26 octubre 2022

Elon Musk toma el control de TWITTER asumiendo el cargo de CEO e inicia una cadena de despidos de la compañía en todo el planeta

Hechos

  • El 26 de octubre de 2022 Elon Musk sube un vídeo a Twitter entrando en la sede de la empresa Twitter con un bidé en la mano escenificando su toma de control de la compañía.

Lecturas

El 26 de octubre de 2022 Elon Musk sube un vídeo a Twitter entrando en la sede de la empresa Twitter con un bidé en la mano escenificando su toma de control de la compañía.

 El 28 de octubre de 2022 se hace oficial el despido del Sr. Parag Agrawal como CEO de Twitter, el propio Elon Musk asumirá temporalmente el cargo de CEO durante el primer año hasta que, tras reconfigurar su personal designe a una nueva CEO.

 El mismo 28 de octubre 2022 se hace público el despido del Director Financiero de Twitter, Ned Segal, y la Directora Jurídica, Vijaya Gadde, a esta último se le atribuye la decisión de retirar la cuenta a Donald Trump. Los tres despedidos se llevarán una importante indemnización.

Lara Cohen, fa global de socios de Twitter, que el 27 de abril de 2022 había criticado la posible compra de Twitter por Elon Musk, a quien acusó de ‘misoginia’, es despedida oficialmente el 7 de noviembre de 2022.

DESPIDOS EN ESPAÑA:

D. Javier García Pagán, máximo responsable de Twitter en España como director en septiembre dimitió pocos días antes de que se oficiara la toma de control de la empresa internacional por Elon Musk y asumiera este el cargo de CEO Internacional de la compañía.

 El 8 de noviembre de 2022 Dña. Beatriz Arias es despedida como Directora de Alianzas estratégicas de TWITTER en España. Desde el canal derechista 7NN se la acusó de ser una de las máximas responsables de las censuras de cuentas anti-progresistas bajo el argumento de que difundían ‘odio’.

El 8 de febrero de 2023 se hace público el despido de Dña. Camino Rojo Torres responsable de Políticas Públicas, Relaciones Gubernamentales y Filantropía de Twitter España  y acusada de ser artífice del cierre de cuentas anti-progresistas.

El 13 de febrero de 2023 se hizo público el despido de Dña. Elena Bule como directora de comunicación de Twitter.

28 Octubre 2022

Elon Musk despide a la responsable de censurar a Trump

Belén López Fernández

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Elon Musk es oficialmente el jefe de Twitter tras cerrar su compra por 44.000 millones de dólares. La operación se ha efectuado esta madrugada en San Francisco, cuando el empresario ha tomado la decisión de despedir a cuatro de sus principales ejecutivos. La decisión no ha dejado indiferente a nadie, aunque parece que tan solo ha sido la primera de muchas. Los despedidos han sido el director ejecutivo, Parag Agrawal; el su jefe financiero, Ned Segal; la responsable legal y de políticas, Vijaya Gadde, así como del abogado principal de la firma, Sean Edgett. Entre estos cuatro, destaca que Musk haya prescindido de Vijaya Gadde, quien fue la responsable de suspender permanentemente a Donald Trump en la red social. 

Uno de los objetivos principales que tiene el magnate para la red social y que, ya ha dejado claro en numerosas ocasiones es acabar con la censura en la plataforma. Hasta ahora, la empresa justificaba las censuras que estaba realizando alegando que era una empresa privada y, por tanto, podía hacerlo. Una de las más destacadas fue la del expresidente del Gobierno de Estados Unidos, Donald Trum, decisión que tomó Vijaya Gadde. Este tipo de actuaciones nunca nunca han gustado al CEO de Tesla, como ha hecho saber en varias ocasiones. Por ello, terminar con la censura en una medida que se esperaba y se temía. Los cambios en la plantilla tampoco han sido una gran sospresa. Y es que, el empresario ya había anunciado su intención de prescindir de gran parte de los trabajadores de la plataforma, aunque no se podía esperar que fuera una decisión inminente.

La compra de Twitter era una de las más esperadas del panorama internacional. A pesar de que, la semana pasada se especuló de la posibilidad de que la administración de Biden estaba considerando detener la operación por motivos de «seguridad nacional». El actual presidente de Estado Unidos, Joe Biden, negó que se estuviera realizando este tipo de revisión.

Musk ha confirmado por la propia red social la operación utilizando la expresión del «El pájaro está liberado». Además, el empresario también ha emitido una carta dirigida a los anunciantes de la red social en la que confirmaba que asumía el control de la compañía y resaltaba que esta decisión es importante «para el futuro de la humanidad tener un lugar donde se pueda debatir de manera sana». En la carta, también ha afirmado que el objetivo de la red social es que se convierta en la plataforma más fiable de los anunciantes, diciendo, «twitter aspira a convertirse en la plataforma de publicidad más respetada del mundo que fortalecerá tus marcas y hará crecer tu empresa. Construyamos juntos algo extraordinario». El magnate ha señalado alguno de los grandes cambios que quiere para Twitter como: publicar el algoritmo, fomentar los servicios de suscripción dde pago o cmbatir los spam.

29 Octubre 2022

La primera purga de Elon Musk al frente de Twitte

Ángel Jiménez de Luis

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Elon Musk llegó a las oficinas de Twitter el jueves cargando con un lavamanos de color blanco, tal vez como señal de paz. Era un accesorio imprescindible para su primer chiste como nuevo dueño de Twitter, o «jefe tuitero», como se define ahora en su perfil de la red social. El chiste en sí es difícil de traducir. «Let that sink in», en inglés, puede significar literalmente -aunque de forma algo rebuscada y sin sentido- «deja entrar ese lavamanos», pero es una expresión que se traduce como «hazte a la idea». Y eso es lo que decía su mensaje: «Entrando en el cuartel general de Twitter, hazte a la idea».

Miles de empleados de la compañía están precisamente ahora haciéndose a la idea de que las cosas van a cambiar, y las perspectivas, de momento, no parecen buenas. Musk finalmente ha comprado la compañía por los 44.000 millones de dólares que prometió en abril, a pesar de que es un precio elevadísimo para el negocio real de Twitter.

Durante el año fiscal 2021, la compañía ingresó 5.000 millones pero debido a sus gastos operativos y problemas legales, cerró el ejercicio con 493 millones en pérdidas. Es una red de enorme importancia mediática y claramente acapara la atención de la clase política, pero más allá de esas virtudes, no tiene mucho que ofrecer. El número de usuarios activos monetizables lleva años estancado entre los 200 y 220 millones, lejos de las cifras de Instagram o Facebook. Musk tiene por delante una tarea titánica si quiere hacer de esta compra una inversión rentable.

Pero en sus primeras 24 horas al frente de la empresa, el fundador de SpaceX y dueño de Tesla ha demostrado que las prioridades son otras. Lo primero que ha hecho es despedir al que hasta ahora era el responsable de la red social, Parag Agrawal, que consiguió su cargo en noviembre del año pasado tras un relevo forzado desde la junta directiva del fundador, Jack Dorsey. Agrawal, que ha sido instrumental en la resistencia a la renegociación del contrato por parte de Musk, se va, eso sí, con una compensación de 42 millones de dólares.

También han sido inmediatamente fulminados el responsable financiero, Ned Segal; la responsable del departamento jurídico y política interna, Vijaya Gadde, y uno de los consejeros, Sean Edgett. Todos han sido críticos con la decisión de Musk de hacerse con lo que él mismo ha denominado como «la versión digital de la plaza del pueblo» y han forzado su mano para que tenga gastar esa inmensa cantidad de dinero. Sarah Personette, CCO de la firma, también habría sido despedida, según Insider, apenas horas después de publicar un mensaje en el que celebraba haber tenido una reunión con Musk. «Mirando con muchas ganas al futuro», terminaba su tuit.

Puede que pronto haya más despidos. Fuentes cercanas al acuerdo de compra hablan de recortes del 75% de la plantilla, que ahora tiene 7.500 empleados. Musk asegura que la cifra no es real, pero ha dejado la moral por los suelos. En una encuesta anónima a 266 empleados de esta semana, sólo el 10% espera seguir trabajando en Twitter en un año.

El jueves, varios ingenieros de Tesla acudieron a la sede de Twitter para reunirse con sus máximos responsables técnicos y entender cómo está organizada la infraestructura y su código fuente. Uno de los posibles modelos de negocio que Musk ve en Twitter es convertir la red social en una «super aplicación» al estilo de WeChat en China.

Pero para llegar a ese punto, Twitter tiene que crecer, y de momento no parece haber recursos. Tal vez consciente de la encrucijada en la que se encuentra, el primer comunicado de Musk ha sido para los anunciantes. En una carta abierta explicaba que su intención es mejorar la red social y no hacer de ella un «paisaje infernal en el que todo vale».

30 Octubre 2022

Y Elon Musk compró Twitter

EL PAÍS (Directora: Pepa Bueno)

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Los antecedentes del empresario y sus declaraciones invitan a desconfiar de su propósito de mejorar la conversación democrática

Finalmente, el pasado viernes Elon Musk compró Twitter por 44.000 millones de dólares con la intención declarada de convertirlo en un paradigma de la libre expresión. Su primera decisión fue despedir a cuatro de sus máximos responsables, incluyendo el consejero delegado, Parag Agrawal, y a la jefa de asuntos legales y política de empresa, Vijaya Gadde. Antes de abandonar la presidencia de Twitter a finales de 2021, Jack Dorsey habló de los problemas que dejaba sin resolver en la empresa que había cofundado en 2006 y que hoy pertenece a Elon Musk. Entre ellos estaban los que más han incidido en la degradación del debate público: dificultades para controlar la desinformación y el discurso de odio sin coartar la libre expresión de los usuarios, la toxicidad de las cámaras de eco y la tendencia de sus algoritmos a favorecer los contenidos más polémicos para incentivar la interacción. Son problemas políticos que afectan a todas las demás plataformas que combinan el contenido de los usuarios con algoritmos de recomendación, pero no todas son la plataforma elegida por algunas de las personas más influyentes del planeta.

La responsabilidad de solucionar ese y otros problemas que afectan gravemente a la democracia y la convivencia está hoy en manos de Elon Musk, un “extremista de la libre expresión” que se ha mudado a Texas para no pagar impuestos y cuyos múltiples intereses se reparten entre empresas de coches eléctricos (Tesla), conexión por nanosatélites (Starlink), viajes espaciales (SpaceX), infraestructuras (The Boring Company), paneles solares (SolarCity) y biotecnología (Neuralink), además de poseer una criptomoneda llamada dogecoin que ha promocionado exclusivamente en Twitter durante la criptoburbuja de 2021.

Según ha declarado el nuevo dueño de la empresa, “la libertad de expresión es la base de una democracia, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten los asuntos vitales para el futuro de la humanidad”. En realidad, su espacio de debate está dominado por periodistas, políticos, celebridades e instituciones y no todo el mundo puede quedarse en ella. Twitter bloqueó a Donald Trump por “glorificar la violencia” durante el asalto al Capitolio en enero de 2021 por decisión de Jack Dorsey, y los republicanos lo han acusado de apartar contenidos o usuarios de los sistemas de recomendación. Pero lo importante no es si lo ha hecho, sino que podría impulsar o rebajar la capacidad de difusión de una cuenta determinada sin informar a nadie y sin que hubiese modo de saberlo. Es imposible predecir lo que hará con Twitter a partir de ahora, pero parece improbable que su objetivo vaya a ser mejorar la conversación pública en democracia.

03 Noviembre 2022

Musk, el pajarraco de Twitter

Luz Sánchez Mellado

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Cuidado, Elon. Ni todo el oro del mundo puede comprar el talento y la voluntad ajena, los pájaros pueden volar del nido y quedarte tú solito piando en tu solar carísimo

Hace justo 10 años abrí una cuenta en Twitter. Analógica perdida por edad y talante, había jurado no caer en las redes sociales sin tener una pistola apuntándome a los sesos y, entonces, la sentía. La inminencia de un despido masivo en mi empresa me hizo echarme a ese monte para mí ignoto con arrojo suicida y sin vergüenza ninguna. Así, sin filtro ni freno, me convertí, sin conocer ni el término, en trol insoportable. Pedí apoyo a mi causita a celebridades a las que luego puse a parir por ignorarme. Delaté a esquiroles pensando que solo me leerían cuatro gatos de mi cuerda. Me tomé, y di, confianzas virtuales que jamás hubiera dado cara a cara. Di y me dieron, en fin, por todos sitios hasta que, pasada la calentura, fui adaptándome al medio con pasión de conversa rozando, a rachas, la adicción severa. Twitter es, alguien tiene que decirlo, droga dura para hiperdependientes de la aprobación ajena como la que firma. Gimnasio verbal. Termómetro social. Masturbador de egos. Cancha de esgrima dialéctica. Bar de copas fino o canalla según la hora. Diván de insomnes. Paraíso de narcisistas y lodazal de bocazas, sí, pero también privilegiado escaparate de lo mejor y lo peor del globo.

En esta década en Twitter he alternado con seres extraordinarios con los que jamás hubiera cruzado palabra de otro modo. He sido insultada y he abusado de mi privilegio exponiendo a otros a insultos. He reído y llorado con alegrías y penas ajenas. Me he enterado de noticiones sentada en el inodoro. He visto luchar y morir a enfermos que creyeron que iban a salir de lo suyo hasta el último suspiro. He apoyado acciones solidarias sin soltar un euro y atizándome un gin tonic de 15 pavos. He subido al cielo y he bajado al infierno, pero ahí sigo. Pese a todas sus taras, Twitter todavía me da más que me quita y, además, lo dejo cuando quiera: yo controlo. Todos podemos, claro. Pero mientras para algunos, como yo misma, es un pasatiempo, para otros es su única ventana al mundo y su único altavoz posible. Por eso la sobrada de Elon Musk, nuevo amo del gallinero, regateando cual tahúr de Las Vegas con el mismísimo Stephen King el precio que quiere cobrarle, y cobrarnos, por certificar que nosotros somos nosotros es doblemente peligrosa. Cuidado, Elon, pajarraco. Ni todo el oro del mundo puede comprar el talento ni la voluntad ni la libertad ajenos, los pájaros pueden volar del nido y tú quedarte piando solo en tu solar carísimo.