25 julio 1989
Trifulcas históricas entre falangistas
El exministro franquista Raimundo Fernández Cuesta replica a los ataques de los nuevos falangistas que acusan al franquismo de haber manipulado el ideario de José Antonio Primo de Rivera
Hechos
El 25 de julio de 1989 D. Raimundo Fernández Cuesta, exministro, publica una carta en el periódico ABC.
21 Julio 1989
Falange Española
Delegado de prensa del SEU [Juventudes de Falange]
Señor director: Me dirijo a usted en relación con la información aparecida en su periódico, el pasado día 15 de junio, en el cuadernillo dedicado a las elecciones europeas, en el que se hacía figurar a la organización Falange Española de las JONS en el apartado de partidos de extrema derecha. Es lamentable comprobar cómo unos profesionales del periodismo siguen identificando a los falangistas con la extrema derecha, lo que demuestra una ligereza y una, paradójicamente, desinformación impropias de un diario como ABC.
Una y mil veces repetiremos nuestra absoluta desconexión con la extrema derecha, e insistiremos en el carácter nacional y sindicalista de nuestra doctrina, que desde luego está muy lejos de ser de derechas y mucho menos de ultraderecha.
En este sentido, insistimos igualmente en que esta organización, formada esencialmente por jóvenes, nada tiene que ver con el Movimiento Nacional de la dictadura, manipulador de nuestra ideología y símbolos.
25 Julio 1989
Movimiento Nacional
(Exministro franquista y exsecretario de José Antonio Primo de Rivera)
Señor director: Acabo de leer con sorpresa y amargura la carta que le envía el delegado de Prensa del SEU de Madrid. Estoy de acuerdo en lo que manifiesta el señor Lacort cuando se refiere a la identidad política de Falange Española. Jamás los que contribuimos a su fundación siguiendo a José Antonio Primo de Rivera pudimos ser clasificados como fundación política de derechas, y mucho menos como componentes de un grupo extremista y reaccionario. La ideología falangista tuvo y tiene un contenido social tan avanzado que se aleja por completo de cualquier connotación que pudiera vincularla a la llamada extrema derecha, denominación que, por otra parte, se utiliza frecuentemente en la actualidad para crear confusión y otorgar arbitrarias descalificaciones.
En lo que no puedo estar de acuerdo en modo alguno es en la afirmación que se hace en el último párrafo, en el que se ataca al Movimiento Nacional otorgándole el papel de manipulador de la ideología falangista y que se hable de dictadura para referirse al régimen del 18 de julio.
Tengo ya noventa y dos años y me encuentro afectado por una dolencia física que me impide mantenerme de pie, pero el espíritu lo tengo levantado y, gracias a Dios, la mente suficientemente lúcida para no doblegar mi dignidad ni incurrir en la cobardía de un silencio culpable.
A la victoria del movimiento del 18 de julio contribuyeron cientos y miles de falangistas que lucharon en unidades militares, centurias y banderas. La doctrina de la Falange fue la doctrina oficial del nuevo Estado y muchos de sus principios alcanzaron realidad. Por otra parte, el Movimiento Nacional creado por Franco vino a dar realidad a una idea repetidamente expresada por José Antonio en sus escritos y discursos, y que se ofrecía como síntesis superadora del partidismo político. Otra cosa fue la compleja andadura de su organización política donde, como en toda obra humana, hubo aciertos y errores.
Lo que no es admisible es la calificación de dictadura al régimen nacional del 18 de julio. Estimo que las razones jurídicas que lo legitiman como pleno Gobierno de derecho son obvias y, por otra parte, tan numerosas que excederían de la extensión de esta carta.
El régimen del 18 de julio enalteció los símbolos falangistas, impregnando de su sustancia política sus obras sociales, que fueron numerosas. Y, por último, tampoco hay que olvidar que muchos de los que aún participan en la organización de Falange Española fueron miembros activos y responsables en significativas estructuras del Movimiento Nacional
Falange
Delegado de Cultura de Falange Española de las JONS
Señor director: ei pasado martes, día 25 del presente mes, apareció en la sección «Cartas al director», una nota firmada por el señor Fernández Cuesta, en la que mostraba su disconformidad con una carta aparecida días atrás, en la que el delegado de Prensa del SEU de Madrid calificaba de dictadura a; régimen del 18 de julio. Entre otras cosas, también afirmaba el señor Fernández Cuesta que ese régimen era la plasmación de los ideales falangistas. Creo que nada más lejos de la realidad. Como bien debería saber él, ei franquismo fue diametralmente opuesto a la Falange, y para ello nada más fácil que ver por lo que murieron esos miles de falangistas de los que habla el señor Fernández Cuesta, y lo que luego logró. ¿Se nacionalizó la Banca? ¿se hizo la reforma agraria? ¿se desmontó el capitalismo? ¿se acabó con ia usura y los especuladores? Sinceramente creo que no, y como afirma el Evangeiio, «por sus hechos los conocerás». Por último, en la Falange -no en el Movimiento Nacional ni en FET y de las JONS, los puestos de servicio se renuevan día a día, y no se vive de las rentas de puestos ocupados en épocas pasadas que muy poco nos dicen a los jóvenes falangistas que hoy tenemos en nuestras manos el futuro
de la Falange.