8 octubre 2014

Simbolizaba la resistencia histórica de los mineros en Rodiezno y ejercía un poder omnímodo en Asturias

El histórico sindicalista José Ángel Fernández Villa es expulsado del PSOE y UGT al descubrírse que ocultó 1,4 millones a Hacienda

Hechos

  • El 8.10.2014 el PSOE y SOMA-UGT anunciaron un expediente de expulsión a D. José Ángel Fernández Villa, que fuera Secretario General de SOMA-UGT de 1979 a 2013.

Lecturas

UGT TAMBIÉN EXPULSA A JOSÉ ANTONIO POSTIGO POR COMPLICIDAD CON VILLA

El SOMA-UGT también expulsó al expresidente del Montepío de la Minería Asturiana, D. José Antonio Postigo, que también había ocultado 300.000 euros a Hacienda. El sindicato consideró que el Sr. Postigo actuaba de común acuerdo con el Sr. Fernández Villa.

EL FIN DE UN PODER FÁCTICO ASTURIANO

FernandezVilla2 D. José Ángel Fernández Villa había jugado un papel vital en toda la historia del PSOE en Asturias, enfrentándose o pactando con los distintos líderes del socialismo asturiano como D. Vicente Álvarez Areces.

09 Octubre 2014

Otro mito que se derrumba

Pedro G. Cuartango

Leer

No me lo podía creer. Tuve que releer la noticia un par de veces y frotarme los ojos. Pensé por un instante que estaba soñando. Pero no, no era una ilusión. Era la cruda y devastadora realidad: José Ángel Fernández Villa, el mítico líder minero de Soma-UGT y el hombre al que yo tanto admiré se había acogido a la amnistía fiscal tras ocultar 1,4 millones de euros a Hacienda.

Antes me hubiera tragado que los burros vuelan que Fernández Villa pudiera ser un defraudor que manejaba grandes sumas de dinero negro. Porque Fernández Villa, al que traté a mediados de los años 80 durante la reconversión de la minería del carbón, era para mí el paradigma de la lucha obrera y de la honradez sindical. Un símbolo, una leyenda, una trayectoria incuestionable al servicio de un ideal.

Le conocí en su austero despacho del Soma en Langreo y simpaticé con él. Era un tipo duro, inteligente, con un discurso claro y coherente que defendía la tradición obrerista dentro del PSOE, en el que era una referencia moral. Se decía entonces que era la persona que más mandaba en Asturias y también en el partido liderado por Felipe González, en el que se le encuadraba en el ala guerrista.

Se mantuvo inquebrantable en las huelgas de la minería contra una reconversión que dejó tocada de muerte a Hunosa, a cuyos pozos bajé en varias ocasiones con los sindicalistas del Soma. Pero ahora Fernández Villa parece haber sucumbido al poder del dinero que lo corrompe todo, según estamos comprobando estos días aciagos.

La corrupción ha llegado a todos los miembros de nuestro cuerpo social como la sangre que riega las venas. Ahí están los casos de Rodrigo Rato, Rafael Spottorno, Virgilio Zapatero y otros muchos, que ocuparon altas responsabilidades y tenían el deber de dar ejemplo.

Ningún partido, ninguna institución, ningún hombre se salva. La basura nos rodea. Imposible confiar en un sistema en el que hasta un mito como Fernández Villa se ha aprovechado para hacerse rico.

10 Octubre 2014

Reflexión desolada

Antonio Gala

Leer

¿EN QUÉ se ha convertido España? Dan ganas de coserse los ojos y los labios para no ver y no tener que contestar a tal pregunta. Gente que quiere, y que no puede, trabajar para seguir viviendo. Ricos que compadecen sus riquezas, manejan la política, se obsequian tarjetas sordomudas en un juego de ricos. Una región bella del Norte, que ha convivido la Historia con el resto, se propone independizarse, como avergonzándose de la Patria (o quizá lo pretende la mayor ciudad, sola con sus inmigrantes, cerrando los ojos a sus propias vergüenzas). El arranque de valor ciego, de generosidad, de orgullo que caracterizó su Historia, ¿dónde ha podido desaparecer? La solidaridad con los más necesitados, la esperanza a pesar de todo, los ejemplos asombrosos de heroísmo y de generosidad. La íntima certeza de estar acompañado. La última certeza de la buena intención de los gobernantes; de que cada obra, cada estamento, cada provincia miraba por quienes los componen como cada uno por su propia familia. La solidaridad, desde la más alta y nacional a la familiar y casera, ¿dónde se hospeda ahora; a quién acompaña; quién la siente? Cómo es posible que se haya obligado a dimitir, de UGT y PSOE, a su líder minero, ocultador fiscal de millón y medio. Eso es el verdadero ébola. Eso, la muerte nada clara.

10 Octubre 2014

Rodiezmos y primicias

Federico Jiménez Losantos

Leer

HAY FRASES en los libros de texto o en la enciclopedia de la vida que se nos graban en la infancia y germinan, gracias a la música de la lengua, cualquier día en cualquier página. Umbral convirtió en libro Los helechos arborescentes. De los telediarios rescató Carmen Martín Gaite Nubosidad variable. A mí me fascinaban de niño los diezmos y primicias de los monasterios y la Tara y Carga que exhibían los camiones que se llevaban los pinos de mi pueblo mundo adelante. El diezmo me quedó claro: dar al Rey o la Iglesia la décima parte de lo que daba la tierra, que era la carga del camión. Pero las primicias y la tara no acababa de entenderlas, porque en las montañas de Teruel la primicia del invierno es el verano y no veía yo tara alguna en aquellos camiones de la madera, que me parecían un prodigio de la técnica.

En los años de Zapatero, crepúsculo esperpéntico del socialismo español, me fascinaba la ceremonia de Rodiezmo, con el presidente del Gobierno descamisadito, Alfonso Guerra con pañuelo rojo al bies y, entre ambos, un señor con aspecto de levantarse la mesa tras trasegar abundosa fabada, repetir arroz con leche, degustar orujos varios y, suponía yo, compartir tabaco de liar y hojita de librito con El Abuelo Vítor de Víctor Manuel. Yo me imaginaba a aquel señor gordito que más que alzar el puño lo sostenía, un tal Fernández Villa, cantando al naipe del atardecer la Maruxiña que aprendíamos de rojitos tiernos: «Santa Bárbara bendita, / patrona de los mineros…».

Uno se hace mayor, léase liberal, cuando descubre que el pañuelo rojo es de Hermès, que la mina es una subvención, que el carbón cuesta más que lo que vale y que la plusvalía marxista funcionaba en Hunosa al revés: los camareros que echan once horas diarias pagan los supersueldos de los mineros prejubilados, sin maruxiñas ni nada. Todo, por sostener los rodiezmos del PSOE y las primicias de UGT, porque los mineros fundaron el sindicalismo, tan heroico en su génesis como corrupto en su apocalipsis, que fue ayer.

Porque ayer supimos que el gordito de la foto, entre Zetapé y el enmano de Mienmano, blanqueó, a medias con Hacienda, un millón y medio de euros en metálico. Y entendimos el significado de rodiezmos y primicias. Qué pena ver cómo destiñe el rojo. Y tener que pagar el tinte.