10 abril 2020

Cita entre otros a EL MUNDO, EL CONFIDENCIAL, OKDIARIO, LIBERTAD DIGITAL, la agencia EUROPA PRESS, COPE, SUR o EL DESMARQUE

EL PAÍS acusa a la Junta de Andalucía de Moreno Bonilla (PP) de pagar a medios como ABC por artículos elogiosos a su gestión

Hechos

El 10 de abril de 2020 el diario EL PAÍS publicó un reportaje sobre el reparto de la campaña publicitaria de la Junta de Andalucía con respecto a las medidas de prevención del virus Covid-19.

10 Abril 2020

La Junta de Andalucía paga por artículos elogiosos de su gestión de la crisis del coronavirus

Jordi Pérez Colomé

Algunos publirreportajes han tenido un impacto muy superior al de cualquier información

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Algunos publirreportajes han tenido un impacto muy superior al de cualquier información

El Gobierno andaluz ha pagado para que se publiquen contenidos favorables a su respuesta al coronavirus. Una decena de medios nacionales y regionales como El MundoABCEl Confidencial, Europa Press, Cope, Libertad DigitalOkDiarioSur e incluso el portal deportivo El Desmarque han difundido publirreportajes en los que se dan por sentados logros de la Junta sobre recursos sanitarios o inversiones que en realidad son planes o proyectos aprobados en los Consejos de Gobierno.

A preguntas de EL PAÍS, fuentes de la Junta han asegurado que este tipo de campañas forman parte de su estrategia de promoción. “Es un método complementario a la publicidad tradicional y las campañas en redes”, dicen. La Junta no ha dado detalles sobre cuánto se ha gastado en esta iniciativa, pero ha confirmado que está dentro de un contrato público con la agencia Saatchi, que en septiembre se prorrogó por valor de 5 millones de euros. “Las acciones se realizan en el marco de ese contrato y varían según las necesidades publicitarias de la administración”, aseguran las mismas fuentes.

Desde el comienzo de esta crisis, el Gobierno andaluz ha tratado de presentarse como ejemplo de anticipación frente a las políticas basadas en la “reacción” de Pedro Sánchez. La Junta celebra Consejos de Gobierno en los que anuncia planes y proyectos que luego en los publirreportajes se dan por sentados. En los artículos se informa de que hay preparadas 26.000 camas, pero es una estimación incluida en un plan de contingencia que aún no se ha activado. También se habla de una inversión de mil millones -892, realmente- para autónomos y pymes. De esa cantidad, los fondos que provienen directamente de las arcas de la Junta son 65, ya que la mayor parte vienen avalados por el Fondo Garantía (500 millones) o por aplazamiento de tributos. Tampoco es del todo precisa la comunicación sobre un prototipo de respirador que aún está pasando las pruebas que exige el Ministerio de Sanidad, informa Eva Saiz.

El 28 de marzo OkDiario publicó un artículo titulado “Brutal reacción de Andalucía ante el coronavirus: saca 1.600 respiradores, 26.000 camas y 1.400 sanitarios de ‘la nada’”. Su impacto en Facebook fue enorme: lleva más de 152.000 interacciones desde aquel día, concentradas en las primeras 48 horas. Para poner en contexto este dato, la noticia que más interacciones generó en España este jueves fue “El Gobierno no descarta otra prórroga del estado de alarma hasta el 10 de mayo”, de La Vanguardia, con 164.000, siempre según la herramienta NewsWhip. . Las interacciones no son necesariamente visitas ni lecturas, pero sí visualizaciones del titular y reacciones a la información.

Tres días después, OkDiario publicó otra pieza con un titular muy parecido: “Andalucía lucha a destajo contra el coronavirus: 26.000 camas más, 1.400 contrataciones y 5 millones de mascarillas”. Pero en esta segunda se leía en verde encima del titular: “Contenido patrocinado por la Junta de Andalucía”. Ninguna de las dos iba firmada por ningún redactor y la primera no incluía dicha advertencia. El texto era muy parecido.

La pieza de OkDiario también tuvo gran impacto en Twitter, con miles de retuits de cuentas que celebraban las decisiones del presidente andaluz, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla. Un hilo con más de 200 comentarios en Forocoches a partir del enlace de OkDiario revela la capacidad de impactos positivos de este tipo de informaciones. “Que grande ANDALUCIA JODER!”, “lo están haciendo muy bien, hay que reconocerlo” o “Aquí la gente se lo está tomando muy enserio, que pena que en otras comunidades no sea igual”, decían algunos de los mensajes. Las cuentas del PP en Facebook cerraban el éxito de la campaña celebrando la cobertura de la prensa.

La Junta paga porque se publique la pieza, pero desde el Gobierno andaluz se asegura que depende de cada medio la redacción y la venta en su portada digital. “En el ejercicio de la libertad de expresión los medios pueden determinar el alcance de la publicación”, dicen. En teoría, estas piezas pagadas no implican que la cobertura del medio sobre esas u otras acciones de la Junta sean discordantes.

El hecho de que sea información pagada se diluye en muchos casos al publicarse en los medios. Cuando un teletipo de Europa Press titulado “Las medidas sanitarias de Andalucía ante al coronavirus: más de 1.600 respiradores, 26.000 camas y refuerzo de personal” llega por ejemplo a La Opinión de Málaga y se publica con el título “Unos 1.600 respiradores, 26.000 camas y contratos a 1.400 profesionales más”, el pequeño texto debajo del pie de foto en el que la agencia advertía del patrocinio, había desaparecido. Igual ocurre en La Voz de Almería o Granada Digital.

“Pienso que esos artículos cuelan”, dice José Manuel San Millán, fundador de la consultora política Target Point. “No todos los lectores están pendientes de dónde pone “contenido patrocinado” o sabe qué significa “powered by”. “Se están consumiendo más noticias digitales. Si antes se compraba poca prensa, ahora ya casi no se compra nada. A mucha gente mayor que no tenía Internet le han dejado un móvil para seguir las noticias”, añade.

Los periodistas andaluces ven un problema persistente en estas prácticas. “Nuestra posición es que la publicidad institucional debe usarse siempre con las funciones que están previstas en las normas”, dice Eva Navarrete, decana del Colegio de Periodistas de Andalucía. “Estamos cansados de pedir cómo se hace la distribución de fondos tanto en este Gobierno como en el anterior y no hemos conseguido acceder a esa información ni siquiera yendo al Consejo de Transparencia”, añade.

Navarrete no cree que esto sea una buena solución, y menos en momentos “delicados” como estos: “Esto es muy claro: pagar información con cargo a publicidad institucional no tiene base en política. Si tiene interés lo que haces, los medios se harán eco y si no, pues no”, dice. “Es una práctica habitual en un juego en el que participan tanto los medios como la administración: unas veces toca a unos y otras a otros”.

12 Abril 2020

«El País» arremete contra ABC de Sevilla tras quedar excluido de una campaña de la Junta

ABC (Director: Bieito Rubido)

El grupo Prisa ha sido el más beneficiado desde hace años de la publicidad institucional en Andalucía

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El periódico «El País» arremetió este Jueves Santo contra ABC de Sevilla en una información titulada «La Junta de Andalucía paga por artículos elogiosos de su gestión de la crisis del coronavirus» en la que señalaba a este periódico y a otros ocho medios de comunicación como receptores de publirreportajes «en los que se dan por sentados logros de la Junta», según el texto de la misma.

La exigencia del grupo Prisa, editor de «El País», de participar en esta campaña de «contenido promocionado» al sentirse excluida y la negativa de la Junta de Andalucía a acceder a tal reclamación explican la furibunda reacción del periódico madrileño, en la que ha intentado salpicar a ABC de Sevilla.

La realidad, sin embargo, tiene muchos más matices de los que presenta el diario madrileño porque ABC de Sevilla jamás ha ocultado la condición de «contenido promocionado» de la información que había remitido la Junta de Andalucía a través de un contrato público con la agencia de comunicación Saatchi. Los lectores de la edición digital de ABC de Sevilla, líder tanto en Andalucía como en Sevilla en difusión conforme a las mediciones de Comscore, están advertidos, tanto en el subtítulo de la información como al final de la misma, de que se trata de «contenido promocionado» similar al que otros anunciantes contratan para obtener visibilidad en el portal digital de ABC.

En concreto, se han publicado hasta la fecha tres de estos remitidos en torno a la gestión institucional en la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus. El primero, el 24 de marzo, recogía las ayudas para los autónomos aprobadas por el Ejecutivo andaluz y las exigencias que planteaba al Gobierno central; en el segundo, el pasado 1 de abril, se exponía el refuerzo de medidas sanitarias para luchar contra la pandemia; por último, el lunes de esta misma semana, 6 de abril, daba a conocer las medidas sociales puestas en marcha desde la Administración autonómica. En todos los casos se advertía al lector de que se trataba de un contenido patrocinado.

ABC no ha hecho otra cosa distinta de lo que es habitual en el sector de la prensa, pero se ha visto sorprendido en su buena fe por la actitud obscena de un competidor, que no ha actuado en buena lid al sentirse excluido de la campaña promocional de la Junta de Andalucía después de décadas convertido en el medio por excelencia sostenido por la Administración andaluza.

Se hace difícil conocer con detalle la cantidad exacta con la que los sucesivos gobiernos socialistas al frente del Ejecutivo autonómico han regado al periódico madrileño, que incluso llegó a desmantelar su redacción andaluza. La propia Junta de Andalucía no ofrece cifras, porque a la llegada de los nuevos gestores del gobierno de coalición PP-Ciudadanos encontraron archivos con esta información destruidos para que resultara imposible rastrear los pagos, ocultos en otros casos con trazas de ingeniería financiera para eludir la transparencia obligada a las administraciones públicas.

En esta prelación de «El País», alineado en su línea editorial con los presidentes socialistas de la comunidad, no se tenían en cuenta los datos reales de difusión puesto que, en tal caso, ABC de Sevilla hubiera participado en una mayor proporción de los ingresos publicitarios. Antes al contrario, este periódico ha sufrido el sectarismo con que sistemáticamente se le han escatimado la parte de la publicidad institucional que por difusión le correspondería por no rendir pleitesía política al gobernante.

El grupo editor de «El País» ha sido receptor de decenas de millones de euros en las últimas décadas, en muchos casos sin que se detallara expresamente el contenido de la publicidad que se contrataba. A esa cantidad hay que añadir los acuerdos promocionales y patrocinios de actos, programación radiofónica y otros contenidos como suplementos, cuadernillos, etcétera.

El cinismo de nuestro competidor es hacerse pasar como perjudicado acusando a otros, entre ellos este periódico, de un comportamiento obsceno como el que ellos han mantenido a lo largo de las últimas décadas en connivencia con el poder político hegemónico en Andalucía hasta las elecciones autonómicas de 2018. ABC de Sevilla nunca ha ejercido de mercenario de la información y así lo hace constar a sus lectores para que nadie se llame a engaño. Otros, incluyendo la hipócrita reacción de nuestro competidor, no pueden decir lo mismo.