9 junio 1993
¿Presiones políticas del Gobierno de Felipe González o constatación de su pérdida de audiencia e influencia?
El presidente de ANTENA 3 TV, Antonio Asensio, suprime ‘La Clave’ de José Luis Balbín poniendo fin definitivo al legendario programa después de que se hubiera convertido en un foro de ataques al PSOE
Hechos
El 7.06.1993 el programa ‘La Clave’ de ANTENA 3 TV presentado por D. José Luis Balbín puso fin a sus emisiones.
Lecturas
TERTULIANOS HOSTILES AL GOBIERNO
Durante el periodo electoral de 1993, mientras los informativos de ANTENA 3 TV trataban de mantener un tono objetivo e incluso próximo al PSOE, en el programa ‘La Clave’ de ANTENA 3 abundaban tertulianos afines al PP como el columnista de ABC, D. Federico Jiménez Losantos o detractores del Gobierno felipista como el notario D. Antonio García-Trevijano Forte. La línea del programa se basaba casi en exclusiva de atacar al Gobierno socialista en que rara vez se contaba con representantes del PSOE.
06 Junio 1993
Adiós, Balbín
Echan otra vez a Balbín y su Clave. Ahora, de ANTENA 3 TV: prácticamente ya no existían. El programa fue grande, y su inventor célebre por su calidad, cuando estaba en Televisión Española y única; tuvo diferencias con Calviño, alegó censuras, la historia se hizo rocambolesca y “eligió la libertad”. No la tuvo nunca. La extrema derecha entonces reinante en ANTENA 3 TV le utilizó, y él a ella para atacar al partido reinante. La revancha, la venganza, son excelentes – no lo sé, no las he utilizado nunca; no he ganado jamás – pero también peligrosas. Quien cambia de política puede cambiar de público, hasta cambiarlo por nada. A mí no me parece mal cambiar de lealtades políticos porque dentro de un orden me parecen todas iguales y quien vive a remolque de ellas, o pagado por ellas (el talento no basta) debe ser indiferente: lo horrible es el sistema, y de él no escapamos. Es curioso el comportamiento en estos últimos días de personas que, dependientes de la política práctica, han cambiado de ideas después de tomar alucinógenos con Aznar; y muchos que procuraban pasar inadvertidos se han hecho ahora ostensibles. Tendrán mucha razón en cambiar o callar otra vez a las nueve de la noche, cuando se sepa que Aznar no gobernará nunca, tendrá que dejar la política activa y el PP tendrá que cambiar hasta de nombre (no sería la primera vez). Para muchos periodistas de opinión la vida es la del cangrejo ermitaño; depende de la cáscara en que se refugien. Toma su forma y su aspecto: el caso es poder hilar adjetivos que es lo que quieren. Hoy aquí, mañana allí.
Balbín se encontró en ANTENA 3 TV con amigos amargos, le exprimieron y le mandaron al rincón de sueño. Le limitaron gasto; acudían a ‘La Clave’ sus fieles, pero somnolientos y agotados. Luego, le quitaron las películas: una tontería, casi nunca coincidían con el tema, pero eran un punto de partida para la discusión. Llegaron amigos nuevos: y le mandaron ya a la terrible madrugada, cuando la audiencia duerme, agotada por los malos programas. Sobre cómo se puede hacer esto, de principio a fin, con el mejor creador de debates de la televisión hay mucho escrito, y generalmente se refiere a temas viscerales más que profesionales.
09 Junio 1993
Adiós a La Clave
Los forofos del Atlético de Madrid, ese club que ha perdido la mitad de sus seguidores, despliegan los domingos en el Vicente Calderón una pancarta que dice “Nacidos para morir por tus colores. Nunca abandonaremos”. Cuando me veía viendo ‘La Clave’ en las madrugadas, pensaba que este programa era más que un programa, era un club. Balbín – y la nocturnidad que le añadía ANTENA 3 TV a su emisión – había conseguido darles a los incondicionales de su producto una vítola de héroes.
Por eso, su desaparición no puede dejar indiferentes a los espectadores, aunque en los últimos tiempos fuesen minoritarios, y menos aún a quienes tenemos la manía de comentar lo que sale por la pantalla. “La Clave” había dejado de ser lo que fue en TVE, cuando sentar allí a Santiago Carrillo o a Alfonso Guerra constituía en sí mismo un atractivo, al tiempo que un dedo en el ojo para los responsables de la televisión pública. Ya se ve que la televisión privada es otra cosa
La verdad es que el programa había perdido su punch político por causas ajenas a su voluntad. El PSOE y el Gobierno le habían vuelto la espalda desde que Balbín se peleó con su mentor Calviño en TVE: Las televisiones privadas actúan con criterios diferentes a la pública en materia de debates y, no obstante, pueden presumir ahora de haber conseguido que González y Aznar se miren a la cara en un plató y decirle adiós a ‘La Clave’ eso de que ‘el futuro de la programación televisiva necesita nuevos programas y nuevos formatos’.
Me gustó mucho que en su última aparición Balbín pusiese como ejemplo de debate el programa que él moderó en 1982, en vísperas del espectacular triunfo electoral socialista. ¡Que tiempos aquellos! Pero poco después Balbín se convertía en mandamás de la información en TVE y contribuía como pocos a sentar las bases de esta televisión pública sectaria que hemos padecido hasta este 6 de junio. Yo creo que ‘La Clave’ es precisamente un programa de la televisión pública. Debería volver allí, ahora que Balbín ha comprendido que en todas partes cuecen sus queridas fabes asturianas.
12 Junio 1993
El entierro de 'La Clave'
El espacio de José Luis Balbín ha tenido varias muertes —algunas incluso de asesinato— desde que en 1 976 apareció por primera vez. Pero el muerto gozó siempre de muy buena salud; Esta vez la cosa está más cruda. No sólo ha vuelto a morir; es que la han enterrado. Yo me voy a quejar un poco porque La clave se merecía una ceremonia funeraria bien apañada. Con obispos rodeando el cadáver, cantando las glorias de cuando estaba vivita y coleando, que las tuvo y no precisamente olvidables. Recuerdo haber estado de espectador invitado, hace ya años, en uno dé sus programas que vino a hacer aquí, a TVE-Catalunya, cuando Pere Félix mandaba, y cómo corrían los políticos más principales y se empujaban, para poder . participar en este programa: No porque los dieran de cenar, que en aquella época también se lo daban, sino porque La clave era el punto de referencia televisivo de la transición hacia la democracia. Ha llovido mucho desde entonces, y quizá sí que se había quedado un tanto «amomiada». Pero si Antena 3 TV tuvo el acierto una vez de rescatarla que le haga un entierro de primera, con caballos. No le nieguen tierra sagrada, ni la metan, ignorada, en la fosa común de un . campo de patatas.