18 junio 1982

En el reportaje se asegura que existe una gran sintonía entre el pueblo turco y el ejército

El reportaje ‘Golpe de Estado a la Turca’ de Jesús González Green emitido por TVE desata la ira del Congreso que lo considera «apología del golpismo»

Hechos

El 18 de junio de 1982 se emite por TVE el reportaje ‘Golpe de Estado a la Turca’.

Lecturas

Los responsables del reportaje.

El reportaje «Golpe de Estado a la Turca» fue realizado por D. Jesús González Green. Fue supervisado por el Director de Informativos de TVE, Sr. Castro Beraza y, por encima de todo, por el Subdirector de Informativos, D. Homero Valencia. Siendo el máximo responsable de la televisión pública el Director General de RTVE, D. Carlos Robles Piquer. 

El programa fue emitido el 18 de junio de 1982 en la emisión nacional de TVE dentro del  programa ‘Secuencias del mundo’ y reemitido tres días después en la emisión territorial de Canarias en el programa de D. Pedro Macía.

D. Carlos Robles Piquer, Director General de RTVE y, por tanto, máximo responsable de todo lo que se emita por la televisión pública.

COMUNICADO DE LA COMISIÓN DE CONTROL DE RTVE DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS.

La Comisión ha acordado por unanimidad reprobar la emisión del programa ‘El golpe a la turca’, que puede interpretarse como una apología del golpismo, pese a la moción condenatoria del mismo aprobado por el Parlamento Español.

Asimismo, la Comisión considera inadmisible que sin tener en cuenta las numerosas protestas que dicho programa ha originado se permitiera su emisión tres días después en el archipiélago canario. 

La Comisión acuerda también dirigirse al consejo de administración de RTVE para que se fijen las oportunas responsabilidades que pudieran derivarse por el posible incumplimiento de los artículos 3 y 4 del Estatuto. Por último, la Comisión ha apreciado la necesidad de la difusión de esta nota en la totalidad de los medios informativos dependientes del ente público Radio Televisión Española. 

El comunicado afirma haberse aprobado por unanimidad. Eso supone que ha sido suscrito por los representantes de la UCD, PSOE, PCE, Alianza Popular* y el Grupo Mixto, presentes en dicha comisión.

[El representante del grupo de AP en la Comisión de Control de TVE es D. Antonio de Senillosa, que no está adscrito a este partido sino a Acción Ciudadana Liberal que se presentó junto  AP en una coalición denominada ‘Coalición Democrática’]

30 Junio 1982

Meter la pata por inercia

Ana García Rivas

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Ineficacia y dejación de funciones en grado sumo han coincidido en la gestación y posterior emisión del reportaje ‘Golpe de Estado a la Turca’ por TVE.

Para quien conozca mínimamente las estructuras que imperan en Prado del Rey, la frase de un miembro de la Comisión de Control Parlamentario de RTVE, de que ha sido el mayor gol metido en la portería de España en estos Mundiales, no puede estar más fuera de la realidad.

Nadie en TVE ha querido meter un gol, ni González Green, ni Castro Beraza, ni Robles Piquer, y tampoco Pedro Macía, que repitió el reportaje tres días después en Canarias. Así no se hacen las cosas en TVE, en Prado del Rey se mete la apta simplemente por inercia.

La gestación del reportaje se produjo así: Manolo Alcalá, reportero de ‘Secuencias del mundo’, lo propuso, pero tuvo que trasladarse a hacer otro trabajo y el encargo le cayó a González Green. El bueno de Jesús llegó a Ankara y se entusiasmo al ver que no tenía que levantar los brazos para cruzar de una calle a otra.

No contento con eso, se descolgó con unas declaraciones a un periódico de Ankara, en las que lo más suave que hace es aludir a la perfecta comunión del pueblo turco con el Ejército ‘que sacó a su país de la anarquía’, aunque, eso sí, más adelante dice que la situación de Turquía no tiene nada que ver con España. González Green fue el primero, pecó de inocente.

Homero Valencia, subdirector de informativos, fue el segundo. Vio el programa y, tras recortarle dos o tres intervenciones de comerciales a favor del golpe y hacer que se incluyeran los testimonios del director de cine y una mujer torturada en la cárcel, se fue a Castro Beraza, su jefe y le dio OK. Homero Valencia fue el principal irresponsable.

El siguiente fue Castro Beraza, aunque con el atenuante de que tiene que hacer caso a alguien, y el siguiente fue Robles Piquer, que se fio de la palabra de Castro Beraza, sabiendo que quien más agua caliente le ha puesto en el sillón ah sido, precisamente, su jefe de Informativos.

30 Junio 1982

Don Carlos

Manuel Martín Ferrand

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Una de las corruptelas más fáciles en una democracia naciente consiste en atomizar las responsabilidades. En buscarlas en los rincones en lugar de hacerlo en el centro del salón. Es un efecto de respuesta a las dictaduras, pero es una grave disfunción. En el Ente Público RTVE tenemos un buen ejemplo. Es evidente que la radio y la televisión estatales resultan más gubernamentales de lo debido y que sus contenidos, con cuantas excepciones quieran hacerse, no se corresponden con la demanda social. Pero eso no autoriza al Parlamento, ni a nadie, a «disparar sobre el pianista». Robles Piquer no es, en mi opinión, un buen director general del Ente y la emisión de un programa sobre Turquía y sus modalidades golpistas no parece especialmente adecuada para los momentos actuales de la vida española, pero todo ello no es motivo suficiente para que las fuerzas representativas se ceben, o traten de hacerlo, en la figura de Robles Piquer o en la de los autores del inoportuno reportaje turco [González Green, Homero Valencia]. La responsabilidad es, básicamente, de quienes nombraron a Robles Piquer. Ir descendiendo en la escala, impulsados por la anécdota de los días, a la búsqueda de «culpables» sobre quienes hacer recaer el peso de la «tele» no es un buen camino. Es algo que, en el mejor de los casos, sólo consigue desmoralizar a quienes han de fabricar los programas que se sirven a los sufridos españolitos. Observo en la gente de Prado del Rey, en donde hay un nutrido grupo de excelentes profesionales, el nivel de moral más bajo desde los días del viejo paseo de La Habana. Ese zarandeo permanente a que se ven sometidos, la presión política y las muchas imperfecciones de la famosa Ley 4/80, han disminuido la capacidad creadora y productiva de los teleservidores en perjuicio de su audiencia. Si la RTVE no funciona adecuadamente es una responsabilidad del Gobierno y, en última instancia, de su presidente. No será, en ningún caso, ni para el Parlamento ni para la opinión pública, algo limitado al señor Robles Piquer o a los autores de un reportajillo. Es demasiado pueril y elemental bajar tanto el punto de mira. Algo que, además, terminará provocando la imposibilidad de reclutar a nadie con cara y ojos dispuesto a enfrentarse con un puesto de responsabilidad en estas esferas de lo público. La TV hay que mejorarla en España, el país de una más baja renta de imágenes per cepita de todo el mundo occidental, por el camino de establecer su pluralismo y de sanear las estructuras del Ente Público, pero no disparando, con más saña que eficacia, contra algunas de sus figuras.