10 noviembre 2012

Javier Valenzuela, Karmentxu Marin, Ramón Lobo y José Yoldi entre los periodistas despedidos

Juan Luis Cebrián ejecuta el ERE de EL PAÍS y se lleva por delante a 129 periodistas de la redacción, entre los que hay varios históricos

Hechos

El 10 de noviembre de 2012 el diario EL PAÍS dio de baja a 129 periodistas de su redacción dentro del ERE que aplicó para afrontar la crisis económica del periódico.

Lecturas

La crisis económica fuerza al diario El País el 10 de noviembre de 2012 a aplicar un ERE en el cuál son despedidas 129 personas, algunas de las firmas más destacadas del medio como son Javier Valenzuela Gimeno, Karmentxu Marín, José Yoldi, Ramón Lobo. El ERE ha sido ejecutado por el director del periódico Javier Moreno Barber siguiendo indicaciones del Grupo PRISA.

El ERE causa críticas públicas de estacados colaboradores del periódico como Enric González Torralba o Maruja Torrés (María Dolors Torres Manzanera) que culpan personalmente a D. Juan Luis Cebrián Echarri de la crisis económica de la compañía.

La ejecución de aquel ERE no se limitó a los directamente afectados, otras destacadas figuras de EL PAÍS manifestaron públicamente su rechazo a aquella media y terminaron rompiendo con su diario. Fueron los casos de D. Enric González, D. Santos Juliá o Dña. Maruja Torres.

 

 

28 Junio 2011

Transparencia frente a Fuenteovejuna

Juan Luis Cebrián - Joaquín Estefanía - Jesús Ceberio

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Durante los últimos días los lectores de EL PAÍS habrán podido comprobar que numerosas informaciones, reportajes y entrevistas han salido publicados en el periódico sin las firmas de sus autores. Ello se debe a la iniciativa de una asamblea de redactores que decidió adoptar dicha actitud como medida de presión durante las negociaciones del convenio colectivo de la empresa editora del periódico. Queremos expresar claramente, al margen del desarrollo de dichas negociaciones, que a nuestro juicio dicha postura va contra las normas del ejercicio profesional, al involucrar el contenido del periódico en un contencioso laboral.

Desde el inicio de EL PAÍS se mantuvieron nítidamente separados el ámbito profesional del laboral, y por ello los representantes de los periodistas se agrupan en dos organismos distintos, el comité profesional y el comité de empresa, para, respectivamente, debatir asuntos relativos al ejercicio de la profesión, y negociar los temas estrictamente laborales con la dirección del periódico. Naturalmente, cualquier periodista tiene derecho a no firmar lo que no quiera, y así se respeta en el Estatuto de la Redacción de EL PAÍS, pero este es un derecho relacionado con la cláusula de conciencia, y por tanto, individual, y de ninguna manera colectivo. Los contenidos del periódico, el derecho de veto sobre los originales, el diseño del producto, las normas a aplicar y la línea editorial son responsabilidad exclusiva del director del mismo, según el Estatuto de la Redacción. Este regula los derechos y deberes profesionales de los periodistas, la dirección y la propiedad del medio, y fue aprobado en junta general de accionistas. De ningún modo puede alterarse su contenido de modo unilateral sin modificar las bases de este pacto que regula el equilibrio de las tres partes.

Nos parece una grave falta de respeto a los lectores manipular la presentación de trabajos que por su estilo y su propia naturaleza encierran valoraciones, opiniones, comentarios y análisis de quien los hace y, sin embargo, no los firma.

Ni el periódico comparte necesariamente esos puntos de vista ahora anónimos (que aparecen bajo la referencia de EL PAÍS, sin que lo sean), ni el lector puede hacerse una cabal idea respecto al significado de los mismos, habida cuenta que desconoce su autoría. La transparencia es una exigencia indeclinable de un periodismo digno, responsable y de calidad, que no puede refugiarse tras la protesta opaca del Fuenteovejuna de turno. Cada discusión, a su ámbito: ocultar la autoría de una crónica, una entrevista o reportaje, en virtud de una decisión colectiva que nada tiene que ver con el contenido de dichos trabajos, atenta contra la deontología y el buen hacer profesional, y daña la relación normal con los lectores.

Desde la fundación de EL PAÍS nos hemos esforzado por hacer valer unos principios cuya quiebra nos parece de una gravedad sin precedentes, y una marcha atrás en la forma de hacer de la Redacción. Quienes hemos dirigido EL PAÍS durante sus 35 años de existencia pedimos disculpas a nuestros lectores por lo que constituye una falta de consideración a sus derechos. Por lo mismo, creemos que hay que tomar las medidas necesarias para recuperar el crédito perdido y que nadie siga afectando a la calidad de EL PAÍS y a su relación con sus lectores de modo tan irresponsable. Resuélvanse los problemas laborales en el terreno laboral y los profesionales en el suyo propio, sin tomar de rehenes a los lectores, que son en última instancia aquellos para los que todos debemos trabajar.

Juan Luis Cebrián

Joaquín Estefanía

Jesús Ceberio

05 Octubre 2012

EL PAÍS anuncia una reducción de plantilla para superar la crisis

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Las medidas incluyen un plan de prejubilaciones y una rebaja salarial La reducción de plantilla se hará en las delegaciones y en Madrid y Barcelona

El presidente de PRISA y de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, acompañado de los principales directivos del grupo y del periódico, ha anunciado al comité de empresa del periódico y a los responsables de la redacción y de los departamentos de administración y comercial la necesidad de acometer una serie de medidas para garantizar la viabilidad de la empresa en los próximos años ante la grave caída de los ingresos por la contracción del mercado publicitario y la reducción de la difusión, circunstancias adversas que han acarreado una crisis sin precedentes en el sector de medios impresos. Las medidas anunciadas son un plan de prejubilaciones, una reducción de plantilla en las delegaciones del periódico por un cambio de modelo del mismo, una disminución de personal en las redacciones de Madrid y Barcelona, y una rebaja salarial. En sendas reuniones mantenidas con los responsables de la redacción y con el comité de empresa, Cebrián explicó que las medidas anunciadas se presentarán formalmente el próximo martes. El presidente de PRISA estuvo acompañado por el consejero delegado del grupo, Fernando Abril Martorell; el consejero delegado del diario y de PRISA Radio, José Luis Sainz; y el director del EL PAÍS, Javier Moreno,

Los directivos de EL PAÍS admitieron que las medidas anunciadas, inéditas en los 36 años de historia del periódico, son “dolorosas”, aunque “inevitables”. Reconocieron el esfuerzo de todos los empleados en los últimos años para mantener la calidad y el liderazgo de la cabecera tanto en su edición impresa como digital a pesar de los continuos ajustes de presupuesto, entre otros sacrificios. Sin embargo, añadieron, los problemas intrínsecos del sector, agravados por un contexto de recesión de la economía española, amenazan el futuro del periódico. “No es una cuestión de querer mejorar la rentabilidad. El periódico no puede soportar por más tiempo su actual estructura de costes”, manifestó Cebrián. Se trata de construir un nuevo proyecto de periódico, añadió el presidente, afirmar su sostenibilidad en el futuro y garantizar que EL PAÍS siga desempeñando el papel clave que ha jugado en la sociedad española. “En un momento en que la democracia española está siendo atacada, EL PAÍS debe seguir jugando un papel fundamental”, señaló el presidente de Prisa. José Luis Sainz añadió: “O cambiamos nuestro modelo y estructura de periódico, o no podremos seguir haciendo EL PAÍS”.

El director del periódico, Javier Moreno, admitió lo “doloroso” de la situación, pero se mostró confiado en que, como en ocasiones anteriores, “la plantilla será capaz de dar lo mejor de sí misma para que EL PAÍS siga siendo el medio de referencia en español en todo el mundo”. “No vamos a hacer el mismo periódico con menos recursos. Toca hacer una nueva transformación”, añadió. El futuro del periódico pasa necesariamente por una radical transformación en lo digital que le permita además materializar su voluntad de periódico global en español y de atención especial a América Latina. Cebrián confió en la responsabilidad de todas las partes, en particular de los jefes de la redacción, para que el periódico se mantenga fiel al compromiso con sus lectores.

Durante el encuentro con los directivos de EL PAÍS, los trabajadores del diario y el comité de empresa pudieron conocer algunos datos que ilustran la crisis de la prensa escrita. Entre ellos, la caída de la difusión de la prensa en España en los últimos cinco años (-18%) y en otros países, según los últimos estudios, como Estados Unidos (-23%), Reino Unido (-20%), Francia (-4%) o Italia (-19%); el desplome de los ingresos por publicidad en medios impresos en el mercado español (-53%), la escasa rentabilidad de las promociones y la ausencia, todavía, de un modelo de negocio rentable en Internet. “Por cada dólar que se genera en Internet se destruyen diez en el papel”, explicó Cebrián.

La reducción de plantilla en EL PAÍS llega tras varios años en los que los trabajadores del periódico y la dirección han dedicado sus esfuerzos a mantener la calidad del mismo y una cuenta de resultados saneada. La plantilla ha logrado consolidar el liderazgo de EL PAÍS en todos los soportes mientras se acometían recortes salariales del personal y de los colaboradores, severos ajustes en los gastos de redacción (viajes, colaboraciones, agencias informativas…), reducción del número de páginas de la edición impresa y otras medidas destinadas a cuadrar la cuenta de gastos e ingresos. Pese a todo, y ante el empeoramiento de la situación económica del sector en general, y de EL PAÍS en particular, la dirección considera imprescindible llevar a cabo una reducción de costes salariales como vía para asegurar que el periódico siga existiendo.

El comité de empresa, según informó en un comunicado emitido tras la reunión con los directivos del periódico, solicitó a Cebrián la apertura de un proceso de negociación de un mes sin que la empresa formalice el expediente de regulación de empleo. La empresa reiteró su voluntad de presentar el expediente en la fecha anunciada.

05 Octubre 2012

Cebrián: “no podemos seguir viviendo tan bien”

Nota del Comité de Empresa de EL PAÍS

http://elpaiscomite.blogspot.com

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El presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, ha anunciado al Comité Intercentros que el próximo martes se formalizará el inicio de un Expediente de Regulación de Empleo que incluirá despidos, prejubilaciones y reducción salarial. Cebrián, que percibió 13 millones de euros en 2011, ha dicho que este  “proceso doloroso” es ineludible porque “no podemos seguir viviendo tan bien”.  El Comité Intercentros le ha pedido que abra un proceso de negociación de un mes sin formalizar el expediente. Cebrián no ha querido aceptarlo y se nos ha convocado formalmente para el martes para entregarnos la documentación del expediente.

Seguiremos informando.

«No podemos seguir viviendo tan bien» (y 2)

El presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha comunicado al comité intercentros de El País que el expediente de regulación de empleo (ERE) que la empresa presentará el próximo martes será “muy doloroso” y contemplará jubilaciones anticipadas, despidos y una rebaja salarial para los trabajadores que sobrevivan a la criba. Desde el comité hemos pedido la apertura de un proceso de negociación que permita afrontar la situación con medidas lo menos traumáticas posibles. En concreto, hemos planteado que detenga la presentación del ERE y abra un periodo en el que se explore la posibilidad de bajas voluntarias y otros procedimientos de ahorro en la masa salarial. Cebrián no ha aceptado la propuesta y se ha limitado a reiterar que la documentación relativa al ERE (incluida la lista de la gente que se quedará en la calle) será entregada a los representantes de los trabajadores en la reunión convocada para el 9 de octubre. El comité entiende que la imposición de una lista de despedidos justo el primer día dificulta enormemente cualquier negociación.

Cebrián ha defendido la necesidad de reconvertir el sector de la prensa en papel para garantizar su  supervivencia. “La única manera de sobrevivir es tener estructuras de costes que permitan  sostener El País”, ha dicho. El presidente del  grupo considera que la plantilla del periódico está envejecida y carece de profesionales con “perfiles digitales”, además de resultar muy cara, por tener  “un salario medio de 88.000 euros”.  Para Cebrián, la tercera edad en periodismo empieza a los 50 años. “El tema más preocupante es que la edad media de la plantilla es de 53 años”, ha subrayado al recordar que 189 personas superan los 50 mientras que solo 10 están por debajo de los 30. “Esto afecta a los perfiles profesionales y al modelo de periódico que queremos hacer”, ha añadido. Desde el comité  le hemos recordado que la empresa cuenta  con profesionales jóvenes que no entran en su estadística porque no tienen un contrato laboral (colaboradores a los que nunca se les ha querido contratar pese a que realizan tareas estructurales).

Según nos han adelantado, el ERE incluirá un plan de prejubilaciones para los trabajadores a partir de los 55 años, y despidos tanto en las delegaciones que ya han sufrido  recortes en su paginación como en las redacciones de Madrid y Barcelona. Sin precisar en qué cantidad, también se ha anunciado la pretensión de reducir los salarios reconocidos en el convenio colectivo vigente, aprobado hace menos de un año y con una sensible rebaja de sueldos.

El próximo martes la empresa entregará la documentación en la que se detallarán las medidas anunciadas. Los miembros del comité de empresa  tenemos la firme voluntad de no conocer los nombres de los compañeros  afectados por los despidos. Para ello acudiremos a la reunión acompañados por un notario (aparte de nuestros abogados y asesores), a quien haremos entrega de la lista para su custodia en un sobre lacrado hasta el final de la negociación. Solo queremos saber el número de personas y otros detalles imprescindibles para la negociación.

Os recordamos que hemos convocado para el próximo lunes una asamblea general, a las 16.15, donde debatiremos la situación y medidas a adoptar ante esta brutal agresión.

08 Octubre 2012

El comité de empresa amenaza con 18 días de huelga en EL PAÍS

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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La asamblea de trabajadores aprueba otras medidas de presión ante el anuncio de una regulación de empleo

Un total de 266 trabajadores de la empresa editora de El PAÍS, de una plantilla de 464, han aprobado este lunes en asamblea autorizar al comité de empresa para que convoque una huelga de 18 días en respuesta al aviso de la empresa de que este martes se presentará un expediente de regulación de empleo. La asamblea, que ha tenido lugar antes de que la plantilla y el comité de empresa conozcan los términos exactos del expediente, cuya entrega está prevista para este martes, ha aprobado igualmente reprobar al presidente de la compañía, fundador del periódico y su primer director, Juan Luis Cebrián, “por su falta de lealtad a la plantilla y su nefasta gestión”, al tiempo que “exigen que devuelva buena parte de los millones de euros que ha cobrado en los últimos años”.

Cebrián declaró, tras conocerse el resultado de la votación, que lamentaba el acuerdo, pero que “en sociedades como la que edita El PAÍS, quien aprueba o reprueba a su presidente y ejecutivos es la asamblea de accionistas, no la de los trabajadores. Por el contrario, son precisamente el consejero delegado, el director del periódico, y el equipo directivo del mismo quienes han de evaluar periódicamente la eficiencia y el comportamiento profesional de sus periodistas, a fin de velar por la calidad del diario y garantizar la productividad de quienes en él trabajan. La línea editorial, la organización de la redacción y el conjunto de la orientación del periódico dependen autónomamente del director”, añadió.

El viernes pasado el presidente de El PAÍS se reunió con el equipo directivo del periódico y con el comité de empresa para notificarles la próxima presentación del ERE. En esas reuniones el consejero delegado del diario, José Luis Sainz, explicó que el periódico había entrado en pérdidas por primera vez en su historia, como consecuencia de la crisis económica y de los cambios tecnológicos que vienen afectando al futuro de la prensa. En concreto El PAÍS ha perdido más de 200 millones de euros de ingresos respecto a los datos de 2007, mientras que su plantilla se mantiene estable. El coste medio por empleado en El PAÍS es de 88.000 euros.

En la reunión con el equipo directivo de la empresa, Javier Moreno, director del periódico, reconoció que la situación era “dolorosa”, y apeló a la calidad y compromiso de la plantilla para dar lo mejor de sí misma y consolidar la posición de EL PAÍS como medio de referencia en español en todo el mundo. “No vamos a hacer el mismo periódico con menos recursos. Toca hacer una nueva transformación”, añadió el director.

El consejero delegado y Moreno expusieron los planes de reestructuración en el último consejo de administración de EL PAÍS, órgano al que también pertenecen los exdirectores Jesús Ceberio y Joaquín Estefanía, que los aprobó.

El PAÍS es una compañía cuyo único accionista es el grupo PRISA, cotizado en los mercados de valores de Madrid y Nueva York. Prisa es una multinacional presente en 23 países que realiza actividades en prensa, radio, televisión y educación. La cifra de negocio de El PAÍS en el conjunto de sus operaciones es inferior al 10% de las mismas.

Los sueldos de sus consejeros y ejecutivos son votados anualmente en la asamblea general de accionistas y hechos públicos con arreglo a las normas legales y a los códigos de conducta establecidos por la Security Exchange Comission y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Ninguno de los directivos del centro corporativo cobra remuneración alguna de las empresas filiales. Responsables de la empresa de EL PAÍS declararon el lunes por la noche que se mantenían los planes de reestructuración.

09 Octubre 2012

Rifirrafe entre Cebrián y Joaquín Estefanía por el ERE de 'El País'

Alejandro Torrús

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El exdirector de 'El País' Joaquín Estefanía protagoniza un enfrentamiento con Juan Luis Cebríán al que recrimina que con la salida de 149 trabajadores “el deterioro de la calidad del periódico

El consejero delegado del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, y el exdirector de El País Joaquín Estefanía han protagonizado una fuerte discusión durante la reunión mantenida esta mañana entre los cargos directivos del rotativo en el que se debatían las medidas de presión adoptadas por los trabajadores para combatir el ERE adoptado por la empresa, que pretende despedir 128 empleados y prejubilar a 21 trabajadores. “El despido de 150 personas puede suponer un desgarro moral que puede afectar al deterioro de la calidad del periódico de manera irreversible”, ha recriminado Estefanía a Cebrián.

La disputa entre Cebrián y Estefanía se debe a la publicación en las páginas de sociedad del diario del artículo: El comité de empresa amenaza con 18 días de huelga en EL PAÍS. En el texto, se expone que Cebrián y Moreno, director del diario, “expusieron los planes de reestructuración en el último consejo de administración” del diario “al que también pertenecen los exdirectores Jesús Ceberio y Joaquín Estefanía, que los aprobó”.

Estefanía ha recriminado a Cebrián que en esta última frase del texto se da a entender que él había dado el visto bueno a la salida de 149 trabajadores cuando en el consejo no se ha votado nada. De esta manera, ha mostrado su rechazo absoluto ante el ERE presentado por la compañía. “El País no funciona como una fábrica de hacer chorizos sino como un colectivo”, ha criticado Estefanía quien ha advertido de que los despidos podrían repercutir a la calidad del periódico de manera ‘irreversible’.

Cebrián, lejos de amilanarse, ha reprochado a Estefanía que la Escuela de Periodismo UAM-El País, que él dirige, está dando pérdidas. En este punto de fuego cruzado, Soledad Gallego-Díaz ha mediado en la discusión para poner fin al rifirrafe que ha supuesto la “primera brecha” en la cúpula directiva de El País, según aseguran fuentes internas del diario.

Sin embargo, la tensión en la reunión no ha finalizado tras la mediación de Soledad Gallego-Díaz sino que, muy al contrario, las palabras de Estefanía han animado a otras voces críticas. Varios de los presentes en la reunión han continuado la línea iniciada por Estefanía calificando el ERE como ‘desproporcionado’ y recordando que este año será la primera vez en la historia del diario en el que habrá pérdidas, aseguran fuentes conocedoras del encuentro.

En este sentido, cabe recordar que la relación de Cebrián y Estefanía está deteriorada desde la pasada huelga de firmas de los trabajadores de El País, cuando se obligó a este a firmar un documento junto al resto de exdirectores del diario reprobando la protesta de los trabajadores.

Por otro lado, el comité de empresa ha cumplido su amenaza, votada el lunes en asamblea, y ha comenzado a difundir información reprobando la gestión de su presidente, Juan Luis Cebrián. En el texto, los trabajadores señalan que la causa del ERE no es ni “la gravedad de la crisis ni la bajada de ingresos” sino que la empresa necesita entregar “cabezas a don Nicolas Berggruen, el financiero al que ha malvendido el control de la empresa”.

 “A cambio -continúa el texto en referencia a Cebrián- está recibiendo uno de los sueldos más elevados de todos los directivos europeos. Asimismo, comunicado denuncia que el presidente del diario se “haya aumentado en un 30% los bonus para 2012” a pesar de “haber llevado el precio de la acción de 19,70 euros a 0,30 céntimos”.

Versión de EL PLURAL:

Estefanía, que remarca que considera que no se ha explicado bien en la noticia el proceso por el que se informó de los planes de reestructuración al consejo de administración, del que como exdirector es miembro, dice que “me veo forzado a explicar mi postura”. Aclara entonces que, en su opinión, “el ERE va a producir un deterioro irreversible en la plantilla y un desgarro emocional del que los trabajadores no se van a recuperar nunca”.

Juan Luis Cebrián vuelve a tomar la palabra y, según cuentan fuentes presentes, en un tono claramente irritado, recuerda que la empresa mantiene la Escuela de Periodismo de EL PAÍS aunque es deficitaria. No lo dice directamente, pero los presentes entienden el comentario como un reproche a Joaquín Estefanía, cuyo trabajo principal en estos momentos es, precisamente, dirigir el Master de EL PAÍS.

“Por esto no voy a pasar”

Estefanía vuelve entonces a pedir la palabra y contesta, con firmeza, a Cebrián: “Yo he estado contigo el 23F-le dice-, he estado contigo en la huelga de firmas (se refiere al escrito, “Transparencias frente a Fuenteovejuna”, que los cuatro directores de la historia de EL PAÍS firmaron el pasado mes de junio cuando los redactores se negaron a firmar sus artículos para presionar la firma de un convenio), pero por esto no voy a pasar”. El ambiente que queda es muy diferente del que pretendía promover Cebrián al convocar la reunión. La situación anima entonces a que otros directivos se atrevan a expresar ante el todopoderoso Presidente de PRISA algunas quejas, aunque menos contundentes que las expuestas por Estefanía. Básicamente, sugieren, en su opinión las medidas que se toman no están suficientemente justificadas. Entre quienes muestran sus reticencias no se encuentran ni el director, Javier Moreno, ni el director adjunto, Vicente Jiménez.

28 Octubre 2012

Estimado lector de EL PAÍS

Carta de los trabajadores de EL PAÍS

http://elpaiscomite.blogspot.com

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Los trabajadores de EL PAÍS nos vemos obligados a entregarle esta carta para explicarle el conflicto que estamos viviendo y los planes que tiene la empresa para este diario.

El presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, nos anunció el 5 de octubre su decisión de despedir a 149 trabajadores -un tercio de la plantilla-, indemnizándoles con el mínimo que establece la reforma laboral. Además, pretende rebajar un 15% el salario de los que se queden. Con esta drástica reducción, y sin modelo de diario futuro, difícilmente se pueden mantener la calidad y los valores fundacionales del diario: una información seria y rigurosa basada en la defensa de los derechos humanos y la democracia.

La empresa justifica los despidos en la disminución de ingresos, no en pérdidas. EL PAÍS ha tenido 1,8 millones de beneficios en los seis primeros meses de 2012. Cuando Cebrián nos anunció el ERE, los trabajadores propusimos asumir posibles pérdidas reduciendo nuestros salarios, siempre que la negociación se hiciera sin despidos encima de la mesa. Por tres veces le pedimos que no pusiese en marcha el ERE sin antes estudiar con el Comité de Empresa medidas alternativas. Y por tres veces rechazó esta posibilidad.

Al anunciarnos el ERE se nos dijo que tenemos una estructura de costes inviable, que hemos vivido demasiado bien y que somos viejos. Nos lo decía Cebrián, un señor de 68 años que cobró 13 millones de euros en 2011 (35.600 euros diarios). La dirección de Prisa trata de hacer creer a la opinión pública que el problema son nuestros sueldos, no los de los directivos. El coste medio de los 54 miembros de la dirección de EL PAÍS que están fuera del convenio colectivo es de 209.000 euros.

El salario de los trabajadores, muy inferior al de los directivos, es producto de más de 30 años generando beneficios (unos 800 millones desde el año 2000) y fruto de un marco de relaciones laborales que reconocía la contribución de la plantilla al periódico.

No solo nos preocupa que 149 trabajadores pierdan su empleo y vean quebrados sus proyectos profesionales y personales. También nos preocupa la pérdida de calidad de la información. ¿Qué diario llegará a los quioscos tras el despido de más de cien periodistas, entre ellos, algunos de los mejores de España? Además, los planes de la dirección implican la reducción al mínimo de la información realizada en las redacciones de Valencia, Galicia, País Vasco y Andalucía, con lo que EL PAÍS perderá las voces que, desde fuera de Madrid y Barcelona, contribuyen a la pluralidad y al contraste de opiniones.

Los trabajadores de EL PAÍS, jóvenes y veteranos, nos hemos sentido muy orgullosos de contribuir al éxito del periódico y no hemos escatimado esfuerzos ni compromiso más allá de las obligaciones contractuales, convencidos de que EL PAÍS es más que un mero negocio. Ahora nos responden con una lista de 149 despidos. Nosotros queremos seguir trabajando al servicio de los lectores y de los principios fundacionales que hicieron grande este periódico.

12 Noviembre 2012

El Día del adiós

Ramón Lobo

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He recogido mis cosas de la redacción: un jardín zen que mimaré en casa, un jersey viejo sin mangas para las noches de frío y unos cuantos diccionarios. El resto lo llevo dentro. Ha sido duro por la emoción de los compañeros y por mi sensación de que cada paso era el último después de 20 años y casi tres meses en la Plantación, como siempre la he llamado.

En unas horas tengo cita en una notaría de Madrid. Van a entregarme la carta de despido, el cheque Rajoy (20 días por 12 meses) y el finiquito.

Aunque tengo proyectos, que ya iré desgranando, siento vértigo. Los muchos mensajes de apoyo no se han traducido, de momento, en ofertas de trabajo.

Leo los tuits y los mensajes en Facebook y percibo un incendio descomunal que la empresa parece no ver. No quiero que muera EL PAÍS, donde he trabajado tanto tiempo y tan a gusto y en el que siguen decenas de amigos. Por eso, y por costumbre, seguiré comprándolo.

El Análisis

RESULTÓ QUE PRISA ERA UN EMPRESA Y EL PAÍS UN PERIÓDICO

JF Lamata

Desde 2008 la crisis había pulverizado el mundillo mediático. Muchos periódicos habían sufrido EREs, como el diario ABC, pero ninguno fue tan sonado como el del diario EL PAÍS. ¿Acaso la redacción del rotativo de PRISA pensaba que EL PAÍS era algo así como un medio por encima del bien o del mal, o un proyecto ideológico al que no le afectaba el dinero? Ese día recordaron que EL PAÍS es una empresa de servicio, ofrece un servicio y a cambio de la retribución que por él logra paga los salarios. Y si las ganancias no superan las pérdidas, la cosa se hunde y hay que recortar.

Un ERE, algo normal, se convertía en un trauma para EL PAÍS, que había sido tan crítico con los despidos o los recortes del Gobierno, incluida la tan odiada ‘reforma laboral’. Malvadamente muchos medios dijeron que PRISA aprovechaba la ley laboral que tanto había criticado para hacer despidos (la ley sólo afectaba a los contratados a partir de la fecha, por tanto, no a los de EL PAÍS). Probablemente D. Juan Luis Cebrián hizo lo que tenía que hacer para poder sacar adelante la empresa. Lo malo es que el hecho de que siguiera al frente de PRISA, con un salario mensual bastante considerable, cuando su gestión, algo había influido en que se hubieran disparado tanto las pérdidas que causaban los despidos, le convertía en el ‘malo’ de la película, incluso para muchos de izquierda (los de la derecha ya le odiaban, con despidos o sin ellos, así que eso no cuentan).

J. F. Lamata