11 febrero 2004

Pugna entre dos de los magnates judíos más poderosos de Estados Unidos

El Grupo Comcast de Brian Roberts lanza una OPA hostil contra Disney aprovechando la debilidad de Michael Eisner

Hechos

El 11.02.2004 El Grupo Comcast presentó una oferta de adquisición de la Walt Disney Co, a todos sus accionistas.

Lecturas

El Grupo Comcast, primer operador por cable de Estados Unidos presenta una OPA Hostil para comprar el grupo Disney en abierta oposición a la gestión que lleva Michael Eisner. Comcast es propiedad de la familia judía Roberts (fundada por Ralph Roberts y ahora dirigida por Brian Roberts) y tiene como número dos a Steve Burke, que trabajó muchos años para Disney. La OPA será rechazada pero dejará en evidencia la debilidad de la gestión de Michael Eisner.

steve_burke Steve Burke, ex directivo de Disney ahora directivo del Grupo Comcast a las órdenes de la familia Roberts ha sido considerado por los medios de comunicación como el verdadero ‘cerebro’ de esta OPA que no ha triunfado pero ha evidenciado el poder de Comcast y la fragilidad de Disney.

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14 Febrero 2014

Tormenta en el Magic Kingdom de Disney

José A. Montenegro

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La opa hostil de Comcast para quedarse con Disney es probablemente sólo el primer capítulo de una película, en la que tienen que aparecer todavía más protagonistas.

La esperada batalla por el control de Disney se ha desatado finalmente esta semana. Comcast, que como les anticipaba en esta misma sección hace algo más de un mes, (entre Wall Street y Park Avenue, 10 de enero) era uno de los más interesados en abalanzarme sobre la debilitada presa, puso en marcha el miércoles una ‘unsolicited’ (no pedida), oferta por 48.700 millones de dólares, a la que por mucha razones le espera aún mucha historia por delante.

Esiner, de gestos ejemplar a rémora

Michael Eisner, Chairman y CEO de Disney  Co, ha pasado en sus veinte años al frente de la empresa, de ser un gestor modélico, puesto como ejemplo por las mejores escuelas de negocios del mundo a convertirse en una rémora pesada que roza lo que muchos han clasificado por aquí de ‘caudillaje’ desquiciado y estéril.

Los primeros diez años de Eisner en Disney fueron excepcionalmente brillantes. Recogió una empresa adormecida y la puso en primera fila otra vez, gracias a una inteligente revitalización del negocio de parques temáticos, de sus estudios cinematográficos, y muy especialmente del cine de animación, que siendo el origen de la empresa sólo significaba el 1% de su negocio en 1984. Pero Michael Eisner no ha sabido evolucionar y adaptarse a los tiempos, y en la última década, se ha convertido en un ejemplo de gestor aferrado al poder y poco innovador, que se ha rodeado de amigos nada independientes en su consejo de administración, y que sencillamente no está acertando en lo que hace, incluida la última ruptura con Pixar, por citar algo ocurrido hace sólo semanas.

Ahora con esta situación débil internamente y con un negocio que ha mejorado algo en relación a unos años atrás, pero no lo suficiente, Comcast, la primera empresa por cable del país, con sede en Filadelfia y presidida por Brian Roberts, ha decidido que ha llegado el momento de actuar, y tras haber fracasado la vía de una fusión amistosa, ha iniciado el ataque que si tiene éxito convertirá al nuevo conglomerado de contenidos y distribución, en una empresa con un valor de mercado de 125.000 millones de dólares, 45.000 millones de ingresos anuales, acceso a 22 millones de hogares y 179.000 empleados.

Comienza la carrera de obstáculos

Pero lo que no es fácil es que Comcast consiga su objetivo sin obstáculos, y no sólo por la resistencia de Eisner que conviene no menospreciar, ni por razones regulatorias, que no parece que vayan a ser muy relevantes dado que el nuevo monstruo sería algo muy parecido a Time Warner o News Corporation, sino más bien porque esos mismos competidores tienen echado el ojo a distintas partes de Disney, y todo es posible en este momento.

George Mitchell, consejero líder independiente en Disney y Stephen Burje, un antiguo ejecutivo de Disney que está ahora supervisando la operación de Comcast están llamados a tener papeles protagonistas en esta película que con seguridad durará las próximas semanas, una película que a Wall Street le gusta, porque supone un paso más en la vuelta a la acción en fusiones y adquisiciones a lo grande.

José A. Montenegro

12 Febrero 2004

Un 'salvador' caído en desgracia

Pablo Pardo

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Michael Eisner fue el salvador del imperio Disney y el directivo más admirado de EEUU. Y ahora puede acabar en la calle, despedido por una empresa de cable de Filadelfia, entre la satisfacción de la familia Disney. Y, encima, el que le puede acabar echando es Brian Roberts, otro que heredó su riqueza, estimada en 1.200 millones de dólares. Un cruel final para un directivo hecho a sí mismo, a la más pura tradición americana.

Eisner llegó a Disney en 1984 y resucitó a la empresa, dando nueva vida a las películas de dibujos animados y entrando en el cine para adultos, con títulos como Pulp Fiction. Pero Disney pagó 19.000 millones de dólares por la ABC en 1996 y desde entonces no volvió a recuperar el brillo que tenía. Al final, Eisner se ha peleado con todos. En 1998, el jefe de la división de cine de Disney, Jeffrey Kazemberg, y fundó SKG con Spielberg y Geffen.Y ahora se ha ido otro gran ego: Steve Jobs, el creador de Apple, cuya empresa de animación, Pixar, dijo hace dos semanas que deja de trabajar con Disney. Eso sí, si al final le echan, Eisner podrá decir que rindió un servicio póstumo a la compañía: las acciones de Disney, animadas por la OPA, subían ayer a media sesión un 14%.

El Análisis

LA PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD DEL NUEVO IMPERIO

JF Lamata

El Grupo Comcast hacía tiempo que se había convertido en un imperio mediático por su titánico volumen de facturación en lo referido al cable, pero tenía que hacer una demostración ante todo el sector, no sólo nacional, sino mundial y esa presentación fue la Oferta Pública de Adquisición del 100% de la compañía The Walt Disney Co. Presentar esa OPA era la primera forma de evidenciar la imagen de debilidad de Michael Eisner (muy tocado por tener la fusión de Pixar atrancada) si hasta una compañía se dirigía a sus accionistas para ofrecerles cambiar de timonel.

Si los Roberts, judíos hábiles y negociadores como Eisner,  tenían facturación suficiente como para intentar quedarse con la ABC y todas las compañías de entretenimiento de Disney. Los Roberts no lograron quedarse con Disney pero acababan de demostrar que venían con todas las ganas para entrar en el sector mediático y cinematográfico. Sólo era cuestión de tiempo que encontraran cual era su objetivo: el Grupo Viacom (CBS & Estudios Paramount) o los medios de la General Electric (NBC & Estudios Universal)

J. F. Lamata