18 julio 2000

El principal lugarteniente de Núñez como primer Vicepresidente del Barcelona logra desbancar al publicista Lluis Bassat

El triunfo de Joan Gaspart en las elecciones a la Presidencia del Barça pone fin a la etapa de Josep Lluis Núñez

Hechos

D. Joan Gaspart ganó las elecciones a la Presidencia del Fútbol Club Barcelona celebradas el 23.07.2000.

Lecturas

Gaspar_Bassat

CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA DEL BARÇA:

Barça_Gaspart D. Joan Gaspart – 25.181 votos (54,8%)

Barça_bassat D. Lluis Bassat – 19.791 votos (43,1%)

Barça_Castells D. Joan Castells – Retiró su candidatura cuatro días  antes de las elecciones para anunciar su apoyo a D. Joan Gaspart.

SERGIO SAUCA: «ME VA A COSTAR LLAMARLE PRESIDENTE»

Barça_Sauga_Gaspart Una de las primeras entrevistas al ganador a las elecciones del Fútbol Club Barcelona fue a TVE y a su presentador deportivo D. Sergio Sauca que le confesó que «le iba a costar llamarle ‘presidente Gaspart’ tras tantos años refiriéndose a él como vicepresidente Gaspart». Ante lo cual el nuevo presidente del Barça respondió «Llámeme Juan Gaspart y así se ahorra problemas».

21 Julio 2000

Melchor, Gaspart y Baltasar

Manuel Vázquez Montalbán

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Curioso país el nuestro, en el que debemos dividir las semanas entre las manifestaciones de condenas del terrorismo y la curiosidad por lo que pasa en el surrealista territorio del fútbol. De las atormentadas tomas de posición contra las recientes acciones de ETA, hemos pasado a unos días de sensaciones morbosas en torno a la elección del nuevo presidente del Real Madrid, bien llamado Florentino Pérez, nombre adecuadísimo para propietario manchego de tahona o de negocio de vinos y, en cambio, en este caso responde por un multimillonario de nuevo diseño, en condiciones de comprar a Figo y, si no puede comprarlo, de pagar todos los abonos a los socios del Real Madrid por una temporada. Abierta todavía la caja de Pandora de la victoria de Florentino Pérez, que es la derrota de Lorenzo Sanz, queda por decidir quién va a ser el presidente del Barça a partir del próximo domingo, presidencia que algo tiene que ver con el recientemente creado caso Figo, ya que una decantación clara del jugador por el pase al Real Madrid generararía un complejo de frustración indignada y de culpa exaltada en dos hemisferios diferenciados del barcelonismo.La elección de nuevo presidente del Barcelona planteaba duelos entre Melchor, Gaspart y Baltasar, obligado juego con los nombres de los tres reyes magos, aunque tres eran los candidatos y sólo uno se llama Gaspart. El señor Castells había preparado su candidatura para ejercerla más adelante y se ha visto sorprendido por la dimisión de Núñez, y en cambio Bassat ha sido el hombre nuevo en la situación nueva, avalado por sus éxitos como profesional mediático en una etapa en la que los clubes de fútbol se insertan dentro de la razón y la estrategia mediáticas. En los últimos días de campaña, Bassat ha presentado a Cruyff como una de sus decididas bazas, con lo que marca distancias definitivas con el nuñismo, de hecho rompe cualquier amarra con quienes le encargaron la organización de los festejos del centenario. Los tres aspirantes se habían prodigado en debates públicos, donde han aportado lo mejor de sí mismos y en el caso del señor Gaspart también lo peor de sí mismo, que, al parecer, él considera que forma parte de sus virtudes. La otra noche se presentó como unidad personal en lo universal: con sus virtudes y sus defectos, sabedor de que no puede desengancharse del nuñismo y que su única posibilidad de victoria le vendría de un voto del nuñismo sociológico que viera en el candidato Gaspart el heredero del rey de las esquinas. Todo lo bueno del nuñismo lo asumiría Gaspart e ignoramos qué hará de lo malo, porque el propio candidato forma parte de lo malo del nuñismo, como vicepresidente utilizado para representar la filosofía más radical, al tiempo que incapaz de asumir un resultado adverso o una situación de zozobra. Si gana Gaspart, que nadie se extrañe si de pronto abandona el palco presidencial para ver el partido desde una zona privada y oscura, a solas con sus temores y sus angustias. Si gana Gaspart, no se le podrán pedir explicaciones cada vez que mienta, porque repetidamente ha hecho alarde de que mentir por el Barça es éticamente tolerable, siempre y cuando, supongo, el señor vicepresidente o en su día presidente, le pida disculpas a la Virgen de la Merced.

Pues bien, a pocos días de las elecciones, el irreductible Castells, el rey mago que anunció que se iría a casa si no ganaba las elecciones, se ha ido a llamar a la puerta de la casa común del continuismo, en una operación de alianza con Gaspart que algunos asocian a más o menos secretas afinidades de militancia religioso-estratégica, aficionados Gaspart y Castells a seguir el mismo camino de perfección espiritual. Si detrás de Florentino Pérez en el Real Madrid está el poderoso dinero propio y el no menos poderoso dinero del naviero Fernández Tapia y del inversor multiterreno señor Lledó, detrás del continuismo representado por Gaspart asoma el presidente de parte de la patronal catalana, el señor Rosell, al parecer seguidor del mismo camino de perfección espiritual por el que prosiguen los pasos de Gaspart y Castells.

Si el fichaje de Castells por el posnuñismo frustra la idea trina de la cabalgata de los tres reyes magos, nos deja un duelo entre el reformismo regeneracionista representado por Bassat y su coalición (de Cruyff a Serrat pasando por el que esto suscribe y por la Lloll o por el ex ministro Lluch) y el continuismo rearmado por la espiritualidad que hoy representan Gaspart y Castells. Se veía venir el encuentro entre Gaspart y Castells para el que siempre contó el oportuno consejo del padre Escrivá de Balaguer, el fundador y teórico del Opus Dei, que en Camino recomienda para estos casos: «Te has portado bien…, aunque hayas caído así de hondo. Te has portado bien porque te humillaste, porque has rectificado, porque te has llenado de esperanza y la esperanza te trajo de nuevo al Amor. No pongas esa cara boba de pasmo. ¡Te has portado bien! Te alzate del suelo: ‘surge’, resonó de nuevo la voz poderosa, ‘et deambula: ahora, a trabajar».

21 Julio 2000

Ganará Gaspart

Tomás Guasch

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Ya te gané el pronóstico en las elecciones del Madrid cuando aposté por Florentino y te voy a volver a ganar porque mi apuesta es Gaspart. El barcelonismo votante no está por los cambios y los nuñistas votarán en masa a Gaspart porque ven en él una prolongación de Núñez. Estas elecciones las va a ganar Núñez y las van a perder Bassat y Cruyff, lamentablemente. Sólo queda una duda: si el tremendo error estratégico de absorber a Castells y no usarle como el Gómez Pintado de los comicios del Madrid en el 95, le costará caro a Gaspart. Pero no creo. El barcelonismo más reaccionario decidirá. Fíjate, Paco, que el Madrid aparece ahora como un club moderno y el Barça como una antigualla, salvo sorpresa. (21-7-2000)

21 Julio 2000

Ganará Bassat

Paco González

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Querido Tomás, me ganaste en las elecciones del Madrid gracias al voto por correo. Pero te recuerdo que eso en el Barcelona no existe. Ganará Bassat si los socios del Barça quieren de verdad un cambio como el que se ha producido en el Real Madrid. Tú lo has dicho, la desaparición de Castells unifica el voto anti Gaspart. Además, el culé ya sabe que si gana Bassat vienen Gerad y Zidane (que como todo el mundo conoce el año que viene jugará a la vez en el Madrid, el Barça y la Juventus de Turín) ¿Quién te ha visto y quién te ve? Toda la vida contra Núñez y ahora apuestas por Gaspart. Toda la vida con Johan Cruyff y ahora estás contra Bassat. Y luego dices que Anelka es muy raro. 

22 Julio 2000

Gaspart teme el efecto Florentino

Alfredo Relaño

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Ahora le toca al Barça, que hoy entra en día de reflexión. La suya ha sido una campaña condiciona por la del Madrid y por el caso Figo, que descolocó a todos los candidatos, y ha resultado, en comparación de la del rival, de todo menor. Si excluimos el exabrupto de Bassat sobre el consumo de porros en el Camp Nou, el resto no ha tenido más sobresaltos que las sucesivas retiradas de aspirantes, hasta llegar a dos: Gaspart y Bassat. O sea, lo que había y lo que podría haber. La pasión castiza y el conocimiento de las entretelas contra un perspectiva nueva, avalada por un personaje de prestigio.

Parecido en ese sentido a lo que se producía en el Madrid, si bien en este último caso la pirueta del contrato de Figo alteró algo el planteamiento inicial. Algo, digo, pero no lo suficiente como para que no pueda mantenerse el paralelismo, y me consta que Gaspart teme esa comparación. Muchos culés podrían pensar que si el Madrid ha cambiado, ¿Por qué no nosotros también? Si el socio del Madrid le da la espalda a dos Copas de Eurocopa ante una promesa de modernidad es que algo bulle por el substrato de las aficiones y es algo con lo que no contábamos de antemano. Y eso es lo que inquieta a Gaspart que tiene gran ventaja en las encuestas, pero no se acaba de fiar.

Y tampoco está claro que mejore su posición la alianza con Castells. Bassat estima que puede ser lo contrario. Un Castells por libre dividiría los votos antinuñistas. Un Castells unido a Gaspart no sumará muchos votos al nuñismo. Porque Gaspart representa el nuñismo, que en estos 22 años ha dado un buen empujón al Barça. La duda es si el socio lo agradecerá en las urnas o no. Después de ver dos Copas de Europa quedarse en la cuneta, todo es posible.

Alfredo Relaño

25 Julio 2000

EL PASADO NO CASTIGO A GASPART

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Los socios del Fútbol Club Barcelona han querido que Joan Gaspart, hombre muy carismático entre los aficionados, estrechamente ligado al anterior presidente Josep Lluís Núñez y una de las piezas clave en los éxitos deportivos azulgranas de los últimos años, sea el máximo mandatario que lleve a su equipo al siglo XXI. Y lo han querido, por goleada. Los votantes barcelonistas no han tenido en cuenta la batería de apoyos oficiales -la Generalitat y sus medios informativos, fundamentalmente- empresariales e intelectuales que rodearon al publicista Lluís Bassat, al que ni tan siquiera el respaldo explícito de la siempre brillante y alargada figura de Cruyff le ha impedido sufrir una derrota sin paliativos.

Las elecciones barcelonistas han tenido, pues, un resultado opuesto a las del Real Madrid, el otro gran club del fútbol español. Gaspart sólo tenía que competir con las decepciones deportivas de la pasada temporada, mientras que a Lorenzo Sanz la octava Copa de Europa no le ha servido para contrarrestar una lamentable y oscura gestión económica. Por el contrario, la gestión económica del Barça siempre ha sido modélica, al menos si se la compara con la de su eterno rival. Es impensable que en Can Barça el presidente de turno coja prestados tres millones de pesetas de la caja para jugar una timba.

Los socios barcelonistas han votado mayoritariamente la continuidad y han votado, además, al presidente-forofo frente a la opción excesivamente profesional y postiza que parecía representar Bassat, un hombre al que le han lastrado tanto el favor con el que parecía contar entre los poderes fácticos de la sociedad catalana, como los demasiados y no muy claros intereses empresariales que sobresalían a sus espaldas.

Ahora, ese Joan Gaspart contradictorio -brillante y certero empresario de hostelería y a la vez forofo incontrolado con la bufanda blaugrana en ristra- se enfrenta a una Presidencia que empieza con la humillación del acto de presentación de Figo en Madrid, lo cual va a marcar sin duda una escalada en el eterno conflicto entre los dos grandes clubes españoles. Entra en acción al mismo tiempo que el otro debutante, Florentino Pérez, al menos tan brillante como empresario pero infinitamente más frío y discreto como aficionado al fútbol. Veremos en qué desemboca ese choque inédito entre dos personajes muy dispares pero condenados al enfrentamiento, a las faenas mutuas y a las venganzas de bíblicas proporciones…