1 mayo 2014

Cembrero es partidario de calificar como 'dictadura' el Gobierno de Marruecos, mientras que Casqueiro defiende no mirar al Gobierno del Magreb con los parámetros de Occidente

El periódico EL PAÍS cambia a Ignacio Cembrero como corresponsal en Marruecos por Javier Casqueiro para frenar su hostilidad con el régimen de Rabat

Hechos

El 1.05.2014 se hizo público el relevo en EL PAÍS de D. Ignacio Cembrero.

Lecturas

El primer ministro marroquí, Sr. Abdelilá Benkiran, presentó en diciembre 2013 una denuncia en la Fiscalía General del Estado, que fue archivada en junio, a la que siguió en julio una querella ante la Audiencia Nacional, que aún permanece abierta, por enaltecimiento del terrorismo. Le reprocha que en septiembre de 2013 Cembrero colgó y comentó en su blog, entonces alojado en El País, el primer vídeo de Al Qaeda dedicado íntegramente a Marruecos.

13 Septiembre 2013

Al Qaeda pide a los jóvenes marroquíes que "emigren" hacia Alá y no en patera

Ignacio Cembrero

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La organización terrorista del Magreb consagra, por primera vez, un vídeo a arremeter contra Mohamed VI 

En vez de “emigrar en patera los jóvenes deben emigrar hacia Alá”, es decir luchar contra el régimen marroquí y por el verdadero islam. Este es el mensaje clave que la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) traslada en el primer vídeo que, desde su creación en 2007, dedica íntegramente a Marruecos. En él se muestran imágenes de unos jóvenes navegando en una pequeña embarcación hacia, probablemente, España.

Títulado “Marruecos: reino de la corrupción y el despotismo”, el vídeo de 41 minutos arremete contra el rey Mohamed VI, al que acusa de enriquecerse a costa de los pobres, y recurre incluso a los cables desvelados por Wikileaks para tratar de respaldar sus acusaciones. Denuncia además el cierre de las madrasas –solo fueron clausuradas escuelas coránicas radicales-, las torturas a presos salafistas y los lazos del monarca con presidentes como el estadounidense George Bush y el francés François Hollande.

   Al Andalous, la productora de la organización terrorista, concluye su reportaje colgado en web yihadistas mostrando imágenes de su líder, el argelino Abdelmalek Droudkel, y, sorprendentemente, de una manifestación del movimiento juvenil reivindicativo 20 de Febrero en la que no se ve a islamistas sino a militantes laicos.

De todos los países del Magreb Marruecos ha resultado hasta ahora el más inmune a los zarpazos de Al Qaeda. Los analistas lo suelen achacar a la eficacia de sus servicios de seguridad y a que las monarquías de un mundo árabe muy convulso, sobre todo desde 2011, gozan de más legitimidad y arraigo que las repúblicas y suscitan menos vocaciones terroristas.

La rama magrebí de Al Qaeda sí había comentado, en algunos comunicados, las políticas marroquíes. A finales de junio difundió el artículo de uno de sus ideólogos sobre la redada en Ceuta contra una red cuyos integrantes reclutaban y enviaban a yihadistas a Siria. “Lo verdaderamente triste de estas operaciones es que su ejecución fue totalmente coordinada con ejércitos del Emir de los Creyentes, perdón del Emir de los Hashashin (fumadorés de hachís)», escribe el autor refiriéndose al soberano alauí.

Cebrián también enfurece a la plantilla de EL PAÍS al relevar al corresponsal en Marruecos

Alberto Lardiés

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Juan Luis Cebrián no gana para disgustos. El presidente de Prisa tiene que lidiar estos días con el terremoto interno que ha supuesto el famoso email que Antonio Caño envió por error a un grupo de corresponsales. Al conocerse ese correo electrónico quedaron al descubierto los planes para sustituir a Javier Moreno, como reveló Vozpópuli el pasado domingo. Pero en la sede de El País hay otro frente abierto. Se trata de los cambios en la organización de la redacción anunciados a la plantilla la pasada semana. Unos cambios que han sentado mal a los propios afectados y, además, han enfurecido a la redacción en su conjunto. Sobre todo ha escocido entre los empleados el relevo en la corresponsalía de El Magreb. Ignacio Cembrero, un histórico del diario, deja su puesto justo cuando se enfrenta a una denuncia del Gobierno marroquí en la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo.

El todavía director de El País anunció a la plantilla la semana pasada tres cambios en la redacción. Unos cambios que por supuesto cuentan con el beneplácito de Cebrián y que, incluso, al decir de varias fuentes del rotativo, serían decisión del propio presidente del conglomerado de medios. Decidiera quien decidiera el caso es que, como informó este diario el pasado fin de semana, el principal cambio se produce en la sección de Nacional de El País. El periodista elegido para dirigirla a partir de ahora es José Manuel Romero, un veterano del rotativo que ya ocupó este cargo en el pasado. Quien pierde ese puesto es Javier Casqueiro, que pasa a ser corresponsal en la zona de El Magreb. Un puesto que, como se ha dicho, hasta ahora ocupaba Ignacio Cembrero, quien ahora regresará a Madrid para trabajar en el suplemento Domingo.

El primer ministro marroquí denunció a Cembrero por colgar un vídeo en que Al Qaeda pide a los jóvenes del reino alauita no viajar a España y quedarse en su país para hacer la yihad

Fuentes de la redacción sita en Miguel Yuste comentan que estos cambios generaron, en primer lugar, una enorme sorpresa entre la plantilla. Y explican que el gran ganador con las modificaciones es Romero. Resulta que Casqueiro está especializado en la política española y que Cembrero es un experto en El Magreb. Por ello, ninguno de los dos deseaba este cambio de roles. Pero uno de ellos tenía motivos más que especiales para querer seguir en su puesto. Y es que el pasado enero entró en la Audiencia Nacional una denuncia interpuesta por el primer ministro de Marruecos contra Cembrero y contra El País por presunto enaltecimiento del terrorismo. El Ejecutivo marroquí interpuso su denuncia después de que el hasta ahora corresponsal en la zona colgase en su blog un vídeo de Al Qaeda en que los fanáticos islamistas invitan a los jóvenes del reino alauita a no viajar a España y quedarse en su país de origen para hacer la yihad.

Reunión monográfica

El revuelo por la salida de Cembrero de la corresponsalía fue tal que el Comité de Redacción del rotativo se reunió con Moreno y con su director adjunto, Vicente Jiménez, para pedir explicaciones sobre este particular. Fue un encuentro monográfico sobre este asunto. Obviamente, los mandamases del diario negaron que la salida del periodista tuviera algo que ver con la denuncia interpuesta por el Gobierno de Marruecos contra él. En una nota emitida por el citado Comité (órgano de representación profesional formado por 5 miembros), se detallaba que se había pedido a Moreno que retrasase el relevo de Cembrero al menos hasta que se resolviera su problema judicial. Sin embargo, la dirección se negó a ese retraso.

Por ello, el Comité se pregunta en su comunicado si con esta decisión el periódico está enviado a las autoridades marroquíes este mensaje: si denuncian a nuestros periodistas, se los quitamos de en medio. Las fuentes de la redacción de El País consultadas por Vozpópuli indican su sorpresa por el relevo de Cembrero, sobre todo porque en los últimos meses consiguió algunas exclusivas muy sonadas. Especialmente llamativa fue su información sobre el indulto del Gobierno marroquí a un pederasta español encarcelado allí y que habría prestado servicios al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). «¿Habrá habido presiones políticas para este cambio?», se preguntan los compañeros del afectado. Solo el tiempo lo dirá.

Los cambios en política se justifican porque el nuevo jefe de la sección va a dirigir un experimento: ‘El País’ imita la fórmula de trabajo de ‘The Guardian’

Ante su plantilla, Javier Moreno justificó los cambios en la organización de la redacción porque se pretende que Romero dirija la nueva sección de Política, en la que se va a experimentar un cambio radical. Siempre según las mismas fuentes, El País va a copiar lo que hace el diario británico The Guardian. A saber: todos los redactores escribirán sus piezas sobre la marcha, sin saber al escribirlas si se publicarán solo en la página web, solo en la versión en papel o en ambas al mismo tiempo. Y el equipo capitaneado por Romero decidirá dónde se sitúa cada pieza.

01 Mayo 2014

El excorresponsal de 'El País' en el Magreb Ignacio Cembrero deja el diario al sentirse 'abandonado' tras una denuncia de Marruecos

ECOTEUVE (El Economista)

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El primer ministro, Abdelilá Benkiran, acusa al periodista de enaltecimiento del terrorismo

Ignacio Cembrero, veterano periodista que durante más de tres décadas ha estado vinculado a El País, deja el diario. Lo hace, «porque, por decirlo eufemísticamente, no me he sentido apoyado por la dirección saliente del periódico desde que, en septiembre, el Gobierno de Marruecos anunció que me ponía una denuncia por enaltecimiento del terrorismo», ha contado el reportero a sus compañeros en una carta de despedida a la que ha tenido acceso Ecoteuve.es.

La denuncia presentada por el primer ministro, Abdelilá Benkiran, contra Cembrero, excorresponsal diplomático y excorresponsal para la zona del Magreb, llegó el pasado mes de enero a la Audiencia Nacional española.

Recientemente, la dirección saliente del periódico ?Javier Moreno deja el cargo el próximo sábado, pasando el testigo a Antonio Caño– relevó a Cembrero de la corresponsalía y lo trasladó al domingo, y su lugar lo ocupó Javier Casqueiro, hasta ese momento redactor jefe de la sección de Nacional.

Cembrero reclamaba permanecer en el puesto hasta que se resolviera la denuncia, y ahí reside parte de su argumentación para explicar la salida del periódico.

En su misiva a la redacción, Cembrero acusa asimismo a los responsables de la cabecera de la «omisión sistemática» de temas de la actualidad de Marruecos «cubiertos por la prensa internacional».

«De todas las redacciones que he visitado en los últimos años no conozco ninguna, incluidas las del Magreb, con muebles tan desvencijados, una moqueta tan roída y una iluminación tan deficiente como la de Miguel Yuste» (calle madrileña donde radica El País), apunta Cembrero, que a continuación reconoce la calidad de la redacción «con tantos buenos profesionales por metro cuadrado».

Remata su carta con: «A la nueva dirección y, sobre todo, a todos vosotros, verdaderos artífices del periódico, os deseo lo mejor en la etapa que comienza en mayo».

11 Mayo 2014

El corresponsal de 'El País' Ignacio Cembrero destituido por el enfado de Marruecos

Cecilia Guzmán

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Asombro en los medios internacionales, silencio en los españoles y a Cebrián le premian por defender la libertad de expresión

El periodista Ignacio Cembrero, uno de los mejores especialistas en el Magreb que durante los últimos 15 años ha estado informando a los lectores de El País, fue fulminantemente apartado de su puesto sin explicaciones. Este cese fue motivado por las protestas ante el Gobierno español por parte del Gobierno de Marruecos a causa de los artículos firmados por Cembrero. Los principales medios informativos internacionales se han hecho eco con asombro de la situación pero en España el silencio ha sido absoluto. Mientras, Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo de El País, acaba de recibir el premio Eisenhower por su defensa de la libertad de expresión.

Fuera de nuestro país, más de una treintena de rotativos, desde Bélgica a Senegal, pasando por Francia y todo el Magreb, recogen el conflicto que llegó a su punto culminante cuando el Gobierno marroquí formuló en enero una denuncia en la Audiencia Nacional contra El País y contra Cembrero por un artículo en su blog del diario en que reproducía un vídeo de los yihadistas de Al Qaeda contra Marruecos. Rabat les acusa de enaltecimiento del terrorismo. Una información en la web del diario El Economista relatando la decisión del periodista de dejar El País, es la única referencia en España de lo ocurrido.

“Frente al Rey de Marruecos El País abdica”
Resaltan los medios el cese de  lo que tachan de presión de Marruecos. El rotativo francés Liberation titulaba así el pasado 7 de mayo: “Frente al rey de Marruecos, El País abdica”. Y continuaba explicando su marcha: “Atacado por Rabat y abandonado por su dirección, el histórico reportero de diario español Ignacio Cembrero ha dimitido”.

“No he sido apoyado”
El prestigioso medio francés narra escrupulosamente lo sucedido comenzando por la carta de despedida que el periodista ha enviado a sus contactos, colegas y conocidos: “Tras más de tres décadas trabajando en El País dejo el periódico por desavenencias con la dirección. No he sido apoyado desde que el primer ministro de Marruecos puso una denuncia penal en España contra mí por enaltecimiento del terrorismo. La denuncia será probablemente archivada en breve”.

El vídeo
Liberation se remonta al otoño de 2013 para explicar la renuncia de Cembrero. “Cuando el periodista marroquí Ali Anouzla de la web árabe Lakome.com, fue encarcelado por haber albergado en su diario on line un video polémico. Firmado por Al Andalus (una especie de firma de Al Qaeda en el Magreb islámico), denunciaba “la corrupción y el nepotismo” en Marruecos, amenazando abiertamente al rey Mohammed VI.

Legitimidad de la monarquía alauita
“Poco antes – continúa el rotativo francés- Cembrero había publicado estas imágenes en su blog Orilla Sur (en El País), precisando, al igual que lo hizo Ali Anouzla, que se trataba de “una propaganda yihadista”. Aclara Liberation con unas palabras de Cembrero que «en el artículo que acompaña este video, yo destacó los méritos de las fuerzas de seguridad marroquíes y una mayor legitimidad de la monarquía alauita en comparación con los regímenes vecinos.»

Lo retiró
Explica el diario que cuatro días después, el 17 de septiembre de 2013, “el periodista viendo la violencia que podía implicar este vídeo, decidió retirarlo de su blog a pesar de que estuviera visible en otros sitios web a los que nunca se les dijo nada”. Y añade: “Fuera como fuera, Rabat reclamó la piel del corresponsal”.

El caso del pedófilo
Indica también que “en 2005, Ignacio Cembrero fue el primer periodista español que obtuvo una entrevista del rey Mohammed VI y hasta 2009 las relaciones fueron correctas. Pero todo cambió cuando el periodista se ocupó de informar sobre el caso Galvan, el pedófilo español que había violado a once niños, condenado a treinta años de prisión e indultado por un error de la Casa Real de Marruecos”.

Temas poco gratos para Marruecos
Entre otros motivos de disgusto, Cembrero comentaba en sus crónicas temas poco gratos para las autoridades del país vecino como que el rey pasa pocas horas en su país o artículos de denuncia como el de los hechos ocurridos con dos jóvenes españoles de Melilla muertos a tiros por la Marina marroquí, recordaban.

“Presiones al Gobierno de Rajoy”
“Desde el otoño, las presiones se ejercieron al más alto nivel sobre la dirección de El País por vía del Gobierno conservador de Rajoy. Hacia diciembre se vuelven más insistentes”, explica Liberation.

Denuncia del primer ministro
En enero, el primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirane presenta una denuncia ante la fiscalía de la Audiencia Nacional. Acusa al periodista de “enaltecimiento del terrorismo”. Se trata del video en cuestión. Si bien la acusación es grave y la justicia incierta, fuentes próximas a la Audiencia Nacional han comentado a ELPLURAL. COM que “el destino de esta denuncia es sin duda el archivo”.

Destituido sin explicaciones
En esta situación llega febrero. La dirección casi cesante de El País donde aún no se ha producido el cambio que llevaría a ocupar el puesto al frente del periódico a Antonio Caño, actual director, cambia al corresponsal sin explicaciones a la edición dominical. Con expresa indicación de que deja su labor en el Magreb. Bien lejos de Marruecos donde al poder no le gusta Cembrero.

“Un cambio normal”
“Un cambio normal. Una decisión interna que no tiene por qué ser explicada fuera”, dice Liberation que contesta la dirección de El País a las preguntas de los medios que se interesan por el tema. Y fuera de España, los colegas de la prensa no dan crédito: “Competente periodista español, probablemente el mayor experto del mundo… bajo el pretexto de ‛terrorismo’… influencias políticas solapadas…”, comenta Le Soir.

“Le Monde: Periodista castigado”
Ya el 17 de marzo titulaba el parisién Le Monde: “Un periodista español castigado después de una denuncia de Marruecos”. O el Observatorio Italiano, tres días después: “un periodista español de El País ha sido cesado en su puesto informativo sobre el Magreb tras una denuncia del Gobierno marroquí…”

Asombro de la prensa internacional
Tras la forzada destitución de Cembrero, los artículos se suceden en prensa. En África los medios de Argelia, Túnez, Marruecos, Estados Unidos, Europa… publican esta historia resaltando como un periódico que siempre ha tenido a gala llevar a su máxima expresión los valores de independencia y libertad informativa, ha podido actuar de este modo. Si se exceptúa El Economista la prensa española no había abordado el tema. El País ni siquiera ha informado de que el Gobierno de Maruecos le ha puesto una denuncia.

“Traicionado”
El día 9 de mayo, Ignacio Cembrero ya había abandonado el periódico. Había tomado la decisión de dejarlo porque explicaba a los allegados, se sentía traicionado en sus criterios profesionales y dolido por tres decádas dedicadas a esta cabecera con este resultado.

“Premio a la libertad de expresión”
Ese mismo día, el presidente ejecutivo de PRISA, Juan Luis Cebrián rendía homenaje a la democracia de EE.UU. y a la capacidad de sus grandes líderes para colaborar por encima del partidismo, durante un acto en el que recibió el premio Eisenhower por su defensa de la libertad de expresión en España.

28 Julio 2014

Los infortunios de escribir sobre Marruecos

Ignacio Cembrero

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«¡Te van a llevar a los tribunales!» Un par de horas antes de que el Ministerio de Justicia de Marruecos anunciase en un comunicado, el 17 de septiembre de 2013, su intención denunciarme por enaltecimiento del terrorismo, un colega marroquí me llamó por teléfono para darme la desagradable noticia.

Empezó entonces un rosario de pequeños y grandes disgustos que aun continúan diez meses después. El primer ministro marroquí, Abdelila Benkiran, tardó más de tres meses, hasta el 20 de diciembre, en poner una denuncia en la Fiscalía General del Estado en España. Contrató, para representarle, a José Luis Sanz Arribas, que en su día fue el letrado de dos militares implicados en la intentona golpista del 23 F, de un capo mafioso extraditado a Italia y de un célebre traficante de armas extraditado a EE UU.

El primer ministro de Marruecos Abdelila Benkiran.

Benkiran me denunció, en nombre del Gobierno marroquí, por enaltecimiento del terrorismo (artículo 578 del Código Penal), por haber colgado en mi blog (Orilla Sur), entonces alojado en el diario El País, el primer vídeo de la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) dedicado íntegramente a Marruecos. Tenía una lectura española porque el líder de AQMI, Abdelmalek Droudkel, instaba a los jóvenes marroquíes a renunciar a emigrar al sur de Europa para hacer la yihad en su país.

En el texto que acompañaba al vídeo dejaba claro que Al Qaeda era una organización terrorista y subrayaba que apenas había podido asestar golpes a Marruecos gracias a la eficacia de sus fuerzas de seguridad y a la legitimidad de su monarquía comparada con las repúblicas árabes. El documento era tan interesante que varias webs estadounidenses especializadas en terrorismo, como SITE o TRAC, lo colgaron en sus webs y lo analizaron. Benkiran no las denunció.

Un disgusto nunca llega solo. A principios de febrero, tres semanas después de que la Fiscalía General del Estado trasladase la denuncia a la Audiencia Nacional, la dirección de El País -hoy en día sustituida por una nueva- me dio tres días laborables para dejar de cubrir el norte de África. Llevaba 14 años dedicándome a esa región. Invocó razones periodísticas: la necesidad de reforzar el equipo que elaboraba el periódico del domingo sin esperar a que se archivara la denuncia marroquí. No me convencieron. Opté por negociar mi salida del periódico en el que había trabajado más de tres décadas.

Una parte de la prensa marroquí, no toda, aplaudió entonces mi «expulsión» de El País. El que más se alegró fue, sin duda, el abogado hispano-marroquí Mohamed Ziane, exministro de Derechos Humanos. «El País se somete a la voluntad de Marruecos y prohíbe a Cembrero escribir y publicar», tituló su tribuna que arrancaba, el 9 de mayo, en la portada del diario de Casablanca Sahifat Annas. Anunció que se estaba estudiando en España prohibirme de por vida el ejercicio del periodismo.

«La denuncia judicial es una iniciativa acertada para imponer el respeto a la estabilidad de Marruecos por parte de España, de sus instituciones, incluidas las mediáticas (…)», escribió Ziane. «El Gobierno [marroquí], en su calidad de poder ejecutivo, puso la denuncia judicial; estoy, sin embargo, seguro de que el Estado está de acuerdo y con él el rey Mohamed VI», aseguraba. Afortunadamente la prensa europea dio otra versión del episodio judicial.

La denuncia fue archivada, sin posibilidad de recurso, a mediados de junio por la fiscalía de la Audiencia Nacional. Ni siquiera me llamó a declarar. «El vídeo contenía consignas, pero no se colocó con el objetivo de difundir el yihadismo, sino con fines informativos», recalcó el ministerio público español.

Cuando me estaba despidiendo de El País padecí nuevas contrariedades. «Ten cuidado, te ha salido un clown en Facebook», me advirtió de nuevo un colega marroquí. Alguien se había tomado la molestia de crear un falso perfil con mi nombre, mis fotos, un puñado de amigos y unas cuantas aficiones. Logró incluso convencer a la red social de que el auténtico perfil, creado hace cinco años, era ilegítimo y había que cerrarlo. Gracias a una compañera experta en redes sociales tardé solo unas doce horas en conseguir que Facebook rectificase.

La alternativa al falso perfil fracasado fue el lanzamiento de un grupo en Facebook con el mismo nombre (Maghreb Information) que  el que yo administro desde hace un par de años. El objetivo es, probablemente, distraer a aquellos que buscan  el foro que yo cree en 2013. Hasta ahora han conseguido una treintena de seguidores mientras que el mío supera los 7.000.

Cuando ya había dejado El País y me disponía a viajar a Túnez para participar en un seminario surgió otro infortunio. Alguien que se hacía pasar por un joven tunecino me juró, en un mensaje enviado por Facebook, que moriría en breve, pero no explicó bien el motivo. Estas amenazas, el falso perfil etcétera han sido denunciadas ante la brigada de investigación tecnológica de la policía española.

Con la reaparición del blog Orilla Sur, ahora en El Mundo, se han reactivado las descalificaciones contra su autor de una parte de la prensa marroquí con, en general, una audiencia muy marginal. Ahora me acusa, por ejemplo, de ser el portavoz en España de Moulay Hicham, el primo de Mohamed VI. Apodado el príncipe rojo está enfrentado al monarca.

Más desagradable ha sido que en cuatro ocasiones me he encontrado, este mes de julio, con la rueda delantera izquierda de mi coche desinflada -no pinchada- en el aparcamiento vigilado donde lo dejo. No estoy enfrentado con ningún vecino ni nadie me ha reprochado invadir su plaza al aparcar.  A nadie más le han deshinchado un neumático ¿Cuál será la siguiente adversidad?

Pero escribir sobre Marruecos no solo son sinsabores. También conlleva alegrías. La primera la constituyen esos marroquíes, en su mayoría jóvenes, que recurren a las redes sociales para comunicarse con el periodista español, intercambiar ideas, contarle cosas que suceden en su país etcétera.

Varios prestigiosos defensores de derechos humanos y parte de lo más granado de la intelectualidad democrática marroquí, musulmanes y dos personalidades judías, han fundado en abril una asociación de defensa de la libertad de prensa, Freedom Now, y han pedido a este periodista que sea uno de sus miembros honoríficos. En la cúpula de Freedom Now, que las autoridades rehúsan legalizar, está mi admirada Khadiya Ryadi, premio derechos humanos de la ONU 2013. Es todo un honor que quieran contar conmigo.