4 diciembre 2005

La mañana anterior Mariano Rajoy salió ileso de un accidente de helicóptero

El Partido Popular convoca una manifestación liderada por Rajoy en defensa de la Constitución

Hechos

El 3.12.2005 se celebró en la Puerta del Sol de Madrid una manifestación convocada por el Partido Popular en defensa de la Constitución.

04 Diciembre 2005

Rajoy frena

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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Después del calentón llega el frenazo. El PP llevaba demasiado tiempo alentando la gresca territorial hasta alcanzar el delirio de atribuir el Estatuto catalán a los designios de ETA. Ayer llegó la hora de atemperar y contener los impulsos, que se escenificó en la concentración convocada en la Puerta del Sol de Madrid en defensa de la Constitución española, en la que la organización consiguió contener las bajas pasiones sembradas hasta ahora y convertir el acto en un mitin de partido, disciplinado, militante y acotado estrictamente al guión.

Es obvio que la Constitución española no necesita que el PP la defienda mediante convocatorias callejeras que exigen un gran esfuerzo organizativo para evitar desbordamientos. Independientemente del análisis y de las críticas que merezca el texto del Estatuto aprobado por el Parlamento catalán, convocar manifestaciones callejeras en contra mientras se rechaza su debate en el Congreso es atizar el fuego de forma irresponsable. Todo ello suena a una defensa de la Constitución meramente de boquilla y está en desacuerdo en cualquier caso con su espíritu, que surge y se basa en la capacidad de diálogo y de consenso entre todas las fuerzas políticas.

El PP lleva movilizando a sus militantes y simpatizantes prácticamente desde que perdió el poder. Ha acudido a la calle en contra de los matrimonios homosexuales, de un inexistente diálogo con ETA, del traslado de los papeles de Salamanca a Cataluña, de la Ley de Educación o ayer del Estatuto de Cataluña. Pero los resultados de su esfuerzo militante son perfectamente descriptibles y deberían llevar a sus dirigentes a reflexionar sobre la eficacia de una estrategia de la tensión que no se corresponde ni con la envergadura ni con la responsabilidad del primer partido de la oposición. Cabe esperar que la moderación que se percibió en la concentración de ayer sea el primer paso para el retorno a una normalidad democrática que nunca debería haber abandonado.

04 Diciembre 2005

La gente corriente

Miguel Ángel Gozalo

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Hay una vieja película de Luis Alcoriza sobre el torero Luis Procura, en la que el diestro mexicano lo primero que hace los días de corrida es mirar al cielo, con la esperanza de que llueva, y así se suprima el festejo. Pero luce un sol radiante y no hay más remedio que hacer el paseíllo, vencer el miedo y triunfar.

Al escuchar la radio por la mañana, el paseante en Corte vive la sensación de aquella figura del Cossío. Ha oído que este sábado en que empieza el puente más largo del año habrá más sol que nubes, y lo comprueba antes de salir de casa. ¿Lloverá? A las doce, en la Puerta del Sol, hay un acto importante, simbólico, expresión del momento político. La víspera, Esperanza Aguirre brindó aquí por la Constitución con cava catalán. Acababa de salir milagrosamente ilesa de un accidente. Hoy estará en la plaza junto a Mariano Rajoy, su acompañante en el susto del helicóptero. El paseante en Corte va a comprobar, como miles de madrileños que están vivos y enteros como dijo Esperanza y dispuestos a seguir dando la guerra como dijo Rajoy.

Todo transcurrió mejor aún de lo previsto. Se leyeron artículos de la Constitución habló Rajoy con voz potente y clara, reafirmando la defensa de la Carta Magna y el que España es una única nación de ciudadanos libres y se agitaron banderas nacionales y autonómicas bajo la mirada de una tribuna repleta de dirigentes populares, entre los que estaba Aznar ocn esa bufanda que casi le llega al suelo. No hubo carteles agresivos, ni gritos detonantes, ni incidente alguno anti-catalán. El CDS, que se ha disuelto en el PP, se hizo notar bajo una gran pancarta. En primera fila, al pie de la tribuna dos afiliados del PP famosos contra su voluntad: Isidoro Barrios y Antonia de la Cruz, detenidos tras una manifestación porque su actitud vociferante les hacía sospechosos como dijo Conde Pumpido, y a los que la Audiencia ha dado la razón al procesar a los policías que los detuvieron.

Hoy están sonrientes y felices entre la gente corriente. Además, no corren peligro. No ha venido Bono.