10 enero 1998
El periodista, fuertemente enfrentado al nacionalismo vasco, será el nuevo director editorial del grupo
El Grupo Correo nombra a Ángel Arnedo nuevo director de EL CORREO vasco en sustitución de José Antonio Zarzalejos
Hechos
El 10.01.1998 D. José Antonio Zarzalejos dejó la dirección de EL CORREO Español – El Pueblo Vasco para asumir la responsabilidad de la Dirección Editorial del Grupo Correo.
Lecturas
¿REFORZAR AL GRUPO CORREO EN MADRID?
La decisión del Consejero Delegado del Grupo Correo, D. Alejandro Echevarría se presenta como un ‘ascenso’ a D. José Antonio Zarzalejos para que lidere las oficinas del grupo en Madrid y desde allí controle la línea editorial de un grupo que dispone de 10 periódicos regionales repartidos por España, además de poseer el 25% de las acciones del canal de televisión de TELECINCO, canal que presidente el Sr. Echevarría.
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La Destitución
Lo que ETA no pudo en 1994 -ni asesinarme ni hacerme huir- lo consiguió el PNV con la dosificación de una brutal campaña contra mí y el periódico que dirigía, mediante un elaborado trabajo de persuasión coactiva sobre los editores.
Por otra parte, las conversaciones entre miembros del PNV (Anasagasti, Bergara, Urkullu) y los responsables empresariales del periódico (Alejandro Echevarría, consejero-delegado, y José María Bergareche, consejero-director general) comenzaron a fraguar en una especie de armisticio que exigió una humillación que me fue impuesta: la publicación en el periódico de una carta crítica hacia mí del mismo impulsor del boicot, Javier Atutxa, y un encuentro en unas instalaciones de la Diputación de Vizcaya en el monte Artxanda, próximo a Bilbao, con dirigentes nacionalistas en abril de 1997, durante el cual los gestores del periódico optaron por la política del apaciguamiento tras un debate verbal que, por su nivel, me hizo enrojecer de ira y vergüenza.
Cuando salí de la reunión había tomado la decisión de dejar la dirección del periódico y abandonar Bilbao con mi familia. Se lo comuniqué a Echevarría el mismo día de mayo de 1997 en que la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) me concedió su premio. El consejero-delegado no intentó disuadirme ni un segundo después de lo visto y oído en la reunión de abril anterior con los dirigentes del PNV: aceptó de plano mi dimisión, le alivió que se la presentase porque así cerraba el grave problema suscitado con los nacionalistas y, como siempre se han conducido las cosas en el Grupo Correo, me ofertó una magnífica salida. La acepté.
"La destitución"
Tras la lectura de este libro hemos sabido que de alguna forma fue el motivo de la salida de circulación de un director extraordinariamente sectario cuya fijación con nosotros no auguraba nada bueno. Para nuestra sorpresa, porque nunca nos creímos tan importantes.
Con semejante bagaje de odio y rencor el hombre se nos fue a Madrid donde apareció dirigiendo el periódico por antonomasia de la derecha española, el ABC. Además de introducir firmas tan “amigas» como las de Jon Juaristi y mantener sobre todo las más antinacionalistas , quiso sentar cátedra de deontología periodística y de centrismo democrático a la vez que fungir como el gran muñidor de acuerdos en los almuerzos y desayunos que organizaba en el hotel Ritz donde él siempre era el centro de toda la atención y sobre todo el que marcaba las pautas.
Nadie combatió con mayor saña y seguimiento el denominado Plan Ibarretxe aunque sea de justicia reconocer que nadie conocía el percal de aquella iniciativa como Zarzalejos. Y nadie ha combatido estos años de manera más dura al PNV que ésta cuña casi del mismo palo. De ahí su amargura al verse hoy repudiado no solo por Esperanza Aguirre y el Cardenal RoucoVarela y no digamos por Jiménez Losantos que pronto advirtió que estaba ante un telepredicador más pedante e inculto que él, sino por pensar que sus servicios, a su idolatrada monarquía, y a la idea de España, no han sido valorados por el Grupo Vocento, ni por sobre todo por una Villa y Corte que le sigue viendo como un señor del norte que vive allí para darles lecciones sobre casi todo.
Hablando hace unos días con un directivo de este Grupo me comentaba: “Si Zarzalejos es algo es por el Grupo Vocento y nos paga con ésta puñalada. Siempre fue un tipo muy difícil y muy poco normal en el trato y a la hora de llegar a acuerdos, pero mira, estamos contentos, nos hemos quitado un peso de encima, que no ha sido cosa fácil».
EI libro pues rezuma resentimiento sin la menor autocrítica. Es como ese conductor que se mete en sentido contrario y cree que todos los demás se han equivocado de vía. Ahora pretende llevarse bien con el mundo catalán y sigue dando consejos desde su columna «El Agora» de La Vanguardia y como Ortega diciendo que “Catalunya y España pueden conllevarse”. Todavíano le conocen bien y por eso a veces nos preguntan sobre él ya que hace muy poco escribía contra nosotros a cuenta de los presupuestos y de cómo nos gusta hinchar pecho.