13 agosto 2015

El digital de Carlos Sosa introducido en la web de Ignacio Escolar aseguró que Soria viajó gratis, cosa que él niega

Condena a ELDIARIO.ES (Canarias Ahora) por informar erróneamente sobre unas vacaciones de los exministros José Manuel Soria y José Ignacio Wert en Punta Cana presuntamente pagadas por empresarios

Hechos

En agosto de 2015 el ministro de Industria, D. José Manuel Soria, anunció que demandaba al diario digital CANARIAS AHORA (ELDIARIO.ES) por una información relativa a una estancia en Punta Cana.

09 Agosto 2015

Soria y Wert pasan las vacaciones en Punta Cana invitados por un hotelero con licencia ilegal en Canarias

Carlos Sosa

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Las reservas fueron hechas a nombre del ministro de Turismo en el lujoso Breahtless Punta Cana Resort & Spa, inaugurado por él en 2013
El establecimiento es propiedad del Grupo Martinón, al que también pertenece el hotel Volcán de Lanzarote, con licencia ilegal, donde Soria ha veraneado estos últimos tres años

El ministro de Industria, Energía y Turismo y el nuevo jefe de la Delegación Permanente de España en la OCDE, José Manuel Soria y José Ignacio Wert, respectivamente, han pasado juntos una semana de vacaciones en Punta Cana (República Dominicana) en compañía de sus respectivas esposas invitados todos ellos por el propietario de la cadena hotelera canaria Grupo Martinón, según ha confirmado una fuente del hotel Breathless Punta Cana Resort & Spa, donde se alojaron.

Al Grupo Martinón pertenece también el lujoso hotel Volcán de Lanzarote, declarado ilegal por la justicia española por haber sido construido a partir de una licencia nula en el municipio de Yaiza. En él lleva veraneando tres años consecutivos el ministro de Turismo de España, José Manuel Soria, quien al ser interrogado por esta anomalía ha llegado a contestar que él nunca pide “la licencia de apertura de los hoteles donde me hospedo”.

El hotel Volcán forma parte de casi una veintena de establecimientos hoteleros y extrahoteleros levantados al socarie de la corrupción urbanística en la isla de Lanzarote. En su caso concreto, sus promotores presentaron ante el Ayuntamiento de Yaiza un proyecto que incumplía el Plan Insular de 1991 (elaborado y fiscalizado por el Cabildo de la isla), así como su revisión de 2000. Pese a ese impedimento y a que no poseía autorización turística previa del Gobierno de Canarias, el consistorio le concedió licencia de obra de proyecto básico y, mes y medio después, licencia para el proyecto de ejecución.

El proyecto rebasaba ampliamente el número de camas permitido, tiene 502 plazas cuando el máximo era 206. Como ocurrió con la inmensa mayoría de los hoteles y complejos tumbados por la justicia, las deficiencias eran superadas gracias a la participación directa del alcalde de Yaiza, a la sazón José Francisco Reyes, procesado por corrupción urbanística, que el pasado 19 de junio ingresó en prisión para cumplir una de sus condenas por corrupción urbanística.

La reserva para las vacaciones de los matrimonios Soria y Wert fue hecha a nombre de José Manuel Soria, que ocupó la suite 2400 en compañía de su esposa, María del Carmen Benítez, por lo que en los registros del hotel no aparecían oficialmente los nombres de José Ignacio Wert y Monserrat Gomendio, pero la misma fuente confirmó que acompañaron al matrimonio Soria-Benítez durante su estancia en el establecimiento.

Los ilustres invitados permanecieron en el lujoso hotel, donde una habitación junior suite “con vista tropical” se cotiza a 980 dólares por persona y noche, durante una semana, según confirma también la prensa local gracias a unas declaraciones efectuadas por el ministro de Industria.

Entre otros muchos servicios, el hotel del Grupo Martinón ofrece a su distinguida clientela transporte aéreo con distintos puntos de Estados Unidos con los que poder enlazar con comodidad con todos los destinos y compañías aéreas del mundo.

Los matrimonios Wert y Soria abandonaron el hotel este mismo domingo, según la fuente consultada.

“Sí, sí, claro”, fue la respuesta obtenida vía telefónica al preguntar si los huéspedes habían sido invitados “por el señor Martinón”. Y ante la insistencia del periodista de que su estancia haya sido agradable y por cuenta del empresario, la respuesta de la persona que atendió la llamada telefónica fue la misma, “exacto, exacto”.

Los tres altos cargos de la Administración Rajoy y la esposa de Soria, procuradora de los tribunales en Las Palmas de Gran Canaria, disfrutaron de las instalaciones del hotel pero también se les pudo ver en otras actividades extramuros, como prácticas de buceo en playa Palmilla.

Versión del ministerio

Un portavoz del Ministerio de Industria Energía y Turismo ha asegurado a Canarias Ahora que la estancia del ministro José Manuel Soria en el Breahtless Punta Cana Resort & Spa no se prolongó por espacio de una semana, sin que haya precisado durante cuántos días permaneció en el lujoso hotel.

Tras los intentos de este periódico de contactar con el ministerio, no fue hasta seis horas después de que se publicara la información, cuando el director general adjunto del gabinete ministro, Víctor Moreno, telefoneó para ofrecer su versión. Siempre según este portavoz, Soria no estuvo invitado por el presidente del Grupo Martinón y “pagó con su tarjeta de crédito” todos los gastos generados durante su estancia en el hotel.

El mismo alto cargo, que se negó a contestar a ninguna pregunta aclaratoria de este periódico, negó que Soria coincidiera en este hotel de Punta Cana con el jefe de la Delegación Permanente de España en la OCDE, José Ignacio Wert.

El Breathless Punta Cana Resort & Spa es el quinto hotel del Grupo Martinón en la República Dominicana. Fue inaugurado en noviembre de 2013 en un acto que contó con la presencia del presidente de la república, Danilo Medina, y del ministro de Turismo de España, José Manuel Soria, a quienes acompañaron también el ministro de Turismo local, Francisco Javier García, y el presidente del Grupo Martinón, Enrique García Martinón, hijo del fundador de la compañía, Enrique Martinón Armas.

02 Julio 2020

El Supremo condena a 'eldiario.es' por vulnerar el honor del exministro Wert

LA PROVINCIA (Editor: Javier Moll de Miguel)

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El Alto Tribunal ratifica la sentencia contra Carlos Sosa, que informó sin fundamento de que Wert y su esposa habían veraneado gratis en Punta Cana

La sala de lo Civil del Tribunal Supremo (TS) ha ratificado la condena al periódico digital eldiario.es, a su director, Ignacio Escolar, y al periodista Carlos Sosa, director a su vez de la sección eldiario.escanariasahora.es, por intromisión ilegítima en el derecho al honor del exministro José Ignacio Wert. Sosa fue el autor de una información, publicada en agosto de 2015, en la que aseguró que Wert y su esposa habían disfrutado de unas vacaciones en la República Dominicana «invitados por un hotelero con licencia ilegal en Canarias». Una información sin fundamento por la que eldiario.es, Escolar y él mismo ya habían sido condenados en dos instancias previas y que el Alto Tribunal se ha limitado ahora a corroborar con el añadido de condenar nuevamente a Sosa, el único de los tres que recurrió en casación ante el Supremo, a pagar las costas. «El recurrente no solo no pudo concluir con un mínimo de fiabilidad que los demandantes se hubieran alojado en el hotel propiedad del empresario que había cometido infracciones urbanísticas, sino que, sobre todo, no pudo concluir con un mínimo de fiabilidad que hubieran sido invitados por el dueño del hotel», reza el fallo del TS.

La noticia en cuestión afirmaba que el propietario del hotel de Lanzarote en que habitualmente veranea o veraneaba José Manuel Soria había invitado a pasar una estancia en Punta Cana a Wert y a su esposa, siempre según la noticia sin contrastar de eldiario.es. Fueron este último y su esposa, a la que también se señalaba en la información, quienes llevaron el asunto a los tribunales por considerar que se había dañado su honor. En primera instancia, el Juzgado número 34 de Madrid condenó en 2017 a los tres demandados (Sosa, Escolar y su periódico digital) a publicar la sentencia íntegra y a indemnizar al exministro y a su pareja con 3.000 euros, una cantidad que el exministro donará a una organización no gubernamental por petición expresa, tal como consta en la sentencia del Supremo. A pesar de la contundencia del juez de primera instancia, los tres condenados apelaron en la Audiencia Provincial de Madrid, que en 2018 ratificó la condena por intromisión ilegítima en el derecho al honor. Con todo, el director de canariasahora.es, que en su día fue un diario digital independiente y que luego se convirtió en la sección canaria de eldiario.es, decidió intentarlo por segunda vez y recurrió en casación ante el Alto Tribunal, que no solo ha corroborado una vez más la condena, sino que es tajante respecto de la falta de rigor con que se elaboró la información.

La sentencia de los cinco magistrados de la sala de lo Civil expone que la noticia, con la que se puso en duda la «honestidad y rectitud» de José Ignacio Wert y de su esposa, «se basaba en una breve conversación del periodista con una persona no identificada del hotel en el que supuestamente habían estado alojados». Un «breve» diálogo que ni siquiera pudo ser mínimamente concluyente, ya que el interlocutor de Sosa «se limita prácticamente a asentir a preguntas del periodista que se refieren, por lo general, a varias cuestiones, por lo que no se sabe muy bien a cuál de ellas está asintiendo, y de las que, en definitiva, no podían sacarse con una mínima fiabilidad conclusiones como las expuestas en el artículo». En esta línea sumamente crítica con la labor periodística de Sosa, el fallo del Supremo hace hincapié en que este no pudo demostrar «con un mínimo de fiabilidad» que efectivamente los exministros hubieran sido invitados por el propietario del hotel. Es más, los magistrados aseveran que ya no solo se trata de que Sosa no pudiera concluir que Wert y su esposa realmente estuvieron invitados en ese hotel de Punta Cana, sino que ni siquiera le era posible concluir que estuvieron en el hotel en cuestión. En el que, por otra parte, nunca se alojaron y por tanto difícilmente pudieron ser invitados por el dueño del mismo.

En su recurso, el condenado esgrimió que el núcleo de la noticia era en realidad la presencia de Wert y su pareja en la República Dominicana, «y que lo demás eran extremos secundarios sobre los que no podía exigirse una comprobación exhaustiva». Es decir, que argumentó que lo importante era que ambos habían estado en Punta Cana, de modo que achacarles que habían estado invitados en el establecimiento de un hotelero con problemas legales en Canarias era un extremo secundario. Y como tal, no era imperativo confirmarlo exhaustivamente. El Supremo despacha este pretendido argumento en menos de cinco líneas del fallo: «El núcleo central de la información, en lo que se refiere a la afectación del derecho al honor, fue la estancia en un hotel de lujo invitados por un empresario al que se imputan infracciones urbanísticas, y esos eran los extremos que exigían la debida diligencia en su comprobación».

04 Julio 2020

Me equivoqué con Wert (pero no mentí)

Carlos Sosa

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Anatomía de una noticia errónea que nos ha costado una condena del Tribunal Supremo, convenientemente manipulada por Editorial Prensa Ibérica

Una sentencia del Tribunal Supremo que recibí 24 horas después que dos periódicos de la competencia, me ha confirmado que sigue cabreándome que me den un pisotón periodístico. Pero en este caso doblemente porque se trata de una sentencia en la que se me condena a mí. Es norma en Canarias Ahora publicar todas las resoluciones judiciales que puedan tener interés para nuestros lectores, incluyendo las que nos afectan y nos cuecen, y esta era una que pensábamos publicar, y hemos publicado, como una noticia más. Nos hubiera encantado ser los primeros en contarlo, pero qué se le va a hacer, se nos adelantaron los periódicos de Prensa Ibérica, a los que una mano amiga, naturalmente la de Wert, y probablemente a través de la de José Manuel Soria, se las hizo llegar con mayor diligencia que la de nuestro procurador en Madrid para con nosotros. A El Día y a La Provincia les faltó tiempo para publicarla, jugando muy groseramente en este último caso a la confusión para que pareciera que una de las más destacadas primicias de la historia de mi periódico también quedara en entredicho: las vacaciones de gorra del exministro Soria en un hotel de Punta Cana.

La sentencia del Supremo no dice nada de Soria, sencillamente porque esa causa se juzgó y la sentencia firme fortaleció nuestras noticias: que Soria había pasado unos días de vacaciones en Punta Cana, en el verano de 2015, de colgadera de un empresario canario amigo.

Pero la sentencia que ahora nos ocupa es otra. Esta viene a decir, someramente, que no contrasté suficientemente la presencia de José Ignacio Wert en el mismo hotel en el que sí confirmé que se había hospedado Soria. La jurisprudencia del Constitucional establece que basta con que se demuestre la búsqueda diligente de la verdad por parte del periodista para que quede fijada su inocencia en caso de una información errónea. Y a juicio del tribunal, yo me quedé corto porque me conformé con la confirmación que me dio una recepcionista del hotel, al que telefoneé antes de publicar. Esa persona me dio una información errónea y, por lo tanto, me equivoqué. Por eso, desde que descubrimos el error, sacamos a Wert de las vacaciones de Soria en Punta Cana, por la que el canario nos demandó sin éxito, porque esas sí que pudimos probarlas plenamente.

La secuencia de los hechos que nos condujeron a la noticia y a mi error fue la siguiente: un mensaje de una persona que pasaba sus vacaciones de aquel verano de 2015 en la República Dominicana nos había alertado de la presencia de los dos ministros (Wert acababa de dejar de serlo) del gabinete de Rajoy en la isla. La persona comunicante, de plena confianza, los había visto juntos cenando en casa de un conocido empresario catalán con vivienda en la lujosa urbanización La Romana.

A partir de ese momento empezó la indagación sobre qué podían estar haciendo juntos ambos personajes en el Caribe, y las noticias locales hablaban de la presencia oficial de José Manuel Soria, que mantuvo al menos un encuentro formal con su homólogo local. Queríamos saber dónde se hospedaban dada la tradición del ministro canario de no pagar (o de pagar poco) por sus vacaciones. Así que telefoneé al hotel propiedad de un empresario amigo suyo a cuya inauguración había asistido Soria como ministro un par de años antes. Y a la primera llamada hicimos pleno. La solícita recepcionista que me atendió me confirmó que los dos matrimonios habían estado hospedados allí, que ya habían abandonado el hotel y que habían sido invitados VIP del propietario.

Durante ese día y al siguiente intenté contactar sin éxito con el director del hotel para conocer más pormenores del asunto, pero no me quiso atender en ningún momento. Tanto la grabación con la recepcionista como la certificación de las llamadas al hotel por parte de la empresa de telefonía fueron aportadas a los tribunales en cuanto me demandaron, por separado, tanto Soria como Wert.

Es verdad que solo tenía una fuente que me confirmara la presencia de Wert en el mismo hotel en el que se hospedó Soria, y es verdad que por entonces desconocía que la familia de Monteserrat Gomendio, la esposa del exministro de Cultura y exembajador permanente ante la OCDE, tenía una vivienda en propiedad en la República Dominicana. Pero las evidencias nos invitaron a concluir que, teniendo confirmada la presencia de ambos en el país, la coincidencia de los dos en una cena y las respuestas de la recepcionista del hotel, eran suficientes confirmaciones.

Por eso titulé mi noticia como la titulé, incluyendo a Wert junto a Soria. Pero al primero de ellos lo excluimos de la historia en cuanto descubrimos nuestro error. De hecho, hay gente que ahora se ha percatado de que existían dos nombres en la noticia y no solamente el del ministro canario porque, a pesar del esfuerzo de Prensa Ibérica, no solo quedaron plenamente confirmadas las vacaciones de gorra de José Manuel Soria, sino que su demanda ante los tribunales de justicia fue desestimada en las tres instancias correspondientes, como publicó ese mismo periódico en su momento. Y eso que, en medio del juicio, celebrado en los juzgados de la Plaza de Castilla, a donde me obligó a desplazarme porque él era ministro del Reino, sacó de su americana por sorpresa una factura con la que pretendió engañar al juez.

La búsqueda de la verdad me llevó a viajar de inmediato a la República Dominicana para conocer con más detalle lo ocurrido. Me alojé en el mismo hotel en el que se alojó Soria para demostrar que el precio ridículo que él pagó no se correspondía ni siquiera con el de la habitación estándar que yo ocupé. Por un golpe de suerte, el primer día conseguí colarme en la suite presidencial que le fue cedida, la 2400, de la que hice incluso un vídeo; entrevisté al hamaquero que le atendió en una de las balinesas que hay en la playa, delante del hotel, y logré verificar que mentía cuando decía que había dormido dos noches de las siete que pasó en el país porque lo que decía el registro informático, al que pude acceder, era que esas noches fueron cuatro. Fue en esa visita cuando pude verificar que, efectivamente, me había equivocado al creer que Wert también había estado allí. Su nombre no aparecía en los registros, lo que significa que la recepcionista que me atendió cuando llamé para confirmar me respondió erróneamente, seguramente para esquivar una situación que realmente le pareció incómoda.

Las gestiones posteriores me llevaron a concluir que Soria pidió a sus amigos del hotel que le hospedaran porque en realidad le había fallado el hospedaje en casa del matrimonio Wert-Gomendio, que retrasó varios días su llegada a la República Dominicana. Y los propietarios del hotel hospedaron al matrimonio Soria-Benítez gustosamente. Los 283 euros que pagó el exministro de Industria por esas cuatro noches en una suite presidencial no cubrían ni la mitad del coste por noche de una habitación estándar. Mi factura acreditándolo también la presenté al contestar a su demanda civil de protección al honor.

Pero lo cierto es que he sido condenado, ya en firme, a pagarle al matrimonio Wert-Gomendio 3.000 euros de indemnización por vulneración de su honor, así como las costas de mi demanda ante el Supremo, otros 3.000. Respeto la resolución judicial pero no la puedo compartir. Intenté verificar una noticia al otro lado del atlántico pero me equivoqué porque obtuve una respuesta falsa. No mentí, no publiqué una falsedad a sabiendas de que lo era. Pero me equivoqué y mi empresa tendrá que pagar esa condena.

Lo siento por los ofendidos, lo siento por los lectores a los que, sin pretenderlo, informé incorrectamente. Lo siento por mis competidores, particularmente por aquellos que han utilizado esta condena para pasarme facturas que consideraban pendientes por publicar lo que a ellos les pasa y desde luego les pesa.

No vamos a amedrentarnos, y aprenderemos de este error. Pero nosotros no mentimos, y por supuesto que nos equivocamos. No todos los que nos atacan por esta sentencia pueden decir lo mismo.