15 abril 2020

La directora del digital de Jaume Roures asegura que el despido es sólo por motivos económicos y acusa a Calderón de mentir y manipular para hacerse auto-campaña

La directora de PÚBLICO.ES despide al columnista César Calderón después de que este publicara un artículo contra el Gobierno

Hechos

El 15 de abril de 2020 D. César Calderón informó desde twitter de que PÚBLICO.ES prescindía de sus servicios.

Lecturas

El consultor político D. César Calderón Avellaneda publica el 13 de abril de 2020 en Público.es el artículo ‘Los trucos de Moncloa para sobrevivir a la pandemia’ en un tono hostil hacia el Gobierno de D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

El 15 de abril de 2020 se hace pública que la directora de Público.es, Dña. Virginia Pérez Alonso, ha decidido prescindir de D. César Calderón Avellaneda como columnista. El propio Sr. Calderón Avellaneda informa de ello en la res social Twitter con el siguiente mensaje:

“Me acaban de llamar de Público.es cancelando mi colaboración semanal. No puedo tener más qe buenas palabras para Ana Pardo de Vera y todo el equipo, bastantes presiones ha aguantado. Así están las cosas en España, si quieres escribir con libertad tienes que asumir costes”.

Como se ve, el Sr. Calderón Avellaneda evitaba mencionar a la actual directora, Dña. Virginia Pérez Alonso, y vinculaba su despido de Público.es a su posición editorial.

El periodista izquierdista D. Antonio Maestre Hernández era el primero en protestar por la actitud del Sr. Calderón Avellaneda en Twitter: “No está bien que dejes caer que es por motivos diferentes a la situación económica que están viviendo todos los medios. Porque está ocurriendo de manera generalizada. Estás por encima de eso, César” (Twitter, 15 de abril de 2020).

La propia Dña. Virginia Pérez Alonso intervencía en Twitter para puntualizar: “Las razones son económicas. A nadie se os escapa la dureza de este momento. Y así se lo hemos trasladado a todos, también a César, aunque él preferiría que los motivos fueran otros, parece” (Twitter, 15 de abril de 2020).

El 16 de abril de 2020 el digital Vozpópuli anuncia el fichaje de D. César Calderón Avellaneda. El propio Director Adjunto D. Álvaro Nieto comunica el fichaje en Twitter: “Es un placer anunciarles lo siguiente: César Calderón ficha por Vozpópuli tras su abrupta salida de Público.es. Calderón es un articulista brillante y teníamos la obligación moral de incorporarle a nuestro plantel. Vozpópuli es la casa de la libertad y en ella tienen cabida todos aquellos que piensen libremente. Estamos muy orgullosos de su fichaje porque nos enriquece más”, tuiteaba ese mismo 16 de abril de 2020.

La directora de Público.es, Dña. Virginia Pérez Alonso, publicó varios tuits asegurando que el despido se debía únicamente ha motivos económicos y tratando de desacreditar a su ya ex colaborador, en especial tras conocer que había sido fichado por Vozpopuli, el digital de D. Jesús Cacho, que le recibió asegurando que ellos sí que le permitirían escribir con libertad.

La directora de Público.es, Dña. Virginia Pérez Alonso, respondía, también desde Twitter a la provocación de Vozpópuli:

“‘Vozpópuli es la casa de la libertad y en ella tienenen cabida todos aquellos que piensen libremente y sin sectarismos’. Los que no deben tener cabida son los que contrastan informaciones, algo que en este caso no ha hecho ‘comprando’ la versión que le ha interesado (…). Es innegable que la estrategia de automarketing que se ha hecho Calderón vendiéndose como un mártir de la libertad de expresión le ha salido redonda: ya tiene nuevo medio, de lo cual me alegro, aunque haya sido a costa de mentir a sabiendas” (16 de abril de 2020).

13 Abril 2020

Los trucos de Moncloa para sobrevivir a la pandemia

César Calderón

Leer

Al parecer fue el presidente norteamericano Harry Truman, que a pesar de ser un superviviente nato no era precisamente ningún prodigio de virtudes éticas, el autor de una de las frases más terribles y no por ello menos bellas sobre la comunicación política y gubernamental: «Si no puedes convencerlos, confúndelos».

Y bueno, tras un mes de gestión política y comunicacional de la crisis del Covid-19 ya no es aventurado afirmar que nuestro gobierno, asustado por su falta de previsión en el origen de la pandemia, por el implacable número de cadáveres diarios,  por habernos convertido en el país del mundo con mayor porcentaje de fallecidos y sobre todo por el cabreo creciente de la ciudadanía española,  decidió a pasar a la segunda parte de la frase de Harry Truman, la de confundir, sin pasar por la primera, ya saben, la de tratar de convencer, que como todo el mundo sabe es mucho más engorrosa y desagradecida.

Y he de decir que, en este capítulo, el de generar confusión usando herramientas más propias de ilusionistas que de gobernantes, el gobierno ha sido particularmente prolífico. Aunque tengo serias dudas de que ese alto número de bombas de humo vaya a la postre a ser demasiado eficaz.

¿Y cuáles han sido esos trucos? Se preguntarán ustedes. Pues vamos con ellos.

El ‘Efecto Bandwagon’

El llamado Efecto Bandwagon es un conocido y estudiado sesgo cognitivo también llamado «efecto arrastre» por el que los seres humanos aceptamos automáticamente que cuando un grupo grande de personas piensan o se comportan de determinada forma, esa y no otra es la forma correcta de pensar y actuar y nos sumamos a la manada de forma gregaria, acrítica y en cierto sentido, oportunista.

Si miramos hacia atrás solo tres semanas, veremos cómo ha influido ese Efecto bandwagon en nuestro comportamiento ante el posicionamiento político de los diferentes partidos en esta crisis, que se puede resumir en una frase que habrán escuchado e incluso  repetido ustedes mismos en distintas declinaciones, me refiero a la ya famosa: «La oposición lo que debe hacer es callarse y apoyar al gobierno hasta que pase la crisis».

No existe lógica alguna en esa idea, no responde a nuestro ordenamiento político-constitucional (la democracia no se suspende en medio de una crisis sanitaria y la oposición tiene una misión de control que cumplir), y ni tan siquiera nos beneficia, pero a pesar de todo ello (reconozcanlo) tienen en su cabeza esa falsa idea esculpida en bajorrelieve.

Tal es el poder del efecto arrastre y el gobierno lo ha usado en su favor maniatando a la oposición e impidiendo que cumpla su función constitucional so pena de ser acusados de crímenes de lesa democracia.

El relato de la pandemia

¿Cuáles es la idea que más relacionan con este periodo de cuarentena?

Estoy seguro de que una de ellas es que «Este virus lo paramos unidos», que responde a la campaña institucional del gobierno de España. Una bonita frase, sin duda.

Pero es mucho más que una frase, es la punta de lanza de un relato que ha corrido por todos los medios y canales de forma machacona durante el último mes convenciendonos de la importancia de nuestro papel para solucionar la crisis, llenando nuestros corazones de solidaridad, heroísmo y sentimiento de comunidad.

Según esa idea, repetida ad nauseam en una campaña institucional sin límite de gasto, no hay otra forma de parar el virus que no sea sumándonos no solo a las instrucciones sanitarias del gobierno, sino incluso a su visión política y económica de la crisis.

Solo así podremos ser incluidos en el lado del bien, la luz y la verdad, en el panteón de los héroes de los balcones evitando además caer en traición. Porque (y esto es fundamental) quien critique al gobierno nos critica a todos.

Tal es el poder de un relato bien trabajado y poderoso, cualquiera que no se una al gobierno (no al estado) en su justa causa se convierte en extraño, en sospechoso, en alienado. Y como todo alienado debe ser duramente reconvenido por la vanguardia del pueblo.

El tesauro de la pandemia

Las palabras son importantes, de hecho, son los sillares con los que está construida nuestra democracia, con ellas se pueden entronizar reyes y también destruir imperios.

Esa es la razón por la que Moncloa ha creado su propio tesauro para enmarcar y difuminar las palabras habituales en una situación de crisis como la que padecemos.

De tal suerte que el parón de la economía se ha convertido en «hibernación», los espacios de reclusión de los enfermos asintomáticos en «arcas de Noé» y el número de fallecidos en «la curva», por poner solo tres ejemplos.

Tal es el poder de las palabras, que quien las elige y populariza, domina el escenario.

Y no quiero entretenerlos más por hoy, por supuesto que hay muchos más trucos como ocupar los informativos con la imagen del presidente del gobierno sin límite de tiempo, manejar los datos oficiales para que se ajusten al relato, atacar a las CCAA para evadir las responsabilidades propias, ofrecer un «pacto de estado» con una mano mientras con la otra se atiza a la oposición… pero esos dan para otra columna.