26 enero 2003

El experimento no llegará a plasmarse en las municipales por las constantes divisiones internas

El veterano franquista Blas Piñar López intenta volver a la política fundando el Frente Español con La Falange y España 2000

Hechos

El 26.01.2003 se presentó públicamente la coalición Frente Español por parte de D. Blas Piñar López.

Lecturas

LOS OTROS LÍDERES DEL FRENTE ESPAÑOL

Junto a los restos de Fuerza Nueva / Frente Nacional del Sr. Piñar, hay otros dos partidos:

 D. Jesús López, Jefe de La Falange (FE), que ya no puede usar la terminología ‘Falange Española de las JONS’ que judicialmente ha quedado en manos del Sr. Marquez Horrillo, será uno de los co-fundadores del Frente Español.

 D. José Luis Roberto, Jefe del partido España 2000 y ex responsable de Falange en Valencia, donde tiene cierta influencia como responsable de una empresa de seguridad es el otro principal líder del intento de experimento de emular el triunfo de Le Pen en Francia.

El que fuera presidente de Fuerza Nueva y diputado por Unión Nacional en la I Legislatura (1979-1982), D. Blas Piñar López, reapareció en el escenario político el 26 de enero en un acto frente a unas 3.000 personas, que asistieron en Madrid para presentar el Frente Español. Su ideario consiste en ensalzar la unidad nacional frente a la situación «crítica y degradante» que vive el país y en evitar que el «trance de la fragmentación de la tierra de España» se haga realidad.

En su discurso el Sr. Piñar criticó algunas medidas adoptadas por el Gobierno, como la aprobación de la píldora del día después, y señaló que, con el PP, España se convertirá en el «primer estado homosexual del planeta». El líder del nuevo partido Frente Español criticó la situación actual y definió España como una nación «enferma, obnubilidad, agonizante y frívola», y pidió la unión de todos los ciudadanos, «que se sientan españoles por encima de siglas políticas» para oponerse a la «mutilación de España». En este sentido, subrayó que aún en el supuesto de un hipotético referéndum en el que el 95% de la población apoyase la separación de alguna parte de España, el otro 5% tendría «justificación y derecho» a oponerse «sumando el voto de los difuntos de las generaciones pasadas».