14 junio 1982

El escritor y periodista Luis Manuel Duyos defiende a Prats ante el ataque del periódico de PRISA

El periódico EL PAÍS contra Matías Prats Cañete (TVE): «comentador de infausta memoria con tono alcanforino y arcaico»

Hechos

El 14.06.1982 el diario EL PAÍS publicó un editorial de crítica a la inauguración del mundial de Fútbol en España de 1982.

Lecturas

La retransmisión de la inauguración del Mundial 82 en España realizada por el locutor D. Matias Prats Cañete, no gustó a los responsables de opinión del diario EL PAÍS, D. Juan Luis Cebrián y D. Javier Pradera, que le aludieron directamente en su editorial del día siguiente.

14 Junio 1982

El Mundial de los horrores

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián)

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Hay que reconocer que si no hubiera sido por los atletas que, vestidos de blanco, evolucionaron al final de los actos inauguratorios del Campeonato Mundial de Fútbol y porque gran parte de las televisiones foráneas conectaron la retransmisión avanzados los mismos, los españoles tendríamos motivos para sentir como propia la vergüenza ajena que nos hicieron pasar ayer los organizadores del dicho acto inaugural. Es casi imposible superar los niveles de mal gusto, falta de belleza y de emoción que la ceremonia alcanzó. Parece que el escarmiento del execrable Naranjito y del deleznable himno, al que ni siquiera la voz de Plácido Domingo logra darle dignidad, no hayan servido de nada. Este escaparate del país, que el Mundial debía y pretendía ser, amenaza con convertirse en un verdadero museo de los horrores, con presupuestos, eso sí, dignos de las joyas del Louvre. Por si fuera poco lo que los organizadores del campeonato nos habían deparado, Televisión Española nos completó el resto con la actuación de un comentador de infausta memoria [Matias Prats], que ha negado mil y una veces haber dicho lo de «la pérfida Albión», pero que no negará el tono grandilocuente, alcanforino y arcaico que le oyeron ayer millones de conciudadanos. La noche anterior, otro presentador [Luis del Olmo], éste del gran concierto popular con el que Barcelona abría oficialmente las celebraciones de estas fechas, a punto estuvo de organizar un incidente de orden público, si no es porque Miguel Ríos estuvo a su lado para demostrar que, aparte de un gran cantante, es, sobre todo, alguien que piensa y que no teme a la gente, probablemente porque la quiere. Merece la pena señalar también el contraste entre el gran espectáculo de participación y entusiasmo que la juventud barcelonesa nos deparó y el soporífero y vergonzante que nos ofrecieron los prolegómenos del partido Argentiría-Bélgica. A decir ver dad, que los blancos gimnastas -los únicos que parecían de este mundo y de este pueblo- y las televisiones de fuera hubieran debido acudir al concierto de Ríos y La Trinca. Porque si en una democracia tienen derecho a vivir y expresarse hasta los horteras, no es preciso, sin embargo, someter. a sus dictados a los cuarenta millones de habitantes.

23 Junio 1982

Sobre "El Mundial de los horrores"

Juan José Campos

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Escuchando ayer -como en tantas otras ocasiones- al locutor-comentarista Matías Prats Cabete la plúmbea información que ofrecía a los sufridos televidentes de la corrida de Beneficencia madrileña (17-6-1982) se refresca el recuerdo de su oportuno artículo editorial El Mundial de los horrores, insertado el pasado día 14. Ocioso es decir que lo suscribimos íntegramente, como lo harán tantos y tantos españoles, porque está justificadísima su diatriba, pues -obvio- es un comentador de infausta memoria, que ha negado mil veces haber dicho lo de la pérfida Albión, cuando es verdad, porque yo, por mi edad, lo recuerdo perfectamente, e incluso el eco que tuvo en la Prensa de su tiempo -ahí están las colecciones para comprobarlo-. Y ese «tono grandilocuente, alcanforino y arcaico» también lo deja caer en el espectáculo de los toros. ¿Hasta cuándo este caballero va a estar martirizando a los televidentes? ¿Es que no es posible removerlo y, por ende, remozar el cuadro de locutores-comentaristas de toros y hasta de fútbol? Esta televisión nuestra…

25 Junio 1982

En defensa de Matías Prats

Luis Manuel Duyos

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En el editorial titulado «El mundial de los horrores», del 14 de junio, lamento la alusión desconsiderada e injusta al compañero Matías Prats, al que se le califica de «comentador de infausta memoria».Se podrá desaprobar su gestión en determinados cargos y hasta ciertas intervenciones suyas en televisión; pero lo que no es cierto es que uno de los mejores profesionales que ha tenido la radio nos deje como herencia de su trabajo una «infausta memoria». Se ha dicho y escrito que Matías Prats es excesivamente prolijo y locuaz como comentarista de televisión, lo que delataría su procedencia radiofónica. Acertada o no, es una opinión respetable y, sobre todo, respetuosa con el criticado. Pero los términos que se destilan en el citado editorial no creo que se los merezcan ni Matías Prats ni el tradicional buen estilo de EL PAIS.

El editorial añade que el comentador aludido «ha negado mil y una veces haber dicho lo de la pérfida Albion. EL PAIS siempre ha atribuido esa expresión al doctor Muñoz Calero, directivo del fútbol español. Parece incongruente que, ahora, este mismo periódico le reproche a Matías Prats su empecinamiento en negar su paternidad sobre la famosa alusión a Gran Bretaña. El redactor-jefe de Deportes, Julián García Candau, puede pasarse por la sección de Opinión para confirmar al editorialista lo antedicho y proyectar una mayor coordinación entre las dos secciones del periódico. Ciertos fallos restan prestigio a EL PAIS y desconciertan mucho al lector.