza métodos mafiosos en esta profesión y no APADECA».
«Tenemos constancia de que Albert Diaz y su grupo de actores de doblaje afines trabajaron durante la huelga de atores de doblaje del verano de 1990 practicando el esquirolismo».
«Díaz ha contravenido todas las normas profesionales que establecen el máximo de 12 takes que puede decir cada actor en una película o seria para evitar la repetición de voces en distintos personajes, ya que dirigió y dobló al protagonista, a otros personajes secundarios y varios más en la película ‘Traficantes del mar’.
«APADECA, por decisión de su asamblea, es partidaria de que la única vía para llegar a la profesión de actor de doblaje sea haber cursado estudios de actor en el Institut del Teatre, y no a través de escuelas privadas como hace Díaz, que mantiene dos escuelas de doblaje instaladas en Mataró y Granollers en las que previo pago de 180.000 pesetas durante cuatro meses se imparten clases de entre dos y cuatro horas semanales para formar actores».
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MANIFESTACIÓN DEL SINDICATO APADECA CONTRA UGT POR RESPALDAR A DÍAZ
El 14 de mayo de 1992 la prensa de Catalunya recogía la protesta de APADECA, el sindicato de actores de doblaje catalán anunciaba que emprendería ‘acciones legales’ y presentaría una querella por injurias contra D. Albert Díaz por calificarles de ‘mafia’. Y echaron en cara a UGT que permitiera que se utilizaran sus siglas para lanzar esa acusación.
«Además de los términos insultantes con los que ha tratado a nuestra profesión, Díaz pretende constituirse en único representante legal de la mismay revienta los precios del sector».
El 13 de mayo, un centenar de actores de doblaje de APADECA se manifestaron ante la sede de UGT al grito de ‘¡Alber Díaz, esquirol! ¡Albert Díaz, esquirol!»para protestar por el apoyo de UGT a la ASTDOC del Sr. Díaz.
14 Marzo 1992
COMUNICADO DE APADECA
El Análisis
¿Era verdad lo que decía ASTDOC de que los actores / directores de doblaje de APADECA convocaban a gente con criterios de amiguismo y nepotismo y como si la profesión fuera suya? Aclarando que sólo los amigos que sean válidos, pero sí, seguramente eso fuera verdad.
¿Era verdad lo que decía APADECA de que los actores / directores de ASTDOC trabajaban por cantidades inferiores a las de APADECA para lograr hacerse hueco en el sector? ¿Y que ASTDOC había montado escuelas de doblaje (algo muy mal visto en el sector)? Seguramente también era verdad.
El problema es que el doblaje, al ser los propios actores/directores los que deciden quien trabaja y quien no y, por tanto, los que controlan el cotarro, es inevitable que esos actores/directores se conviertan en ‘padrinos’ que monten clanes de otros actores forzados a revolotear alrededor de cada ‘padrino’ para poder sobrevivir profesionalmente. Era inevitable que alguno esos ‘revoloteadores’ se hartara de revolotear y tratara de pasar a crear su propio ‘clan’ con él mismo como padrino. Ese podía ser el caso de D. Albert Díaz, que abandonó la dirección de APADECA para crear ASTDOC.
Todo esto ocurría en 1992. Un año después tanto APADECA como ASTDOC se habrían ido a hacer puñetas. Pero esa es otra historia.
Federico García Jiménez & J. F. Lamata